La puerta que tienes más cerca es la que está a la derecha de la puerta por la que salió Cliff. Subes la escalerilla y tocas la placa negra. La compuerta se abre acompañada del ya conocido ruido de pistones. Es un cubo blanco, aparentemente vacío.
Cassie está a punto de entrar por la escotilla. Alexia, ¿qué haces?
Escapa de mi patada con agilidad y se va, escurridiza hacia la salida. Empieza a delirar y a crearse una película paranoica sobre que no piensa seguirnos el juego.- ¿De qué coño hablas?- Perpleja me quedo admirando como el egocentrismo de los famosos no tiene límites. Ella se marcha por la trampilla mientras yo me saco el mechero y un cigarrillo del paquete para fumármelo plácidamente sola.
Cassie, parece que Alexia te deja marchar. ¿Qué haces?
Alexia, he quitado 1 cigarrillo de tu inventario.
Dejo de escuchar a aquella arpía, matona y manipuladora. Al abrir la puerta casi no me extraño al ver otra habitación cuadrada más, aunque algo en mi cabeza ya no va bien. Todo aquello no iba bien. Paseo los dedos por los números 252, como hice al abrir la otra puerta y entro al nuevo cubo. No pensaba quedarme ni un minuto más al lado de unos mentirosos y aprovechados.
Bajo con cuidado las escaleras del otro lado, en la otra habitación. Me agarro bien, estoy nerviosa y casi histérica, pero no quiero abrirme la puta cabeza bajando por esta mierda de sitio.
Cassie ve, junto al 252, otro número, perteneciente al cubo en el que está entrando: 253.
Al bajar por la escalerilla la compuerta se cierra. Cassie está sola.
Alexia permanece en el 252, de pie, fumando, viendo cómo la compuerta se cierra. Alexia está sola.