FINCA SPECULA MARIS:
- Escena puramente narrativa.
Finca Specula Maris:
Terreno alrededor de quinientas hectáreas con una tapia alrededor con alambrada en la parte superior. Tras eso hay un campo minado con sofisticadas minas que saltan disparadas y estallan en el aire al detectar intrusos. Tras eso hay una valla electrificada, custodiada por un total de diez torres a intervalos de cincuenta metros, equipadas con reflectores, radares, misiles antiaéreos, y vigiladas cada una por dos servidores de combate. Alarmas de perímetro.
Jardines. Invernadero. Corral de aves.
Planta baja: Entrada principal, recibidor, escaleras, salón comedor, cocinas, despensa, vestidor, sala de reuniones, sala de proyecciones. Todo bastante lujoso y confortable.
Primer piso: Escaleras, cuartos de servicio, doce habitaciones confortables con baño. Sala de estar espaciosa.
Segundo piso: Estancias privadas del Inquisidor. Muy rara vez se utilizan, pero un servidor especial se encarga de mantenerlas impolutas. Los Acólitos no pueden entrar.
Tercer piso: Sala de comunicaciones. Sala de seguridad. Control de las defensas automáticas: Las de las torres de vigilancia, más seis lanza misiles antiaéreos y seis torretas desplegables de bolter pesado en los tejados de los edificios de la finca.
Primer sótano: Garaje de vehículos. Taller mecánico bien equipado.
Segundo sótano: Refugio. Salas de meditación. Enfermería (completamente equipada, con tres servidores Medicae, y con el material necesario para realizar implantes biónicos).
Tercer sótano: Salas de entrenamiento muy bien equipadas. Laboratorio. Sala de tiro.
Cuarto sótano: Celdas y sala de interrogatorios. Capacidad de contención para sujetos peligrosos en cuatro celdas especiales. Además hay seis celdas normales.
Quinto sótano: Generador energético reforzado y maquinaria de la finca (climatización, recirculación de aire, suministro de agua y tratamiento de residuos. Gracias a esta maquinaria el lugar es autosuficiente y podría soportar un asedio.
La fuerza de defensa consiste en dos docenas de servidores de combate. Esto incluye dos aerodeslizadores equipados con ametralladoras pesadas y misiles antiaéreos, cada uno pilotado por un servidor y con un servidor como artillero, no pueden llevar carga ni pasajeros.
En la finca hay además una veintena de servidores de uso doméstico y una veintena de servocráneos de utilidad diversa.
El garaje cuenta también con dos aerodeslizadores de uso civil de seis plazas y dos vehículos terrestres civiles (de ruedas) de cinco plazas.
TRANSCURREN TRES DÍAS.
PÁRAMOS DE LA COLMENA SIBELLUS: CAMINO A SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:00.
El largo y penoso viaje hasta la base de la célula inquisitorial en los páramos comenzó en vehículos terrestres de la Casa Strophes en buen estado. Pero esos fueron guardados en unas ruinas cercanas a la Colmena Principal. Desde allí una larga caminata hasta otras ruinas para coger un vehículo desvencijado y en mal estado hasta otras ruinas. Este proceso se repitió ocho veces durante esos días, viajando de ruinoso refugio temporal a ruinoso refugio temporal, dando un enorme rodeo por los páramos industriales contaminados.
El lugar era un desierto de ruinas y desechos antiguos, el calor era abrasador durante el día, y había que evitar las zonas con radiactividad y las que contenían contaminantes tóxicos. Las noches eran gélidas y los refugios temporales o vehículos a menudo resultaban azotados por vientos cargos de humo y partículas.
Al menos, cuanto más se iba alejando la célula de la Colmena, más vegetación iba apareciendo, y poco a poco el clima hacia el Sur se iba suavizando un tanto. Eran zonas pobladas por infinidad de mutantes, tanto humanos como animales, a los que había que evitar, pues tanto unos como otros verían a los Acólitos como comida. Por suerte, años de vivir en Specula Maris habían habituado a los miembros de la célula a evitar las mayores concentraciones de mutantes y a predecir muy eficazmente los movimientos de sus hordas.
Hacia el final del primer día, a lo lejos, ya se comenzaban a ver las mansiones de campo, fuertemente fortificadas, de algunos nobles y ricos mercaderes que cometían la excentricidad de tener una "casa de campo" lejos de la Colmena, por lo general como residencia terciaria o menos que eso. Posiblemente muchas de esas fincas estuvieran semiabandonadas, o pobladas tan sólo por servidores, tanto domésticos como defensivos.
A mediodía del tercer día, los miembros del grupo, retornaban a la Finca Specula Maris, realizando a pie el tramo final. Arlesha Rais y Cerberus pronto les reconocieron a través de los sistemas de vigilancia, y levantaron las defensas para dejarles pasar.
// Entran en escena: Arlan Hex, Intius Varnias, Kurt Brokenbone, Renata Canaglia Garibaldi, Tercio Veridio, Titus Nihilius, Valerius, Vladymir Ostrogov, Xerxes von Braun. - Proceden de: Colmena Sibellus.
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
- "Bienvenidos a Specula Maris. La base es segura." -
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
- "Percibimos que vuestras armas han resistido bien vuestra misión, loado sea el Omnisiah, no así vuestros cuerpos. La Carne es Débil." -
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:08.
Al llegar a la finca Intius Varnias se irguió como si se quitara un peso de encima.
- Arlesha, Cerberus, me alegro veros. No hay bajas, la misión se ha cumplido con éxito y nuestra posición no se ha visto comprometida. Por lo que sé, tampoco nuestra identidad. Pero, ciertamente, hay heridos, algunos de gravedad. Valerius y Tercio deben recibir asistencia sanitaria inmediata y deben ir al segundo sótano, a la enfermería. ¿Podéis acompañadlos ambos? Los siguientes en gravedad son Arlan Hex, Vladymir Ostrogov, Kurt Brokenbone y yo mismo. Por su parte Titus Nihilius también ha sufrido heridas en la misión de las que no se ha recuperado. - hace una pausa antes de mirar a ambos- ¿Por aquí todo ha estado tranquilo?
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
- "Demasiado tranquilo. Enloquecedoramente tranquilo. Espero que en la próxima misión me llevéis con vosotros." -
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
- "Ha habido un problema con los misiles antiaéreos de la base. Muchas de las cabezas explosivas no están operativas. Necesitaría ayudantes, recursos y tiempo para solucionar el problema." -
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
Valerius apenas fue consciente del trayecto de vuelta a la Specula Maris. Cada célula de su cuerpo le dolía en extremo, y en ocasiones casi deseaba morir para que cesara el dolor.
Pero cuando llegaron de regreso a la base, y dos rostros familiares les dieron la bienvenida, sintió cierto alivio. El Emperador le había protegido durante la misión, y le había mantenido con vida tras sus heridas durante todo el trayecto de vuelta.
Ahora solo restaba descansar cuanto pudiera, y dejar que los servidores médicos de la Specula Maris trataran sus heridas y las de sus compañeros.
- Señor. - dijo a Intius cuando éste comentó a Arlesha y Cerberus que les trasladaran. - Iré preparando el informe. Lo tendrá listo en cuanto pueda. - Quería dejarlo hecho antes de quedar inconsciente... Sospechaba que sus heridas requerirían de abundante tiempo de reposo y durmiendo para mejorar.
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
Tras un viaje realmente duro, finalmente llegaron a su destino. Tercio se encontraba realmente mal, bastante dolorido y fatigado después de aquel infernal recorrido. Apenas ha podido descansar y desde luego, sus heridas continúan dejándole hecho polvo. A pesar de eso habían llegado sano y salvo a la base, y eso era lo importante. Ya allí podrían descansar y recuperarse de las heridas sufridas por el combate.
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
En casa, estaban en casa.
El ceño que había lucido durante prácticamente todo el largo y complicado trayecto de vuelta, se suavizó cuando vieron de lejos los imponentes muros de la Finca, y acabó por desaparecer cuando Arlesha y Cerberus les dieron la bienvenida.
No estaba herida, de modo que no requería los cuidados que sí precisaban otros abajo en la enfermería.
-Si no me necesitas inmediatamente, Intius, me voy a dar un largo baño caliente, activando cuantos sistemas de masaje, burbujas, sales y aromas pueda encontrar.
SPECULA MARIS:
090.816M41.
HORA LOCAL: 12:05.
Vuelta a aquello que se podía llamar hogar, no lo era, pero no tenía nada más que se le pareciera. La recepción fue amable, no era poco para él. Las heridas seguían en su torso y aunque le molestara reconocerlo seguía dolorido. Iba a necesitar tomarse las cosas con calma los próximos días.
—No soy el que peor parado salió de la misión, si necesitáis priorizar las atenciones médicas os podéis encargar de alguno de mis compañeros primero. Yo puedo esperar —dijo con rotundidad y una sonrisa de medio lado con la que trataba de enmascarar el dolor.
Intius lo había puntualizado bien, otros se habían llevado la peor parte, él mismo había sido imprudente y eso le había costado unos disparos a bocajarro. La armadura y su pellejo duro habían soportado aceptablemente bien el castigo. Sus ojos se desviaron hacia Renata cuando ésta declaró su posible destino y un corto suspiro de pena salió de su boca.
TRANSCURREN SIETE DÍAS.
FINCA SPECULA MARIS:
097.816M41.
HORA LOCAL: 12:00.
Habían transcurrido siete días de descanso y curación, mientras los Acólitos se recuperaban de sus heridas, descansaban, y redactaban sus Informes de Misión Inquisitorial.
Cerberus se encargó cuidadosamente de la destrucción de los Cognomen falsos, de tal forma que todo intento de rastrearlos tan sólo condujera a un accidente que se había producido en el desierto cercano a Ambulon. Dos girocopteros habían chocado, según la historia oficial, acabando con un grupo de mercenarios independientes contratados por el Gremio de Joyeros de Ambulon.
Todos habían recibido sus ingresos mensuales habituales, ahora depositados en sus identidades oficiales, las de los Cognomen del Coblast. Para la siguiente misión, cuando se produjera, todos los agentes de campo iban a necesitar nuevas identidades.
TRANSCURRIERON CUATRO MESES.
FINCA SPECULA MARIS:
217.816M41.
HORA LOCAL: 21:00.
// SE CIERRAN TODAS LAS ESCENAS NARRATIVAS DE LA PARTIDA.
217.816M41.
Habían pasado ya cuatro meses desde el regreso a la finca cuando, esa noche, Intius Varnias citó a todos sus hermanos en la Sala de Reuniones de la planta baja. Se había vestido con suma corrección y esperó a que todos se presentaran, sentado a la cabecera de la mesa de reuniones. No hubiera podido decirse que estaba enfadado, pero sin duda, sí que estaba serio y que su rostro reflejaba preocupación.
- Saludos a todos hermanos- dijo cuando todos estuvieron presentes y sentados- Seré breve. He recibido una información de Su Eminencia, el Sagrado Inquisidor. Me ha indicado que está satisfecho con el comportamiento de la célula y que nos manda, a todos, su enhorabuena. Del mismo modo ordena que nadie haga referencia, ni mencione, el símbolo que algunos encontramos en nuestra última misión. Tal circunstancia debe ser considerada, a todos los efectos, como inexistente. Espero de aquellos de vosotros que sabéis a lo que me refiero la máxima discreción y escrúpulo en el cumplimiento de esta orden inquisitorial. También me indica que debemos continuar con el análisis del tráfico planetario de comunicaciones en Escintilla, y el procesado de datos procedentes de la misión en Iocanthos. Por último ha decidido confiarme por defecto el liderazgo de la célula inquisitorial, tanto en la base, como en las misiones, por supuesto, salvo que él decida otra cosa.
217.816M41.
Valerius no tenía ni idea de por qué Intius les había reunido. Se sentó en el primer lugar que vio libre, aunque siendo animales de costumbres casi tenían ya cada uno sitio asignado en aquella sala de reuniones.
Y escuchó. Asintió solemne a los agradecimientos enviados por el Inquisidor, aunque no eran necesarios. Después de todo era su sagrada misión proteger a la humanidad y cumplir con la voluntad del Emperador.
La orden que sobrevino después acerca del símbolo le llamó la atención. Sus ojos permanecieron indescifrables tras las gafas. Simplemente se limitó a realizar un levísimo asentimiento de comprensión. Si era lo que el Inquisidor ordenaba, así sería.
Y finalmente, un nombramiento. Intius sería la nueva cabeza de la célula inquisitorial hasta nuevo aviso. Era lo lógico, lo coherente.
- Enhorabuena hermano Intius. - Le felicitó. Era todo un honor servir así al sumo Inquisidor, y por ende al Emperador. Se llevó una mano al pecho en un saludo imperial. Pronto volverían a su monótona y aburrida vida monitorizando comunicaciones, pero lo creyeran o no, así era como salvarían nuevas vidas imperiales de agentes del caos, aliens y enemigos de la humanidad.