Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Tercero.

Sólo en la Muerte Termina el Deber.

Cargando editor
06/02/2020, 21:43
Inquisición.

SÓLO EN LA MUERTE TERMINA EL DEBER:

Notas de juego

- Escena informativa no interactiva.

Cargando editor
06/02/2020, 21:44
Insignia Inquisitorial.

MUERTE:

Los Acólitos e Inquisidores del Cónclave Calixiano reciben numerosos honores en la muerte con los que muchos ciudadanos imperiales no podrían ni soñar. Si alguno de sus miembros muere en cumplimiento del deber, el nombre del fallecido se transmite a los sabios amanuenses del Cónclave. Esta antigua casta de lexiconógrafos anota los nombres de los muertos en voluminosos tomos encuadernados en agrietado cuero y cubiertos de aceites conservantes.

Los cráneos de siervos especialmente honorables se machacan en morteros funerarios, y el polvo de sus huesos se utiliza para fijar la tinta sobre las páginas de vitela. Una vez completado uno de estos tomos (algro tristemente frecuente), es sellado con oro y plomo. Finalmente, estos libros dorados se envían a Terra, donde se almacenan en inmensas criptas de datos subterráneas para que yazcan cerca del mismísimo Emperador por toda la eternidad.

Esta práctica se conoce como "descripción", y muchos Acólitos usan las expresiones "ha sido anotado" o "le han dorado" para referirse a camaradas muertos.

Cargando editor
06/02/2020, 21:45
Insignia Inquisitorial.

LAZERUS-20-SILON:

Lazerus-20-Silon.

MUERTO LA MADRUGADA DEL 162.810M41 POR UN AGENTE LOGITIVISTA EN COSCARLA SUR, COLMENA SIBELLUS, PLANETA SCINTILA, CAPITAL DEL SECTOR CALIXIS, SEGMENTUM OBSCURUS.

Bizzzt

Bizzt--shhg-biizt

Un zumbido persistente, junto a un piloto en rojo que se negaba a apagarse.

Era la única prueba de que aquella carcasa metálica que yacía inerte en el suelo de Coscarla había podido moverse en algún tiempo pasado. El cuerpo decapitado de lo que antaño había sido el Mecartesano Lazerus-20-Silon yacía sin vida entre los de otros infames pandilleros.

Nunca se sabría quién había sido, empero. La Inquisición se encargaría de ello, para ocultar su presencia, su intervención en aquellos horribles experimentos que el tecnosacerdote había frustrado en parte, gracias a su unidad.

Lo que había sido la parte frontal del cráneo de Lazerus había estallado como resultado de una mortífera ráfaga de disparos a bocajarro realizados por el primer falso magistratum que descubrió al tecnosacerdote. Durante varias semanas, Lazerus se había acostumbrado a caminar en silencio, a ocultar su presencia para no delatarse a sí mismo ni a sus compañeros. Resultó evidente que no practicó lo bastante.

El ajado vocosintetizador había volado unos metros más allá del cuerpo. Nunca más ocultaría la mellada dentadura de su dueño, ni volvería a sacar de quicio por su estridente sonido a máquina parlante a sus compañeros. Un líquido oleaginoso escurría mientras tanto de la mano del fallecido. Aferraba un pequeño vial de cristal, hasta entonces repleto de aceite sagrado. Ahora mancillaba su esencia con el polvo de la calle.

Lazerus-20-Silon no volvería a funcionar. Ya no era apto para servir al Omnisiah.

Biiizt

Bi...

...

Notas de juego

- Nacido en 792M41, en el mundo forja Ciclopea, en la Periferia del Sector Calixis.

- Tecnosacerdote, rango Mecartesano.

- Acólito del séquito del Gran Inquisidor Zerbe de la Cábala Tiranista, Cónclave Calixiano, Ordo Hereticus.

- Cuando todavía no era más que un aspirante recién reclutado participó en una misión con éxito en la Mina Gorgónida, en el planeta Sepheris Secundus.

- Ya como Acólito inquisitorial provisionalmente asignado al Séquito del Gran Inquisidor Zerbe participó en una misión fallida en la División Coscarla Sur, Colmena Sibellus, planeta Escintila (Capital del Sector Calixis, Segmentum Obscurus). En esa misión perdió la vida, siendo asesinado por un agente Logitivista.

Cargando editor
06/02/2020, 21:45
Insignia Inquisitorial.

HERMANA CANTUS SCYTHIA:

FALLECIDA LA NOCHE DE 356.810M41. EN EL PLANETA IOCANTHOS (DEMARCACION GOLGENNA, SECTOR CALIXIS, SEGMENTUM OBSCURUS), A MANOS DEL QUE FUERA EL ABAD OLRAND SKAE, POSEIDO POR EL QUE BAILA EN EL UMBRAL.

En el centro de la catedral, sobre un altar recubierto de flores de fuego fantasma, se hallaba un Aristarchus ensimismado por las luces de las cartas del Tarot.

Cuando Vladimir entró en la catedral y gritó al Vidente, éste abrió los ojos y vomitó un torrente de palabras enrevesadas. Scythia no entendió ni una a pesar de que conocía el idioma. Más atrás distinguió la figura del abad Skae. Claramente ya no era el mismo, su sombra se distorsionaba, sus miembros se estremecían espasmódicamente, tenía la cabeza gacha y todo su cuerpo temblaba. Para la sororita estaba tan claro como la resplandeciente luz del Emperador que había una fuerte aura demoníaca en el interior de la catedral. Y todo apuntaba al Abad.

Por encima de ella ya no se divisaba el techo de la catedral. En su lugar una masa de oscuridad disforme intentaba abrirse paso al mundo. Y en opinión de Scythia sólo Aristarchus se lo impedía.

La hermana superó el miedo que amenazaba con paralizarla y se sintió tan furiosa que ignoró la fatiga que recorría su cuerpo. Sentía la influencia mental demoníaca pero había sido entrenada para enfrentarse a ello. Apretó los dientes con furia, sujetó el espadón y trató de cargar en dirección al Abad.

Éste comenzó a hablar con voz gutural y distorsionada. Arrastraba los pies de un modo engañosamente lento, pero en realidad era rápido pues distorsionaba el tiempo y el espacio a su alrededor. Clavó en los compañeros sus ardientes ojos blancos. Unos ojos difíciles de olvidar.

Tras unas palabras del Abad, que Scythia ignoró pues obviamente iban destinadas a distraerles de su objetivo, la hermana cayó en trance y soltó el espadón. Comenzó a avanzar en dirección al Abad sin ningún control sobre su cuerpo. Y algunos de sus compañeros igual.

Scythia se sentía hipnotizada pero al mismo tiempo le consumía la rabia y le hervía la sangre por  la justa ira de la fe. Sabía que Skae o lo que fuera ese ser estaba jugando con su mente. Y había sido entrenada para hacer frente a esas amenazas. Tras un instante de lucha, finalmente la sororita se liberó del influjo maligno de la Subyugación del milagro de San Drusus, y bastante furiosa retrocedió para recuperar su espadón.

Escuchó de fondo la voz de Tauron que parecía comenzar una letanía de expulsión; y la sororita sonrió cayendo en la cuenta de que ella también conocía esa letanía de la época en que estudió en la Catedral de Tarsus. Eso les daría al resto una oportunidad. Trató de avanzar de nuevo pero se detuvo al percatarse de que Tauron ya no estaba continuando con la plegaria. La había interrumpido y la sororita miró en dirección al sacerdote levantando una ceja interrogativamente. ¿Habría caído bajo el influjo del Abad?

Desde luego no lo parecía. Tauron comprendió la mirada de la sororita y se puso a cubierto para continuar con la plegaria. La joven aferró de nuevo el espadón y avanzó hacia lo que en su día fue Skae.

Estaba agotada y las múltiples heridas anteriores no habían sanado todavía. Sólo su fuerza de voluntad mantenía a la hermana en pie. Sopesó sus posibilidades. Prácticamente nulas.  No encontró nada alrededor que pudiera servirles y parte de sus compañeros seguían bajo el influjo del ser. Enfrentarse a él sola sería una locura pero debía ganar tiempo para sus compañeros. Por el Emperador. Quizá ganara unos segundos preciosos, suficientes para que Kurt y Renata se liberaran de la subyugación. Quizá incluso pudieran abatirle disparando.

Vio venir al demonio a toda velocidad. Scythia esperó. Cuando consideró que estaba lo suficientemente cerca se acercó y golpeó con todas sus fuerzas. Falló.

Skae no. La criatura que fue el abad golpeó con sus manos a la sororita. El primer golpe impactó en el duro caparazón que usaba como armadura, lo que la salvó de morir dolorosamente. Pero con el segundo golpe no tuvo tanta suerte. El abad le agarró de la pierna izquierda y desgarró su carne con un horripilante sonido de rasgar, salpicándolo todo de sangre. Scythia ahogó el estremecedor grito de agonía que cualquiera en su lugar hubiese proferido, pero no logró detener la hemorragia.

No tenía miedo. No había lugar para el dolor. La luz del Emperador le esperaba al otro lado.

En silencio la hermana sororita cayó al suelo y murió en medio de un gran charco de sangre. Sus últimos pensamientos fueron de autoconsuelo. Había logrado algo de tiempo para que sus compañeros acabaran su obra. Y sólo le esperaba la gracia del Emperador.

Notas de juego

- Nacida en 790M41, en el planeta Escintila, Capital del Sector Calixis.

- Formada en la Schola Progenium y posteriormente en la Catedral de la Iluminación en Tarsus como Sororita Templar, Defensora de la Fe.

- No era oficialmente Acólita de la Inquisición, pero como Sororita fue asignada en dos ocasiones para combatir junto a miembros del Sagrado Ordo Hereticus.

La primera ocasión fue en la Mina Gorgónida, en el planeta minero Sepheris Secundus.

La segunda, y que le costó la vida, fue en el salvaje planeta Iocanthos.