SELENE, REINA DEL OTOÑO
Semblante: Oscura
Linaje: Lunática
Titulación: Familia de la Noche Tranquila
Historia: Hace unos años, Selene sufría pesadillas todas las noches como resultado de su estancia en Arcadia, pesadillas en las que su Carcelero regresaba para devolverla a su prisión. Las pesadillas pasaron factura a su psique, y pronto su cordura y su Claridad se fueron resintiendo. Conocedora de que sus pesadillas se harían realidad algún día, se dispuso a enfrentarse a sus temores pese a lo inevitable de su destino. Sus poderes como oniromante crecieron asombrosamente, y noche tras noche se enfrentaba a sus pesadillas, hasta que finalmente las derrotó. Sin embargo, no cayó en la locura, ni su Carcelero apareció, ni ocurrió nada malo. Habia triunfado, sin contragolpes, sin fatalismos. Fue entonces cuando se unió a la Corte de Otoño. Gracias a sus extraordinarios talentos onirománticos y a su conocimiento de las misteriosas sendas de la Madeja, pronto fue ascendiendo en la Corte, sembrando los sueños de Changelings y humanos de pesadillas que los mantenían alejados de los lugares peligrosos, y al mismo tiempo luchando contra goblins y otras criaturas maliciosas que se infiltraban en los sueños para corromperlos.
Descripción física: Selene posee una belleza serena y equilibrada. Piel blanca, brillantes ojos azules, pelo negro como alas de cuervo, figura delgada y estilizada, y miembros gráciles y finos, es difícil no sentirse atraído por ella. Dentro del Feudo, es el contrapunto a la belleza intensa y llameante de la Reina de la Primavera. Tras la Máscara, su piel brilla con un tono perlescente y pequeñas motas de luz blanca puntean su pelo, creando la imagen de un cielo nocturno estrellado. Sus ojos cambian conforme a la fase de la luna; son luces blancas cuando hay luna llena, que poco a poco se van apagando a medida que pasan los días, hasta que se transforman en pozos oscuros cuando la luna no brilla en el cielo. El Manto de Otoño es muy sútil en ella; a veces se puede oir el sonido de hojas secas rompiéndose cuando camina, o sentir a su alrededor un olor a tierra húmeda.
Personalidad: Selene tiene una personalidad mutable y con tendencia a los extremos. Su estado de ánimo cambia conforme a las fases de la Luna. Cuando hay luna llena, es intensa, arrojada y beligerante; es en este periodo cuando su lucha nocturna contra los invasores oníricos se vuelve más intensa. Con la luna gibosa, la "luna embarazada", es apasionada, extrovertida y lujuriosa, entegándose fácilmente a amantes y a impulsos creativos que le llevan a crear sueños eróticos, surrealistas y muy vívidos. Con la media luna se vuelve equilibrada, tranquila y equitativa; es en esta fase cuando suele convocar las reuniones en la Corte y atender sus labores de gobierno, al no estar su juicio nublado por los sentimientos extremos de las otras fases lunares. La luna nueva la vuelve siniestra y maliciosa, entregándose al arte de tejer pesadillas terroríficas que mantengan a los mortales lejos de aquello que no comprenden. Finalmente, emergiendo de las sombras en la luna creciente, se vuelve mística y profunda; dedica este tiempo a explorar el mundo de los sueños y a fabricar sueños que enseñen y profeticen.
Cita: "La luz de la Luna llena ilumina nuestros miedos para que podamos enfrentarlos; la oscuridad de la Luna nueva los oculta para que los temamos. Hay belleza en esa dicotomía, ¿no crees?"
En este post iré presentando a los personajes relevantes de la Corte de Otoño. Como la partida se supone que es oculta, necesito que publiques una descripción de tu personaje similar a la que ya he publicado de la Reina de Otoño (con las mismas secciones y eso), para que otros PJs la vean y no disciernan si es un PJ o un PNJ. Y ten en cuenta que a ti te pasara lo mismo con otros personajes de la corte :p
JHON SMOG, MAESTRE DE LAS PESADILLAS
Semblante: Elemental
Linaje: Polucionado
Titulación: Ministerio Espantapájaros
Historia: Aunque todos los Changelings han tenido experiencias terribles en Arcadia, la mayoría de ellos reconocen que Faeria no está exenta de maravillas, belleza y placeres imposibles de encontrar en el mundo mortal. Estos son los “afortunados”, porque algunos Changelings no recuerdan haber visto nada hermoso en Arcadia; solo un mundo cruel e inhumano. John Smog es uno de ellos. De su estancia en Arcadia solo recuerda andar por calles cubiertas de polvo negro, volar por cielos amarillentos y nadar por aguas oscuras y causticas. Y chimeneas, siempre gigantescas chimeneas exhalando humos negros; la sensación del aire caliente, sulfuroso y venenoso contaminando sus pulmones es algo que difícilmente olvidará nunca. Se convirtió en un Polucionado, un Elemental imbuido de los elementos corruptos de Arcadia, y lo peor es que le gusta.
John Smog es el Maestre de las Pesadillas de la Corte de Otoño, encargado de expandir el miedo en su área de influencia para mantener mortales y Changelings a salvo, y para combatir a los enemigos de la Corte Cenicienta. Mientras que otros de su mismo cargo crean historias de asesinos en serie y secuestradores, Smog gusta de ser más creativo en sus invenciones. Él inventa leyendas urbanas de aguas contaminadas por residuos químicos, zonas infestadas de cucarachas y ratas que transmiten enfermedades, e incluso residuos radiactivos enterrados ilegalmente. “Casualmente”, las zonas “prohibidas” por John coinciden con muchas de las entradas al Seto. John nunca ha matado a nadie en su tarea, pero si que ha usado sus “dones” para envenenar a gente que se atrevía a adentrarse en sus zonas y así dar solidez a las leyendas.
Descripción física: John parece una más de las personas grises y desahuciadas que viven en el barrio chino de Barcelona. Pelo rubio sucio, barba de tres días, ropa sucia y vieja, ojos apagados y mal olor (ligeramente abrasivo) son sus señas. Fuma constantemente y sus dientes están amarillentos por la nicotina. Bajo la Máscara, su aspecto es aún más decadente. Más que amarillentos, sus dientes toman un color negruzco, sus ojos tienen un tono amarillo sulfuroso, y su aliento exhala nubes de humo acre que huele a óxido y cenizas. El Manto de su Corte se manifiesta como si hubiese acabado de mojarse bajo una lluvia otoñal; no chorrea agua, pero gotas oscuras por la contaminación resbalan ocasionalmente por su cara y su ropa.
Personalidad: Smog es sarcástico, retorcido y profundamente cínico. Tiene un sentido del humor “cáustico”, no espera nada de nadie, y aunque casi siempre sonríe, no es una sonrisa agradable, sino una sonrisa de suficiencia y cinismo acrecentada por el mal estado de sus dientes. Desarrolla su trabajo sin sentimentalismos y sin disfrutarlo; todo puro pragmatismo. Es, de hecho, de las pocas cosas que se toma muy en serio; considera que su experiencia en Arcadia no debería ser repetida por nadie más, y no tiene contemplaciones con aquellos que ignoran sus advertencias. Aunque no ha matado nunca a nadie, no le falta disposición para ello, y si alguien resulta convertirse en una amenaza para su Corte, no dudará en disponer del infractor por los medios que sean necesarios y enseñar a todos los Changelings lo que les ocurre a los que molestan a los cortesanos cenicientos.
Muchos Polucionados se detestan a si mismos por aquello en lo que se han convertido, pero Smog está secretamente satisfecho con ello. A su modo de pensar, al convertirse en algo tan repulsivo y corrupto comprendió realmente lo que significa “caer bajo”, y como podía aprovecharse de ello.
Cita: “¿El espigón abandonado del puerto? -cof cof- Ahí es donde los pijos del club náutico limpian los tanques de sus yates para ahorrarse las multas. Un trago de ese agua y estarás meando fueloil cuatro días seguidos”
Hieronymus Azacinto, Maestro circense
Semblante: Bestia
Linaje: Corazón de cazador
Titulación: Monstruo del callejón
Historia:
Miedo.
Una palabra, un significado que los hombres han olvidado conforme la era obscura fue cediendo terreno a la “razón”, pero... ¿Qué razón es esta que vuelve al hombre incauto y despreocupado dejándolo indefenso ante los terrores que pueblan la noche y también el día?
Hay ua motivo por la cual los humanos temen la llegada de la noche y la soledad y esa razón es porque en la obscuridad y el aparente retiro abundan los monstruos de antaño. Bebedores de sangre, bestias esculpidas con monstruosas formas animales que se sumen en la locura al dejar su apariencia humana, peligrosas hadas capaces de corromper las mentes y secuestrar los cuerpos y una miríada más de seres innombrables, habitan en este mundo oculto a los ojos mortales. Es por eso, y no por otra causa, que se debe fomentar y restablecer el Miedo. Un hombre con Miedo en su corazón vivirá más pues evitará exponerse innecesariamente a peligros que están más allá de su comprensión. Así oculto en la noche deambulo por las calles da la ciudad imponiendo el Terror para custodiar las almas humanas. Allí donde un Seto crece, donde los Cambiapieles establecen una madriguera o donde los hijos de Caín beben la sangre de sus hermanos los hombres, allí garras y dientes laten al compás de mi corazón cazador impartiendo el horror entre el rebaño humano, allí las leyendas urbanas y los mitos hablan mi idioma y labios humanos susurran mi mensaje esparciendo el terror de boca en boca.
Sin embargo infundir terror no es una tarea sencilla como muchos pueden suponer o al menos no falta de consecuencias. No sólo porque quitarle sus presas a las bestias de la noche implica un peligro que pocos están dispuestos a soportar, sino porque el corazón del hombre responde al miedo muchas veces con bravura y violencia. Hay entre los humanos cazadores, espíritus salvajes, bravos que buscan trascendencia o sencillamente venganza y así, una noche eres cazador y a la siguiente te conviertes en la presa.
Déjame contarte ahora de aquella vez en las apariciones nocturnas, la persecución por negros callejones y la sangre de los hombres puso tras mi pista a uno de estos... “Humanos especiales”.
Fue en invierno, unos cuantos años atrás, por aquel entonces comenzaba establecer la leyenda, el mito del hombre pantera. Había, en aquel vecindario, un seto, una casa como cualquier otra poblada por aquellas viles criaturas. Los necios humanos, carentes de instintos o ignorando los avisos de este, se acercaba al lugar atraídos por el aura de misterio que poblaba aquel lugar. Valientes pero estúpidos niños se internaban en la casa pretendiendo demostrar ser lo suficientemente hombres, niños que jamás abandonaban el lugar y si lo hacían ya no era como humanos.
Decidido a evitar más raptos comencé a acechar a los hijos de Adán, a perseguirlos, arrinconarlos y asustarlos, comencé a obligarlos a valorar su vida, a no querer desprenderse de ella tan fácilmente. Llegué incluso a lastimar a alguno de ellos y pronto la noticia del “monstruo del callejón” se expandió y creció. Aún así muchos descreídos continuaban merodeando el lugar, atraídos por el peligro o simplemente escépticos de lo que estaba convirtiéndose poco a poco en un mito urbano.
Una de aquellas noches sin nada de particular en ella, apareció un Vengador, un hermano que había perdido a su ser amado en un sitio similar, un hombre al que cuando niño le habían quitado a su pequeño compañero. Aquello había marcado el carácter del hombre quien había jurado tomar venganza y, preparándose día y noche durante muchos años, convertirse en un “Justiciero”. Aquel hombre se ofreció como presa, me dejó jugar mi juego, perseguirlo, acecharlo y entonces, cuando creía que había logrado acobardarlo, los papeles se invirtieron. Utilizó su fuerza, su espíritu y su armas en mi contra, logro herirme y acorralarme, no había matado hombres todavía y, en ese entonces, no deseaba hacerlo, pero pronto aquel juego del gato y el ratón se había tornado en una desesperada carrera por la supervivencia. Combatimos, dando todo cuanto podíamos dar y finalmente mi superioridad se impuso. Su carne se abrió ante mis garras, mis dientes horadaron sus huesos y su sangre manó incesante hasta que su vida expiró. Entonces, todavía con el sabor de su esencia en mi boca, una oleada de imágenes del pasado, de recuerdos pobló mi mente y desgarró lo poco que quedaba de mi alma. Recordé el día en que me habían raptado, era un pequeño, uno de esos estúpidos niños dispuestos a probar su hombría, a mi lado mi guardián, aquel hombre que admiraba, aquel hombre que quería ser, mi hermano. Su rostro, despoblado de arrugas y con el vigor que dan la alegría y la juventud era idéntico en rasgos al del hombre que acababa de asesinar. Un aullido brotó sonoro desde el fondo de mi ser y reverberó por las solitarias calles.
El cadáver, mutilado y eviscerado fue hallado por las autoridades al día siguiente, los testigos hablaron de un aullido aterrador que les heló la sangre y de una figura monstruosa que se movió furtiva por las obscuras callejuelas... Desde esas noche los hombres se alejaron de aquel lugar, las casas cercanas se cerraron y vendieron y poco a poco la zona se volvió inhabitada, comprendí entonces que a veces los sacrificios son necesarios y si yo, su protector, había sido capaz de asesinar a mi propio hermano por el bien de unos completos desconocidos ¿Por qué no iban ellos a ofrecer de tanto en tanto, un sacrificio similar?
Descripción física: Hieronymus es singular incluso en su forma física, usa el cabello largo y del color de las cenizas, su cabeza siempre va adornada con un bombín negro circundado por una cinta roja de la que se sostienen el as de picas y la reina de corazones. Maquilla su rostro como si de un malévolo payaso se tratase y sus de sus orejas penden argollas circulares y cruses. Sus dientes amarillentos resaltan con el turquesa de sus ojos que, si se abstraen del resto del personaje que Hieronymus encarna, trasmiten una peligrosa bondad paternal. Su corpulento cuerpo se esconde bajo una traje desgastado de colores obscuros haciendo que en conjunto con su aspecto las miradas se aparten de su persona o se posen con extrema curiosidad y algo de temor en él.
Tras la máscara el aspecto bestial de esta criatura lo muestra como un híbrido entre un hombre y una pantera con un cuerpo sumamente atlético y poderosas garras capaces de destrozar el más duro de los metales.
Personalidad: Hieronymus tiene una peculiar forma de ver el mundo, para el todo se resume en una balanza de terror y el miedo, el más profundo de los horrores lo que rige las elecciones, y por ende la vida, de toda criatura viviente sea o no humana. Los seres vivos temen y eligen aquello que las aleje de su temor, es por eso que eligió esta herramienta para proteger a los pobres inocentes desconocedores de los verdaderos Terrores que el mundo les esconde. Azacinto posee también un aspecto feral que se expresa en lo que aquellos que no comprenden llaman lujuria. Necesita liberar su libido en el sexo poseyendo féminas de cualquier “especie”. Como contrapartida a su apetito sexual, Azacinto posee una gran fortaleza que le permite palear esta y otras dificultades.
Cita: "Alcanza y toca la Fe”
CARDENAL BENEDICTUS, ARCHIVISTA DE LA CORTE DE OTOÑO
Semblante: Marchito
Linaje: Oráculo
Titulación: Obispado de Mirlos
Historia: Benedictus es el Archivista de la Corte de Otoño; tiene el don de la precognición, lo que unido a la gran cantidad de información mística a la que tiene acceso debido a su posición, lo convierte en una enciclopedia feerica viviente. Benedictus despierta cierto recelo en la Corte de Otoño; se rumorea que ha profetizado su propia muerte, que gracias a ello ya no tiene miedo y de hecho no aprueba los métodos de John Smog. Desde su punto de vista, la Corte de Otoño debería dedicarse más a recopilar conocimiento místico y usaro para combatir a las Verdaderas Hadas, que a sembrar el miedo (filosofía que la propia Selene apoya cuando se encuentra en su fase de luna creciente), pero no cuestionará tampoco esta última función. En lugar de eso, se dedica a aliviar las almas de aquellos cortesanos Cenicientos que caen demasiado en el lado oscuro de la Corte de Otoño.
Descripción física: El Cardenal es el arquetipo de Marchito; envejecido antes de tiempo, aparenta muchos mas años que los que en realidad tiene, con pronunciadas arrugas, carne flaccida y manchas en la piel. Sus ojos parecen borrosos, como si tuviera cataratas, aunque su visión es tan buena como la de cualquier persona normal. Bajo la Máscara, estos rasgos son más acentuados; parece más decrépito, como consumido por dentro, y sus ojos están totalmente carentes de iris y pupila. En algunas partes de su cuerpo, especiamente en las manos, su piel tiene la textura y el color de las hojas secas en Otoño.
Personalidad: Benedictus es un Changeling en paz. Conoce su destino, y lejos de asustarle, ese conocimiento le aporta una gran calma interior. Afronta su funesto final con recogimiento cristiano, y acepta lo inevitable sin desesperarse. Benedictus sabe que esa paz interior es una de las armas más potentes contra las Verdaderas Hadas, y busca que otros Changelings sientan lo mismo que siente él.
Cita: "Hijo mio, este valle de lágrimas no es sino una prueba que nos invita a brillar con la luz más pura cuando más oscura es la noche"
En este post iré presentando a los personajes relevantes de la Corte de Otoño. Como la partida se supone que es oculta, necesito que publiques una descripción de tu personaje similar a la que ya he publicado de la Reina de Otoño (con las mismas secciones y eso), para que otros PJs la vean y no disciernan si es un PJ o un PNJ. Y ten en cuenta que a ti te pasara lo mismo con otros personajes de la corte :p
MAR ALBÓS, La Voz de la Escarcha
Semblante: Elemental
Linaje: Piel de Nieve
Titulación: ¿?
Historia: Nochebuena. Las calles bullían de gente, apresurándose para llegar a tiempo de la Misa del Gallo. En la Catedral todo estaba dispuesto, el aroma del incienso perfumaba el ambiente junto con el de las ramas de pino y de acebo, recién cortadas y puestas artísticamente ante el altar. En el coro los niños frotaban sus naricitas frías y rojas, nerviosos, esperando la señal del director. Mar, sin embargo, estaba tranquila. No era la primera vez que actuaba como solista, y la pieza con la que abriría la Ceremonia era una de sus preferidas. Un gesto, el silencio, y en él, de pronto, la voz cristalina de Mar subió a lo alto de la bóveda, y se derramó como una cascada sobre cada uno de los feligreses, que sonrieron.
Santa Nit, plàcida nit...
Un ángel no habría cantado mejor. O un hada. Y así lo apreció la lánguida sombra dorada que se paseaba por el claustro justo en ese momento. La sombra se detuvo, sorprendida. ¿Era un niño humano quien estaba entonando con tal timbre cristalino aquella canción ancestral...?
Hecatombe, el hada que la secuestró, la convirtió en un pájaro de hielo. La llamó Albia, y la encerró en una jaula de cristal, aunque Mar vivía allí sin darse cuenta, pues la jaula, por dentro, era un verdadero palacio. Salas y salas de una belleza inenarrable, manjares, espacio para volar, y todo el tiempo del mundo para cantar. Mar, Albia, fue endureciendo su corazón, el hielo penetró en ella, le borró la memoria, la transformó. Vivía feliz. Sólo deseaba una cosa, un amigo. Y así se lo gorjeaba a su captora. Pero a Hecatombe se le ocurrió una idea perversa, de nuevo. Secuestró a otro niño cantor, otro chiquillo con la voz de ángel. Lo convirtió en un pájaro de fuego, le llamó Ígneo, y lo encerró con Albia. Cuando se vieron el uno al otro, hielo y fuego, sus ojos brillaron. Pero, al acercarse, comprendieron... nunca podrían ser más que amigos a distancia, o sería la muerte.
Al principio los dos pájaros se evitaban. Cada uno en su mundo, cantaban, volaban, y se eludían. Sin embargo, la soledad era demasiado áspera, demasiado dura. De modo que, tímidamente, fueron acercándose, tanteando, buscando el espacio mínimo de separación que les permitiera hablar sin herirse mutuamente. Y el corazón de Albia empezó a calentarse, y ella, a recordar. Y a sufrir. Y a desear escaparse, volver. regresar...
Lo harían juntos. Su amistad había recalado hasta el fondo de sus almas, habían pasado años, se... querían. ¡Oh, sí!, Albia, Mar, lo comprendió. Amaba a Ígneo, y él le confirmó su sentimiento cuando la inflamó con su sola mirada. Lo planearon con detenimiento, sólo cabía esperar el momento. Cuando Hecatombe abría la jaula para entrar en ella, y sentarse a escucharles cantar, uno a cada lado. Y ocurrió.
Mar dejó atrás la jaula de cristal, volando en una ráfaga de escarcha y nieve, volando entre los espinos, sangrando el hielo de su sangre mientras escapaba, sin poder mirar atrás. Ígneo la siguió, llenando el aire de llamas y volutas de humo, las espinas ardieron, volando en su huida de fuego. Hacatombe los persiguió, enfurecida, rabiosa. Alargó su mano dorada, el largo brazo buscó el Seto, justo después de que Mar lo atravesara. Y asió el cuerpo ardiente de Ígneo. Mar se giró para ver como su amor, ahora ya casi convertido en un joven pecoso de cabello pelirrojo, no lo lograba. Le vio morir entre las garras de oro, los ojos dulces mirándola, su nombre en sus labios, y una sonrisa de despedida. Y nada más.
No pudo volver con su familia. Nunca la reconocerían, era albina, ese había sido el precio de su captura, y habían pasado años. Se sintió perdida. Lo era.
Sin embargo, no era la única, y pronto se dio cuenta. Otros como ella la acogieron, y la ayudaron. Un trabajo entre los humanos, un lugar donde vivir. Una familia distinta, una misión. Pero nada de esperanza, nada de ilusión.
Mar se hizo llamar Albós, en recuerdo a su tiempo de prisionera. Y dejó que, de nuevo, su corazón se helara. No habría otro Ígneo, pero tampoco otra Hecatombe, se juró a sí misma. El hielo anidó, y con él empezó la locura, poco a poco, esa espina de gélida escarcha que la corroe por dentro cuando por fuera sólo parece una delicada figura de suave nieve...
Descripción física: Mar es albina entre los hombres. Regresó así de entre la Faerie, porque no había nacido como tal. Pero tiene una belleza inherente que sí tenía ya de niña. Proporciones elegantes y equilibradas, movimientos gráciles, facciones suaves y atractivas. Toda ella delicadeza. Y una voz cristalina, de ángel. Seduce por su aire inocente y frágil, induce al que la conoce a protegerla. Tras la Máscara es distinta. Su piel brilla por la escarcha, y su cabello, completamente blanco, es hielo puro. Pero no es frágil, ni inocente, y su mirada gélida desvela su verdadera naturaleza. El Manto de Otoño es un tanto impreciso, a veces casi se diría que más invernal que no otoñal. Pero aún siendo impreciso está ahí, mágico y decadente. En el crepitar de la escarcha a su paso, en el soplo de la fría brisa o la ráfaga helada súbita. Y la aparición de algún copo de nieve flotando, perdido, en el aire. Como ella misma.
Personalidad: Enigmática, misteriosa. Solitaria, melancólica, triste. Así suelen calificarla sus compañeros. No fría, ni distante. Es... otra cosa.
Cita: (cantando dulcemente) "Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco, y te comerá".
SALAZAR, NOTARIO CENICIENTO
Semblante: Marchito
Linaje: Castellano
Titulación: Magistrados de la Máscara de Cera
Historia: Salazar proviene de una familia que durante generaciones se ocupó del servicio de casas aristocráticas del siglo XIX. Secuestrado durante el caos del asedio de Barcelona ordenado por el general Espartero, estuvo en Arcadia lo que para él fueron apenas un par de años desempeñando para su señor feerico la misma función que desempeñaba en su vida mortal: encargarse de organizar el servicio y que a su señor no le faltase de nada. Cuando regresó en el recién empezado siglo XXI, no sabía por donde empezar; el nuevo siglo era tan incomprensible y extraño para él, que si no hubiera sido porque despertó el interés de la impredecible Reina del Otoño probablemente habría acabado sus días en un hospital psiquiátrico. Pero Selene necesitaba de alguien que se encargarse de llevar los asuntos de la Corte durante sus episodios lunares más extremos (principalmente durante las fases llena y gibosa de la Luna), y la perfecta memoria y capacidad para la organización de Salazar resultaba ideal para ello. De ese modo, Salazar se encargaba de hacer que se cumpliesen los designios de la Reina del Otoño mientras esta se encontraba demasiado distraída para encargarse personalmente de ello, y fue ascendiendo rápidamente en las filas de la Corte Cenicienta. También se unió a los Magistrados de la Máscara de Cera, ya que su conocimiento de todos los nombres que merecía la pena recordar y del protocolo resultaba óptimo para la tarea. Cuando el anterior Notario Ceniciento “desapareció” como consecuencia de intentar alterar un Compromiso, Salazar ocupó su puesto. Ahora, Salazar es probablemente de los Changelings más influyentes del Feudo de Barcelona, ya que al hecho de ocuparse de las políticas de la Corte Cenicienta durante prácticamente medio mes se le suma la responsabilidad de recopilar y velar por el cumplimiento de los Compromisos, y de organizar las fiestas y reuniones del Feudo.
Descripción física: El mejor sirviente es aquel cuya presencia no se nota, y el Carcelero de Salazar se empeñó en imprimir esas cualidades en su mayordomo. Salazar es delgado, casi consumido, y lo más destacable de su aspecto es que no destaca en absoluto, a excepción de sus dedos, largos y ágiles, adaptados para tareas que requieren de precisión y rapidez. Su rostro resulta extrañamente estático, congelado en un rictus de seriedad propio de una estatua de cera. Se mueve entre bambalinas con el sigilo de un gato doméstico, y siempre mantiene una postura recta y perfecta; es difícil pillarle en algún gesto o tick indecoroso o inadecuado. Casi siempre va vestido con ropas elegantes y oscuras un tanto anticuadas, y lleva la violeta de cera distintiva de los miembros de su titulación siempre sujeta a la solapa.
Personalidad: Salazar intenta ser siempre el sirviente perfecto, y lo consigue. Discreto, silencioso y poco dado a expresar su opinión personal a menos que se lo pidan expresamente. Detrás de sus modales perfectos y sus silencios, Salazar es plenamente consciente del enorme poder de influencia que tiene en sus huesudas manos. Omitir un nombre en la lista de invitados a la coronación de la Reina de Primavera puede hundir una reputación en un instante, ya que si un Magistrado te ha dejado fuera, será porque lo tienes bien merecido. Igualmente, recordar a un Changeling petulante que Compromisos ha roto puede ser un golpe elegante para obligarle a ser más humilde. A pesar de todo, Salazar no abusa de este poder, a menos que la Reina del Otoño se lo pida. Salazar siente una devoción que raya en la adoración por su Reina; nunca se atrevería a confesarle sus sentimientos, pero para él la confianza que Selene deposita en él es más que suficiente.
Cita: “Por supuesto que no le invité a la fiesta de Navidad; no le gustaría que esa pequeña fisgona de la Corte del Invierno se enterase de que rompió su alianza con la Reina de Primavera, ¿verdad?”
Por tu conexión con la Corte de Invierno, conoces a los siguientes personajes
Trasgu, Rey del Invierno
Trasgu es pequeño, feo y malicioso, como las criaturas de las que ha tomado su nombre. A pesar de pertencer al Semblante de los Ogros, es un personaje discreto y silencioso, pero no por ello menos brutal que sus semejantes. La diferencia es que él prefiere golpear sin ser visto. Todo el mundo asume que la experiencia de Trasgu en Arcadia fue terriblemente dura, y la mandíbula repleta de dientes afilados y amarillentos que obtuvo allí lo atestigua. Obligado a comer la carne de otros Changelings menos "afortunados", le ha costado abandonar sus siniestros apetitos pero sigue teniendo una gran predilección por la carne cruda.
Trasgu dirige la Corte de Invierno con siniestra eficiencia; mientras que la Corte del Verano se dedica a enfrentar las amenazas cara a cara, Trasgu ha convertido a su corte en una policía interna Changeling, buscando traidores y conspiradores dentro de las propias filas de los Perdidos. Por ello es complicado para un Changeling confiar en los cortesanos ónice, pero a Trasgu no le importa para nada esta mala fama; su trabajo es demasiado importante para ello
Twilight, Vengadora de la Corte de Invierno
Twilight es toda una furia elemental. Sacudida por una terrible tragedia hace mucho tiempo, solo vive por y para la venganza. Nunca habla sobre lo sucedido, solo de su empeño por vengarse de quien le provocó tanto daño, pero muchos apuntan a que no fue su estancia en Arcadia lo que le provoca tanta furia y amargura, sino algo que le ocurrió antes incluso de ser raptada, y que Arcadia solo le dio las herramientas para vengarse. Aunque nominalmente es la guardaespaldas personal de Trasgu (otro rasgo que acrecenta el aura de temor que el encorvado Rey del Invierno despierta en el Feudo), Twilight es muy independiente y persigue ante todo sus propios fines.
Lily la Cotilla, Dama de la Cámara Inhóspita
Nadie sabe exactamente a que se dedica Lily, ni que significa su título, pero siempre parece estar al corriente de todo lo que ocurre en el Feudo. Sabe quien se ha peleado con quien, quien se acuesta con quien, quien conspira contra quien... y suele estar casi siempre junto a Trasgu, susurrándole secretos y aconsejándole . Lily suele aparecer en público cuando se reúne la Corte o el Feudo, y la gente procura mantenerse alejada de ella para evitar que sus secretos salgan a la luz, pero sea como sea, ella siempre se las apaña para acabar sabiendo cosas. Muchos dan por sentado de que Lily es una especie de “agente de inteligencia” de la Corte de Invierno cuyo trabajo consiste en “saber cosas” para ayudar al Rey del Invierno. Sin embargo, algunos rumores insisten en que a lo que realmente se dedica Lily es a buscar enemigos potenciales para la Corte... y hacerlos desaparecer. Se sabe muy poco de su vida antes de que se uniera a la Corte de Invierno hace ya tres años; Lily es tan buena guardando sus propios secretos como desvelando los de los demás.