Partida Rol por web

Frente a ustedes y a pesar de la oscuridad estaba el monumento que Dionisia pintó. El cielo oscuro estaba lo bastante iluminado para verle. Era imponente, pero totalmente atemporal. No parecian ser ruinas inglesas, ni druidas, ni nada que se diera en este pais.

El viento calmado movia los pocos arboles al rededor.

El  monumento está un valle oculto entre montañas. Los sonidos de ranas aún se sienten cercanos, y un olor terroso y salino inunda el lugar.
 

Vuelves a tener la sensación extraña en tu estomago.

Katharina caminaba de forma lenta, esperando que sus movimientos llamasen la atención de alguien que le confundiese con Dionisia o de ver ella misma a su hermana. Probablemente, de haber sido de día podría haber apreciado la belleza del lugar pero la noche, la presencia del depravado que había amputado la pierna a aquel hombre y la lluvia hacían que no pensase en eso. De vez en cuando lanzaba miradas a su tía para comprobar como llevaba el exceso de barro y el camino angosto. El olor a sal la tensaba. La costa estaba lejos y aquel olor era extraño. ¿Habría algún lago salado?

Katharina rebuscó en su archivo mental información sobre leyendas, historias y refranes que hubiese leído en sus libros. Algo que la recordase a aquellos edificios tan extraños...cuando de pronto volvió a sentir aquella presión en el estómago que la obligo a pararse junto a un árbol y doblarse de puro dolor. 

El olor salino  en un lago de agua dulce era un hecho extraño. Hay historias asociadas a templos indigenas o ancestrales cerca al mar donde se adoraban distintos dioses. Pero ¿acaso no era este un lago de agua dulce?. Ciertamente algo no cuadraba.  Agua sal y dulce ocurre en ciertos lugares, donde hay especies adaptadas pero no aquí.

Conoces de ciertos edificios de barro en el Peru, pero la arquitectura no  es la misma que esta forma, y además estan muy lejos de esos terrenos. Otra opción era Africa donde las tribus indigenas  utilizaban el barro para sus construcciones, ahora que te das cuenta, la construcción que tienes al frente tiene cierto parecido a las que viste en los libros. Es posible que tenga cierta influencia aunque eso no explicaria porque llegaría aquí. Dichos edificios eran especie de templos, sitios importantes de la cultura local.

Poco a poco la sensación en el estomago se calma, con tu reflexión tienes ciertas respuestas pero también muchas dudas.

A lo lejos puedes ver una especie de simbolo, aunque no hay una entrada aparente. Ciertamente debe tener una.

Paraguas en mano, Bella parecía más una exploradora del Congo con un machete que una dama de Southampton. Entre imprecaciones y maldiciones contenidas iba apartando plantas y evitando charcos, así hasta que al alzar la vista vio el grotesco monumento que se recortaba en las estrellas.

Con un escalofrío en la sangre, no pudo evitar echar una nerviosa mirada a los otros, momento en el que vio a Katharina doblarse de dolor nuevamente. Acercándose a ella y poniéndole una mano cariñosamente en la espalda, como quien tiene miedo de la respuesta, preguntó a su sobrina.-¿Esta cerca? ¿Sientes a Dionisia cerca?-. Para Bella era ya evidente que había algo que unía a sus sobrinas. Lo había sabido tiempo atrás cuando le tomaban el pelo haciéndose pasar una por otra, o cuando contestaban ambas a la vez a los interrogatorios de Bella. Pero estos últimos días, y con los síntomas que había mostrado Katharina, Bella ya no daba lugar a dudas que esa unión era mucho más profunda.

Jonas no tenía ni idea del origen de aquellas ruinas, para él todas eran iguales. Él no era un hombre excesivamente ilustrado, su ingreso en el ejército cuando era joven no le dejo continuar sus estudios. A pesar de todo, suplía su falta de cultura con un buen puñado de sensatez, e intentaba siempre que le era posible sacar provecho de sus otras cualidades. De este modo decidió permanecer alerta para proteger a las señoritas, y se adelantó unos metros, semi oculto en la maleza para intentar que el grupo no cayera en ninguna emboscada. Cuando fue soldado siempre se las apaño para ser un buen explorador, asi que hizo un gesto a sus compañeros masculinos, para en silencio indicarles que permanecieran alerta a sus indicaciones, y que se adelantaría como hombre en avanzadilla, y por supuesto, revolver en mano.

Está...está en problemas pero viva...—en aquel momento Katharina no era consciente de la pregunta que había hecho su tía. Tan solo respondía automáticamente. Igual daba que la hubiesen preguntado por el tiempo o por la marca de corset que utilizaba. Hubiese respondido sinceramente y con tono calmado. Sin darse cuenta de lo que pasaba y de las indicaciones de Marchoud, Katharina se acercó y posó la mano en el hombro del joven. Creo que han sido negros... Ese edificio no es de aquí. Los edificios de barro son peruanos... y africanos. Creo que es un templo. Además huele a sal ¿no lo notan? Agua dulce y salada...eso no es típico de esa zona—explicó Katharina haciendo gala de sus conocimientos en Historia Natural y en civilizaciones antiguas.Creo que hay una entrada por allí...es posible que tengan a mi hermana drogada, para sacrificarla en algún absurdo ritual pagano.

Katharina tenía el rostro cansado y nunca había parecido tan débil como en aquel momento, pero no tenía ninguna intención de renunciar.

Lo que dice Katharina se siente extraño. Miras hacia el lugar, y no ves nada raro. Ni siquiera la entrada que ella manifiesta ver.

Se acercan al edificio, cuando lo hacen pueden ver un puente hecho de barro, debajo de él hay agua. Pantano. No se escuchan sapos, el agua esta algo viciada.

“Katharina” – Dijo Jonás en voz baja. – “Manténgase junto al grupo. Yo voy a adelantarme unos metros por delante, será más fácil de esta forma evitar una emboscada” – Al menos para el grupo, pensó para sus adentros. – “Así que ahora vaya junto a su tía, e intente concentrarse en hallar alguna pista en el entorno”. Recogió su mano del hombro e hizo un gesto invitando a la muchacha a retroceder con los demás. Aunque con un gesto muy galán, estaba despachando a la señorita al fin y al cabo.

A continuación se acercó al puente. Intento divisar algún arbusto o saliente en el que mantenerse oculto.
 

Tía Bella observó con ojos desmedidos la estructura.- ¿Peruanos? ¿Africanos? ¡Por el buen rey Jorge, querida, estamos en Inglaterra!- No pudo evitar exclamar. Aún así miró intentó repasar mentalmente lo poco que sabía de esos continentes y pocas luces sacó, más que varios "mandingos" con taparrabos dando saltos rituales. Cogiendo con fuerza su paraguas, se mantuvo a la expectativa de que los hombres se adelantaran y franquearan el paso.

Cuando pasan por el puene algunos pueden ver una escena ya conocida. Miles de peces muertos al rededor, como los millones que había en el lago. Al pasar por el sector encuentran una pared en barro, no se ve ninguna puerta evidente, pero el edificio es tan grande que debe haber alguna.

Un simbolo se ve en la pared de barro

Katharina había obedecido al agente de policía hasta aquel momento, pero cuando vio los peces comenzó a atar cabos y no pudo evitar acercarse al río para tocar el agua y llevárselo a la nariz primero oliéndolo y luego, sin tragarlo, a los labios, para comprobar si el sabor era salino. Después se acercó al símbolo pero no estaba segura de haberlo visto. Parecía una especie de insecto con seis patas pero no tenía mucha idea de que podía ser. Como hipnotizada lo tocó.

Sí... es raro... Aquí no somos tan espantosos como los americanos. No hay ningún emplazamiento de esclavos, pero...tenemos que tener cuidado. Si tienen sus armas típicas... son flechas y estarán envenenadas. Tan solo con que nos rocen la piel podrían...

No tienes ni idea de que se trata. Nunca lo habias visto.
 

-Visto lo ocurrido con el desdichado de Lewis, no parece que nuestro posible asaltante tenga especial afición por las flechas o los dardos.

En cualquier caso la precaución que sugería la muchacha no era desdeñable, y tras proveerse de un rama de cierta longitud a modo de vara el doctor empezó a tantear con ella la pared, empezando por el símbolo, por si hubiera algún mecanismo de apertura. Además sería interesante comprobar si esa pared estaba hueco o no por el sonido que les devolviera.

La muerte de mi joven ayudante me había llenado de una profunda tristeza. Caminé cerrando el grupo con mi cabeza dando vueltas a la situación, cuando regresásemos a Foul Hole Wood tendría que trasmitirle las malas noticias a su familia. Pero sabía que esas noticias serían un poco más llevaderas si atrapábamos al culpable en lugar de dejarlo escapar.

En esos momentos tenía un objetivo y ni los peces muertos, los peruanos o los negros impedirían que encontrara al asesino de Lewis. Algo me decía que la persona que buscaba estaba dentro del misterioso edificio de barro y lo primero que debía hacer era ayudar al doctor Oulard a encontrar esa puerta.

Bella empezaba a estar un poco más que asustada. Hombres con armas, su sobrina como poseída, un templo peruano y peces muertos por doquier. Por suerte tenía en su mano el paraguas y llevaba puesto el sombrero, y eso la tranquilizaba. Una dama siempre debía estar preparada para todo.

Acercándose hasta el dibujo que había tocado su sobrina, poco pudo aportar al asunto.-¿Un pulpo? ¿Un calamar? Con tantos peces muertos esto podría ser alguna especie de piscifactoría defectuosa…- contribuyó mirando recelosamente el río lleno de animales muertos.

Cuando el Dr toca el simbolo. Se escucha un movimiento seco.

Se abre una puerta lateral.

Agua salada, y peces de agua dulce, no parece ser una buena convinación. Posible se lo debas comentar al médico. Algo en el ambiente no cuadra. Las explicaciones de muchas culturas que da la joven, no parecen cuadrar con la realidad, al parecer esto puede ser algo nuevo...aunque no sabrías como explicarlo.

Jack.- Le dije al doctor arrimándome a su lado.- Este agua apesta más a mar que el embarcadero de Plymouth. ¿No se supone que los lagos son de agua dulce? Tal vez los peces hayan muerto por contaminación salina. Pero ¿Qué la ha provocado?

No sé.- Negaba con la cabeza mientras hablaba.- Hay algo en este sitio que no cuadra, como si estuviese fuera de lugar. No sabría explicarlo.