Partida Rol por web

- Está bien.

Afirmo a sus afirmaciones, es un lider natural y aunque disfrutaba del régimen democrático, una columna vertebral tan segura como la de Jack era lo que necesitaba cualquier grupo. Sin embargo mi mente reacciona rápida, mi sonrisa se borra, observo la sangre en su oido y doy un paso atrás. ¿Trampas? ¡Un momento! ¡Un momento! ¿Cómo que trampas?

 - ¿Trampas? ¿Aquí?

Me deja absorto en cientos de posibilidades y variables, la información viene bien pero tan pronta mengua mis esperanzas y nubla ligeramente mi juicio, mi corazón se acelera, respiro con intranquilidad como en un primer momento lucho por no entrar en un ataque de ansiedad. Abro los ojos, aún más y lo observo con credulidad.

 - Un momento. ¿Mineral?

¡Estabamos bajo tierra! ¡Mis suposiciones eran ciertas!

  Hice una pausa, no quería interrumpirle, era seguro de si mismo y tenía de todo lo que yo carecía, valor, arrojo, fuerza física, decisión, temple, entrenamiento...Mis manos recorren mi uniforme de cautivo, buscandome algo, buscando bolsillos, objetos extraños, salvo mis botas y esto, creo que no poseo nada de interes, y aquel calzado, nisiquiera era propio en mi. La distracción de la busqueda me tranquilizó momentaneamente, aunque seguía siendo un manojo de nervios, ya no había porque hacerse el fuerte, saldríamos de allí.

 - Soy profesor de filosofía y tengo la carrera de psicología, mi especialidad es la lógica aplicada, primer orden, elemental y alternativa...pero actualmente me dedico a asuntos sencillos sobre perfiles psicológicos.

 No iría en contra de sus ordenes.

Mi silencio esconde un enorme desconcierto ante el discurso del soldado, del que debido a la rapidez con la que habla, comprendiendo solo la totalidad de las primeras preguntas: nombres, si somos también soldados, una sucesión de palabras de las que extraigo que nos vamos todos juntos, y especialmente, una palabra que hace que mis pupilas se conviertan en dos puntos minúsculos.
Trampas.
No hay ninguna duda: las gotas de sangre que puedo apreciar en él, y la quemadura de su uniforme confirman visualmente lo que mi comprensión del idioma me impedía entender. Entonces, si estamos aquí, es para no salir...
Hablo la última, haciendo una presentación más breve que la última vez, e intentando que sea clara.

- Sí, me llamo Helena. Vivo en España y soy profesora de Historia, de Edad Media, en la universidad de Madrid. No soy soldado y no quería estar aquí.

Tras hablar, intento hilar las partes que no había llegado a comprender. Pared, algo sobre las trampas..Me acerco a Woody y le pregunto.

- ¿Que dice de una pared negra?

- Oh si, disculpeme. Yo tampoco he firmado nada, no sé que es este sitio y...no, tampoco quiero estar aquí.

 El hombre estrecha con fuerza mi mano, acabo por acercarme más a Helena, es más cálida, la presencia del soldado es firme, pero también distante, por su disciplina, peligrosa y aunque me de cierta confianza no soy estúpido. Deduzco de sus palabras que no sabe gran cosas de esto y que piensa que es un experimento militar. Perfectamente podría serlo. Cumple requisitos.

 Con voz suave, calmada y expresiones sencillas hablo con Helene, es una mujer inteligente y valoro el esfuerzo que está realizando, no voy a ponerselo más dificil. No me molesta tener que explicarlo con detenimiento, eso me da tiempo para pensar.

 - En alguna de las habitaciones los pasadizos no conducen a cubos. La pared es de mineral negro. Creo que no sabe bien de que se trata.

 Miro al sargento esperando que corrobore su falta de conocimientos sobre geología. Luego desvió mi mirada hasta los labios de la mujer, como si aquello me tranquilizara.

 - Creo que la teoría de que estamos bajo tierra es acertada.

No me planteo bombardear con preguntas a Jack, ahora estoy ensimismado con mi visión y con mis pensamientos.

- Gracias. Habla muy rápido, y a veces es difícil entenderlo.- Le dirijo a mi compañero una breve mirada de agradecimiento.

Bajo tierra...La idea de una inmensa sucesión de estancias superpuestas bajo el suelo hace que entre en una ensoñación, imaginando cuántas más podría haber sobre nosotros...o bajo nosotros. Ni el sueño más loco de un filósofo medieval podría haber superado el fantástico lugar en el que nos encontrábamos. Por un momento, posibilidades más fantásticas desfilaron por mi mente: el interior de la tierra, como un infierno del Bosco, en el que sus presos purgaban pecados que desconocían. Un gigante complejo de habitaciones y trampas, cubierto, como una caja, por una fortaleza de mineral negro, en cualquier desierto o estepa, lejos de la mirada de los curiosos. Me detengo en seco, al darme cuenta que las ensoñaciones no sirven de nada, e intento centrarme en preguntas igual de vanas en este momento, pero más reales.
¿Dónde estamos verdaderamente? ¿Cuantos somos? ¿Por qué nos han elegido? ¿Quien? Selecciono una de los pensamientos, convirtiendola en una pregunta hacia el soldado.

- ¿Estás aquí voluntario?

Ninguno de vuestros uniformes tiene bolsillos, descubrís vuestros nombres bordados en los monos grises, lleváis una camiseta interior de tirantes blanca y unos pantalones cortos blancos a modo de ropa interior. Cuando Woody se revuelve, buscando algo, unas gafas caen por la pernera del pantalón.

- Vaya...

Me dije con cierto todo de sorpresa en un susurro áspero. Acabé agachandome con rapidez para coger las gafas que habían impactado con el suelo, no sería la primera vez ni la última que recibían un buen golpe. En mi rostro se refleja cierta alegría, tengamos en cuenta que por el momento era lo único que me unía al exterior. Aquellas gafas. Menos mal...Suspiré en mis adentros.

 Las bañé en el vaho de mi garganta y me las colgué del cuello con naturalidad. Luego contemplé mi alrededor y m encogí de hombros.

- Ni siquiera me había dado cuenta. ¿Tu tienes algo?

  Realmente habían pasado desapercividas, quizás mi cuerpo siguiese dormido a pesar de haber despertado ya hacía un buen rato, la curiosidad me pudo, miré los ojos de Helena con cierta expresión de cariño, una expresión circunstancial, esperando que descubriese algo entre su uniforme. Supongo que era cuestión de esperanza. Si cada uno tenía un objeto del exterior no sería más que un puzzle. Woody empezó a pensar que lo de las trampas podía ser sólo exclusivo para el sargento, como una prueba acondicionada a cada uno de nosotros...

Miro a Woody en silencio. Un psicólogo, supongo que sus conocimientos pueden resultar útiles para salir de aquí. Los números, las salas, debe haber una forma lógica de salir de toda esta parafernalia. ¿Pero una profesora de historia? Desvío la vista hasta Helena.

-Si, bueno, rellené esos malditos papeles por los no les hacía responsables en caso de muerte, lesiones o daños psicológicos, esperaba que probaran conmigo fármacos experimentales, o cualquier otra mierda científica, ¿pero un laberinto lleno de trampas?. Esto es una jodida locura.

Vuelvo a mirar a Woody cuando se le caen las gafas. ¿Así que piensa que estamos bajo tierra? Un pensamiento muy lógico. Doy una vuelta por la sala, necesito pensar. ¿Que cojones hacen aquí un par civiles?

-¿Por que pensais que estais aquí? Haced memoria, seguro que se os ocurre algo.

Miro con cierta desolación mi uniforme. Sin bolsillos, ni ningún indicio de que guarde algo que pueda necesitar. El recién llegado tiene su fuerza y capacidades, Woody tiene unas gafas..y yo me encontraba como una profesora de historia, una categoría tan inútil como siempre me habían recordado, sin nada más que lo puesto. Intento verlo de una manera más positiva. Tal vez lo único que necesite sean mis conocimientos que haya aprendido, e intento recordar referencias a lo largo de la historia acerca de edificios fisicamente imposibles, cárceles y proyectos extraños, empezando desde la Torre de Babel, buscando un punto de partida a esta locura. Mientras pongo a funcionar mi memoria,miro las gafas de mi compañero, que ahora cuelgan de su cuello, con cierta sorpresa.

- ¿Te dejaron las gafas? ¿No ves bien?

Miro de reojo al soldado, deteniendo mi flujo de pensamientos y recordando sus últimas frases...algo de voluntario y secuelas, e intento aclarar, antes de nada:

- Yo no firmé para estar aquí, ni vine. Estaba en mi casa. Si me trajeron, no lo recuerdo.- deseando, con angustia, que las trampas y las pruebas físicas no formen parte del circuito de los no voluntarios.

- Las uso para leer...

 Las muestro, oteandolas nuevamente parpadeando, las recuerdo y parecen en buen estado. Si tengo las gafas es probable que necesite centrarme en algún tipo de detalle.

 Mi espalda va a chocar contra la pared mientras jugueteo con ellas, era la explicación a que mirase todo tan fijamente, mis habían sufrido mucho durante mi vida, y lamentablemente no conservaba una visión completamente correcta. Podría haber pasado sin ellas...pero...Sonrio, algo animado a pesar de la situación.

- No estoy aquí por no haber hecho bien mi trabajo.

Doble negación. Reducción al absurdo. Deducción natural. Faltan premisas.

- Yo tampoco recuerdo nada. Es probable que no necesitemos saberlo. El motivo de porqué estamos aquí podría parecer apropiado para dar luz a este enigma, sin embargo, puede ser una equivocación. Deberiamos centrarnos en buscar la forma de salir. Sabemos que es una estructura con cubos. Buscar un ejemplo de una construcción así puede darnos pistas sobre la forma con la que ha sido diseñada. De este modo tenemos las pirámides, en Egipto. ¿No es así Helene?

 Me cuide de hablar lento, y repetir alguna palabra si nuestra acompañante no la comprendía, no resultaba un estorbo para mi, y le dedicaba furtivas sonrisas de confianza.

- Podría tratarse de algo más extraño, por ejemplo la cruz hipercúbica de Dalí. Haciendo mención a un ejemplo español, para que Helene tuviese facilidad al situarse, incluso podría tratarse de ello. Las coincidencias no existen.

 - Aunque la navaja de Ockham se inclina hacia la opción con la explicación más sencilla, esto es, un cubo de cubos. ¿Dónde encontró esas paredes de mineral Sargento...Hammer?

 Woody creía que las explicaciones a su estancia en aquellas habitaciones cúbicas sería sólo resueltas una vez pudiesen observar el conjunto desde fuera, y para él, aquel conjunto, aquella visión divina, aquella alienación en una creencia más plena, era la de una estructura formada por cubos, Una pirámide "cúbica", una cruz hipercúbica o un simple cubo. Por algún motivo vino a su mente el cubo de rubik con el que tantas veces había jugueteado entre sus dedos.

Me obligo a pensar con claridad y a estudiar todas las posibilidades, descartanto una a una, como hicieron a lo largo de la historia los estrategas que había estudiado. Gente bastante más lista que tú, Helene... Con un manotazo mental, ahuyento la visión pesimista que empezaba a rondarme, y me centro en los ejemplos.

- Sí, las pirámides fueron la primera opción. Si fuera así, no quedaría más remedio que subir hasta que los cubos se redujeran..Avanzar de lado sería cansado.

Hago una pausa para el segundo ejemplo, y sonrío ante la referencia Dalí..si no fuera porque una construcción así a nivel real me produce escalofríos. Creo que en estos momentos nunca agradeceré lo suficiente la paciencia de Woody a la hora de repetir los conceptos de forma clara y lenta.

- Una cruz hipercúbica, demasiado absurdo e improbable. El cubo hecho de cubos es más lógico, todas las piezas encajan.

-Supongo que firmasteis, pero no lo recordaís-Desvío la mirada hacia arriba, intentando recordar algo de esa laguna que tengo en blanco en mi mente. Sería un absurdo pensar que los han metido aquí sin su consentimiento, sería anticonstitucional, y un crimen.-Quizá os ofrecieron dinero, no se, un millón de dólares.-El sueldo de un par de profesores no es que de a¡para mucho, no sería descabellado.

Una cruz hiper... ¿que?..

-No creo que sea piramidal, en la sala que empecé no tenía puerta arriba

- ¿Puede recordar las salas por las que ha pasado?

Fuese pirámidal, cúbica o con otra forma geométrica no podían quedarse parados por mucho más tiempo en aquella habitación, podrían necesitar agua o comida, woody no sabía bien cuanto tiempo había pasado, era malo con ello. Me froto los ojos, me pican, quizás por la presión, o simplemente como un acto reflejo a la claustrofobia que hace mella en mi.

 Miré a los lados y me acerqué al nudo que había hecho.

- He marcado este cubo, es aquí donde aparecí. Helene estaba justo al lado. ¿Helene, tu te moviste?

Estaba asustada en aquel entonces, y no había reparado en las posibilidades de que se hubiese desplazado. Si se tratase de un simple cubo, o una pirámide, y nos encontrabamos bajo tierra, la idea lógica, si esto se trataba de un laberinto serían dos. La primera empezar lo más profundo posible, como un laberinto común en el que se empieza en A, que sería un punto muy profundo (quizás no tanto como para que llendo hacia abajo encontrasemos directamente mineral) hasta un punto B en la superficie. Negué. Podiamos pensar en eso, pero si tan sólo la salida se encontrase en un lateral, en un subterráneo, como el cubo, las posibilidades rozarían el infinito, almenos con los datos de los que disponiamos. La otra opción es empezar en el medio exacto del cubo. Tomemoslo por punto A', ¿Dónde pondriamos el punto B' primera? Puede que existan más salidas...una salida de emergencia. Llamemos a esta salida C.

 Este rompecabezas esta resultando demasiado dificil...Al principio, como ocurría con los crucigramas del periódico, un dilema así motivaba al psicólogo, sin embargo, su paciencia tenía un límite, próximo al de su coraje.

Me quedo un tanto horrorizada ante la posibilidad de haber firmado por entrar en el Cubo (que así es como empiezo a llamarlo en mi imaginación), por recompensa, autorización o lo que fuera...y no recordar nada. Con una voz que deja traslucir molestia, respondo:

- Yo no recuerdo nada de estar, ni sé qué es ni me gustaría estar aquí aunque me paguen. - Las palabras salen atropelladas, una sucesión de frases que apenas tienen sentido en un idioma ajeno al mío. Me quedo callada, intentando disculpar tanto mi reacción como la sugerencia del soldado. No se si es una persona idealista, que cree en la libertad y la salvaguarda de la democracia, o un desengañado que cree que vendemos nuestra primogenitura por un plato de caldo..Tal vez sea lo primero, si fue capaz de prestarse voluntario para una prueba Empiezo a recordar lecciones de historia, fracasos militares estrepitosos y masacres bélicas.

Y pensar que en tantos siglos, los primero en caer eran iguales a los soldados como este...

Las palabras de Woody evitan que siga divagando acerca de la condición humana. Centrarse, hay que centrarse. Problema, posibilidades y solución. Él dice que la sala de la que vino no tenía puerta hacia arriba. Entonces, podemos arriesgarnos a subir y no encontrar nada, o seguir avanzando hacia delante.., para dar una respuesta, esta vez, más meditada.

- No, desde que desperté, estuve en la misma habitación. Después llegaste tú.- digo con una sonrisa casi de agradecimiento al recordar cómo él fue el único con la cabeza clara en esos momentos.

Woody se recogió en su propia mente para pensar, apoyó la espalda en una de las paredes del cubo y se deslizó hasta sentarse, su mente procesaba información a raudales intentando construir una teoría que pudiese sostenerse por su propio peso. Era complicado con los pocos datos que tenían, pero...algo había escapado a sus razonamientos anteriores.

 - Oisteis el ruido, ¿verdad? Sonaba...como un motor. Era realmente extraño.

Unos segundos de silencio me tan tiempo para analizar la situación.

- No hemos percivido movimiento, sin embargo era algo brusco, parecía grande como si proveniese del interior de las paredes. Las salas están separadas por pequeños túneles, en todas las trampillas hay puertas que se pueden abrir manualmente. Incluso en las que encontró mineral. Puede que podamos reducir nuestras limitaciones de movimiento y evitar las trampas avanzando por el interior de la estructura. No se de donde proviene el ruido, pero hay suficiente espacio entre cubo y cubo como para que quepa una persona. Si es viable, estariamos más seguros...

Pero había un gran problema para esa conjetura, ¿cómo acceder al interior de la estructura cúbica?

- Sí, era como una máquina grande, moviendo algo...- Me estremezco al pensar en aquel ruido que casi me hace sangrar los oídos.

Tras escuchar la teoría de Woody, pienso en los pasadizos que atravesábamos para cruzar de una sala a otra. No parece haber forma de deslizarse por esas aberturas, a menos que sea por la pared de mineral de la que nos habló antes. Las conjeturas extrañas vuelven a aparecer, y aventurándome a sugerir algo, por loco que sea, comento.

- El ruido, las escotillas...¿y si se trata de ascensores?. La otra persona que había ya no estaba. Si no se movió, tal vez se moviera la habitación. - Es una posibilidad enloquecida, y lo primero que me hace pensar es en un gigantesco cubo de Rubik.

-Cuando se construye un laberinto, no se deja que el ratón salte las paredes.

Y menos en un jodido laberinto en el que se han gastado millones y millones de dólares, no va a ser tan sencillo salir de aquí, Woody. Camino por la sala, palpando las frías paredes metálicas con mis manos.

-Yo también escuché ese ruido, sonaba como el puto reactor de un F-35

Por un momento los recuerdos de la guerra invaden mi mente. Prefiero mil veces estar allí que aquí, hijos de puta. Miro a Helena, escuchando con atención sus últimas palabras. ¿La sala se movió? Sea como sea, tenemos que empezar a movernos nosotros, esos cabrones no nos han dejado ni agua.

-Hasta ahora he estado marcando las salas seguras-Me agacho para sacar el cordón de la bota, y restriego su extremo con la puntera para llenarlo de grasa, después dibujo una S ("Safe") junto al número 37.-Si hay más gente podrán seguirnos, nosotros tenemos que empezar a movernos.

Camino hasta Woody, y pongo la mano en su hombro, le miro a los ojos para transmitirle confianza. Ha llegado la hora de portarse como un hombre, cerebrín. Busco en el mono y le entrego a Woody el trozo papel arrugado con el aparecí aquí, "Bizarro".

-Cuando aparecí aquí tenía este papel conmigo, se que es mi propia letra, otra pieza más para tu puzzle.

Me giro para mirar a Helena, y resoplo tratando de pensar en alguna estrategia para salir de aquí.

-Una cosa es segura, si estamos aquí es que debe haber una forma de salir, y vamos a encontrarla juntos. Nos tenemos los unos a los otros, y eso es todo lo que podemos esperar de aquí.

En la guerra el grupo es muy importante, confiar en tus muchachos y saber que tu espalda estará cubierta mientras tu cubres las suyas.

-Tiraremos una bota en cada sala para activar cualquier tipo de trampa, y después yo iré primero. Podríamos caminar hasta uno de los extremos, pero nada nos dice que la salida esté ahí, podría estar en un ascensor en medio de la jodida estructura.

Guardo silencio un segundo para ver como asimilan Woody y Helena la cruda realidad.

-Iremos por salas al azar, cuantas más veamos mejor podreís haceros una idea de como salir de aquí. Rezad para que se os ocurra algo antes de morir de sed.

O antes de que me triture alguna trampa...

  Ojeé la nota colocandome las gafas, con ellas parecía alguna clase de estudioso o un cerebrin sin futuro, depende de quien dirigiese la mirada, aquella pista borró cualquier sintoma de ansiedad en mi cuerpo, paralizandome, como si cada latido de mi corazón fuese destinado a un único lugar, el cerebro, sin embargo, empalidecí.

  Bizarro...Necesitaba consultarlo, podía significar muchas cosas. Pero no sólo vi en aquel papel una palabra escrita, vi tinta, vi un tipo de escritura, un papel que podría resultarnos útil. Lo estudio con detenimiento, y cuando termino se lo enseño a Helena. Mis gafas, y esto, no puede ser casualidad.

 - Bizarro. ¿Te dice algo esa palabra? ¿Crees que puede tener relación con algún acontecimiento historico?

 Podía coger la nota si quisiese, sino tal solo se la mostraría a una distancia considerable.

Observo la nota extrañada, inclinándome un poco sobre ella sin hacer ademán de cogerla, como si estuviese observando el trabajo de alguno de mis alumnos. Bizarro, una palabra un tanto chocante para ser encontrada en el bolsillo de un militar entrenada. Tal vez fuera este el momento adecuado para poner a funcionar mis capacidades...

- Es una palabra muy...rara - de nuevo, lamento el tener que ceñirme a las expresiones más básicas del idioma - Puedo decir que su significado cambia mucho por idiomas. Sabes que en inglés es "raro" o hm...- intento hacer un esfuerzo por encontrar un sinónimo para el castellano "estrambótico" rindiéndome por fin - en italiano sería "enfadado", o "que tiene ira" y en castellano, valiente y generoso..-

Las soluciones que encuentro me resultan todavía más extrañas que la pista, y acabo por preguntarle:

- Esto..¿te recuerda algo?