Partida Rol por web

Habeis oido leyendas, la hermana furtiva, la tejedora de hilos, la cuarta diosa, la damisela traicionera, Hecate. Poco se sabe de ella, pues se ha mezclado con otras mitologias y leyendas griegas, pero sabeis que la Hermana Furtiva esta relacionada con la imagen de las eternas Tejedoras del Destino, las que deciden el inicio, trancurso y final de cada mortal y no-mortal, pero a diferencia de estas, la Hermana Furtiva es la anti-tesis de lo predestinado.

Cuenta la leyenda, que esta viniendo de otra dimension o oscuro rincon de existencia, planto cara y trato de derrotar a las propias Hadas en Arcadia, usando en su contra aquello mas importante para ellos, el mismo Wyrd, rompiendo y modificando las leyes de los mismos lores sobre sus dominios, y cortando su conexion al wyrd para impedirles usar sus contratos y poderes contra ella. Pero las Hadas al final, aunque no lograron derrotarla, usaron su astucia para expulsarla y exiliarla en lo mas profundo del Seto, alla donde habitan los sueños.

Algunos dicen que Lady Traicion aun existe, viviendo y manipulando los sueños de los mortales y Perdidos, ayudandoles y enseñandoles como cortar Promesas que les aten a cambio de que la ayuden a liberarse. Si esta figura es bondadosa o maligna, no esta claro, pues aunque es cierto que es enemiga del Wyrd y promueve la ruptura de alianzas, tambien lo es de las Hadas que se alimentan de este, lo que esta claro, es que la Cuarta Diosa, ademas de tener muchos nombres, representa libertad y control sobre el destino de uno mismo, si es capaz de lidiar con los peligros que ello conlleva.

Evitando mirar directamente la estatua, Theo lo sujetó con una energía que trataba de disimular el malestar.

-Dime tú lo que estoy haciendo. - Exclamó con tono amenazador, antes de echar un vistazo nervioso a sus dos compañeros.

-¡Estoy maldito, idiota, no una, ni dos, tres veces maldito si contamos mi vanal existencia como Perdido una de ellas!*Cough Cough Aaargh*- La agitacion del hombre hace que su tos se empeore, y por unos segundos tiene que parar y respirar para volver a recuperar la palabra.- Lo siento, no queria chillaros, pero teneis que obedecerme, iros de aqui y alejaos cuanto podais de mi. Debo morir, pero ella no me deja, en su egoista compasion me mantiene con vida impulsada por una falsa esperanza de poder arreglar todo, de hacer que las cosas vuelvan al Status Quo, pero desafiar el Wyrd tiene consecuencias. Todo debe comenzar, y todo debe terminar, de lo contrario, la historia se pudre y se estanca, corrompiendo todo lo que toca y creando carroñeros *Cough Cough* como yo.

Escucho lo que el ser nos cuenta sin inmutarme lo más mínimo.

- ¿De quién hablas? - le pregunto. ¿Todo esto es obra suya?  - añado señalando a las estatuas.
 

-Solo en parte. Es complicado.- Respondio el hombre a Xavi, girando la vista a la estatua con un brillo de melancolia en sus ojos.- Mi tropa fue aproximada por dos entes bastante poderosas, ellos nos convencieron de que debiamos ir a Lady Traicion y performar un ritual, una gran bendicion por tres grandes maldiciones, nos avisaron de que no era seguro y que podia fallar, pero lo intentamos de toda manera, porque la recompensa valdria cualquier tesoro del mundo.

>>Pero fallo, y al final hicimos tres sacrificios por nada. No, eso no es verdad, ganamos algo pero no era lo que esperabamos, una de nosotros gano un don, si se le puede llamar asi, la capacidad de hacer "eterno" una cosa, de repelir cualquier cambio o muerte.- El hombre, levanta una de sus manos, y con suavidad se retirar la tela del pecho, donde debia estar su corazon, hay un agujero, y dentro de este, un nudo de espinas bombeando como un organo con aquel fuego verde suyo brillando dentro de cada espina como si de sangre fuera.- Soy el hombre sin futuro, di mi vida como sacrificio, pero ella me maldijo con las espinas y me insuflo de vida de nuevo, ahora cada dia muero y resucito, y el dolor... Dios, a veces desearia que mi ente fuera a la Gran Nada si con ello nunca vuelvo a sufrir esta tortura.

Theo, que aun estaba sujetando el sujeto, empezo a sentir un cosquilleo desagrable en las manos, sentia calor, pero no el calor de una tarde de sol o una chimenea, era el calor de tocar un tempano de hielo por demasiado tiempo, absorbiendo y devorando la llama interior de una persona, notandolas mas fatigadas y pesadas de lo normal.

-Está bien, no te haremos daño, si nos ayudas abandonarás el Seto con nosotros para que puedas descansar por siempre en el Mundo Real, quizá incluso antes. Nuestro grupo es numeroso y no es casualidad que nos juntásemos, algo importante sucedió y algo importante sucederá de nuevo, pues nosotros venimos del otro lado.

Ante la cercanía de Xavi, Theo se levanto ofreciéndole la mano, disimulando el malestar, a sabiendas de que el viejo no podría escapar de nuevo.
 

Las cosas empezaban a encajar como un puzzle. Su destino se revelaba ante ella; podía sentir las pulsaciones de las hebras plateadas que cubrían sus brazos y piernas, vibrando con las notas del Wyrd como si fueran una única melodía. Las imágenes, las estatuas, aquel hombre... Le faltaba la claridad mental para apreciar el patrón completo; el aura psicorreactiva del Seto nublaba sus pensamientos. Pero sentía que todo aquello estaba relacionado con ella.

- Pero... ¿Quien es esa que te retiene aquí? ¿Y quien es Lady Traición?

El hombre, lejos de coger de la mano de Theo, repto por el suelo e intento alejarse del contacto con el joven, como si fuera una daga envenenada ¿O era al reves?

-Una vieja amiga y una diosa, respectivamente.- Dijo el hombre, antes de sufrir un ataque de tos, uno fuerte.- ¡COUGHCOUGHAAARGHCOUGH!¡Basta de preguntas, marchaos de aqui, se me acaba el tiempo, si quereis respuestas id al centro de laberinto, alli se encuentra la que iba ser madre y se convirtio en Equidna, madre de monstruos!

El hombre curvo su espalda mientras luchaba por mantener el fuego en su pecho, y ahora la sensacion que Theo tuvo, fue transmitida a los demas, notabais como aquel fuego moribundo empezaba a chupar el calor de su alrededor y como el glamour que recorria en vuestras venas fluia y reptaba hacia aquella hoguera malsana, la cual el suelo a su alrededor se quebraba y se secaba, convirtiendo en ceniza la poca hierba seca que quedaba en este.

Algo terrible iba ocurrir, y sabiais que fuera lo que fuera, no querais estar cerca cuando ocurriera.

- ¿Por donde? - pregunto al tipo. Guíanos o cuando menos indícanos el camino a seguir.

En verdad no me apetecía nada tener que entrar más en el laberinto pero ... no veía otra opción de salir de este puñetero lugar.

- Ayudanos y haré todo lo que esté en mi mano para librarte para siempre de ese dolor. - le digo tocando mis armas seguro de que si lo despiezaba no podría volver a resucitar.

- Algo malo va a suceder... Mejor vámonos... ¡ya! -dijo Laura, visiblemente asustada

Dando la razón a Laura, Theo empezó a correr por donde el anciano huía en primera instancia, adentrándose hacia el centro del laberinto, esperando en no separarse demasiado del resto confiando en que le siguiesen.

-Ya le habéis oido, ¡Vamos!

Pietrus es el primero que lo ve, una salida diferente por la que habeis entrado y la cual huir de ahi, impulsados por el grito de Laura, correis, esquivando los espinados en vuestro camino, y no volveis la vista atras, notando una inminente sensacion de peligro que parece tensarse cada vez mas, hasta que esta explota, literalmente, en una gran nube de llamas y humo verde que se alza sobre el cielo. Saltais y correis a cubierto, hasta que recuperais suficiente oido para oir mas alla del pitido de vuestras orejas y saber que el incendio ha cesado.

Cuando os volveis a mirar atras, solo veis un pasillo de espinas, lleno de cadaveres quemados y momificados y un suelo quebrado y seco, arido a mas no poder. No hay vida alguna, excepto los llantos y lamentos de un anciano que ois de fondo. El hombre sin futuro, un fenix que moria y nacia cada dia ¿Pero a que coste? Pues la naturaleza dictaba que para vivir, algo debia morir, y el Wyrd no era menos en este asunto, siendo un fan de seguir dichos al pie de la palabra como si de leyes se tratasen.

A unos metros de vosotros por delante, ois voces, y un rayo de esperanza os embarga, cuando la reconoceis como las de vuestros compañeros. Avanzais presto a encontraros con el restro del grupo, o por lo menos, lo que queda del grupo.