Partida Rol por web

-Si. Si que las veo, aunque es una pena, se van a pudrir aqui.- Comento Laura, y aunque al principio no entendias a que se referia, luego comprendiste que debia estar hablando de la pobre condicion del suelo bajo la nieve y la oscuridad del laberinto, este no era un jardin para sembrar y crecer nada que no fueran espinas, quizas en el pasado fuese diferente, pero ahora, con aquella ambiente humedo y oscuro similar a un pantano, solo la pobredumbre podia crecer.

Pasa el tiempo, y despues de un rato caminando y siguiendo tus instintos de Perdido combinado con tu alianza con el sueño, tus pasos no te llevan a la salida, al contrario, cada vez pareces mas cerca de la torre. Sin embargo, no tardas en saber porque, pues solo hay un significado para tal. La unica salida viable que hay esta en esa torre, todas las demas deben estar selladas, lo cual seria raro, pero este es un laberinto con vida propia, y mas de una vez jurarias que donde habia un camino, nada mas girar la cabeza se habia convertido en una pared. Los muros tenian vida propia.

De nuevo, vuelves a entrar en otro hueco y ves otra al hombre sin pasado, la unica señal y certeza de que no has dado vueltas como un bufon, es que no son las mismas estatuas, o mejor dicho, si que lo son, pero estan en otra pose. La elemental de tierra y el de agua ahora estan vestidos con traje de novia y novio, compartiendo votos ante el altar y una mujer que aunque no veias su cara, por sus ropas salvajes y exoticas parecia una especie de bruja primigenia, los dos otro elementales tiene regalos sobre sus palmas, asi como el novio, extendiendolas hacia la bruja como una especie de ofrenda.

-Oh hey ¿Y quienes sois vosotros?- Pregunto el hombre sin pasado, interrumpiendo sus tareas y mirando curioso.- Creo que es la primera vez que os veo por aqui ¿Como os llamais?

Hola.  Ya nos habías visto, pero no importa.  Siempre te olvidas.  Revisa tus bolsillos y encontrarás unas semillas.  Son de plantas que pueden crecer en los pantanos y el frío.  Siémbralas y te ayudarán a encontrar sentido.

Ahora vamos de regreso a casa, y la salida se que está por la torre.  ¿Por donde está la entrada a la torre, amigo? Empezó a buscar con la mirada.

Macario inevitablemente se le quedó viendo a la estatua.  La bruja primigenia, ¿es la que había visto arriba de la torre?  ¿Cual es su historia, de la bruja y los novios?  ¿Te la sabes? Preguntó al aire, aunque sonaba como si se hablara a sí mismo.   

-Oh, gracias por las semillas, las plantare con el cuidado que se merecen.- Te dijo el hombre guardandola en su raidos bolsillos, para luego levantar la vista y atender a tus preguntas.- ¿Los novios? Hum, no lo se ¿Pero verdad que se le ven felices?- Dijo el hombre, todos sonrisas, aunque no tardo en torcerla como si algo fuera mal.- Me pregunto, sabes, me pregunto, porque al verlos me entra tanta pena... Una promesa, habia una...

De repente, el hombre se quedo mirando al vacio, frotandose el dedo anular, murmurando algo por lo bajo, cuesta entenderle pero algunas palabras no se te escapan, "perdoname" era una de ellas, una que repetia muchas veces junto "Hasta la muerte". En todo aquel momento, notaste un escalofrio en la espalda y tu cuerpo enfriarse aun mas.

-¿Hum, que decias? Asi, la torre de la bruja esta por ahi, no tiene perdida.- Dijo señalando una de las salidas, y al fondo la torre donde habias visto la misteriosa figura.- Solo fijate en las espinas, cuanto mas cerca esteis, mas afiladas, sangrientas y deformadas estaran.

De repente, Laura empezo a tirar de tu mano, y viste en su rostro clara preocupacion con pizcas de panico.

-Macario, debemos irnos, me... acabo de recordar algo.- Susurro haciendo un amago de que os fuerais.

¡Vamos!  El floreciente le hizo caso rápido a la niña.  Estaba seguro que el guardián era o uno de los representados en la escultura, el novio quizá, o su propio dolor y pérdida hacía eco con ello.  De todas formas, no quería enfrentar el hielo del enojo. 

¿Hacia la torre, Laura?  Creo que es la salida.   Apuró el paso.

-¡Si! Estoy empezando, ah, estoy recordando cosas. Desde que me dijiste lo de mis padres, yo...- Dijo la niña, llevandose una mano a la frente, parecia que solo hablar le suponia un reto.- Me cuesta, pero esta ahi, veo las imagenes la bruja, la torre y la salida, cuando tuve el sueño del gorrion pude llegar hasta ahi, pero alguien me paro, un ser horrible rodeado de espinas, la bruja, y luego me llevo al hombre de nieve. No es malo, pero... No esta bien, tiene nieve en la cabeza, y esa nieve pasa a los demas, como un resfriado o algo asi, solo que en vez de estornudar mocos, estornudas recuerdos, y... ¡Oh no!

Laura se paro en sus pasos, el camino se habia transformado a cada paso que dabais, y ahora ya no solo era un simple pasillo con un dedo o dos de nieve, la nieve se estaba acumulando hasta llegar a vuestras rodillas y el viento se agitaba furioso ante vosotros, cortando vuestros labios y llenando vuestras pestañas de escarcha, al fondo podias ver como incluso salian estalagmitas de hielo del suelo.

-No podemos olvidar como salir.- Dijo Laura, apretando tu mano presa del panico.- Tenemos que recordar, sino nos quedaremos encerrados aqui por siempre.- Y sabias que tenia razon, si los dos olvidabais que habia fuera del laberinto, seriais tan presos como el hombre de nieve, tenias que recordar con quien tenias que volver, Miriam y los demas, y regresar a los Baños... A los Bajos... A los... Algo va mal, aun recordabas la corte de Primavera y tu familia, pero por alguna razon no recordabas donde vivian ¿Te estaba afectando la nieve?

¡Ven, súbete en mis hombros!  Macario así pensaba ir librando la nieve y que ella pudiera ir más rápido.  Y para recordar, usemos canciones.  

Comenzó a tararear, para que así llegara más fácil la memoria.  Pensó en una canción 80tera, que oían sus padres, un poco pop, pero buena, y ¡oh, no! hablaba de brujas de paso.

En el reino de la salamandra 
Se murmura de un tal ruiseñor 
Que ha caído en la jaula de un hombre 
Que come, que quema 
Y es un vampiro de amor. 

A ver si así la bruja decide soltarnos.  Confiaba en su capacidad de seducción demasiado, como todo primavera.

 Pero para Laura, ¿cual, cual?   ¡Ah, mejor el poema de Quevedo!  Aunque lo edite un pelín...  Mira, repite conmigo:

Está el ave en el aire, con sosiego,

en la agua el pez, la salamandra en fuego,

los ojos tengo en agua, noche y día,

y en fuego el corazón y el alma mía.

Vete nieve derritiendo, déjame pasar,

que con mis amigos verdaderos quiero ir a jugar.

Macario empezó a repetir, por lo bajo para si: Los baños de la Salamandra, Barcelona, la Corte d'Arc de San Martín, la Iglesia de la Sagrada Familia, y la salamandra del parque Güell, que es mi amiga y me busca primavera.  

Caminaba rápido y ágil para evitar la nieve y los carámbanos.  ¡Carambas con los carámbanos Laura!  Búscame una canción de las monjas, de tu casa-hogar, vamos Laura, que cantando se quita el frío, 

....que cantando, cielito lindo, se alegraaaan los corazones,  temblaban sus manos, pero eso sólo ayudaba a la canción. 

-Pues ahora mismo, es que solo recuerdo esa famosa cancion de Frozen*.- Confeso Laura, algo avergonzada, pues veia como se encendian sus mejillas entre el blanco frio.- Y... No creo que ahora mismo nos ayude mucho.

Continuasteis la marcha, cantando juntos la cancion que se te ocurrian, y veias que de una manera u otra, te ayudaban a mantener un agarre sobre tus recuerdos, costaba mucho, y notabas como de vez en cuando habia trozos que caian en el vacio, detalles nimios que no le habias dado importancia, como el apellido de tus amigos, hasta ahora. Se sentia como intentar calentarse las manos con una vela de dormitorio como unica fuente de calor.

Asi estuvisteis un rato, hasta llegar a otro hueco, una vez mas os encontrais el jardinero helado y mas estatuas, pero la escena no podia ser totalmente diferente, sin ninguna superficie en la que no cubriese la nieve o la escarcha, el jardinero estaba llorando desconsolado a los pies de la base de la escultura, sobre ella cuatro estatuas, los mismos actores, horribles poses, la elemental de aire le faltaba trozos de su cuerpo, incluido su cabeza y rostro, pero mas que heridas, sentias como si esta se estuviera desvaneciendo poco a poco de tu vista y el mundo, el elemental de fuego habia perdido su llama solo quedando un cadaver decrepito quieto y reposando en el suelo con los ojos cerrados, el elemental de agua tenia las manos sobre su ojos y su cabeza abierta en una grieta similar a la que verias de un cascaron de huevo, dentro solo habia oscuridad y nieve.

Por ultimo, la elemental de Tierra, se cubria de mala manera el agujero vacio en su vientre, pero el hueco no estaba vacio, de este salian espinas, las cuales cubrian las manos y el resto del cuerpo de la elemental de tierra como si fuera un manto. Esta estatua, era la que el jardinero esta mas cerca, susurrando con lagrimas que se convertian rapidamente en rios de cristal, "lo siento" una y otra vez. No habia forma humana de acercarse al hombre de nieve o las estatuas sin cortarse con la barrea de hielo que habia entre ellos y el resto del hueco.

-Mira.- Tiro Laura de la mano, señalando otra salida enfrente suya, la cual llevaba un pasillo que a lo lejos se veia libre de nieve o hielo.- Debe ser por aqui ¡Vamos!¡Cuanto mas tiempo estemos cerca de el, mas olvidaremos!

Jajjaa, se rió con el comentario de "Let it go", y con la alegría momentánea del canto juntos se sintió por un momento muy acompañado, mucho más que cuando cantaba él sólo deambulando por la calle y eran sólo él y sus latas.   Macario captó el glamour de la niña apenada, confusa, o luego alegre o preocupada, cantando.  No le haría daño a ella el cosechar con la ternura adecuada las fibras de su canto y su sentir, y en cambio eso les ayudaría a ambos a salir. ¿Y no es maravilloso? su propia energía y sentimientos son la forma de salir, su fuerza que regresa a ella para ayudarla a regresar a su nueva casa.  Muy budista esto, muy buen ciclo positivo. 

Vio al hombre llorando y las estatuas grotescas.  Lo grabó todo en su memoria para reproducirlo de regreso a...¿a casa?  ¡A la corte, las cortes!  Serviría para saber a que se enfrentaban.  Si salían.  ¡Saldrían!

Cuando Laura le enseñó el camino de salida le dijo susurrando imperceptible: Calladitos vamos para allá esperando no nos note.  Si lo hace, sal corriendo sin mirar atrás.  Yo me encargo de cubrirte y voy justo atrás.  Sonrió con calidez.  

Con sigilo, avanzais a la salida sin mirar atras, pasando a traves de las lanzas de hielo que os rodeaban, el aumento de calor se agradecia cada vez mas y mas, sintiendo que podias volver a respirar con naturalidad y pensar con rapidez, pero a cada paso que dabas hacia fuera, no podias sino pensar, que estabas dejando algo atras.