Capítulo 4: De cuando los investigadores exploran la Tienda de Antiguedades en busca de sus secretos...
La dirección es local nº 13, esquina entre la High Street y la French Hill Street, de esta misma ciudad (Arkham)
La Tienda de antiguedades, vista desde fuera tienen un gran escaparate con una gran figura de un Elefante Hindú sentado como si fuera algún tipo de deidad, y sin ninguno de los seis brazos que debería tener. Además en su frente debería haber una joya incrustada, que ha sido extraída.
Además hay varios objetos de orfebrería egipcia, que asemejan diversos escarabajos, también una estatuilla de un gato, en honor a Bastet en cuya frente hay grabado el símbolo de la luna. Sus ojos son dos pequeñas piedras de jade verde.
Por último hay un par de platos hechos en oro y plata que muestran un calendario solar (y uno lunar) según los aztecas y los mayas.
El cristal parece grueso y su fabricación desvela que se hizo con diversos tipos de cristales ya que según te mueves de un lado a otro, la imagen se bifumina y distorsiona por lo que es imposible tener una imagen clara de los objetos expuestos.
La puerta es de madera recia, apenas parece desgastada, sobre ella se pueden leer unas frases en algún idioma antiguo (hebreo) rubricadas en letras de plata, y ambos, tanto el escaparate como la puerta se encuentran detrás de un telón de mallas de hierro negro. Un tipo de metal bastante infrecuente y caro.
La tienda ocupa toda la esquina, a ojo podría tener unos 80 ó 90 metros cuadrados de planta. Y tiene dos plantas. La segunda planta no tiene ventanas. Y la primera lo ocupa completamente el escaparate y un amplio acceso que da a la puerta.
Tiene un buzón, el cual está en la pared del edificio y cuya portezuela es también del mismo material que las rejas.
No se ve el interior, ya que la parte de detrás del escaparate está cubierto por unas portillas oscuras. Tapizadas con algunas incrustaciones de diversos tipos de gemas y cubiertas con más frases en idiomas antiguos (árabe) también rubricadas en oro y plata.
Son las 16:27 horas del 25 de Abril de 1922 cuando llegais a la Tienda de Antiguedades.
No marquéis a Cottle
Miro la puerta y luego trato de ver algo a través de esas ventanas, pero no se ve demasiado y no quiero ser la primera en entrar ahí dentro, que aunque mi rostro no denote más que curiosidad, en el fondo estoy bastante susceptible con el tema de los ataques y no puedo hacer nada más que preguntarme cuanto tardará en ser atacado el siguiente.
Entre mis pensamientos, espero a que alguien se encamine hacia el local antes que yo.
Ahora mismo no sé quien lleva la llave, pero os dais cuenta de que la llave que tenéis no entra en el candado de la reja y difícilmente lo haría en el de la puerta de la tienda.
Veo que la señorita Adams, que habitualmente parece mucho más decidida que el resto de nosotros juntos, se detiene ante la puerta, sin atreverse a entrar. Se está limitando a echar un vistazo, así que opto por hacer lo mismo.
Al cabo de un rato, y al ver que nadie se atreve a dar el primer paso, opto por romper el hielo. Me coloco ante la reja, y extiendo mi mano, mientras me agacho hacia la cerradura.
-¿Quién de ustedes lleva la llave de la tienda?- pregunto al resto. Como estoy de espaldas, no veo quién es el que me la ha pasado. La introduzco en la cerradura, pero no entra- Esta llave... no entra. No es la del negocio...
Entonces es cuando caigo en la cuenta de las palabras del abogado... Ésta es la llave del baúl de casa de Miriam Hough. La llave de la tienda, si no recuerdo mal, la tiene la viuda en su poder.
"¡Maldita sea! ¡Hemos venido aquí para nada!". Me apetece darle una patada a la reja, pero como hay más gente presente me abstengo de hacerlo por educación.
Sin tener muy claro si sentirme aliviada o frustrada, miro a Anne, para al final acabar riéndome.
- Creo que tantos sobresaltos han conseguido que no nos percatemos demasiado bien de las cosas. Vamos a la casa de la viuda que me parece que es donde deberíamos haber ido en primer lugar.. - propongo a mis compañeros aún riéndome.
Me quedo mirando pensativo la puerta Desde luego era una persona preocupada por su negocio digo al ver las medidas de seguridad Aunque era de esperar estos objetos son bastante antiguos y no se puede permitir que cualquier vándalo los dañase tirando una piedra observo como parece que mis compañeros comprueban que la llave no encaja, en ese momento miro al buzón Quizás... Disculpen, podrían probar la llave con el buzón, quizás nos llevemos una sorpresa
Corregido y sin ofensa
-¡Por supuesto!- le cedo la llave mientras recupero la posición, poniéndome de nuevo de pie- Espero que tenga suerte, pero creo que esta llave abre el baúl que dijo el señor Swanson, en donde encontraríamos, si no recuerdo mal, los objetos que nos ha legado a título individual el fallecido.
Observo cómo el señor Johnson trata de abrir el buzón con la llave, aunque en mi fuero interno estoy segura de que no lo conseguirá, y que el paseo hasta aquí ha sido en balde.
La llave es demasiado grande. No encaja. Es una llave grande y gruesa, como las que se usaban antes para los arcones o baúles viejos.
Además, el buzón se abre desde dentro de la tienda, lo único que queda visible en el exterior es la pequeña portezuela para meter las cartas y paquetes pequeños.
Por cierto, y sin querer ofender a nadie (y menos a Eban) es: vándalo.
-Está bien...- digo, tras emitir un sonoro suspiro de decepción- Quizás debamos visitar la mansión Hough, para ir a por la llave, nuestros objetos y, de paso, alertar a la familia de lo sucedido, para que estén sobre aviso.
Miro a los presentes con visible curiosidad, como tratando de adivinar si están de acuerdo o no con mi sugerencia. Sé que algunos de ellos encontraban visitar a la viuda el mismo día de la lectura del testamento un tanto... inapropiado podría ser la palabra, así que trato de vislumbrar en sus gestos y en sus miradas si consideran que hemos de pasar a ver a la familia esta tarde, o si por el contrario, prefieren esperar a la mañana siguiente.
-Si vamos a visitar la mansión Hough- añado- Quizás deberíamos ponernos en contacto con el señor Cottle, para que no pierda el tiempo viniendo hasta aquí para nada.
Mientras espero por la respuesta, jugueteo con mi collar de perlas con aparente nerviosismo. Aún no he conseguido templar del todo los nervios tras los sucesos de esta mañana.
En cuanto llegaron al escaparate de la tienda William pego su cara al cristal, completamente absorto y concentrado intentando ver y reconocer las numerosas antiguedades presentes. Permanece ajeno a todo lo ocurrido y no les presta la más minima atención a sus compañeros.
- Por la tumba de mi abuelo! demonios! esa es la mejor representacion del Dios Elefante Ganesha que he visto en toda mi maldita vida! Los brazos estan rotos, posiblemente por algun incopetente que traslado esta maravilla sin la debida atención......Umm..... la joya de su frente... no esta? La cabeza del niño Ganesha fue cortada por Shiba, por pura ira, para luego rectificar ante su esposa y colocar la cabeza en el cuerpo de un elefante ...... William, piensa,que narices significaba la joya en la dichosa cultura hindu...... bah, seguro que algun ladron, a saber de que epoca, la sustrajo por puro beneficio-
William sigue absorto examinando el escaparate de la tienda y también se para frente a la puerta, sin percatarse de que Eban estaba intentando abrirla, casi le empuja y logra esquivarle a duras penas. -Perdona, compañero, je- Sus ojos brillan con la curiosidad de un niño y fija su atención en los grabados hebreos de la entrada. - Hakoah sefer ha-shimmush?? - Se echa las manos a la cabeza -piensa, inutil! Porque no aprendiste hebreo? Ah si.. porque Lorette iba a clases de Latin.... eres un patan, William, esa chica nunca te hizo caso-
*.....Visitar la mansion Hough, para ir a por la llave*
De repente William sale de su estado de ansiedad al escuchar las palabras de la señorita Anne y deja escapar por sus labios un sonoro:
-QUE??? Ohhhhh, la llave..........- El señor Abbot se tapa los ojos y parte de su afilada nariz con la mano izquierda para que los presentes no vean su cara de frustracion total y absoluta. -Que despiste, perdonenme, estaba.... viendo las..... emm... si, vayamos a ver a la viuda del señor Hough-.
William deja escapar un suspiro en un claro intento por mitigar su ansia y frustracion por entrar en esa tienda.
Cachis la mar serena, no puedo evitar usar la cursiva. Me cuesta horrores escenificar la curiosidad de Willy y su completa abstraccion del mundo real cuando viaja a través de la historia sin usar este recurso. Por cierto, yo no tengo ni pajolera idea de la cultura Hindu, es mi primo google, q es mu listo :)
Ahh! Te he dejado una tiradita de Historia con respecto al tema de la estatua, a ver que me cuentas, Dark :)
Pues sigue poniendo cursivas. Está muy bien. Es muy mi estilo literario, jeje XD
Son las 17:02 horas del 25 de Abril de 1922 cuando os marcháis de la Tienda de Antiguedades en dirección a la casa de la viuda de Hough.
Me encojo de hombros dando a entender que me da igual tanto ir a recoger al viejo anticuario como ir a la cada de la viuda. No era un hombre de mi agrado, así que me limité aser sincera por una vez y dejar bastante claro que me era indiferente, que acataría lo que decidieran.
En el hinduismo, Ganesha o Ganesh (‘señor de los gaṇas’) es un popular dios, hijo de la diosa Párvati y el dios Shivá. En letra devánagari se escribe गणेश (gaṇeśa o [gəneːʂə]) o श्रीगणेश (śrī gaṇeśa)
Dios de la sabiduría, de los caminos y de las letras. Su montura (vahana) es un ratón. Normalmente es representado con cuatro brazos, gran barriga y cabeza de elefante. Es jefe de los ejércitos de Shivá, los gaṇas, monstruosos seres sobrenaturales. Sus dos esposas son Buddhi (inteligencia) y Manas (mente).
La mayoría de las representaciones del dios tienen cuatro brazos, en cada mano lleva un atributo distinto que puede variar, pero generalmente se trata de:
Sin embargo necesitarías un profundo análisis más de cerca para saber con seguridad si se trata de Ganesha, no te cuadra que posea 6 brazos, tampoco cuadra la piedra y ciertos rasgos que se desdibujan y distorsionan a través del cristal en referencia a la cabeza de elefante.