Partida Rol por web

Eve dejó de hablar y se incorporó despacio. Llevaba un camisón blanco con un bordado sutil azul claro y estaba descalza.

Miró a Bertrand y a su cañon portátil. Esbozó una sonrisa que parecía más grande que su boca, gatuna. Sus ojos brillaron de una forma especial. Cruzó sus manos entrelazando los dedos índice de la derecha y anular de la izquierda, gesto que le habría resultado peligroso de no haberlo reconocido como sumamente familiar.

Eran los gestos, el lenguaje corporal, la mirada de Cléo. Y esta la primera vez desde que desapareció que los veía en un sitio fuera de su propia mente.

-¿Betrinoli?

Sólo los mellizos y nadie más, nadie, nunca, había utilizado ese mote para referirse a él.

-¿Cleo?, ¿Como? No te muevas, no hables!!.

¿Es ella?, entonces, ¿Esta muerta?, ¿Eve es el medio, o tienen algo que vercon su muerte?.

-Eve!, si tonterias. ¿Que has hecho?¿Por que?.

El cañon del arma, no deja de apuntarle, pero a las piernas, no quiero matarla.

¿A que huele?, ¿me recuerda en algo a otras cosas?

Respiraba hondo con cada palabra, como si le costara hablar.

-Mi madre se muere... y después, tú también… más adelante hallarás, hallarás la laguna de Mnemósine agua que fluye fresca. Y a su...

Aquí su tono cambió de hablar normal a declamar de nuevo como una letanía. No había olores extraños, ni cosas en las sombras. Sólo ella. Su mirada era muy diferente a la de la Eve que Bertrand conocía. Era la mirada de la niña perdida.

FIN DE LA ESCENA