Partida Rol por web

Me acerco a Miriam.

- ¿Estás bien? - pregunto a mi nivea compañera de viaje.

Iba a preguntar por Macario cuando de repente este hace acto de presencia.

- Macario, buen amigo, me alegro de verte. - le digo apoyando una mano sobre su hombro. Tranquilo, estás entre amigos. - prosigo. Un placer Laura. - añado mirando a la niña tendiendola una mano abierta. Los amigos de Macario son mis amigos.

Miriam estaba visiblemente asustada, caminaba medio encorvada y en tensión, cual gato en alerta, como si esperase cualquier amenaza de cualquier parte para salir corriendo en la dirección opuesta. Pero al ver a sus compañeros extraviados no lo dudo un instante y sin pensarlo ni un momento (lo cual era extraño en ella), se abalanzo sobre Pietrus abrazando uno de los grandes brazos del troll.

-No te alejes, por favor... -Dijo sin más a su reciente compañero de aventuras, después vio a Macario y asintió a sus palabras.- Hay que salir de aquí ¿pero como? intentamos ir por donde venimos y terminamos aquí. ¡Odio el seto!

Macario los miró confundido.  Era claro que lo conocían, se sabían su nombre, y algunos, por el tono de su voz, seguro que eran sus amigos.  -Ciertamente la nieve borrarecuerdos es aún más cruel que las espinas, mira que robarle a alguien el recuerdo de sus amigos es como quitarle leños a su hoguera, la de su corazón. Es robarle parte del sentido a la vida. -

Ho-hola.  Me van a tener que recordar sus nombres.  Espero que pronto este frizzeo del cerebro se me quite pronto, he he.  Al hablar Macario se acariciaba nerviosamente las alas de sus sientes.  Su risa le sería más divertida si no fuera porque la situación era como estaba.   

Cuando la mujer de blanco dijo lo de la confusión sobre la salida Macario la interrumpió.  Yo tengo contratos de Sueño, y pedí que me guiara hacia la salida.  Como me guió hasta aca, eso significa que... ¡la salida está por aquí! ¡por la torre!  Sonrió afirmativo.  Lo digo con mucha certidumbre; ya saben que los contratos son fuerzas que escapan a las hadas verdaderas.  se interponen a las rarezas del Seto.

Ahora bien, si la salida es por aquí... ¿exactamente por dónde por aquí?  Se puso a ver todo el espacio donde estaban.  ¿Cuantas escaleras hay, cuantas salidas veo, y cuántas no veo? 

- Descuida pequeña. - digo apoyando una mano sobre las suyas mientras miro a Macario.

- Macario, ¿me estás diciendo en serio que no te acuerdas de Miriam ni de mi, Pietrus? - pregunto al Cortesano de Primavera. No dejarás nunca de sorprenderme. - añado en relación a sus contratos.

Pietrus, Pietrus... ¿Miriam?  Trató de saborear las palabras en su boca por si eso le decía algo. ¿Ustedes? Señaló a la del pelo coloreteado y a la finita.  Finalmente con un gesto molesto consigo mismo exclamó: ¡Ash!  ¡lo siento!  Me gustaría creer que lo recuerdo, pero no.  Se puso triste.  

Pero bueno -sus alas tornaron como de colibrí- seguramente ustedes me caían muy bien, pues ahorita ya lo hacen, y los acabo de conocer, jeje.  

Les, les puedo contar lo que ví. A la "bruja" que se llevó a Laura, montada como amazona en lo alto de la torre.  Vi estatuas raras en los huecos nevados del Seto.  Todas ellas como representando diferentes escenas entre elementales, casándose, pelándose, alabando a la bruja.  

No los reconocí pero hice un esbozo de ellos.  Les enseñó sus hojas dibujada con carboncillo, la de la bruja, la de las estatuas, la del tipo joven/viejo de nieve olvidadora.   Aunque ninguna tan grotesca y violenta como ésta.  Un gesto involuntario de asco se le dibujó al señalarla. ¿Ustedes entraron también por la vieja reja?  ¿Cómo es que llegaron hasta acá?  ¿Que vieron en el camino?

Creo que lo más valioso de que salgamos, además del alma de esta niña, que aún está ahí dentro -la señaló con dulzura- es la información que le conseguimos a nuestras Cortes, sobre los peligros que nos amenazan a todos.    

Esto -señaló la escena horrible- ¿saben que está representando?  ¿Es algo del pasado o una fantasía loca de nuestra captora?

- Demasiadas preguntas Macario y algunas sin respuesta. - le digo. Primero salgamos de aquí y luego veremos a cuales puedo responderte y de cuales ignoro la respuesta.

- Pongámonos en movimiento y que nadie se acerque a los setos. - prosigo. No quiero tener que buscar a nadie más.

- Joder, cada vez me gustan menos estas malditas estatuas.

Salgamos pues Pietrus. ¿Donde se ve camino?  

En lo que platicaban Macario había analizado el graffiti.  Era su arte, así que podía reconocer estilos, al autor inclusive, o las influencias que tenía, de barrio, de corriente artística, etcétera.  Algo le debía decir "the writing on the wall", como decía el dicho.

Estaba de suerte.