-¿Qué no tengo que darte ninguna oportunidad? -Me paro en mitad de la calle sin más. Dejo de avanzar hasta la cafetería ya que se ve que el tipo rubio no va a darme más explicaciones. Le miro a los ojos y el vaho de mi respiración me nubla su visión por momentos.
-¿Que acepte en lo que me voy a convertir? ¿de qué vas? ¿de qué coño va esto? -Estallo finalmente. Dos días de gente mística, sueños extraños y frases a medias hacen que finalmente reviente. Hemos estado veinte minutos para encontrarnos en el callejón sin que hubiera armas de por medio, y ahora este tipo dice que solo tiene eso que decirme. Pues no voy a aguantarlo más. Alguien me dará una explicación, por las buenas o por las malas.
Me acerco a Leon y me pongo frente a frente con él. Apenas un metro de distancia nos separa -Me estás diciendo que me has llamado por teléfono y luego vienes aquí, a buscarme, con un arma. Te escondes tras un seto y ahora que estoy aquí, dispuesto a escuchar lo que tengas que decirme, ¿me dices que solo me vas a decir que "acepte acepte en lo que estoy a punto de convertirme"? -Saco las manos de los bolsillos -¿Qué carajo quieres que haga con lo que me has dicho? ¿Que voy a morir? Eso ya lo sabía. Todos morimos. Déjate de misticismos y chorradas y dime qué pasa. ¿Tanto trabajo y tanta buena voluntad para venir y luego no decir nada? -Gesticulo airadamente mientras hablo. Estoy muy cansado ya y no voy a soportar que otro se vaya sin decirme nada. -Para decir eso mejor no vengas, no molestes. No vayas de buen samaritano y de buen "colega". Estoy muy cansado de tanta información a medias. No pierdas el tiempo, no me hagas perderlo.
Levanto un poco la mano para quedar a la altura del pecho y luego dejo visible solo el dedo índice encogiendo los demás -No, no tengo coche -digo moviendo el dedo a un lado y a otro mientras me acerco medio metro más a Leon -ni coche, ni casa ni perro. ¿Sabes por qué? Porque ayer, una calavera en llamas, no solo me incendió el piso, sino que mató a mi perro y dejó inconsciente a Irina. Cayó tal tormenta que tuve que dejar la moto en el trabajo, así que tuve que coger un taxi y he dormido en un motel. ¿Sabes por qué pasó todo aquello? Porque aquel tipo de las cadenas quería hablar con otra persona. -Mi tono de voz, a la par que sarcástico es algo elevado. -Así que no me vengas con chorradas de pesadillas y milongas de víctimas de tus atracos. ¿Tienes pesadillas? apechuga con ellas. Será tu castigo, tu penitencia. -Maldito ladrón.
Mi rostro muestra el enfado que llevo acumulado. Mis manos, apretadas, desean golpear la nariz de Leon, pero se retienen, aguantan sus ansias de desahogarse y esperan que les de la orden de satisfacer sus deseos. Sin embargo soy más civilizado y aún no es el momento de hacer sangre. Aún confío en que hable menos y diga más. -¿Qué es un cazador? ¿Quién eres tu? ¿Quién es Natalie? ¿Qué era aquel tipo en llamas? -El vaho es ahora más intenso, mi respiración más acelerada, mi pulso va sin control. -Creía que habías venido a hablar, así que habla.
Hale, ya habéis conseguido sacarle de sus casillas... ¿os cobran por dar explicaciones?
Mientras él habla termino de acoplarme la pistola en la parte trasera del tejano. Mi rostro es tan frío como una piedra al ver como se desespera con cada una de sus palabras convertidas en un filo, no muestro la mas mínima reputación al escuchar el terrible acontecimiento que le tocó vivir ayer mientras espero de brazos cruzados. Siento y leo su ansias de pegarme, así como las pequeñas virutas de saliba que golpean en mi cara y el vaho que él mismo expulsa de su boca. Si yo hubiera sido él ya habría echo lo que el mismo está pensando en estos momentos.
-Hey-hey-hey ¿Quieres calmarte?. Joder, me recuerdas a mi madre tio. Ahorra esa saliba quieres..... ufff. Parece que su sermón me ha estresado un poco, me froto las manos, me tiro vaho en ellas al hacer una pequeña coveta y es entonces cuando me toca viajar con la mente en el tiempo para recordar aquella reunión y contarle todo lo que se. Si he intentado entablar esta conversación contigo era para que lo vayas asimilando poco a poco lo que te va a venir, pero bien pareces un tio que no se anda por las ramas.
Bien. Has sido exaltado muy recientemente, y eso quiere decir que te has enfrentado a algún monstruo directamente a pesar del terror inicial digo mirando a Mark para que recuerde el fatídico momento con aquella calavera en llamas contestando un poco a su pregunta para seguir: Tu vida puede seguir siendo normal en cierto modo, a pesar de que se la ha jodido completamente la vida con el destrozo de su casa, la muerte de su perro y la dura prueba a la que se debió enfrentar su mujer ya que descansa en el Hospital, seguro que lo aceptará mas rápido buscando venganza para recuperar todo lo perdido porque ahora verás cosas que creías que sólo existían en tus peores pesadillas y no resultará muy agradable...¿Por qué las ves? eso es algo que yo ni siquiera me llego a explicar. Me llamo Leon, y tanto yo como esa Natalie somos Cazadores, digamos que hemos sido elegidos para mantener a este mundo en una balanza social. No le des demasiadas vueltas al porque vemos a vampiros o tipos completamente en llamas, y piensa como yo,.... la causa ha sido fruto del destino. Me meto las manos heladas dentro de los bolsillos del pantalón y miro hacia tras en un acto de incoscencia.
-Mas claro agua, ahora juzga tú si quieres creértelo o no. No deberías andar a solas por aquí, y menos le cuentes esto a nadie. le hago un gesto amenazador con la cabeza para que le quede bien claro.
¿Sabes? Siento lo de tu perro, he quedado con Natalie en su casa, señalo con el pulgar tras sacar de nuevo la mano por detrás de mi hombro como si esa fuese la dirección en la que se encuentra la casa de Nat. podemos ir hacia allí y verás como todo lo que te estoy contando es cierto. Además creo que ella tenía algo que decirte...
Así conozco mas a tu pj ;)
Por cierto Mischa, gracias por pnjtizarme que no te dije nada ;P. Graxe.
-Fruto del destino... vida normal... vampiros... cazadores... equilibrio... -todo me parece una broma de mal gusto o incluso una pesadilla de la que debería haber despertado hace tiempo. Sin embargo, si no fuera porque vi a aquel tipo en llamas e Irina está en el hospital, no tengo más remedio que creer, al menos en parte lo que me está diciendo.
Vampiros o no, lo que está claro es que el tipo de las cadenas y la calavera ardiente fueron tan reales como la nieve que me hiela los párpados. -Está bien, iré contigo a ver a Natalie, pero antes tengo que hacer una cosa. Dame la dirección o acompáñame un momento. Si Irina está despierta me gustaría verla. Aunque... espera.
Me detengo un segundo para sacar el teléfono del bolsillo y me aparto un poco de Leon para que no me oiga hablar por teléfono. Marco el número del hospital y espero que descuelguen. -Hola buenos días. Me gustaría saber si la señorita de la habitación 232 está despierta ya y qué horario de visita tienen. Gracias.
Llamo por si sigue dormida y me evito el viaje porque la coherencia me dice que Mark debería ver a Irina antes de ir a ver a otra tipa xD. Solo quiero saber eso y el horario de visita, así que lo pongo todo para adelantar un poco.
Tienes que llamar un par de veces para conseguir que te cojan el teléfono, seguramente un poco saturado a cause de dudas, preguntas e ingresos generados a raíz del temporal.
-Según consta aquí despertó hace un par de horas... Van a hacerle un pequeño chequeo pero puede venir a verla cuando quiera, probablemente esta tarde o mañana ya podrá irse a casa- te responde con rapidez y cuelga algo precipitadamente debido a la cantidad de llamadas que debe atender a la vez.
Parece que está asimilando por dentro lo que le va a tocar a vivir y más vale que lo acepte cuanto antes, tanto por su bien como por lo único que le queda en su vida que al parecer se ha quedado inconsciente en el Hospital.
-El hecho de que tú hayas venido hasta aquí me hace deberte una, así que seré tu compañero de viaje hacia ese Hospital. Él se da la vuelta diciéndome que me espere no tengo mas remedio que aceptarlo, le hago un gesto con la cabeza de que esperaré cobijado en algún árbol lo suficientemente cercano para que él me siga viendo. Una vez cobijado me saco el móvil y empiezo a teclear..
SMS;
<>
Nada mas enviar el mensaje vuelvo a guardarmelo en la chaqueta y me giro para ver como anda Mark..
-Bien, está despierta -sonrío y guardo el teléfono en el bolsillo. Veo como Leon se pone a juguetear con el suyo, así que no le molesto, solo le hago una indicación de que nos movemos en dirección al hospital. Antes de ir a ningún sitio me pasaré por su habitación. Debe estar tan confundida o más que yo. Al fin y al cabo fue ella la que sufrió el ataque de ese ser y vio como moría Coque.
Camino con el cuello encogido evitando que la nieve cale por mi espalda. -Tengo que subir un momento a la habitación, espérame en la sala de espera o en la cafetería si te apetece. -Digo al llegar al hospital. Me termine de fiar o no de este tipo prefiero ir solo a ver a Irina. Será mejor que sea yo el que le cuente lo que necesite saber. No parece que los demás tengan mucho tacto para según qué cosas.
-No tardaré -digo entrando en el hospital. Me sacudo un poco la nieve en la puerta y luego me dirijo a la habitación 232.
Hoy no doy más de mi xD
Ambos os dirigís hacia el hospital cercano dado que Leon ni siquiera llega a ponerse el teléfono en la oreja.
La calidez del edificio público es de lo más agradable y al cabo de pocos minutos notáis como entráis en calor progresivamente, quizá ayudándoos a calmaros un poco.
Mark decide que la visita será "íntima y personal", así que deja que Leon espera en un lugar más público, dejando así claro lo prescindible que puede ser la presencia o la información del Cazador para él, testarudo hasta la médula por lo que se puede ver hasta el momento.
El "visitante" se dirige entonces a los ascensores y alcanza la habitación 232 sin mayor problema.
Al entrar puedes apreciar cómo la camilla de Irina está parcialmente levantada en postura algo diagonal.
Ya no está rodeada de monitores y apenas algunas tiritas y pequeños vendajes cubren su frente y parte de los brazos.
Su aspecto es más cansado de lo habitual y desanimado, pero al fin y al cabo no parece tener nada grave.
-¡Mark...!- exclama con más entusiasmo al verte entrar, llegando a tener fuerzas para dedicarte una sonrisa totalmente radiante con toda la intención de bajar de la camilla, por lo que debes acelerar un poco tus pasos para evitarlo aunque de su abrazo no hay forma de librarse.
Te estrecha contra ella fuertemente ahogando un pequeño sollozo antes de decidirse a darte un sonoro y cariñoso beso en la mejilla y después otro más suave sobre los labios.
-Me tenías preocupada... y eso que hace poco que he despertado. ¿Dónde estabas?- te mira de arriba a abajo arrugando un poco la frente. Sin duda tú tampoco ofreces tu mejor aspecto.
Dejo a Leon en la puerta del hospital y entro en la habitación de Irina. La veo allí, algo magullada, pero radiante, como siempre. Me apresuro a dejar que me abrace antes de que se le ocurra bajar de la camilla. No se si es conveniente o no, pero no quiero arriesgar. -Hey, hola preciosa. -Le devuelvo el beso cálido y cariñoso mientras acaricio su mejilla con el dorso de la mano para luego enredar mis dedos en su colorido pelo.
-¿Como estás? -digo mientras sujeto su cara con mis dos manos -Estás mejor, ¿eh? me alegro. Me diste un buen susto ayer -digo mientras me siento en la cama a su lado. -Dicen que te darán el alta hoy. -No sé por donde empezar o de qué hablar. Ahora mismo no tenemos casa donde volver y parece que hoy el día será largo. -Hoy tengo trabajo. Me necesitan y no puedo quedarme. He tenido que dormir en un motel aquí cerca. La tormenta de anoche por poco y me deja en la calle ¿sabes? -digo quitándole algo de hierro al asunto de que tengo que dejarla sola de nuevo.
-Tenías que ver el viento que hacía. No había taxis siquiera. Tuve que dejar la moto en el garaje de la central para venir aquí -digo sonriendo, como si fuera una anécdota graciosa. -Como anoche aún estabas dormida me fui a dormir y ahora he venido a verte antes de irme. -Vuelvo a acercarme a ella y sujetando su barbilla con dos dedos, acerco su boca a la mía. -Nunca pensé que un beso supiera tan bien. Nunca, sabiendo que adoro tus besos -pienso mientras beso sus labios e imagino qué hubiera sido el día de hoy y el resto de días si no hubiera salido con vida de aquella casa.
-Debo protegerla. -No puedo quedarme mucho, tengo que irme. Te veré en cuanto pueda -hago notar que aunque me encantaría quedarme he de marchar lo antes posible.
-Eso dicen, aunque no se donde se supone que debo ir...- comenta respecto al alta del hospital, dejando que te sientes a su lado para cogerte una mano entre las suyas dejándolas sobre su regazo -Quizá me quede en casa de Naomi, ya te llamaré o algo- suspira hondamente, en realidad bastante desanimada ahora que sabe que vas a marcharte dentro de nada.
Naomi parece una buena opción ya que es una de sus compañeras de trabajo con la que se lleva bastante bien así que probablemente podría estar a salvo den su casa.
-Y seguro que la echaste mucho de menos- responde burlonamente cuando haces mención a la moto, aunque eso también le hace recordar la imagen de Coque intentando ayudarla ante ése espantoso monstruo y la piel se le pone de gallina mientras un nudo se le forma en la garganta.
Prefiere no comentar la muerte de tu mascota, aunque sin duda acabará haciéndolo tarde o temprano, sin embargo te observa inquisitivamente mientras intentas establecer una conversación trivial y distendida.
Es entonces cuando vuelves a besarla más cariñosamente, y ella te corresponde del mismo modo mientras acaricia una de tus mejillas hasta que os volvéis a separar, momento en el que te sonríe aunque con una mirad impregnada de preocupación y temor que no te pasa desapercibida aunque su boca no pronuncie palabra.
-Lo... entiendo- admite asintiendo lentamente y con desgana, dejando bien claro que a pesar de ello el hecho de que te marches no es una idea que le agrade, pero tampoco puede hacer nada por evitarlo así que suelta tu mano y deja que te levantes de la camilla.
-Mark... ¿el humo inhalado puede crear alucinaciones...?- se decide a preguntar entonces dubitativa cuando ya estás de pie y a punto de marcharte.
El ver que desaparece la felicidad de su rostro al enterarse de que he de marchar hace que se me parta el alma, aunque aún no estoy preparado para contestar a las preguntas que sin duda rondarán por su cabeza. -Sí, echo de menos mi moto -digo con tristeza mientras pienso en mi labrador. -Me parece buena idea que te vayas con Naomi. En cuanto termine mi turno iré a su casa para verte. De todas formas ya sabes mi teléfono, así que si necesitas algo o quieres hablar ya sabes donde estoy. -Sonrío agradeciendo su caricia.
Me levanto de la cama y la miro, deseando abrazarla y quedarme con ella pero lo mejor es que primero aclare los misterios del incendio y luego hable con ella. Como suponía no tarda en hacer referencia a su encuentro con el ser en llamas y lo disfraza de alucinación, igual que yo hice ayer. -Ehm... -dudo un instante sobre lo que debo decir para no preocuparla -digamos que cuando se produce un incendio de estas características, es posible que no haya suficiente oxígeno en el aire para que se realice una combustión correcta, es decir, en vez de dióxido de carbono se produce monóxido de carbono. Este es un gas tóxico que entre sus efectos están el dolor de cabeza, náuseas, debilidad, mareos, confusión o incluso pérdida de la conciencia. -Soy una enciclopedia con perilla. -Así que no es de extrañar que pudieras sufrir algún tipo de alucinación o de visión distorsionada. Has inhalado mucho humo.
Acaricio su cara y sonrío. -No te preocupes, rehabilitaremos la casa o nos iremos a vivir a otra mejor, por lo demás todo va bien. No te preocupes tampoco por Coque. Seguro que estuvo a tu lado hasta el final. -Me entristezco al recordar sus quemaduras en el pelaje y en la piel, pero procuro que no se note demasiado. -Fue un fiel amigo. Ha sido mala suerte. También murió un compañero mío mientras estábamos allí. Podría haber sido yo, así que... alegrémonos de que seguimos los dos con vida -sonrío y beso su frente.
-Llámame cuando estés en casa de Naomi, para saber que llegaste bien y te encuentras mejor. Volveré lo antes posible. -Digo mientras me alejo de ella y echo un último vistazo antes de salir por la puerta en busca de Leon. Necesito las respuestas y las necesito urgentemente.
Irina asiente a tus explicaciones sobre el humo cómo una niña obediente. Parcialmente aliviada al poder explicar lo sucedido, o al menos parte de ello, con esé motivo, aunque aún así no parece totalmente convencida pero no insiste más con el tema dado que apenas se siente con fuerzas para ello.
-Sí, lo estuvo... Fue muy valiente- admite cuando haces referencia directa a Coque, momento en el que no puede evitar acabar de derrumbarse, ahogando un sollozo mientras se le aguan los ojos pero aún así se contiene y se reprime cómo si no pasara nada, a pesar de lo evidente.
-Está bien... ten cuidado- dice a modo de despedida con apenas un hilo de voz, observando cómo te marchas apretando las sábanas entre sus dedos hasta que desapareces de su vista, momento en el que deja que las lágrimas campen a sus anchas, observándose las desnudas y magulladas piernas, sintiéndose más vacía que la propia habitación.
Tras apenas unos diez minutos de visita, Mark vuelve hasta la amplia recepción del hospital en la cuál leon todavía estaba dando algún que otro tumbo, momento en el que su móvil vibra en el interior del bolsillo ante la llegada de un mensaje de texto.
Lo lee mientras os dirigís al exterior, donde el frío sigue azotando con dureza y la nieve cubre las calles sin que ningún vehículo pueda circular por ellas... y pocos valientes son los que se atreven a atravesarlas andando, probablemente sólo los que estén obligados a ello.
Por suerte la casa de Natalie no está demasiado alejada, aunque lo que supondría diez o quince minutos en condiciones normales, es probable que duplique el tiempo en las actuales.
SMS de Ayira :
Decido esperarme en recepción, pululando por el lugar para hacer tiempo mientras Mark sube por el ascensor. La mayor parte de ese tiempo lo paso mirando tras una ventana observando como caen los copos de nieve cada vez mas intensamente. La verdad que siempre se hacen eternas las esperas en un Hospital, aunque sean de cinco breves minutos, pero bueno, tocaba esperar y además no me apetecía tomarme nada y la calidez del edificio parece que me ha dejado paralizado al mismo tiempo.
Parece que ya ha vuelto y sigo a la par de Mark hasta salir al exterior, y justo cuando iba a preguntarle que que tal había ido o que tal estaba su novia se escucha un zumbido en el móvil; Son las chicas.
Lo leo y no tardo en pegarme el móvil en la oreja parándome en la entrada del exterior. Marco el número de Ayira que es el primero que tengo en la agenda del móvil y cuando escuche su voz al otro lado digo:
-Oye. Está cayendo una de miedo aquí y me da que tendremos que movernos hasta casa de Natalie andando. Observo de nuevo el exterior mirando las carreteras cubiertas de nieve como están hasta casi llegar a las rodillas a no ser que el Sr. quitanieves venga buscarnos. Así que si tardamos mas de la cuenta no os preocupéis ¿vale?. Vamos para allá..- Espero su rápida respuesta para cerrar la conversación y dirigirnos hacia la casa de la detective..