Partida Rol por web

 El coche de policía llega al lugar del tiroteo. Cuando bajáis del coche podéis escuchar varios disparos tras dar la voz de "Quieto!!" "arriba las manos!!".

Dos coches de policía y dos agentes están en el exterior del hotel, ninguno de ellos parece herido. Arriba en una de las plantas aun se pueden escuchar algunas voces de auxilio, de una mujer. 

 William Abbot, malherido, con una bala alojada en su hombro y un arañazo en el estómago empieza a tener visión borrosa, además, está salpicado de sangre y para más inri no deja de pensar en que Godrick lleva los fragmentos de la Lámpara y que éste ni le ha esperado.

Debo darme prisa... tengo que ir tras él... el misterio... el misterio está a punto de... - y en ese momento se tropieza o quizás se apoya mal en el pasamanos, resbala y cae escaleras abajo. Ya llevaba un tramo y medio, así que aterriza en medio del vestíbulo del hotel.

Gritos de personas unidas a las del recepcionista que pide a un botones que vaya a ayudar al hombre. Abbot no puede ver bien, nota una presencia acercándose y movido por el miedo, dispara su derringer contra el joven que cae al suelo herido en un brazo. Como puede, el botones se arrastra hacia un lado.

William se levanta penosamente y comienza a moverse erráticamente hacia la salida, la sangre sigue sin dejarle ver bien, y eso que la limpia de sus ojos y frente con frecuencia, pero es en vano, no se ha dado cuenta de que tiene una tremenda herida en la cabeza, se ha abierto una brecha donde le empieza el cabello y no deja de manar sangre.

Aturdido, herido y obsesionado. Cojeando se aproxima a la salida con un solo pensamiento en mente - tengo... tengo que desvelar el misterio... el Gran Misterio de la Creación... sólo yo... Yo... - y se ríe como un loco, presa de un terrible acceso de tos escupe sangre se agarra contra el marco de una puerta. Un rastro sanguinolento es su legado al entresuelo encerado hace cuatro horas.

Entonces escucha "Quieto!!" "Arriba las manos!" mientras dos agentes le apuntan con pistolas. Él aun lleva la derringer en una mano, en su avance inexorable por perseguir a Godrick ni siquiera ha pensado en salir por la parte de atrás, se ha olvidado por completo de los agentes de policía. - No hay vuelta atrás piensa... - Comienza a entonar algo parecido a un cántico, o quizás una oración, un agente se acerca a él, precavido, y entonces... un espasmo le sacude, el brazo con el arma se mueve y los dos agentes le disparan no una ni dos veces. Hasta tres veces sendas balas agujerean el cuerpo del maleducado, malhumorado y malencarado individuo, uno de los afortunados herederos de aquel legado que ahora podría calificarse de maldito.

Cae al suelo, inerte. Aún un par de estertores anuncian el final de su vida mientras termina de desangrarse y un humo oscuro, denso y vaporoso sale de su boca y se desvanece en el aire.

Al bajar, presencio la escena en su apogeo. Odiaba a Abbot, lo reconozco, le odiaba profundamente. Había intentado matarme...

Pero yo ya no podía más. ¿Puede el odio contra una persona llegar a ser tan fuerte como para realmente desear su muerte? Ahora que lo veía plenamente, que veía lo que estaba pasando, que su vida se había extinguido, que jamás volvería a acosarme con sus repulsivos comentarios misóginos... No. Yo no puedo odiar así.

Aún con la cara desfigurada, la nariz sangrante, y el resto del rostro hinchándose mosntruosamente, di la vuelta escaleras arriba. Nadie sabía quién era quien había gritado. Y así seguiría. Me introduje en mi cuarto, y me lavé el rostro. Luego accedí a mis pertenencias, de las cuales pocas había que hubiese dejado fuera de la maleta, y las introduje en mi equipaje, cerrándolo al momento, preparándome para partir.

Tomé mi abrigo, uno largo con un cuello bastante alto, y uno de mis enormes sombreros, el cual me ocultaba considerablemente el rostro.

Luego me senté en la cama, a esperar. En cuanto se calmase ligeramente la situación, me iría de allí. No podía bajar ahora, pero lo haría en una hora o así, cuando todo se calmase.

En cuanto viese que ya noo había nadie merodeando, nadie que pudiese relacionar que yo era quien había estado gritando, me iría del hotel y de la ciudad para siempre, regresando junto a mi madre, y desapareciendo de la historia.

Llamaría al abogado en cuanto llegase a mi hogar, para informarle de que todo lo que me fue legado, se le destinase íntegro a la familia Hough.

Yo sólo quería desaparecer... Yo no quería que muriese nadie...

Podía haber esperado encontrar cualquier cosa, pero nunca aquella escena.. Abbott se había vuelvo completamente loco y bueno, aunque realmente era una persona a la que puede que mentalmente le hubiera deseado la muerte en alguna ocasión, no era algo que seguramente hubiera pensado en serio.

¿ Qué era lo que nos taba haciendo aquel maldito testamento? ¿ Debíamos usar aquella lámpara o simplemente volver a hacer desaparecer aquellos fragmentos y esperar que nadie los encontrara jamás?

Estaba un poco hecha un lío y además por algún motivo que escapaba de mi comprensión las lágrimas volvían a hacer acto de presencia en mis ojos.

No me moví del sitio, y mucho menos cuando podía volver alguna bala o algo parecido, además, que le habíamos dicho al policía que no lo haríamos. Mi vista se posó en Anne, que no tenía demasiada buena cara, aunque dudaba que la de los demás tuviera mejor aspecto.

Me quedo atónito primero Cottle, ahora Abbot y la señorita Brandstreet tenia todo el aspecto de haber estado apunto de correr la misma suerte, mi mirada se dirige a la pobre señorita Adams que esta con cara de circunstancia, doy un paso para acercarme a ella y pongo mi mano sobre su hombro para tratar de consolarla un poco.

ya solo quedamos tres, y viendo como se están desarrollando los acontecimientos o hacemos nuestro movimiento rápido o no sobreviviremos ninguno. En cuanto pueda tengo que consultarlo con las dos señoritas, esto se nos esta yendo de las manos

 Dos agentes suben hasta la habitación donde se encuentra Anne, siguiendo los rastros de sangre que Abbot fue dejando. - Se encuentra bien? - comenta uno, revisando su estado, mientras el otro revisa la habitación comprobando que ha habido una pelea con armas de fuego.

El otro se percata de que Anne está herida. - Por dios, está sangrando, ese torniquete sirve como primeros auxilios, pero necesita cuidados profesionales. - Hace un gesto a su compañero y entre ambos, la llevan abajo, la tienden en un sofá y uno de ellos controla que siga consciente mientras el otro sale a avisar al médico que viene en una ambulancia.

Tanto Eban como June que se han acercado junto al agente Becquer se percatan de la presencia de Anne, recostada en uno de los sofás del vestíbulo.

-ESdoy bien, esdoy bien. Simblemente, fui adagada pod ese chalado. Pod bogo no lo guendo, bero ahoda esdoy bien, y gon muchas ganas de degdesad a bi gasa- estoy algo mareada, la cara se me sigue hinchando por momentos. La nariz ya es una bola morada, y no puedo respirar más que por la boca, amén de que hablo con voz totalmente nasal, incpaza de pronunciar ninguna de las oclusivas como Dios manda,como si estuviese constipada- Bedo... Duele...

"Y mucho... Duele mucho, mucho y mucho".

Ver así a Anne no contribuyó para calmarme, casi que me puse más nerviosa mientras intentaba adivinar lo que estaba diciendo ya que casi no podía ni hablar y comprender sus palabras no resultaba una tarea nada fácil. Parecía que había sido Abbott quien la había atacado, y bueno, no me extrañó en absoluto ya que siempre se había comportado como un orangután, aunque tampoco pensaba que podría resultar así de agresivo.

Ahora sí, haciendo caso omiso de lo que le había dicho al guardia me senté en el sofá junto a la mujer y la di un abrazado..

- Tranquila, te llevaremos a un hospital.. - Conseguí decir entre sollozos.

-Yo sólo quiedo idme a gasa...- le digo, medio groggy. Estoy literalmente para el arrastre,y el rostro cada vez está más hinchado y me duele más- Goddle... Bednadd Goddle ya no es humano... Es... Un monsdruo... Y Abbod lo iba a seguid gomo si fuese su mesías... Se llevó dooodos los fdagmendos de la lámbada... Y no sé dónde esdá...

Me dejo caer unos instantes sobre su hombro, muy cansada. Desde el día de la herencia, era incapaz a contabilizar el número de veces que había estado a punto de ser salvajemente asesinada...

 Una enfermera y un doctor se acercan con urgencia hasta donde os encontráis, atienden a Anne en cuanto a ésta le fallan las fuerzas y cae débilmente en brazos de la enfermera que la tiende en una camilla que han traido. Luego el doctor revisa su estado.

Tras menear la cabeza y comentar que ha perdido bastante sangre, se la llevan hasta la ambulancia a toda prisa pero con cuidado. Anne aun no está inconsciente pero nota que pronto dejará de estarlo. Intenta articular las palabras en respuesta con gran esfuerzo.

Hace un gesto para que la camilla se detenga y poder responder. Solo la hacen caso durante un par de minutos.

La agarré intentando consolarla, aunque me parecía que no era la más idónea para hacerlo, ya que lo que me estaba diciendo de Cottle..

- Anne no sé a qué Cottle has visto.. pero la policía encontró su cadáver antes de que les avisaran de que lo vieron aquí .. Eban y yo también lo vimos..

Todo eso me resultaba demasiado extraño. ¿ Había alguien o algo que podía cambiar su forma a su antojo? En aquel momento creía que si aparecía un pequeño ser verde al lado mío y comenzaba a recitarme las obras completas de Shakespeare lo vería como lo más normal del mundo.

Todo esto se nos ha ido de las manos digo a la señorita Adams El señor Cottle, el señor Abbot, la señorita Brandstreet casi no lo cuenta y hemos perdido la mayoría de los fragmentos. suspiro con resignación, varios de nuestros compañeros habían perdido la vida y rendirnos supondría que sus muertes habrían sido en vano ¿Pero en que demonios estas pensando Eban, desde cuando salvar la vida de 3 personas seria en vano...?
Propongo que tiremos el fragmento a un rio, o lo entreguemos a la policía y salgamos de esta ciudad y nunca regresemos

Las palabras de Eban eran lo mejor que había escuchado últimamente con diferencia. No quería morir y si no tenía en mi posesión ninguno de aquellos fragmentos, sería más probable el continuar con vida. Además a mí no me llamaba para nada el hecho de conocer maldiciones, cosas raras.. desde puedo que no, lo único que quería era que todo esto se terminara y que lo hiciera cuanto antes.

- Estoy totalmente de acuerdo..

Disculpe digo dirigiéndome a uno de los guardias El demente que nos esta atacando anda tras los fragmentos de una extraña lampara que forma parte de la herencia que se nos ha legado, Tras haberlo discutido con mis compañeros hemos decidido entregarles el ultimo fragmento que poseemos , esta herencia no nos ha traído mas que problemas y a algunos incluso les ha costado la vida digo con tono triste

Llamare al abogado para comunicarle mi renuncia a la herencia, según creo mis compañeros pretenden hacer lo mismo

En cuanto termine con el agente subiré a mi habitación y me largare de esta maldita ciudad

-AAA.... AAdojadlo al mad... Adddojaddd el fdagmendo al mad...- digo, medio inconsciente- June... Denga güidado, bod favod, no deje gue guien agdedió a Swanson y a mí, la agdeda a usded... Diden un fdagmendo al mad, bod favod...

Caigo inconsciente, sin llegar a poder decirles que el agresor podía tomar la forma de Cottle, y con desolación por saber que el tímido anticuario había sido asesinado por la bestia... No me podía creer que todo fuera a acabar así...

Y tampoco podía decirle a June que, pese a todo lo que nos había sucedido, pese a la maldición que parecía pender sobre nuestras cabezas desde el día que asistimos a la lectura del testamento, que me alegraba de haberla conocido...

Sin su apoyo, no creo que hubiese podido mantener la cordura hasta el día de hoy...

Aunque ahora... Camino del hospital... No tenía muy claro si era enviada a ser curada, o si era enviada para ir a morir...

El balazo, la cara rota, los nervios...

Y la preocupación por si el monstruo vendría a por mí de nuevo, porque no habría conseguido hacerse con todos los fragmentos...

-Al mad... Al mad...

"Arrojad el fragmento al mar..."

Ya no recuerdo más de mi camino al hospital... Por fin, tras estos días de profundo agotamiento, se me permitía descansar tranquila..

Aunque soñé con Abbot, de eso estoy segura. El momento de su muerte me perseguiría cada noche durante el resto de mi vida.