Partida Rol por web

Pasan la tarde del mismo día celebrando y recuperando su ánimo,  tras la gran aventura y limpieza efectuada en el Tor Maldito. 

Llega la noche y finalmente la mayoría va a acostarse en la posada.

Duermen excelente y al otro día un paje golpea la puerta de cada una de sus habitaciones.

Señores,  le venimos a recordar que el alcalde los espera en una hora más en la alcaldía. 

El desayuno está listo. 

Llegan a la alcaldía después del desayuno, el alcalde les recibe como héroes,  con una amplia sonrisa. 

De verdad no se que hicieron,  cuénteme los detalles...

Al primer o segundo día que se fueron,  lentamente el clima empezó a cambiar,  para bien,  si me entienden,  como si una barrera  mágica hubiera estado reteniendo  la gente,  y se hubiera desvanecido,  también empezaron a llegar pocos turistas y gente de paso. 

Luego de 4 o 5 días,  la afluencia de gente en el pueblo mejoró tanto,  que empezamos a abrir los locales y se empezaron a abarrotar las tiendas,  mejorando ostensiblemente el comercio,  tal como deseábamos y esperábamos,  pero no tan... violentamente , no se si me entienden. 

Luego de casi 6 días enviamos a Augustus por ustedes,  y efectivamente los encontró,  estaban en una especie de derrumbe en la cima no?

Me alegro muchísimo de que estén de vuelta... y por supuesto acá tienen lo suyo... su recompensa. 

Los mira expectantes para que le cuenten los pormenores. 

Señor Alcaide, uy, ¿por donde comenzar?   ¿Por las leyendas viejas del lugar?  ¿Por el heroísmo de mis compañeros, que casi casi que la palman allá por un palmo de su mano de no ser por su tezón y empeño?    ¿Por las tremendas arañas que nos enredaron y en que nos volvimos?  ¿Las muy bonitas hienaceas y lobaceas que salieron por allá?  ¿Por las razas y atacantes goblinescos esperando el rebrote de su antiguo campeón y cacique y warlordesco, más duro de roer que un cuero viejo y huesos petrificados? 

Antes de hacerlo, quisiera una promesa de ustedes, por lo logrado.  ¿Pueden prometer cuidar a todos los árboles centenarios que hay en el pueblo y su ejido?    Fueron ellos los que me contaron la historia que hizo posible encontrar el lugar y que ahora ustedes tengan un horizonte de paz, para la continua prosperidad del pueblo. 

¿Puede hacerlo su cabildo y edicto? 

Es mi única recompensa en realidad.

Le había resultado una magnífica noticia la supervivencia del caballo, no había querido perder a ambas monturas por lo que salvar a una era satisfactorio. Agradeció a los dos clérigos que hubieran cuidado del animal. Así quedaron las cosas hasta que tras un largo sueño amanecieron todos. Dormir fue bueno, limpió alguno de sus males pero no los suficientes, arrastraba con sus fallos de juventud y era demasiado pronto como para entender que eran simples altibajos de la vida. Gael podía estar ya en el buen camino, este pudo ser el primer paso en la buena dirección.

Al encontrarse con el alcalde iba a responder cuando se adelantó la gnoma, era normal pues la labia de estas personillas era legendaria.

- Tuvimos un viaje a través de las montañas que nos llevó directamente a la entrada de una gruta y allí nos esperaban todo tipo de seres desagradables empezando por todo un grupo de ratas hambrientas que vinieron a recibirnos. Una vez apartadas pudimos acceder al túmulo encontrando pronto un esqueleto que no pudo resistir nuestro ímpetu. Continuando camino, hay que destacar la existencia de varios hobgoblins a los que pudimos dar muerte pese a su desmedida fuerza. No pudimos comunicarnos con ellos pues su agresividad fue excesiva, sólo parecían tener el deseo de luchar. Luego una araña... no faltaron peligros ciertamente.

No habían hablado sobre el tesoro encontrado, sobre la diadema, pero creyó conveniente ir con la verdad por delante.

- Hallamos una diadema con la forma de un corazón rojo dentro de un cofre.

No sabía si tenía algún significado, no recordaba si el objeto era mágico.

- Y en la última de las salas nos esperaba un guerrero que mezclaba todo lo malo del lugar, un hobgoblin muerto, cuya escolta eran también esqueletos. Libramos una dura batalla en la que tuvimos que poner todo nuestro valor y empeño para vencer. Lo hicimos, ese ser rezumante de maldad pereció como debía de haber hecho hace tiempo. Al hacerlo el lugar se derrumbó abriendo una salida ascendente que aprovechamos. Al hacerlo fue cuando vimos a Augustus e Ylian, fue un un agradable encuentro tras largas horas bajo la oscuridad.

Cayó en la cuenta de que la diadema la podían haber estudiado ya, así como las dos perlas encontradas pero agotado como estaba tras tantos combates no había hecho un repaso mental hasta ahora. El caballero estaba dispuesto a recibir su recompensa, justo pago que le serviría para mejorar sus pertenencias, sino para sufragar los gastos de viajes y el coste de la montura que perdieron.

Se mantuvo al margen de la conversación pero escuchó con mucha atención. Ella no había podido participar junto a sus compañeros porque su viaje se había desencadenado por otro camino diferente. Sin embargo había pasado la noche con Panacea escuchando una y otra vez lo sucedido. Y aún habiéndola escuchado tantas veces, se maravillaba de la valentía de aquellos que compartían mesa con ella.

Cuando Gael mencionó la diadema Ylian se ofreció para estudiarla y desentrañar sus misterios mientras comía a poquitos para no perder detalle de lo que mencionaban sus compañeros y sorprendida por las consecuencias que había sucedido durante la expedición y mientras ella descubría a Mystra.

El hechicero estaba abrumado con la informacion del alcalde. Entonces a medida que ellos habian ido limpiando el tor maldito , las cosas habían ido mejorando para el pueblo? Vaya eso sonaba fascinante.

Panacea, como siempre, habló más rápido y mas tupido que todos. Gael ayudo con los detalles, y asi finalmente le contaron la historia al alcalde, que parecía maravillado y a la vez apasionadamente interesado en los pequeños detalles.

A medida que seguian contando detalles, su cuerpo empezó a reaccionar. Jugando con un lapicero, y mientras proseguia la historia, dirigía su atención a los distintos artículos que no se habia fijado antes estaban esparcidos por el despacho del alcalde.

Agradecemos la oportunidad de probar nuestra valía, ha sido un viaje lleno de aventuras, peligros, y como que uno tiende a acostumbrarse a algo asi, no Aramín? Le dirigió una mirada al sacerdote que había estado muy callado y quitado de bulla esos dias.

Ademas, este noble caballero, ha actuado con tanto honor como el mas grande de los nobles paladines, aun sin serlo, o me equivoco Señor Gael?

Y usted finalmente maese Panacea, maestra de las formas? Lo ha hecho nada menos que formidable!

Por mi parte, siento que el camino me llama, no se, siento como si quisiera continuar la aventura, claro que, por ahora, ejem...no tengo mas donde buscar - se encogió de hombros mientras los mira a todos...

El alcalde los mira como ensoñado, y luego de unos minutos, les hace entrega de lo prometido: un pequeño cofre con las monedas prometidas.

Se queda pensativo con el ultimo discurso de Lasar y se pone un poco nervioso....

Saben, tal vez si hayan efectivamente mas aventuras para ustedes, obviamente si lo desean.

El Gobernador de la ciudad de Purixta -- Derrick Girland-- , ha enviado una misiva a las ciudades cercanas, con respecto a una extraña enfermedad que llaman "El sueño misterioso".

En esa ciudad ha surgido hace relativamente pocos días una nueva enfermedad que tiene a todo el mundo en jaque, ya que no se encuentra ni causa ni cura. Dicha enfermedad, que se ha acertado en llamar el sueño misterioso, provoca que los que la sufren no puedan despertar y permanezcan dormidos. La situación comienza a ser alarmante ya que las primeras víctimas se encuentran extremadamente débiles; a causa de su situación apenas pueden comer ni beber y pueden morir de inanición como la situación no cambie.

El ha solicitado ayuda, y para eso, si les interesa, pueden dirigirse a esa ciudad, distante 3 dias a caballo y preguntar mas detalles al mismo Gobernador.

En nombre de la ciudad, les doy muchas gracias, y si tienen algo que conversar con los que les facilitaron los implementos para su aventura en primera instancia, pueden pasar a verlos a sus respectivos comercios.

Aca pueden ver una carta de recomendacion mia para que la lleven, por si necesitan aval con las ciudades cercanas.

Les entrega un sobre sellado con su sello personal.

Como verán, ahora que tenemos mas visitantes, surgen normalmente incoveni...

No alcanza a finalizar su frase, cuando entran un par de guardias apresurados...

Señor nuevamente riñas en la taberna, se le requiere urgente...

Señores, ha sido un gusto - dice el alcalde, esperando unos segundos antes de salir, por si quieren decirle algo mas.

Perfecto sr. alcalde, no se diga más, iremos a la Purixta y ahí buscaremos al alcalde Garland, saludándolo de vuestra parte. 

Si esa enfermedad se le permite crecer podría afectar a toda la región.  ¡Será mejor atajarla en su comienzo! 

Y el que los primeros afectados ya estén cerca de morir lo hace tan más urgente.  Urgente actuar pronto.  

Se volteó a ver a sus compañeros.   Quien quiera venir, vamos de una vez.  Al resto, un abrazo.  Se acercó a Lasar.  De alguna manera sabía que no vendría con ellos.   Se subió a un taburete y después de un breve abrazo, le impartió una su bendición druídica.   

Que encuentres la paz, a su tiempo, compañero.  Aun sin conocerte mucho, estamos contigo, hermano de otra especie y lugar.  Alcánzanos cuando puedas.

Y con otro abrazo, se bajó, tomó sus cosas y les dio al resto. 

¿Vamos? 

Agradeció las palabras de Lasar que hablaban del comportamiento honorable del caballero. Un poco de reconocimiento le venía bien anímicamente, para poder creer que iba por el buen camino. Había llegado el momento de plantear un nuevo viaje, una nueva aventura que se podía considerar que empezaba ya mismo. Gael no necesitaba tiempo de descanso ni de celebración, pero beber un poco esa misma noche o en la primera taberna que encontraran era una idea que le parecía tenían que considerar.

- Suerte con todo, alcalde, le deseo que su gente prospere.

Comentaba cuando el hombre se marchaba dejándoles allí, dando la oportunidad de compartir unas palabras entre ellos.

- Partiré también de inmediato, Panacea, me alegra de que quieras continuar.

La vida en los caminos trascurría de aquél modo, con la mente siempre fija en un entuerto que deshacer y el próximo se adivinaba tenía relación con unos enfermos, fue por eso que dirigió la mirada a la sacerdotisa y al clérigo.

- ¿Vendrás con nosotros? Vamos a necesitarte. ¿Y tú, Aramin?

Un luchador como él no tenía oportunidades de vencer cuando de una maldición se trataba, consciente de sus limitaciones y contando ya con la ayuda de la druida se preocupó por sus otros acompañantes, esperando formar una compañía con buenas capacidades para emprender esa nueva andanza.

Sintió el susurro de Mystra en su mente mientras el Alcalde hablaba sobre lo ocurrido en la otra ciudad. No entendía el mensaje pero sentía en su pecho que debía de marchar hacía allí para ayudar a aquella gente. Quizá sería también aquello parte de las ensoñaciones que había tenido quizá no. Pero sentir que Mystra la guiaba hacia allí le daba esperanza en que podrían ser de ayuda para romper aquella maldición.

Su ánimo se vino arriba al ver a la pequeña gnomo decidida a ir en su ayuda. Aquella druida con la que había compartido camino brevemente le había caído muy bien y quería seguir a su lado. El caballero Gael también quería ir a ayudar y cuando le ofreció compartir el camino con ellos asintió con una gran sonrisa.

- Mi camino sigue junto a vosotros, no pude ayudaros en esta empresa porqué sentí el llamado de Mystra y ahora que Mystra está conmigo siento que ella me envía hacia Purixta. Esa maldición debe ser rota para liberar a las pobres gentes de las manipulaciones malvadas del tejido. Contad conmigo y con Argolan. dijo señalando al búho que llevaba al hombro.

Se despidió cortesmente de aquellos que no dirigirían su camino hacia Purixta pues como al resto no había llegado a conocerlos bien y le dio pena no poder compartir aventura con ellos, pero quien sabía. Al igual que ella se tuvo que alejar temporalmente del grupo, puede que ellos volvieran tarde o temprano a reencontrarse. Con sus mejores deseos se separó de ellos y les pidió a Panacea y Gael una noche antes de partir.

- Debo volver al templo. Quiero despedirme de Augustus y Yerko antes de partir y devolver aquello que me ha sido prestado. ¿Me esperaréis? y con una sonrisa partió presta hacia el templo girándose un momento para despedirse del alcalde.