Partida Rol por web

Os levantais.

No estais muy seguros de cuanto tiempo ha pasado, ni de donde estais, los recuerdos despues de la batalla de Gaia son cuanto menos confusos. Analizáis vuestro alrededor en vuestro semi-torpor. El lugar asemeja a un monasterio, con sus muebles arcaicos y sus viejas piedras, uno arcaico, y en un principio pensariais que os han llevado a las afueras de la ciudad, a algun pueblo perdido y olvidado por los urbanitas.

Pero hay señales que os indican que el lugar es mas de lo que aparenta, viendo como entre la piedra crecian y maduraban viñas moradas en sinergia con el lugar, como si el mismo duro y pietro material hubiera dejado pasar las uvas tratandose de viejas conocidas, aparte el lugar estaba cargado de Wyrd, pero uno mas seguro y confortable que el usual en el Seto, mas propio de un Hueco, y asi mismo, aunque os habian vendado y tratado vuestras heridas con vendas y suturas tipicas de una clinica, el cuenco repleto hasta los bordes de frutas goblins en una de las mesillas del lugar, de formas exoticas y chillonas, no era ningun tratamiento conocido por un mortal comun y corriente.

Es en ese momento, cuando se abre la puerta, y entran dos figuras, un hombre decrepito y arrugado con el color y la textura de las hojas caducas del otoño, vestido como un hombre religioso y de alto estatus pero sustituyendo el blanco impoluto por un azul oscuro mar y toques rojos de sol sangriento, sujetando entre sus manos una cruz con un espantapajaros crucificado en este, y a su lado una mujer plana como el dibujo de una carta, vistiendo un elegante chaleco de croupier dorado como el sol y con una camisa blanca decorada por multiples rosas, en su cuello colgada una flauta de pan.

Estos se colocan ante vosotros, y el hombre es el primero en hablar.

-Bienvenidos a la vigilia. Supongo que estareis cansados despues de una noche tan dura como la que habeis pasado.- Os saludo el cardenal, bajando y subiendo la cabeza.- Pero no os preocupeis, ahora estais a salvo, por lo menos, hasta que vuestra hora llegue, claro esta.- Añadio, mas bien fatalista, que amenazante.

Laura se levantó, poco a poco. Lo último que recordaba era abrazarse a Lily, mientras todo se derrumbaba a su alrededor. La cortesana de Invierno seguía allí, a su lado, aún dormida o inconsciente, pero a salvo. Se incorporó, y al instante una expresión de reconocimiento surcó su mirada; sabía donde estaba, y también sabía lo que aquello significaba. Había esperado y temido ese momento a partes iguales, pero como su propia filosofía dictaba, uno no debe huir de lo inevitable.

- Cardenal... ¿Es el momento? -dijo, pero no había apenas tono de interrogación en su voz. Claro que era el momento.

¿Donde estamos? ¿Que está pasando?  Pietrus, Azacinto, levántense, esto está muy raro.  Laura, ¿momento de qué momento hablan?  

El joven grafitero trató de reconocer a sus interlocutores, su corte, su agenda, algo que le dijera que diablos pasaba aquí.  Buscó ayuda.

¡Primaveera presente!  -gritó como en un concierto de ska, aun acostado.  ¡Macario in da house!  Se trató de levantar y alejarse, pero a la vez ponerse junto a sus compas de verano y primavera.  

Si, los de esa corte son raramente raros, lo sabemos. Se puso a cantar la de Llegará la Primavera de Bongo Botrako.

¿Cuánto glamour tengo tovía? 

Sus heridas habían sanado, o lo estaban haciendo producto de vaya uno a saber que extraños menjunjes.  Miró en derredor, conocía el lugar y también a las figuras que habían tomado la palabra.  Entonces pensó en su reina y deseó que la luna continuase gibosa pues le vendría muy bien acostarse con ella y mucho mejor si se sumaba Mar al encuentro aunque dudaba que aquello fuese posible.  Fue entonces, cuando pensaba en aquellos cuerpos desnudos, en aquellas bocas disfrutando de su miembro cuando su cabeza recobró lucidez haciendo que la incipiente erección entre sus piernas perdiera fuerza.

¿Momento? ¿Primavera?

No llegó a comprender del todo, se tomó la cabeza, abrió y cerró sus ojos y se incorporó eperando que el cardenal o algún otro de los presentes le aclarase un poco que estaba pasando

-Oh Macario, nunca cambias, siempre brillas con energia incluso en los momentos oscuros.- Hablo la mujer plana, quien Macario reconocio por la croupier del casino donde hara unas noches se celebro la fiesta de primavera, y como la voz que le llamo por telefono antes de entrar en el Seto.- Mi nombre es Mangas Largas, reina de la Corte del Amanecer, aquellos que crean el cambio y traen esperanza de un mundo nuevo.

-Y yo soy Cardenal Benedictus.- Se presento el Cardenal, quien aprovecho para confirmar con la cabeza la pregunta de Laura.- Rey de la Corte del Atardecer, aquellos que aceptan el cambio y no temen a su destino.

-Aunque nuestras filosofias difieren.- Continuo Mangas, con un tono que subrayaba y resaltaba la palabra "difieren".- Ambos estamos de acuerdo en una cosa, los Perdidos necesitan del cambio para continuar siendo en parte mortales, sin esto, no somos diferentes a nuestros Captores en Arcadia.

-Cierto, los Otros no comprenden el concepto del cambio, estan atados a reglas que no conocemos pero intuimos, es por eso que aun esgrimiendo el poder de dioses, son incapaces de pensar o actuar mas alla de sus formas y el peso del mundo Mortal los deshace como un pez fuera del agua.

-Yo diria mas bien como un tiburon fuera del agua.- Remarco Mangas.- Pero si, el cambio es vital, es por eso que existen las cortes estacionales y su rotacion de poder, y es por eso que las cortes transicionales, Amanecer y Atardecer, sin que las demas sepan siquiera que existimos, se encargan de que la corona vaya pasando de corte en corte, sin problemas.

-Hasta ahora.

-... Si, hasta ahora.- Ambos monarcas fruncieron la boca disgustados.- Macario, Azacinto, vuestra ausencia en el duelo ha provocado la guerra entre Primavera y Verano, pero no teneis porque sentiros culpables, era una guerra que ya se veia venir desde mucho antes, Primavera siempre sospechaba de Verano como la razon de que ninguno de sus campeones durase por mucho tiempo, y Verano siempre ha tenido cierto rencor por Primavera por nunca compartir sus recursos en sus avanzadas contra Arcadia.

-Primavera ha ofrecido una cuantiosa recompensa a cada Perdido que se ofrezca a servirle como campeon de la corte, incluso si son de otra corte.- Explico Benedictus.- Algo que dañara todas las cortes, pero sobre todo Verano, necesitado siempre de caballeros y guerreros bajo su mando ¡Pero basta de asuntos menores!- Dijo alzando una mano de manera magnamica y cortando el asunto de inmediato.- Hay algo mas importante que toda esta guerra ¿Decidme, que sabeis del Ritual?¿El que unira a dos Perdidos y traera nueva vida?- Pregunto, mirando a Berry y Botas, aun dormidos, y con sus manos juntas.

Hieronymus Azacinto, el payaso, la bestia, siempre se había mantenido alejado de la política, de hecho, lo más cerca que había estado de ella era cuando retozaba bajo las sábanas de su reina.  Él actuaba, pensaba, a veces, pero no le interesaba disimular sus sensaciones para quedar bien con unos y otros, era un ser impulsivo y eso no se llevaba bien con el intercambio de ideas entre cortes.  De hecho aquella forma de ser había conducido a que debiera combatir con Macario y aquella forma de ser, también lo había alejado de aquel combate.  No se arrepentía, por supuesto que no, aquella experiencia le había dado mucho, había llevado paz a su alma, o a lo que quedaba de ella.  Tan sólo podía esperar que la furia de su reina se desatara en una cama y no de alguna otra forma.

-No tengo idea de que están hablando- dijo sin más -Ni del ritual, ni de sus cortes, ni de guerra alguna.  Además nuestra ausencia tiene un porqué que bien podemos explicar.-

Sabía que aquello de lo que hablaban tenía relación con el fantástico sueño donde él y Macario se enemistasen, pero poco más podía intuir.  ¿Confiaba en el cardenal y la crupier?  No, de momento no lo hacía.

Dejó de cantar, pero en su mente seguía sonando la voz de Bongo Botrako, "dibuja lo que ves..."

¿¡El ritual!?  Diablos mi croupierita, justo venimos de un sueño, de una apoteótico encuentro, recorrido, desencuentro y reencuentro con Gaia.  Mi querida hermana, tía. Una muy querida y perdida perdida pérdida.  Miró al piso y mandó un beso sosteniendo tres dedos en medio de su boca y dejándolo caer lento como pluma a la tierra mandandole una oración de primavera.   

Miró luego a los ojos al cardenal que no vestía de rojo y a la reina de la Corte del Amanecer.   En buena parte su locura arcadiana se la provocó este ritual del que nos hablan. ¿Lo sabían?  Y de ahí el dolor la llevó al daño a su propia corte, a si misma, y a todo el feudo.  Sembró todo el Drac Arc de Sant Martí con insidia cual semilla de cizaña.  

Claro, antes de morir me dijo algo extraño.  Algo como que debíamos escoger nuestro destino, como de cuidar a Berry y Botas porque eran nuestro futuro.  Así que no se si esta vez funcionará bien su estedizque ritual, pero la vez pasada no lo hizo.  

Antes de hacer nada, hay que explicar y debatir.  Como si fuéramos políticos catalanes, todo a su calmita.  Los miró señalandolos con el dedo con cara de advertirles.  No hagan nada extraño o jalo el gatillo. Luego hizo el gesto de pistola con sus manos para luego como acariciar un felino pequeño entre ellas.  Con los ojos miró a Azacinto y a ellos de nuevo con un ligero movimiento de cabeza para indicar que también estaba pensando en este otro gatillo ahí.

-Una herida se puede curar, pero siempre deja una cicatriz, joven bestia.- Contesto el cardenal, en un indiferente tono.- Es cierto que vuestra vuelta podria ayudar a aclarar las cosas, pero el olor a sangre y rencor sigue en el aire, no, en el Wyrd. Este clama conflicto que no le ha sido otorgado en un duelo, pagado por siete veces por todas las promesas que se han roto en este tiempo.

Mangas miro de mala manera al cardenal en cuanto menciono el destino, pero mas alla de un mohin de sus labios, no replico a este, dandole la razon. Los perdidos eran criaturas del destino, y por cada caperucita roja que se ausentaba en la casa de la abuela, siete corderos eran devorados por el lobo feroz.

Ambos escucharon las palabras de Macario, y ambos tuvieran reacciones dispares, mientras Mangas bajo la cabeza entristecida, el cardenal la alzo y sonrio con el rostro iluminado.

-Entonces el ritual existe, alabado sea Jack. Por fin acontece nuevos tiempos.- Dijo el cardenal fervoroso y con las manos juntas.

-Pero no es perfecto, si tenemos exito, podria traer el principio de algo glorioso o ...

-...O el fin de una condenada existencia ¿Es lo que quieres decir?

-...- Mangas no respondio, en cambio miro a los Perdidos despertados y tomo aire.- Hay muchas cosas que tenemos que explicaros, y en otra ocasion, nos habriamos tomado el tiempo debido para que descansarais y pudieras asimilarlo con mas calma, pero necesitamos de vosotros una respuesta, asi que me temo que por ahora solo tendreis la version corta de la historia.

Jack, el Primogenito, no son Hadas, pero su poder es semejante a estos, se llaman los Morpheanos, son criaturas de gran poder que habitan en el sueño y pueden controlar el destino de las personas, cuando un mortal tiene un ultimo sueño antes de morir y es visitado por la una palida figura, cuando otro mortal tiene un sueño revelador con que le convierte en el proximo rey de su dominio para solo caer de manera dramatica, es en ese momento cuandos estos se revelan y trabajan su magia. Jack solo se presenta ante aquellos que van a sufrir un fatal destino o cambio radical en su vida, el Primogenito es su otra cara mas benevolente representando un nuevo principio y vida o energia de donde no habia. Estos se nos presentaron mucho antes del sueño, y ya nos comentaron sobre el ritual, y su plan de elegir una pareja para el ritual, pero nos advirtieron de que ya habia sido probado antes, y no con buenos resultados.

El Ritual no tiene nombre, ni siquiera estamos seguros de su origen o quien lo creo, solo sabemos lo siguiente, se necesita de un Morfeano de gran poder llamado la Hermana Furtiva, la unica con el poder de cortar cualquier tipo de promesa o juramento de Arcadia, y solo accesible en lo mas profundo del Seto, ahi donde el sueño se confunde con realidad, y se necesita de tres sacrificios, un pasado, en forma de memorias, un presente, condenando a una persona a una no-existencia donde nadie es capaz de acordarse o reconocer su esencia, y un futuro, matando al instante al Perdido. A cambio, supuestamente el ritual podria romper la maldicion que impide a los Perdido tener progenie y crear vida, algo nuevo y sin precedentes, pero sin embargo, si algo disturba el ritual o este falla, podria crear abominaciones como la que habeis visto esta noche, o algo incluso peor.

-Esta noche, habeis salvado nuestro futuro protegiendo a dos Perdidos.- Dijo Mangas, mirando a Botas y Berry.- Y es por eso, que os lo agradecemos en lo mas profundo de nuestros corazones, y asi mismo, nos pesa cuando os preguntamos esto ¿Estariais dispuestos a ayudarnos a protegerlos por un tiempo mas, y llevar estos hasta la Hermana Furtiva?- Pidio agachando la cabeza en un tono demasiado humilde para un monarca.- Por favor, si aceptais, no solo os aceptaríamos entre nuestras corte y os lo recompensariamos, sino ademas podriais cambiar el destino de todos los Perdidos del mundo. Pero en cambio, si no estais dispuestos a correr tal riesgo, lo comprenderemos, os devolveremos a vuestras respectivas cortes y solo pediremos de vosotros vuestra palabra de no revelar nuestras existencia, la del ritual y lo acontecido en esta noche a nadie mas.

A ver, el 100% de las veces que se ha intentado este ritual antes ha fallado, ¿y ustedes quieren intentarlo sólo basados en lo que les dice una morfeana furtiva?  -movió la cabeza Macario; luego los reyes y reinas enloquecían. 

¿Saben lo que le pasó a Gaia y sus amigos, entonces?  Si no sabían de ello, sus experiencias y riesgos, entonces ¿con que aseguranzas la furtiva los convenció de intentar esto? 

En tooodo caso, si Berry y Botas quisieran intentarlo por ellos mismos, que lo dudo, deberían estar despiertos para decidirlo.  Y miren, que yo conocí al señor sin memorias, y le dolían mucho.  Y la no existencia del otro, del abandonado, uy.  ¿Y a quien murió?  No, no, no, esto se ve muy grueso. 

YO, -le puso wyrd a sus palabras- quien cumplí con la promesa de entrar al laberinto a buscar a Laura, la chica de la casa-hogar (¿donde está ella?), y le fui fiel al amor de Gaia hasta el final, tanto que sobreseyó a la aberración en la que la convirtió este ritual, y fue ella misma en su último momento, yo que quiero ser el Bodisatva de la Jaula Rota para el Feudo, les digo que: el camino de la paternidad y la maternidad quien ha de buscarlo ha de ser con su corazón, adoptando otros perdidos, niños sin padres, amigos, lugares de naturaleza.  

Está en el corazón, no en el cuerpo, el ser padres.  Está en la conciencia, en la alegría, en el deseo de cuidar lo pequeño para que crezca, en comunidad.  Eso es lo verdadero, no artificios de morfianos ni hadas. 

Así que no sólo no los voy a ayudar, mis reyes de cortes dusk and dawn, sino que me opondré activamente a sus experimentos no-consensuados ni con los involucrados, ni con su corte.  Debería hacerse inclusive con todo el permiso del bendito Drac Arc de Sant Martín, fijense. 

Y me llevo a mi gato y mi chivita pal'otro lado.  Comenzó a despertar a sus amigos, viendo cómo cargarlos y salir de ese lugar hacia lugar seguro.  

Azacinto, ¿me ayudas?

Se llevó las manos a la cara, las deslizó hacia abajo y las juntó sobre el puente de la nariz mientras enarcaba las cejas.  Allí estaba Macario, otra vez soltando sinsentidos, frases que resultaban inconexas, y hasta carentes de sentido.  Lo único que sacó en claro de todo el palabrerío sin sentido que había escuchado era que Macario no se prestaría a colaborar y, no sólo no colaboraría, sino que además se opondría.  ¿Lo dejarían salir vivo de allí?  Lo dudaba.  A él tampoco le gustaba mucho aquella idea, sin embargo veía, o creía ver más allá del romanticismo inocuo de Macario.  Esto no tenía nada que ver con el amor hacia la paternidad, esto tampoco tenía que ver con "conservar la especie", no, por supuesto que no.  Desde su punto de vista lo que se buscaba aquí era torcer la balanza en favor de los perdidos, de aumentar las tropas para enfrentar a Arcadia, para deshacerse de las hadas y aquello, aquello sí que seducía a Hieronymus.  Recordó la noche en que había estado junto a Mar en aquel extraño sueño, recordó lo que había sentido desde entonces y recordó también que la idea le había parecido por demás atractiva, sobre todo, y no sabía por qué, si aquel retoño nacía de él y Mar.

-No- dijo en tono seco -Estoy de acuerdo con ellos, es un riesgo grande, pero su impacto podría ser muy favorable para todos nosotros, inclinaría la balanza a nuestro favor.  Macario, reconsidera tu postura, no creo que puedas salir de aquí con vida si no te involucras o juras cerrar la boca.  Recuerda que para todos has desaparecido ya-

Mangas abrio la boca sorprendida ante las palabras de Azacinto.

-¡Nosotros no hariamos nunca algo ...!

-Si. Si que lo hariamos.- Pronuncio el cardenal, dirigiendo una mirada a Azacinto, una de aprobacion, y algo mas, tras aquellas neblinas blancas que tenia por ojos, el Perdido Bestia pudo ver en aquellas cejas fruncidas y arrugadas, y aquellas grandes ojeras exhaustas que constrataban aquel rostro siempre firme y atento, una especie de familiaridad o simpatia, entre aquellos que habian derramado sangre por un ideal.- La Corte del Atardecer siempre lucha hasta su amargo final, la muerte llega a todos, si, pero antes nos aseguraremos de que esta coseche a los Otros, dando fin a su locura y su tirania. Si algun dia quieres unirte a nosotros, te recibiremos a ti con brazos abiertos, Azacinto.

-... En cualquier caso.- Cambio Mangas de tema, volviendose a Macario.- No es nuestra intencion retenerte y obligarte a algo que no quieras, Macario. Pero te equivocas si crees que Botas y Berry no van aceptar tomar el ritual, Jack y El Primogenito no escogieron al azar, escogieron de entre todos los Perdidos, aquellos que deseaban mas que nadie un cambio en sus vidas. Y si no me crees, puedes esperar con nosotros a que se despierten, y preguntarles su respuesta.

Entonces Macario recordo algo, los sueños de los monarcas, en concreto las reacciones de Botas y Berry "Ya he decepcionado a una persona que queria, no pienso volver a repetir ese error.", Botas odiaba su antiguo yo, se arrepentia de su pasado, luchaba por cambiar y ser algo mas que el arrogante fanfarron incapaz de amar a nadie mas que si mismo, pero Berry ¿Porque iba Berry querer el cambio en su vida?¿Porque iba decir ...?

-Acepto.

Sorprendiendo a todo el mundo, Berry Legs se encontraba semi-levantada, exhausta y dolorida, sus brazos vendados apenas se sostenian sobre la cama, pero su mirada brillaba con una determinacion inusual en al timida cortesana.

-Berry ¿Cuanto has escuchado?- Pregunto Mangas

-¿Oh? Y-yo, e-esto ¿Puede que e-estuviera fingiendo estar d-dormida desde hara unos minutitos?- Dijo Berry poniendose roja como un tomate, antes de pasar a taparse el rostro con las manos.- ¡Lo siento, pero para cuando ya habia despertado estabais todos hablando, y no queria interrumpiros, pero tampoco es como si quisiese espiaros!

-No pasa nada, Berry.- Calmo con una sonrisa la plana Perdida a la satira.- Pero quiero asegurarme de tu respuesta. Este viaje puede suponer no solo tu perdicion, sino la de otros, y a pesar de las penurias que pasaras, el exito no es algo confirmado en las cartas ¿Aun asi quieres proceder a tan arduo viaje?

Berry se mantuvo en silencio un buen tiempo, con la cabeza agachada y los labios temblando, no solo fue hasta que giro la cabeza y vio el placido rostro del felino a su lado, que recupero las fuerzas para hablar, acariciando el pelaje de este.

-Ya sabia del Ritual antes del sueño del baile, o por lo menos, tuve visiones, creo, no, estoy segura, El Primogenito ya se me aparecio antes, cuando soñaba con Botas y su reluciente armadura dorada.- Empezo hablar de formas mas pausada, sin apartar los ojos de Bota.- Ya estaba enamorada de el mucho antes que el baile, era una atraccion que no entendia, puesto que Botas me recordaba demasiado a mi Captor, una Bestia fanfarrona y orgullosa que jugaba juegos maquiavelicos con sus presas, y la relacion que tenia con la reina solo re-afirmaba esto, pero tenia demasiado para acercarme a el, tenia miedo de que pensarian de mi, tenia miedo de la reina, tenia miedo incluso de Botas, y ese miedo permanecio aun despues de que este se fuera de la Corte de Primavera y se convirtiera en Verano. Pero entonces todo esto ocurrio, y lo conoci, y la verdad es que fue ...- Bajo las orejas y fruncio la nariz.- Un poco decepcionante la verdad, Botas por mucho que lo aparente, es una bola de pelos mas auto-compasivo y nerviosa de lo que parece, pero cuando mas hablaba con el y mas lo conocia, el amor que sentia por el no solo no menguaba, sino que aumentaba, y no comprendia bien porque, hasta que vi el sueño de Oxido, el rey de Verano, y su intentos de ocultar el amor oculto por la reina de Primavera.

Berry levanto la cabeza, fruncio los labios, y volvio a mirar a Mangas no con timidez, sino con confianza y voluntad.

-Yo soy como Oxido, o era como el. Tenia miedo de los demas, de sus miradas y su juicio, por eso me atraia Botas, porque nunca temia decir lo que pensaba y hacer lo que queria, y por eso lo quiero ahora aun mas, porque a pesar de haber caido fondo, de ahora ser la verguenza de Primavera y el extranjero en Verano, lucha por cambiar, por ser mejor de lo que ya era. Siempre he vivido con este panico al publico, deseando algun dia perderme en el Seto y no salir de este jamas, pero estoy harta de esto, quiero cambiar, quiero dejar de temer hacer nada por que me digan que esta mal. Hueco al final se sacrifico y creyo en mi, en que podia traer el futuro que ella no pudo ¿Si ella, que sufrio tanto, pudo creer en mi, porque yo no puedo?- Lagrimas empezaron a caer por las mejillas de Berry, pero lejos de parar, agarro la mano de Botas y su tono tomo mayor conviccion.- ¡No me importa que el Feudo este en guerra!¡No me importa que la reina me vaya matar por estar con Botas!¡Ni si esto va ser el inicio de una nueva era o lo que sea!¡Quiero cambiar, quiero ser fuerte, quiero estar con Botas, tener un futuro con el, y formar una familia con el!¡Se que es egoista, pero es asi!

-No, no es egoista querer ser mejor persona, Berry.- Dijo Mangas, con una gran sonrisa, volviendose a Macario.- Macario, no digo que no tengas razon, yo misma fui adoptada, y no pasa dia que no eche de menos a mis padres aun no compartiendo sangre, pero ... Esto ya no trata de solo de paternidad, se trata de recuperar algo que nos pertenecia por derecho propio, de ser mas de lo que ya somos. Las Hadas nos han quitado tanto y nos han dado tan poco, nuestro legado es solo un continuo ciclo de prisioneros y supervivientes, no hay Perdido que no tenga la marca de sus Captores en su piel y no lo habra hasta que rompamos este bucle vicioso que nos atrapa ¿De verdad crees que no merece la pena luchar por esto?¿Acaso los Bodisatvas no predican que el cambio es necesario, a pesar de los riesgos y el caos que estos atraigan?

¿De verdad, Berry?  ¿Con todo lo que viste que le pasó a Gaia?  ¿Que asegura que tendrían éxito esta vez?  

¿Y Botas?, él aun no despierta y da su venia en 5 sentidos.  No cuenta una frase suelta interpretada por otros.

Pero si si están en su juicio y decidiendo libremente, ellos, yo... yo no... no me podría oponer-me.  ¡Sólo si viera que no están engañados, manipulados, engatuzados!  Se rió del último juego de palabras que hizo sin querer queriendo.  Al instante, otro pensamiento más helado entró en ese espacio.

¿Y quien les proveería la falta de pasado, presente, o futuro? 

Berry no parecio rendirse ante las palabras de Macario, al menos, hasta que dijo lo de los sacrificios, haciendo que la perdida abriera la boca, y con el rostro culpable bajara su rostro apenada.

-Oh, no te preocupes por eso, joven.- Intervino el cardenal, alzando el menton y acariciando su cruz.- La Corte del Atardecer esta llena de gente que vive para sacrificarse, estoy seguro que ...- Este bajo la mirada a Laura, y en el momento, Mangas le interrumpio poniendole una mano en el hombro.

-Se buscaran voluntarios. Se hara un debate, y se elegiran entre TODOS nosotros quien de los voluntarios son los mas adecuados, y no se hara NADA que pueda manipular o presionar a estos.- Si en algun momento hubo muestras de discordia entre ambos, ahora esta se mostro sin sutilezas y cortesias, Mangas clavaba una afilada mirada en el cardenal mientras este arrugaba la nariz y la miraba con disgusto.

-Tsk, demasiado blanda.Como papel mojado. - El cardenal retiro la mano de Mangas, y se ajusto las ropas, mientras relajaba los rasgos.- Por supuesto, esta claro que habra un conceso, pero solo queria recordar, que no habra una falta de voluntarios a lo que respecta la Corte del Atardecer.

Mangas tardo mas que el cardenal en relajarse, estando unos largos segundos asi, hasta que se volvio a Laura, solto un suspiro de alivio, llevandose una mano al pecho, y le dedico una sonrisa.

-Hay muchas cosas en el tintero, Macario, decisiones que tomar, estudios que hacer, el Ritual no es algo que se vaya hacer en un futuro inmediato.- Continuo Mangas, explicando al floreciente Perdido la situacion.- Aun asi puedo entender tus dudas, tus miedos. No vamos a exigirte que nos ayudes, si no quieres, es mas, algo me dice que harias un mejor papel volviendo entre los de tu corte, e intentando aplacar la ira de tu reina, pero al menos te pedimos comprension, que entiendas porque estamos dispuestos a luchar y sacrificar tanto por esto.

Bien, pues si se hará con todo ese cuidado, y contándole a todos lo que pasó con Gaia y sus 3 amigos, pues no tengo razón de oponerme ahorita.  Seguiré atento y con mis lentes de desconfianza, por mis amigos.  Señaló a Botas y Berry.

Ahora bien, ¿que necesitaban para ir con lo de la Doña Furtiva?  ¿Hay que atravesar algo del Seto?  ¿Cómo querían que los ayudara? 

Acarició unas hierbas que había en el sitio.

Quiero acompañarlos, con mi desconfianza como asesora, alarma como canario en la mina, por si algo nuevo pasara y hubiera que actuar con cordura.  Miró al Benedictus unos instantes.  No quiero que el ir a aplacar el conflicto entre cortes sea un distractor.   Por otro lado, ciertamente entre más pronto se resuelva éste, menos daño y dolor y quizá muertes habrían.  Yendo Azacinto y yo juntos, colaborando, tendríamos, espero, buen efecto en calmar a todos.

¿Donde está el mayor bien aquí?  

-Todo a su tiempo.- Alzo la mano el cardenal, ante las preguntas de Macario.- Ya discutiremos en mas profundidad todos los detalles y haremos un plan, mientras tanto, descansad y disfrutad de la calma de la tormenta.- Os insto el fervoroso, mientras giraba la cabeza, habiendo pillado la atencion un brillo anaranjado tras la ventana. El sol se veia en el horizonte, bañando en rojo los arboles que lo tapaban y sus hojas caidas al suelo, que hacian dificil discernir si el sol se alzaba para traer un glorioso dia, o se caia trayendo mas oscuridad a un mundo frio de por si.- Descansad en el crespusculo, recuperad vuestras heridas y pasad tiempo con vuestros seres queridos, porque una vez este desaparezca y de cambio a la transicion en el horizonte, os tocara una carrera hasta este y mas alla.