—Soy Anjum, le llamo porque hemos encontrado a alguien... y quizá no quiera esperar a la noche para tirar del hilo: uno de nuestros contactos ha recordado algo que le hicieron olvidar. Es un catáfilo.
Puedo recogerles en el lugar que me digan y llevarles con él. O puedo reunirles aquí, en el Hotel Crillon.
Mis ojos se abrieron como platos ante la contemplación de lo que emergió de la piel, podía aseverar con certeza que nunca en mi vida había visto algo así, tan hermoso y terrible. Las líneas y curvas, los colores, luces y formas de nuestra dimensión son bastante simples pero elegantes comparados con los de otras y sus características son difíciles de asimilar por nuestro cerebro. En cierta forma esas garras y esas alas me hicieron recordar a la mitología egipcia y lamenté que se hubiera muerto, por el otro no sabía si de estar vivo hubiéramos podido reducirlo o lograr que nos sirviera de algo.
Me llevé una mano a la boca cuando exhaló su último suspiro y miré a Gabriel -Yo no creo que hubiera podido hacer nada, esto excede mi área -me sentía impotente. Tenía que ampliar mis conocimientos rápido si iba a encontrarme con seres de este talante.
Acepté los guantes que me ofreció Daniel y se los agradecí con una inclinación de cabeza. Miré el betún y recordé -Édith me había dicho que se pintaban con betún para soñar... -toqué el brazo del muerto, un escalofrío me recorrió como si de pronto me hubiera dado de cuenta de lo grave que era que pudieran transportar un cuerpo de un plano inmaterial a uno material. Sin embargo, la afirmación de Gabriel me sacó de mis cavilaciones -¿Cómo que están en otro sueño? ¿El sueño de quien? -pregunté y los miré. Eso no estaba bien.
El teléfono de Daniel sonó y me giré para ver cómo estaban el resto de los presentes en la habitación.
—El lugar en el que fueron al dormirse no era el paraíso que esperábamos.
Miró el cadáver con cara grave y se agachó para recoger su capa de piel de lobo.
—No es que no fuera ese sitio, era el que describió Mats, pero se había convertido en una pesadilla muy cerrada… Creo que Elliot tuvo que abrir una puerta para salir, en una cabaña. No sé a qué sueño, quizá a uno suyo, o de Mats.
Miró a los durmientes.
—Pensé que habrían despertado.
Las palabras de Gabriel me dejaron preocupada, si se suponía que debían haber despertado y no lo hicieron... Los miré de reojo y decidí volver a intentar regresar a Elliot como él me había dicho. Caminé hasta el costado de la cama y me agaché hasta su oído en donde dije las palabras que me había indicado con las manos tapando mis labios para que quedaran entre él y yo, tal como me había pedido.
Motivo: Tratar de despertar a los dormilones
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+4)=10
Motivo: Tratar de despertar a los dormilones (psiché)
Tirada: 2d6
Resultado: 11(+6)=17
Hice una tirada con pneuma y otra con psiché porque no estaba segura de cuál era la necesaria.
Mis labios estaban a solo centímetros de su lóbulo y pronunciaron su nombre -Escúchame Julian Elliot Gwilym. Escucha mi voz, te invoco, te estoy llamando como me pediste que lo hiciera -murmuré -Están en peligro. Tienen que despertar.
ay, por más que quiera tengo poca puntuación XS
Y así estaba mas desconcertada aun. No había conseguido nada del cuerpo que habia revisado. Clem tampoco y despues de conversar con Gabriel su cara de preocupacion hizo que me angustiara. Estaba nadando en aguas completamente desconocidas para mi y ahora se apagaba la luz.
Que hago???
Se suponia que la doctora sabria que hacer, despertarlos si era necesario, pero parecia preocupada y eso aumentaba mi ansiedad. Mire a Daniel como para encontrar sentido y volví con Clem una vez que se acercó al rubio. No quise interrumpier lo que fuese que estuviese haciendo pero queria estar a su disposición por si necesitaba algo.
No hacer nada me estaba poniendo muy nerviosa.
Podré fumar aqui?
Lo que escucho de refilón de la conversación entre el chaman y Clementine implica negras posibilidades. Mi ceño se comprime circunspecto mezclando esperanza y desanimo.
Hay que hacer algo y hay que hacerlo pronto. ¿Pero que y como? No se me ocurre que opción respondería mejor a las circunstancias.
El sueño nos esta vedado sin otro soñador. Y el mas cercano es Edith y volverla a mezclar con los Otros no es una alternativa.
Gabriel, el chaman, parece que se ha quedado estancado y bastante ha hecho eliminando al acechador.
Si los otros miembros de la Oposición están rondando, la atención se dirigirá hacia quien les ha dado un golpe. Como mínimo dividirá las fuerzas si no las atrae todas.
Clementine parece dispuesta a probar una ultima cuestión. Algún procedimiento que ha sido pactado.
Un ligero pensamiento pide que así sea mientras comento con Leah lo que nos han transmitido.
- Es Anjum, la colega de Ophelia, nos llama porque han encontrado a alguien...: uno de sus contactos ha recordado algo que le hicieron olvidar. Es un catáfilo. ¿Alguien sabe que es eso?
- Nos indican que nos pueden recoger donde le digamos y llevarnos con él. O puedo reunirnos, en el Hotel Crillon.
Tal vez sea una pista para encontrar el acceso a donde esta Sophie - digo expectante a ver si podremos contar con todos.
Elliot despertó abriendo los ojos poco a poco. La doctora tuvo una sensación similar a la que sentía cuando reanimaba el corazón de alguien en parada. Más que despertar, parecía que naciera.
Antes que ver escuchó a Daniel preguntando qué es un catáfilo y diciendo algo de una pista, alguien que había recordado, o algo así.
Cuando el soñador se incorporó se dio cuenta de que estaba esposado a Mats, que seguía profundamente dormido. Junto a él, sentadas en la cama, Clementine y Leah, esta última visiblemente nerviosa.
De pié Gabriel se abrochaba los botones de su camisa, observándole como también le observaba Albin, junto a él, pero éste último con una pistola en la mano.
Entre el chamán y el policía yacía el cadáver desnudo de un hombre, desmembrado, en un charco de sangre con vetas negras, como de tinta.
Sangre fría y Mente serena.
Dos cosas que necesito ahora mismo y que no es que sean de lo mejor de mi repertorio.
Pero por necesidad, las tripas se hacen corazón, y la calma y la paciencia se forjan.
O al menos se apuntalan.
Dejo mis ultimas palabras en el aire y me preparo para otras.
No me va hacer falta comentar a Clementine que revise al recién regresado ni a Matts. Seguro que lo ha pensado un segundo antes que yo.
Elliot parece el descarte de los sparrings de un buen contrincante. Aunque pensándolo mejor, que él se presente semi-lucido y Matts no puede que lo eleve a Figura no a figurante.
Que solo él este despierto es inquietante, tanto pensando bien como mal.
Pero se le cedió, al menos por mi parte, el beneficio del juicio de sus actos y no de los prejuicios y así se va a quedar, mientras no demuestre lo contrario.
También es verdad que el tal Gabriel, el Chaman, lo ha acompañado y protegido y no lo ha traído atado en un fardo como a la carroña sobre el suelo de Madame Gresta. Buen punto a favor.
Por lo que cojo aire y tanteo a humedecerme los labios, mas secos que mi garganta con el fin de que mi voz sea clara y firme y lo suficientemente tranquila.
- Hola, Elliot. ¿Recuerdas donde estas? Se que es confuso pero ahora mismo creo que tienes un relato sobre lo que os ha pasado - los señalo a ambos, al aparentemente apacible norteño y a él mismo, con una calma inducida con empeño - una historia de importancia, intuyo, antes de decidir nuestro próximo paso.
Apenas habían comenzado a caminar cuando Elliot sintió la voz de Clementine y su cercanía. Las palabras resonaron en su interior, llamándole, y poco a poco comenzó a escucharlas desde el exterior, junto a su oído. Se sintió arrastrado, sacado a la superficie desde un lugar muy profundo. Elliot sólo había sentido antes una vez lo que era despertar de un sueño tan remoto; entonces había sido el de alguien a las puertas de la muerte.
Oyó a Clementine hablar del peligro y quiso llamar a Mats a despertar, sin embargo fue arrastrado con tal fuerza que en un instante éste ya no estaba a su alcance. Supo que de no ser por la potencia de la llamada de Clementine no habría podido despertar. También supo que no podría tratar de alcanzar a Mats hasta un nuevo ciclo de sueño. Acababa de dejarlo solo hasta la noche siguiente.
Abrió los ojos tras tomar una bocanada de aire como si momentos antes no respirara. Vio entonces a Clementine a su lado. También Leah, Daniel, Gabriel y Albin estaban en la estancia, todos mirándole alarmados, intrigados, con atención. Albin llevaba su arma en la mano y le habían esposado a Mats. Era evidente por sus rostros y gestos que le consideraban potencialmente peligroso.
Despacio se incorporó en la cama, tratando de no hacer movimientos bruscos y evitar alarmarlos cuando al sentarse sobre la cama vio un cadáver en el suelo. Había sido desmembrado y lo rodeaba un charco de sangre mezclada con tinta o algún otro líquido negro. ¿Quién era aquel hombre?
No pudo evitar el sobresalto y miró a todos con gesto de interrogación. También miró a Mats asustado, temiendo por un instante que también estuviera muerto. Entoces Daniel comenzó a interrogarle. Parecía calmo teniendo en cuenta las circunstancias o, más que calmo, profesional.
-Mats se ha quedado solo -fue lo primero que pudo articular mientras tocaba a su compañero aún sabiendo que no podría despertarle- Hemos... Creo que hemos encontrado a Sophie, la entrada del pozo donde está atrapada... De hecho sospecho que es hasta su sueño donde hemos llegado, que es en el sueño de Sophie donde he dejado a Mats... No soy capaz de volver ahora -confesó-, está demasiado profundo, debo esperar a la próxima noche... -era evidente que dudaba de las posibilidades de su compañero-. Es un lugar muy peligroso... Podrían atraparle, podríamos olvidarle... Pero era la forma de llegar a Sophie, estoy seguro que seguirá adelante pase lo que pase.
Volvió a mirar el cadáver, esperando que fueran ellos quien le explicaran quién era y cómo había llegado allí.
Centrándose entonces en las preguntas de Daniel y las palabras que había escuchado al despertar, buscó la forma de ser lo más útil lo más rápido posible:
-He visto la entrada del pozo, la estancia en que se encontraba al menos. Dudo que algo de semejante magnitud, con columnas titánicas, exista en las catacumbas de París. Sin embargo es muy posible que haya una correspondencia con un lugar de este plano, que podamos encontrar un sitio relacionado simbólicamente con el que he visto -tras pensar un instante añadió-. Un catáfilo es alguien que frecuenta las catacumbas, que las explora. Es muy posible que esa persona haya recordado algo fundamental o nos pueda decir donde está el lugar con el que hemos soñado, con el que sueña Mats todavía. Tal vez podamos llegar hasta Sophie antes de la próxima noche y rescatar a ambos.
Miró después a Clementine: "Me has salvado de la muerte o algo peor", expresó con su mirada. No se atrevió sin embargo a pronunciar en voz alta nada más que un "gracias" lleno de sinceridad.
Ver al rubio regresar era una esperanza, y así escuche con detenimiento lo que tenia que contar aunque nerviosa aun de no saber que hacer o como actuar. Al parecer Mats estaba fuera de nuestro alcance y practicamente solo. Solo podia esperar que sus aventuras vueran mucho mas ligeras que las mias aunque si servía de animos para el, sabria que no le dejariamos solo.
La explicación de cañafistolo o como se llamara me dejó un poco sorprendida por los nombres que escogian pero al menos ahora teniamos un plan y una guia.
- Daniel Anjum te dijo donde encontrarle? O te dijo algun sitio de vernos?
Despues de todo haber conocido a Ophelia daba sus frutos y ahora pensaba que tal vez en un futuro trataria de conocerle un poco mejor aunque sin las apetencias alimenticias de nuestro primer encuentro.
Me preocupaba dejar solo a Mats y al no poder hacer nada solo me acerque a el y poniendo mi mano en su cabeza le susurré al oido.
- Vamos por tí amigo. Resiste.
Solo esperaba que no llegaramos tarde, tanto para el como para Sophie.
- Elliot te encuentras bien como para venir con nosotros?
Aunque su rostro parecia normal no imaginaba que tan exhausto podria estar de la experiencia que acababa de pasar aunque podria tener una idea basada en mis experiencias. Si venia con nosotros lo necesitabamos al 100%.
- Dejaremos solo a Mats?
Mire a nuestra amiga la doctora ya que tampoco es que ella pudiera ser muy útil aqui ahora que Mats no podria regresar, pero estaba Albin. Podria avisarnos cualquier cambio si hiciese falta.
Elliot contestó a Leah afirmativamente. Estuviera agotado o no iría donde hiciera falta. Era importante que pudiera describir lo que había visto a ese catáfilo si era alguien de confianza, sólo esperaba que la información que Mats y él habían conseguido fuera suficiente y el peligro en que había dejado a su compañero no fuera en vano. Volvió a mirarle. Le conocía muy poco pero sabía que era alguien a quien no le faltaba entereza y espíritu. Tampoco a Sophie aunque ahora ya no le sobraba el tiempo; Elliot sabía que si la chica llegaba a tener la más mínima oportunidad acabaría con su vida.
Miró a Albin y levantó la mano esposada- Suéltame, por favor. Si hay un viaje a las catacumbas contad conmigo.
Una sonrisa de satisfacción y alegría se desparramó por mi rostro al ver despertar a Elliot, pero la sonrisa se me congeló al ver que Mats seguía dormido... Cerré los labios para disimular la sorpresa, pensé que despertarían ambos; no, no, estaba segura de que despertarían ambos y ahora no podía dejar de sentir una punzada de culpa al darme cuenta de que no pensé en una manera de despertar a Mats individualmente.
Tomé la mano de Elliot y suspiré mientras la retenía unos segundos en la mía, luego le tomé el pulso y comencé el chequeo de rutina. Al cruzar la mirada con Elliot y escuchar su "gracias" apenas musité -No es nada, estoy haciendo mi trabajo -le sonreí brevemente, solo a él. Pero en realidad estaba muy contenta de que hubiera vuelto, sus palabras antes de entrar en el sueño profundo me dejaron sensible y me alegraba porque su destino no hubiera estado sellado en esas circunstancias, solo que no lo demostraba demasiado porque así era mi forma de ser. Había una distancia con los demás que pocas veces me atrevía a acortar, salvo con Édith.
-El hombre en el piso es un brujo que les estaba tendiendo una trampa a Mats y a ti, Gabriel lo ha cazado -expliqué brevemente -Estimo que quería traerlo para interrogarlo pero el pasaje a esta dimensión no le ha sentado bien -hice gala de un poco de humor negro. Luego agregué -No se preocupen, yo estaré junto a Mats si quieren que me quede.
-Anjum dijo que se ofrecía a recogernos o a que fuéramos al Crillon.
Cojo una pausa meditando que opción es mejor pero mi sentimiento de urgencia es preponderante. Tomo aire y lo confirmo.
Opino que lo mejor es adelantarse y que Anjum venga a por nosotros. El tiempo puede ser clave - les comento a todos, compartiendo con Leah la necesidad de prepararse.
No deseo interrumpirla ahora. Mats requiere todo nuestro aliento y le agradezco secretamente que ella lo haya expresado tan sencilla, rápida y sinceramente.
Participo de las miradas hacia Elliot y le aprecio su disponibilidad para el siguiente paso y la misma complicidad, pincelada con la idéntica humorada siniestra con respecto al cadáver.
Teniendo que decidir que vamos hacer a continuación, y teniendo bastante presente que va a ser un descenso a lo oscuro, material y metafísicamente, no me atrevo a imponer a nadie un rol que no sienta.
Ese es el sentimiento que transmito al mirar a los ojos a Clementine.
Te veo capaz de cualquier empresa, incluso la de caminar con nosotros al subsuelo, arrastrándonos por las ancianas criptas de la cuidad, no lo dudes. Y sea cual sea tu decisión se me ocurren responsabilidades trascendentales que nadie mejor las va a poder ejecutar. Pero tu eres la que conoce mejor donde quiere estar. Solo dilo en voz alta.
No se que grado de entendimiento habra llegado a captar pero mi sonrisa es de confianza.
La confianza de que Leah, Clementine, Elliot, Mats y yo mismo nos hemos aguerrido, antes y ahora para esto.
No nos da garantía de éxito. La Voluntad de Dios no encadeno al azar. Pero si dispuso que nuestro albedrío pudiéramos conducirlo hasta esto. Esta elección.
- Albin, vamos a necesitar todo el material que nos puedas prestar. Chalecos de protección, equipo para cuevas: luces, cuerdas, cantimploras, todo eso. Lo que no este disponible compremoslo o impovisemoslo.
Digo con convicción y connivencia a nuestro colega.
De regreso a Leah la miro con la certidumbre de que ella va a ser la que tenga mejor juicio y que no tengo duda de ello.
- Chialin, escoge y prepara el armamento que podamos necesitar, centrémonos en el que sea mejor para defendernos o combatir en pasillos y sitios estrechos. Comentalo con Albin. Calcula la munición que podamos necesitar pero que no nos estorbe. Y complementos que no sean armas de fuego. Quizás unos piolets y cuchillos nos basten.
- Clementine - me centro en la doctora - necesitaremos material medico para botiquines de campaña. Pequeños y compactos pero suficientes para lo que podamos prever y manejar y que nos hagan aguantar hasta ...hasta recibir mejor ayuda - mi gesto posterior contiene la esperanza de no sea necesario.
- No hay garantías de que la información que nos den nos lleve a donde queremos pero vayamos preparados con antelación. Aprovechemos el tiempo mientras Anjum acude - les digo a todos antes de empezar a mandar un mensaje de texto a la colega de Ophelia.
Después me adelanto hacia el Chaman abordándolo en los últimos impases de su acomodo de su vestimenta.
No lo conozco y no se como llevar el trato, pero se ha lanzado a la piscina y peleado con un tiburón por dos de nosotros, por lo que mayormente mi voz refleja respeto.
- Monsieur Gabriel...No se como esta de fuerzas y capacidades pero si al final tenemos que bajar me gustaría preguntarle si nos acompañara o... - ofrezco un ademan de opción - nos daría un par de pistas de que nos podemos llevar como protección. Para tipos tiznados... - señalo al difunto contrincante - o bueno...Dragones.
Después me espero a preguntar la ultima cuestión que me ronda la cabeza. Espero ver como el emisario de los del bosque reacciona y que decide Clementine.
Cita:
Diversion garantizada. Y Gritos. Jeje.
Et c'est parti
Me extrañaba mucho que Daniel mencionara el hecho de esperar a Anjum, no creía posible que pudiese conducir mas rápido que yo pero ciertamente tenia sentido. Teniendo algo que hacer alejaría mis demonios mientras nos preparamos para descender .... al infierno.
Me acerque a Albin para ver de que disponiamos y que ibamos a necesitar.
...Calcula la munición que podamos necesitar pero que no nos estorbe....
Hice una mueca o media sonrisa con la frase de Daniel.
Nunca es demasiada munición.
- Sabes que Albin... lo quiero todo!!! Y lo mire determinada.
Ibamos a una guerra y no sabiamos contra cuantos, ni contra que mas nos encontrariamos.
Asi que dispuse con Albin, si teniamos acceso a equipo militar le pediría visores infrarrojos y minucion explosiva, pistolas y chalecos. Nada de armas automaticas, en sitios cerrados se necesitaba precision quirurgica, nada de andar disparando rafagas, y cuerdas. Ademas de que todas las armas debían ser 9mm para poder compartir municion si se daba el caso.
Si no teniamos lo visores necesitariamos luces de magnesio para cuevas y linternas halogenas al menos impermeables.
Yo estaba bien con mi ropa pero la doctora necesitaria un par de botas si venia con nosotros, y cuando todo falla, un buen cuchillo de combate nunca estaba de mas.
Debía obviar granadas o explosivos esta vez, a mi pesar.
- Creo que con eso tenemos Albin, y si tienes un par de barras de chocolate, seré muy feliz.
- No Albin, no llevaremos comida ni agua. Es peso, y nadie va a durar mas de 8 horas allá abajo.
A menos que se derrumben las paredes y en ese caso la comida alargaria lo inevitable.
- Pero si tienes kit de primeros auxilios, lo basico detener hemorragias y atender cortadas o cauterizar si hace falta.
Volvía a repasar la lista con Albin.
Que nos dará el master?
Un brujo tendiéndoles una trampa encajaba a la perfección con lo que Elliot había sentido al llegar al bosque de Mats. Su presencia imprecisa parecía estar por todas partes y probablemente estuviera también tras el lobo que había intentado devorarlos. Miró de nuevo al cadáver y después a Gabriel; no parecía siquiera herido y el brujo estaba completamente destrozado. Sintió alivio al pensar que alguien que había tendido una red alrededor de Sophie ya no estaba y eso tal vez ayudara a Mats en su camino hacia ella. El enemigo acababa de recibir un buen golpe.
Daniel y Leah esbozaron los pasos a seguir mientras Elliot escuchaba atentamente. Le parecieron acertadas sus disposiciones pero aunque el detective sospechaba que podían necesitar cierta ayuda médica parecía suponer que podrían prescindir de Clementine. Elliot no estaba tan seguro.
Miró de nuevo a la doctora. Deseaba dejarla al margen del peligro pero, ¿estaría más protegida acaso en la casa Gresta junto a Mats? El mismo camino que había seguido aquel brujo a la fuerza podría ser tomado por alguien de los suyos que rastreara sus últimos pasos. Mats mismo podría ser muy peligroso si podían controlarlo. Por otro lado las catacumbas debían ser la boca del lobo. Debía explicar sus sospechas y dejar que ella decidiera contando con toda la información posible.
-Creo que Sophie está al borde de la muerte -dijo cuando Leah terminó de hablar-. Lo pienso por varios motivos: por lo que vimos junto al pozo, a su espíritu con forma de pájaro, atado por un hilo, tratando de volar lejos sin conseguirlo. También por lo profundo y peligroso que es su sueño. Si la encontramos podría necesitarte -miró a la doctora casi disculpándose por ponerla en aquella disyuntiva. -En el sueño también encontramos a Eugen: él dijo que si queríamos sacarla del pozo con vida debíamos hacer algo a lo que Mats y yo nos negamos... No sé si mentía o no. Lo único que sé es que Sophie todavía vive y que podemos encontrarla.
Escuchar a Leah y a Daniel me echa atrás un tanto, ¿Qué podría yo hacer en medio de tanta parafernalia armamentística? Ni siquiera sabía si no terminaría disparando a mi propio pie... Por otro lado, tenía la sensación de que esta vez debía ir. Ofrecerme para cuidar a Mats era lo correcto, lo natural; pero muy en lo profundo de mi ser quería ver aquel paraje del inframundo con mis propios ojos. Y quería ayudar a rescatar a Mats y a Sophie.
Al escuchar a Elliot bajé la mirada pensativa, reflexionando quedamente. La imagen del pajarillo se me ocurrió elocuente, aunque yo hubiera pensado que Sophie estaba tratando de escapar inútilmente de su sopor... ¿Pero quién era yo para cuestionar las percepciones de Elliot? Aquí el docto era él. Por un instante, recordé cuánto odiaba ver a los pájaros en jaulas cuando era niña, solía liberarlos ganándome la antipatía de los vecinos de mi barrio hasta que un día al abrir la puerta de la jaula el pajarillo voló... Y se lo comió un gato. Fue la primera vez que sentí que el ser humano era monstruoso inclusive cuando deseaba hacer el bien.
Asentí mudamente a las palabras de Elliot -Si están por morir me necesitarán sin dudas -afirmé y un escalofrío me recorrió la espalda cuando nombraron a Eugen -Cuenten conmigo, pero no podemos dejar a Mats solo. ¿Señor Cailletet usted se quedará aquí? ¿quién podría reemplazarme? Porque Mats no puede quedar desatendido -aseguré y luego me puse a preparar el maletín de campaña.