SIBELLUS: ESPIRA: CASA BORELLA:
079.816M41.
HORA LOCAL: 20:30.
// Entran en escena: Annius, Arao, Nataly, Titus, Vassily. - Proceden de: Casa Strophes.
SIBELLUS: ESPIRA: CASA BORELLA:
079.816M41.
HORA LOCAL: 19:45.
Al día siguiente del encuentro con Orday, Julia había dispuesto que los Acólitos pudieran asistir a una función presentada en casa de una de las más influyentes financiadoras del Coro del Júbilo, Lady Tanae Borella.
Los miembros del séquito acuden ataviados con las ricas vestimentas que les ha proporcionado Julia Strophes, representando el papel del primo noble, Annius Verna Strophes, dos de sus guardaespaldas, su secretario personal, y su actual cortesana consorte.
El gran patio abierto en el que os encontráis se encuentra situado alto en la espira de la colmena. El muro norte de la estancia es una sola ventana masiva que proporciona una vista magnífica del sol poniente y del agitado mar que golpea contra los acantilados de granito bajo los límites occidentales de la Colmena Sibellus.
La habitación es oscura, iluminada por unos pocos candelabros espaciales, por los ropajes de los nobles asistentes siguiendo las exigencias de la moda del tejido de aethyr, y los contenedores de bebidas.
Todos los presentes están bebiendo de copas de cristal hilado en intrincadas espirales. Los ponches han sido tocados por trazas de fosforescencia, causando que cada copa parezca una estrella que brilla suavemente, pronto extinguidas por los nobles.
Julia Strophes os ha traído hasta aquí para mezclaros con algo de la alta sociedad de Sibellus. Lady Tanae Borella, la patrocinadora de la fiesta, es una renombrada seguidora del Coro del Júbilo, lo que hace de esta la ocasión perfecta para introduciros a la nobleza local. Parece que Julia se está divirtiendo, obteniendo cierto regocijo malicioso al presentaros por vuestros actuales nombres e identidades. Por suerte, gracias a sus esfuerzos recientes, estáis bien preparados para representar vuestro papel.
Discretamente, Julia os señala quién es quién, y quienes de los presentes no son demasiado importantes y quienes sí.
La persona más relevante es la propia Lady Borella, de quien Annius debería de conseguir una invitación para asistir a la Corte de Alabastro.
Otras personas relevantes entre los invitados son: Sorkat Authwaite, Malene Trun, Lard Raephen Verence, Siprit Daneen, y el Consejero Cort Abroag.
SIBELLUS: ESPIRA: CASA BORELLA:
079.816M41.
HORA LOCAL: 19:45.
Cinco años de oscuridad, de ordalía tatuada a fuego en su piel, de ignorar si viviría un minuto más, de sentirse culpable por algo que ni siquiera había podido controlar, de algo a lo que ni siquiera había invitado, un pecado que lo había vuelto aún más huraño, más reseco, menos sociable. El Emperador estaba ahí fuera, omnisciente, omnipresente, todopoderoso, un faro en medio del universo, un Saturno caníbal que devoraba a sus hijos, a sus hermanos.
Y ahora, en un nuevo plano de redención y demostración de su potencial valía, observaba a través de aquel gran ventanal aquella extraordinaria imagen, del ocaso peinando las crestas de las olas que rompían incansables contra la pared que acabaría siendo derruida por efecto del tiempo y de la voluntad del mar. A sus espaldas, las cenitales luces, las volantes y fugaces estrellas que tan solo el dinero podía proporcionar. Un mundo dividido en dos. Una eterna humana. Dinero o ausencia del mismo. El exceso o la carencia.
Y en medio de aquel océano de superficialidad y vanidades, Lady Borella, aburrida dama que había hallado en el Coro del Júbilo un pozo en el que derrochar su fortuna de forma presuntamente filantrópica. Sin duda, la riqueza daba oportunidades pero no inteligencia. ¿Quizás ella también se refugiaba en el gozo de poder satisfacer su adicción a aquella nueva droga?
Se mantuvo en un discreto segundo plano, aquel que le correspondía, conforme eran presentados a unos y a otros. Una breve y correcta salutación fue su respuesta en todo momento, consciente de que sus supuestos orígenes disculparían el no corresponder al protocolo local.
Aguardó paciente a que todo aquello concluyera. Cada uno debería de representar su papel y tratar de obtener el máximo de información posible de entre los presentes, pero antes sería necesario que Intius, ahora Annius, diera las pertinentes órdenes. En aquel momento, juguetearía con una de aquellas hermosas copas rebosantes de ponche y luz, y se mezclaría con aquellos desdichados seres que creían que el Emperador velaba por ellos y se preocupaba por sus destinos, en un mensaje de esperanza tan hipócrita como falso.
SIBELLUS: ESPIRA: CASA BORELLA:
079.816M41.
HORA LOCAL: 19:45.
La labor de un guardaespaldas era callar y no hablar a no ser que alguien se dirigiera a él. Eso al vostroyano le había quedado meridianamente claro, e internamente daba las gracias por ello. No era el conversador más sutil e inquisitivo de la Galaxia, por decirlo de algún modo, así que cuanto menos abriera la boca, mejor.
Sin embargo, eso no quería decir que su trabajo fuera a ser fácil. Aquel sitio no le gustaba. Abierto, a oscuras, y con los objetivos marcados por aquellos estúpidos ropajes como si fueran alguna especie de baliza señalizadora. No le costaba imaginar alguna clase de ataque teniendo lugar, aunque probablemente los guardaespaldas reunidos pudieran rechazarlo... Si es que no eran los propios guardaespaldas los que lo iniciaban, claro.
SIBELLUS: ESPIRA: CASA BORELLA:
080.816M41.
HORA LOCAL: 02:45.
Habían transcurrido largas horas sin que el grupo consiguiera grandes avances. Educadamente, todos parecían ningunear e ignorar al noble de Fenksworld y a su séquito, y lo iban derivando a seguidores de decreciente importancia y mérito.
Finalmente, cuando la velada parecía perdida, gracias a Julia, Annius tuvo la ocasión de hablar con Lady Tanae Borella, quien pareció favorablemente impresionada por el tosco noble marginal y le extendió una graciosa invitación para acudir en otra velada a la Corte de Alabastro para conocer a Caros Shoal, el fundador del Coro del Júbilo.
Era ya tarde cuando la comitiva emprendió el regreso a la Casa Strophes.
// Salen de escena: Todos. - Siguen en: Casa Strophes.