Partida Rol por web

Se oye un grito que parece de mujer proveniente de una habitación cercana, en la dirección opuesta a la última compuerta que habéis abierto:

- ¿¡Hola!?

Si Zoe hubiera sabido que estaba dentro de una enorme arma de destrucción se habría sentado en una esquina y no se habría movido. Sin embargo aún no lo sabía, así que continuó mirando a Mario con gesto irónico, como si el hombre estuviera transtornado. ¿Para qué balanceaba el jersey? Pretendía pescar algo a esa distancia?

Escuchó una voz muy suave. Parecía venir de la compuerta al otro lado. Así que ignoró la que acababa de abrir y se dirigió allí. Subió la escaleras, tocó la puerta y se asomó.

Mario tiene ganas de hablar, y de explicar muchos porqués:

- Está claro que quien nos ha metido aquí no tiene interés en que salgamos, pero yo sí me quiero ir. No tengo ningún cariño por ninguno de vosotros, pero me parece que en esta cárcel en la que, o bien quieren jugar con nosotros, o bien nos han metido tan aprisa que no se han acordado que registrarnos y desvestirnos, vamos a necesitar trabajar juntos para salir de aquí antes de que nos hagan daño. Por ahora, parece que no hay nada vivo en la sala inferior que se quiera lanzar sobre el primero que empiece a bajar ahí, aunque yo no tocaría esas bolas de momento. Además, aquí hay unos números: 232 aquí y 132 abajo. Parecen números correlativos. Si a alguien se le ocurre alguna idea, que no se la calle. Y, muchacha, cuidado con quien haya al otro lado.

Lang se mantuvo en silencio en todo momento, observando a los adultos, tal vez la mas joven de ellos seria la mejor opción con la que hablar, pero que tuviera una cámara se le hacia raro, ademas hacia referencias que no entendía ni le interesaban, todos eran un tanto raros allá dentro, sobretodo el tipo calvo, como si fuera el presentador de un reality de esos y la chica mas joven su cámara.

-¡Oye!-Volvió a dirigirse a Patricia.-Que haces con una cámara ¿eh? ¿Esto es un programa o algo así? ¿Estáis aquí tu y el calvo para grabarnos a mi ya esa?-Termino señalando a Zoe. Fue poco antes de que otra voz, fuera del cubículo sonara a través de una de esas extrañas puertas.

-Al parecer no solo a nosotros.-Y sin mas se levanto al fin de suelo, buscando un cigarro y su zipo entre sus bolsillos. Con el pito encendido se quedo mirando a la chica que abría la puerta de donde salia el sonido.

TA-CHÁN!! digo mientras saco uno de mis folios y el boli.

232-132, no? Pues antes de movernos, qué tal si apuntamos todo lo que hay a nuestro alrededor? A lo mejor podemos averiguar qué significa eso

En ese momento, Láng se dirige a mí, después saca un cigarro mal liado y se lo lleva a la boca.

No, yo aparecí aquí cuando iba a grabar uno de mis vídeos, por eso tengo la batería llena... ¿Cómo aparecisteis vosotros aquí?

Bueno, tiene como 15 años, no voy a ser yo la que le diga algo

Volviendo a la realidad:

232-132... Son 3 números, y estamos en un cubo, que tiene 3 dimensiones. Lo más lógico sería pensar que son coordenadas. Coordenadas cartesianas, si no encontramos una alternativa mejor. Mira a ver qué números ponen ahí, Perrillas. Yo voy a ver qué quiere la vecina.

Subo unos escalones y toco la compuerta de donde provienen los saludos. Sin olvidar mirar también el espacio entre celdas, a ver qué números salen.

-¿Coordenadas cartesianas?-Dejo escapar el humos mientras hablaba, no había entendido una sola palabra, solo que esa chica había llegado aquí con la cámara, sera alguna de esas que pretenden ser reporteras para ganar pasta gansa en la tele y tener una mansión con caviar o algo parecido.

Patricia:

[...] Yo voy a ver qué quiere la vecina.

Subo unos escalones y toco la compuerta(2) de donde provienen los saludos(1). Sin olvidar mirar también el espacio entre celdas, a ver qué números salen.

(1) No era un saludo, era un grito.

(2) No puedes subir esa escalerilla pues Zoe ya está ahí y te obstaculiza.

Zoe se asoma al cubo del que parecía provenir el grito lejano de una mujer.

Es un cubo blanco, en la escalerilla de enfrente hay un hombre joven y atractivo, bajando.

También ve una caja de cartón tirada en un rincón.