Partida Rol por web

 Observé el corredor con gesto sombrío.

 - No me hace gracia colarme por ahí. ¿Estáis seguros de que es el único camino?.

 Era una ratonera, sin posibilidades de esquivar o evitar ningún ataque o trampa.

Antes de pasar se puso los guantes y trato de analizar con los escasos medios de los que disponía la gelatina. Lo toco, lo palpo y lo miro, esos eran sus únicos medios. Se fijó sobretodo si había algún medio para poder detener su crecimiento o retrasarlo.

Hal no le caía bien y tenía sus dudas de que la historia que contaba fuera verdadera, pero de serlo tampoco le agradaba que robara a aquel hombre y lo dejara morir sin auxiliarlo, definitivamente no podían fiarse de él.

Será mejor que no le quitemos los ojos de encima.

Ni siquiera dijo nada, aunque cuando Hal miró sonrió como queriendo parecer amistosa para que el recluso no sospechara. Después siguió caminando hasta que llegaron al pasadizo cubierto por aquella... cosa. Era peor de lo que había imaginado.

-¡Pero que asquito! ¡Se me va manchar toda la ropa!

A decir verdad a esas alturas ya no tenía la ropa nada limpia, pero una cosa era polvo y suciedad "normal" y otra bien distinta mancharse con aquello. Cuando vio a Karen acercarse a tocar aquello se puso detrás y observó.

-¡Ten cuidado! ¿Y si es venenoso? -No había caído en esa posibilidad, quizás no podían pasar por ahí siquiera.- Hoban ¿Hay otro camino? A mi tampoco me hace mucha gracia Gaheris.

A Karen no le cuadraba el volumen del rider con todo lo que se suponía que había trascendido por varias cubiertas. ¿Dónde se guardaba todo ese tejido? Llegó a la conclusión de que se trataba de una reproducción celular exagerada, como un tumor. La radiación de la nube de iones que rodeaba Ragnar parecía afectar a los cylons. La criatura que había en el rider, más sencilla, era más sensible a la radiación, pero también explicaba el extraño comportamiento de Aaron Doral. El malestar de Danna Biers tras el salto también podría significar que no se trata de una simple colaboradora, sino de otro clon.

¿Otro camino? La cámara del motor FTL no es para albergar tripulación. Es grande y contiene mucho aire, en caso de que alguien se quedase atrapado podría estar allí dentro durante horas. Eso significa que no hay rejillas de ventilación para renovar el oxígeno de la cámara, y sin rejilla no hay conducto para escurrirse.

Una opción sería que un Raptor, desde fuera, abriese un agujero para reactivar la electricidad. ¡Sí, eso es...! ¡Podemos usar la radio para pedir ayuda a las otras naves y...! Ah, no, espera... Sin corriente la radio no va a funcionar.

Sin corriente tampoco podían abrir la compuerta y llegar al hangar, y menos que ahora la nube de amoniaco les impedía regresar al hueco del ascensor. Jisoo le echó bemoles, y se metió en la vagina-corredor.

¡JISOO!

Jisoo tenía un cuerpo pequeño, podía lograrlo. Podía... Bueno, a pesar de ser menuda, tenía la flexibilidad y la coordinación de una octogenaria. Pronto se vió atrapada por dos pliegues que se inflaban en sentido contrario. Era como ir en metro en hora punta. Lo peor de todo era que Jisoo se había quedado a medio camino: seguir hasta el motor FTL o volver con los demás era igual de complicado.

Además, el tumor seguía creciendo, y el espacio por el que escurrirse era cada vez más estrecho...

Jisoo escuchó con esperanza las palabras de Hoban, hasta que llegó a la conclusión que cualquier plan de escape posible pasaba por volver a conectar la energía. 

Bien, no queda más remedio.

Se insufló ánimos con un grito y entró al corredor con decisión, esquivó las rugosidades de una de las paredes y cuando estaba a punto de girar se vio atrapada entre dos pliegues que emergían al otro lado. Lo peor es que crecían y no era capaz de liberarse.

-¡AAAAAAAAAAA! ¡Que asquitoooo! ¡Sacadme de aquí!

Forcejeó con aquella sustancia pero era incapaz de liberarse. Jisoo movía los brazos y las piernas con desesperación a la vez que gritaba pero en vez de liberarse tan solo conseguía quedarse sin aire poco a poco.

Me lanzo a la carrera para forzar ese tejido, penetrarlo, vamos, no sé, no encuentro una palabra que suene bien.

-¡AAAAAAH!

Me lanzo como un ariete hacia Jisoo, mi idea incial es cargar como un elefante pero luego decido nadar, escurrirme, como si buceara por el lodo.

-¡Jisoo! ¡Relájate y pasarás!

Mierda, todo esto es demasiado metafórico como para tener éxito.

Desesperadamente coge una de las botellas de amoniaco y una de las jeringuillas más grandes que tiene en el botiquín. Si esto es un ser vivo, seguro que también puede morir. Cargo la jeringuilla con el amoniaco y lo inyecto en una de las valvas del corredor. ¡Espero que esto no te guste!

¡Chicas!

Hal se lanzó tras Dido. Llegaron hasta Jisoo, pero el culo de Dido, de tanto comer bocadillos de antrax y galletitas Io-reo, se había quedado atascado a la mitad.

¡Empuja!-dijo, dentro del coño-corredor-Un, dos, tres... ¡EMPUJA!

Se estaban quedando sin aire. Iban a morir allí. Mientras, la inyección de Karen empezaba a hacer... algo. El organismo diseñado por los cylons era completamente desconocido. El amoniaco no servía para curar el cáncer en seres humanos, y era impredecible saber cómo la sustancia iba a afectar al tumor. Alrededor de la inyección, el tejido rosado empezó a volverse verduzco. El crecimiento se detuvo. Aún quedaban todos los pliegues ocupando el corredor, pero por lo menos ahora escurrirse no iba a ser más complicado a cada segundo que pasaba.

¡Ummmgggbbbbmmmm!

Protestó la pequeña Jisoo al seguir atrapada y perder poco a poco el aire. Se revolvió y luchó lo suficiente, no para liberarse pero si al menos para encontrar un hueco por donde respirar, ahora tenía otra oportunidad de seguir viva pero si aquello se alargaba terminaría ahogada allí y esa sería la muerte más cutre que podía imaginar, le daba vergüenza pensar incluso en como comentaría la gente su muerte.

Sí, murió en una especie de vagina gigante.

Fue Hal el que se adentró tras Dido, que no había tenido mucha más suerte que ella e intentó ayudarla. Jisoo volvió a revolverse como pudo y esta vez gracias a la ayuda consiguió salir del atolladero.

-¿Gracias Hal! ¡Tenemos que ayudar a Dido!

Este, esta, esto…. Lo que sea estas mierdas. Esta viva, se puede matar. El amoniaco ha detenido su crecimiento. Si encontráramos algo con que quemarla puede que pudiéramos despejar el corredor. Comentaba mientras preparaba otra inyección de amoniaco.

- Con amoniaco o sin él, no podemos pasar por ahí. - Respondí, preocupado. - No sabemos si esa mierda se regenera al cabo de un tiempo y podría volver a atrapar a quien estuviera ahí dentro. ¡Hay que buscar otro sitio por donde pasar!.

Dioses, esto es ridículo.

Me pregunto si esta cosa será venenosa. Si sentirá dolor. Me tienta darle un mordisco pero decido hacer fuerza.

—¡Ahhhhh!

Tanto Dido como Jisoo lograron llegar al otro lado, a una sala oscura. Palpando, notaron un panel con una palanca. Subieron la palanca y volvieron a bajarla, pero nada ocurrió.

Hal fue el tercero en llegar. Se retorcía en el suelo, tratando de recuperar el aire, pero nadie pudo verlo.

En el día más brillante...
En la noche más oscura...

El tío de la historia del anillo encendió su traje, iluminando la sala del FTL. Los tanques de tilio burbujeaban en silencio. Una vez que sus ojos se acostumbraron, Dido encontró un cable que llevaba del atril de la palanca hasta un ábside en la pared. En aquel pequeño cubículo, dos largas varillas aisladas, una desde arriba y otra desde abajo casi confluían en el centro, asomando unos ganchos metálicos sí conductores. Tsk, estaban tan cerca de lograrlo... pero para que hiciesen contacto, necesitarían algo metálico del tamaño de una muela que sirviera para que los pibotes hiciesen contacto. ¿Dónde iban a conseguir algo así?

Jisoo miró en sus bolsillos y sacó el diente de oro de Aaron Doral. Encajaba a la perfección.

¡Ahora! ¡La palanca!-apremió Hal.

Dido volvió a levantar y subir la palanca, y una chispa saltó en torno al diente.

Gaheris, Karen y Hoban vieron las luces encenderse. Un interfono de una pared cercana se encendió para ellos.

Cof, cof... Ya he activado el aire para que se lleve el amoniaco, pero en la sala de control sigue apestando a hospital...

Entre la planta inferior y la planta intermedia, las aspas de la ventilación empezaron a girar, incluyendo una por cuyos resquicios se había colado el blandiblú rosa. La cuchilla del rotor cortó la masa, que cayó por su propio peso. En el coño-corredor, los pliegues se desplomaron llenando el suelo de dos palmos de tumor, devolviendo el contacto visual entre la sala del motor FTL y los que quedaron atrás.

Atención, hemos recibido un mensaje del Battlestar Galáctica. Todas las naves en órbita alrededor de Ragnar deben salir de la nube de radiación y saltar a FTL. Hoban, te necesitamos en la cabina de pilotaje. Los demás, cof, cof... Los demás tenemos tres minutos para llegar al hangar para volver al Olympic Carrier, o tendrán que habilitarnos una celda en el Reina Astral para hacer el viaje.

¡Corred! ¡Por ese otro pasillo se llega al ascensor! ¡Daos prisa!

Hoban echó a correr por otro camino, hacia el puente de pilotaje, pero en mitad de la carrera se paró en seco. Se dió la vuelta para ver al grupo de la Olympic Carrier y poder despedirse.

¡Gracias por todo!

La ayuda de Hal había sido importante tanto el el corredor viscoso como en la sala donde gracias a la iluminación de su traje y con la inesperada colaboración del diente de Aaron pudieron volver a conectar la energía de la nave.

-¡Gracias Hal! ¡Siiiii! -Jisó dio unos saltitos y aplaudió contenta liberando toda la tensión acumulada.- ¡Lo hemos conseguido!

Eso hizo que confiara algo más en Hal, aunque no tanto como para abrazarlo, cosa que si hizo con Dido mientras celebraba que lo habían logrado. Pronto todo comenzó a despejarse y la nave ya podía funcionar a la perfección. Kat les dijo que debían marcharse pronto pues las naves estaban a punto de realizar un salto. La idea de quedarse allí no era muy prometedora.

-¡Espera Hoban! ¿Podrás manejarlo tu todo? -El piloto tendría un cylon, un terrorista y muchos presos cabreados. No sabían como estaban en la zona de las celdas pero no querían que hubiera otro botín.- Avisaremos para que te envíen tropas o ayuda si es que Kat no lo hizo ya. -Era mejor irse pues aunque no habían cumplido del todo su misión allí si que habían liberado la nave y descubierto que Danna era una cylon, una que parecía importante además.- ¿Nos llevaremos a Danna para que la interroguen verdad?

Esperó a que sus compañeros dieran su opinión y a seguirlos a la bodega donde debían coger la nave y marcharse. Tenía ganas de volver a coger su rifle, se había sentido muy insegura.

-Kat. ¿Por casualidad no tendrás a la venta ninguna multiherramienta? Me he dado cuenta que me vendría bien tener algo así, podría sacarnos de muchos apuros.

 Miré preocupado a Washburne, sintiéndome culpable de dejarlo abandonado:

 - ¿Estás seguro de que no quieres venir con nosotros?. Quedarse aquí es peligroso, no solo por los amotinados, si por esa cosa viscosa que se está extendiendo por toda la nave.

Me cruzo de brazos junto a Ghaeris para mostrar que estoy deacuerdo con él. En realidad tampoco quiero abandonar a los presos. Amotinados o no, cada vida es valiosa por sí misma. Más ahora. Les tendrían que indultar.

Hoban levantó un pulgar.

Tranquilo. Soy el piloto. El Reina Astral no puede ir a ningún lado si yo no estoy. Tengo que quedarme.

Nadie prestó atención a cuando Jisoo mencionó a Danna, así que la dejaron atrás. Ni siquiera Kat le respondió por el interfono a su petición de herramientas multiuso. Hal se sentó en el suelo de la nave, apoyando su espalda en la pared y preguntándose en qué quedaría su carrera de criminal roba-anillos a partir de ahora. ¿Puede un ratero reinventarse o está condicionado por la misma sociedad que le ha estigmatizado.