Nyna se prepara, muy ilusionada, para su inicio de curso en Hogwarts...
El sol de la mañana se filtra a través de las cortinas. El foco de luz y calor va deslizandose a través de la habitación, muy lentamente. En cosa de media hora, el rayo solar está encima de la cama, donde tú duermes plácidamente, provocándote un agradable y recomfortante calor.
Poco a poco, este rayo avanza hasta llegar a tu rostro. Esto ya no es tan agradable... con un sonoro bostezo abres los ojos de par en par, quedando repentinamente cegada por el dichoso rayo de sol. En un minuto, has pasado de la completa perfección a tener sueño y saber que es hora de levantarse, además de estar enfadada con el mismo sol.
El sol, insolente cual astro consciente de su grandeza, permite que, como cada día, sus rayos rocen el menudo cuerpo de Nynaevhe.
La joven pelirroja, en las puertas mismas de la mansión de Morfeo, comienza a tener un contacto brusco con la realidad:
Sus ojos, expuestos al candente resplandor amarillento, claman a gritos una señal de alarma, de despertar de....
Nyna es levemente expulsada por la cama, y con vista soñolienta, intenta observar a su alrededor... La misma ventana de siempre, las mismas paredes, la misma ropa tirada por el suelo, los mismos libros abiertos en un caótico orden, el mismo sol que...
-Malvadáceo sol!!!-Alza un puño mostrando su disconformidad con el día, acompañándolo de un casi grito. Casi, porque a esas horas tempranas, la voz no es que sea muy clara... Por supuesto...
Un gato negro, dormido a los pies de la pelirroja, se despierta, sobresaltado por las palabras escupidas con rabia. Mira a la joven, bosteza, y se acerca a ella, ronroneando y restregando su cara contra la de su amiga.
-Hum... Sócrates... -La joven acaricia el gato, y, tras algunos minutos de mutismo absorto, se despereza, se levanta, y se arrastra prácticamente, en dirección a asearse...
Cuando culmina tal acto rutinal, aún arrastrando los pies, y con cara de dormida, se prepara para bajar las escaleras que conducen al piso inferior de su casa, donde se halla la cocina, seguida de su fiel Sócrates...
Hermanitaaaaaaaaaaaa. La recibo en el desayunador con alegría. Veo que te has despertado con el sol... es muy temprano... ¿Cómo está sócrates? ¿Sigue tan mimoso como siempre?
Continúo comiendo mi tazón de cereales mientras la miro sentarse con una cara de dormida de campeonato.
Papá y Mamá se han ido a trabajar temprano, no sé por qué, pero nos han dejado a cargo del elfo doméstico. Me dijo que nos portemos bien y que sobretodo, no hagamos mucho ruido por que siempre los vecinos se están quejando que hacemos mucho ruido... ¿sabes lo que te digo, no? Siempre es igual y siempre nos echan las culpas a nosotros que somos más buenos que un gatito atado...
A veces, no entiendes a tu hermano. Nunca sabes si habla en serio o en broma o simplemente, está imitando tu voz para hacerte rabiar.
Ahora parece tranquilo, pero ese recibimiento... ¿Te querrá pedir algo?
Al bajar, el recibimiento es del todo sorprendente...
Khay está de lo más amable, y, una vez más, Nyna no sabría exactamente cómo interpretarle...
"Ojalá existiera un Manual para Entender Hermanos"...
Suspira, sonríe, y se acerca a darle un "Golpecito" de "Buenos días"...
-Se han ido? Vaya...-Señala desilusionada..-Yo quería preguntarle una cosa a Papá... Pero bueno... Da igual... Ya lo haré...-Se encoge de hombros, se sienta para tomar su desayuno y mira a su hermano...-Yo siempre me porto bien... Y no hago ruido... Es el ruido que se hace solo... Tsk...-Vuelve a mirarle, dubitativa, se levanta, le toca la frente con una mano, niega al ver que no hay fiebre, y agrega:-Ehm... ¿Estás bien hoy? Lo digo porque... Me parece raro que preguntes por Sócrates....
Quita la mano, Nyna, que estoy bien. Sólo que levantarme y saber que tengo toda la casa para mí, para poder hacer lo... oye, te has levantado particularmente guapa esta mañana. ¿Te has hecho algo en el pelo? Te pregunta como quién no quiere la cosa.
Nynaevhe mira a Khay de reojo...
-No... No me he hecho nada...-Suspira... -Vale, está bien... ¿Qué es lo que quieres? Porque de momento no tienes la casa entera y únicamente para ti...¿Verdad?...
Nu... Te dice mientras se golpea las puntas de los dedos índice una contra la otra. Yo... bueno, tal vez hoy venga una amiga y bueno... quisiera pedirte que no comentes nada con papá y mamá, ya sabes como se ponen con esas cosas. ¿Sí? Te dice con cara de perrito triste. Prometo compensartelo de alguna manera.
Ya si puedes desaparecer un rato...
Observa furibunda a su hermano...
-Pues sí que te va a costar caro, que lo sepas!!! Y me lo cobraré muy en breve, so malvadáceo hermano!-Le señala, frunciendo el ceño y yéndose airada.
No acaba siquiera el desayuno, refunfuñando, se dirige a por una chaqueta, su bolso (el cual contiene un lápiz, un block, varita...(nunca se sabe)... galletas de atún para Sócrates, Galletas de fresa y chocolate para ella, algo de dinero, y varios instrumentos creados por ella de dudosa utilidad... Siempre hay que estar bien preparada, por supuesto...)
Sale de casa, seguida por Sócrates, y mira al cielo... No sabe a dónde ir o qué hacer... Lo único que desea es alejarse de allí, puesto que ni su propio hermano quiere verla...
"Qué patético... Siempre con sus "amiguitas"... Como si creyera que soy tonta... Está claro que se encierran para leer Física Cuántica... Que lo sé yo... Tsk..."
Patea una piedra y continúa andando, sin rumbo fijo...
Caminas sin rumbo fijo por la ciudad. El cielo esta despejado y el sol te encandila sus claros ojos, por no contar que el brillo de tus cabellos encandilan a los demás cuando el sol de la mañana incide en ellos de alguna forma rara.
Crees que la gente está un poco loca cuando te ve pasar tarareando una cancioncilla, te mira y entrecierra los ojos. Bah, serán cosas raras, la gente a veces es muy misterioooooooosa.
Caminas y caminas sin parar y por un momento te parece ver a un chico que sale volando con su escoba de alguna casa por allí perdida... ¿Quién vive por esa zona? Madre mía, ya ni recuerdas ni como se llaman.
Pero al final, puede ser cosa del destino o de alguna fuerza extraña, misteriosa y malvadácea, llegas a un seto muy familiar para ti. No sabes como, pero tus pies te han llevado hasta la casa de William...
Esperas que no estén sus padres, y te asomas por el hueco... allí, te sorprende ver un papel arrugado...
Cita:
Parece un mensaje en clave de algún tipo. Comienzas a leerlo en el momento que una escoba desciende al jardín y entra a la casa. Minutos después, una snicht dorada golpea contra uno de los cristales y un zumbido resuena sobre tu cabeza...
La gente le mira mientras pasea, sí...
Pero ella también sabe mirar... Y peor...! En su cabeza, resuena una risa "BWAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ", mientras sus pasos se dirigen sin que los mande a algún sitio en concreto...
Entonces, llega a un seto... Un seto que le resulta familiar, porque... Porque... ¿Había Etéreos ahí? Sí... Podría ser... Pero... Espera... ¿Qué es eso?
Un papel semi arrugado, se luce triunfante... Nynaevhe lo recoge y lo lee detenidamente...
Poco a poco, parece que su rostro se va transformando, enrojeciendo de ira... Su rostro, y hasta sus cabellos, que parecen más rojizos, se cabe... Y mira que eso es difícil...
Casi sin aliento, exclama:
-¿Calabaza?... ¿¿¿CALABAZA??? Me está llamando Calabaza... ¡Calabaza!... Te voy a dar yo a ti "calabaza"... Uargh!!!-Furiosa como nunca, Nynaevhe irrumpe al jardín que hay tras el seto, seguida de Sócrates (Cómo no), sin importarle demasiado las reacciones "del Serio" y de quiénes sean los hombres demás...
-Calabaza...-Refunfuña... Y en ese preciso instante.. Una snitch sale de por ahí...
Es un misterio...
Y encima, un zumbido raro que...
-Pero qué...?-Nyna observa el "zumbido extraño", y comprueba que hoy la casa de Will parece estar concurrida... O.. Igual le están asediando... Es otro misterio... Da igual...
Decidida, se dice a sí misma:
"Sólo entraré para decirle que no se le ocurra volver a hacerlo... y punto... Me iré.. a buscar a... Eh... A... Tim... Sí.. Ese chico que me cae tan bien y es de mi casa..."
Inspira hondo, termina de atravesar el jardín, le indica a Sócrates que la siga y... Se planta en el lugar de siempre... Bueno, en el lugar en el que siempre solían quedar Will y ella... Tira una piedra a su ventana, y aguarda la respuesta...
No haces más que coger una piedra y comenzar a lanzarla cuando ves que William sale de la puerta de su casa. El chico que paso sobrevolando por tu cabeza, ahora está sobre el jardín de William, victorioso por haber conseguido la Snicht dorada que había perdido.
Ves como William se acerca a ti, poco a poco, con una media sonrisa en los labios...
Pasamos a otra escena.