Al salir de la alcaldía van conversando sobre la aventura que los hizo conocerse, y llegan a la taberna.
Efectivamente desde el exterior, la taberna pareciera una especie de colina, un poco a mal traer, pero arreglada con algunos colores de pastos que no pegan.
Un chimenea humeante se ve desde la plaza, y al entrar pueden darse cuenta de lo tibio y acogedor que fue el lugar en otro tiempo...
Sobre las paredes de madera, descansan retratos de varios medianos, algunos con instrumentos, otros haciendo ademan de cantar, en diversas posiciones.
Variados cachivaches, ahora un poco desvencijados y descoloridos, abundan en las paredes que no tienen retratos.
Un suave aroma a hierbas dulces caracteriza al ambiente, con aproximadamente 10 mesas grandes de madera dispuestas alrededor de todo el local.
Solamente se ven 2 personas de gran edad, en una de todas las mesas, bebiendo un líquido rojizo y hablando a trastabillones, irrumpiendo de repente en sonoras carcajadas.
Un mediano pelirrojo se encuentra al costado derecho, sobre una barra, con cara de decepcionado.
Aunque al verlos, salta por sobre la barra, agarrando un paño de limpiar, lo pone rápidamente sobre su brazo doblado sobre su estómago y sale a recibirlos en 2 segundos..
Bienvenidos señores!!!! - dice con una vocecita un poco aguda, pero amable- sean muy bienvenidos a la taberna y posada de exclusividad de Villafé: La colina alegre!!!! Atendida por sus dueños Frido Pies Veloces y Linda siempre viva.
Hace una reverencia tan exagerada que pareciera tocar el piso con su nariz, luego continúa, con una sonrisa de oreja a oreja:
Que bienaventura los trae a Villafe y a mi humilde establecimiento? Tal vez se corrió la voz de nuestro exquisito estofado de carne? O la posibilidad de wow pueden beber de nuestros deliciosos licores, hechos en casa?
Como sea, estoy para atenderles!!
Su turno, si se fijan he removido a Panacea de la destinatarios, pues ahora se percatan, que terminó de cruzar la plaza con ustedes...
Al entrar me doy cuenta de que nuestra pequeña amiga se ha escabullido sin darnos cuenta.
-Supongo que tendrá sus motivos para desaparecer... ya nos contará cuando vuelva.
Nada más entrar salió disparado hacia nosotros un mediano pelirrojo bastante contento de ver gente entrar a su establecimiento. Supongo que somos los primeros forasteros en mucho tiempo.
-"Bien hallado amigo Frido. Hemos llegado hace poco a tu bienaventurada ciudad acompañando al alcalde y a algunos de los nobles y comerciantes más notorios. Nos comentó que nos proveeríais de todo lo necesario para hacer que nuestra estancia en la ciudad sea complaciente. Supongo que habrá mandado a un emisario para deríroslo, ¿no?"
Miro alrededor de la sala buscando una mesa que esté al lado del fuego. Necesitamos calentarnos un poco y que se sequen las capas. Sin esperar su contestación le vuelvo a hablar.
-"De momento querido Frido, sería un placer que nos atendiera en esa mesa de allí, la que está junto al hogar. Y sería un honor probar su exquisito estofado de carne y sus deliciosos licores, venimos desfallecidos del viaje. Siempre que la cocinera no esté muy ocupada, por supuesto. Supongo que será la otra dueña, Linda, ¿no? Una última cosa maese Frido, si es tan amable, ¿nos podría ir preparando cuatro habitaciones? Desearíamos cambiarnos y asearnos antes de comer, ya me entiende. Nuestro cuarto compañero vendrá en breve, por si se lo estaba preguntando, jajajaja."
Sin esperar a mis compañeros me voy dirigiendo a la mesa elegida. Saludo con una inclinación de cabeza a los dos parroquianos que hay enfrente y busco sentarme en un lugar que tenga toda la sala a la vista y dé la espalda a la lumbre.
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+2)=17
Al pasar por al lado de estas dos personas intento escuchar de qué están hablando.
Luego de la reverencia que da el menudo posadero/tabernero me dispongo a saludar y contarle que nos trae a su humilde local, pero Lasar parece mas interesado en entablar mas de una palabra con el posadero. Cuando termina su discurso y se dirige hacia la mesa junto al hogar fijo la mirada al posadero y saludo.
- Buenas tardes gentil posadero, que la fortune sea con usted en estos oscuros dias. Creo que mi amigo ya dijo todo lo que teniamos que decir, asi que con su permiso me dirijo hacia el.
Me acerco a él y toco su hombro en señal de amistad y tranquilidad y le digo después de eso.
- No se preocupe mucho por mi habitación, no estoy acostumbrado a los grandes lujos, con un lugar donde recostarme y que sea alejado del frio nocturno me basta. Y ese licor que solicito mi amigo que sea algo suave, debemos estar alerta mañana.
Luego me alejo y voy directo donde Lasar.
- He! Lasar apartame un lugar cerca del hogar, aun no termino de secar del todo mi túnica.
Me siento junto a el y lo miro detenidamente. Meneo un poco la cabeza y suspiro.
- Creo que esa historia sobre templos y ruinas cercanas la viviremos juntos de primera mano. Esperemos que nuestro colega llegue y el posadero nos traiga de beber para brindar por la fortuna que nos ha reunido.
Llegaron a la posada, encontrando allí en su decoración y pequeños detalles un cálido reflejo del carácter jovial de los medianos que parecían regentarla. No era muy amigo de esos pequeñuelos porque no eran muy dados al esfuerzo, aunque sabía porque lo había escuchado en muchas ocasiones que el oficio de tabernero era su especialidad, tanto como el de cocinero.
- Buenas noches, queremos probar el estofado y en cuanto a licor, en dosis correctas pues mañana tenemos algo importante que hacer.
Expuso sin darse cuenta de que el mago ya había dicho prácticamente lo mismo. Sir Gael estaba retirando sus guantes, pensando que podrían acomodarse un poco. Miró a los presentes, viendo dos ancianos, luego de nuevo a sus compañeros.
- Soy experto en el uso del escudo y la armadura pesada, por lo que veo me va a tocar cuidaros.
Sonrió con suavidad, buscando el lado divertido de aquella peligrosa empresa, solo que como decía, Gael era como una torre en cuanto a dureza y quizá su punto débil eran los conjuros perdidos de dormir, como ya había podido constatar en el complicado encuentro anterior.
- asi parece y se aprecia la preocupacion. Yo hare mi parte y traeré la fortuna de mi diosa, ocupándome de sus heridas si es que algo llega a dañaros.
-"Bueno, yo podré cubriros desde atrás. No se me da mal la magia y algún que otro hechizo me sé. También soy historiador, escritor, buen narrador... a decir verdad estoy versado en varias artes. Pero bueno, no quiero aburriros hablandoos de mí. Contadme algo de vosotros, de vuestra historia. Me puede venir bien para el libro que estoy escribiendo."
Pasa el rato, finalmente entra la gnoma y conversan animadamente.
De pronto llega la comida en brazos del mediano, quien les sirve una gran fuente y pone 4 platos, uno frente a cada uno. El mismo mediano les sirve, y deja el cucharon dentro de la olla.
Les guiña un ojo y se retira.
Los dos personajes al parecer borrachos, empiezan a elevar el tono de sus voces hasta convertirse en gritos e insultos.
De mala gana el mediano llega a intervenir, pero un segundo tarde.
Como en cámara lenta los dos se levantan y se lanzan un puñetazo simultáneo, golpeando de lleno en sus caras.
Uno de ellos cae instantáneamente, mientras el otro sonríe, levanta los brazos, y luego se desploma sobre la mesa.
El mediano parpadea, y como quien hace siempre lo mismo, toma a uno de ellos y lo levanta para llevárselo dentro.
Al cabo de unos tensos minutos, vuelve y arrastra al otro. Les pide disculpas y lo lleva por una puerta detrás del bar, por donde sale.
Vuelve al cabo de unos minutos, deshaciendose en disculpas y les indica que cuando deseen pueden pasar a sus habitaciones, les entrega la llave y se retira.
Bendita gente que no sabe beber - dice mientras se queda en el bar distraído.
Llega la noche y ustedes siguen charlando, hasta que se retiran a su habitación.
Transcurre la noche y siendo temprano en la mañana, se despiertan.
Avance un poco la trama, si alguien quiere hacer Algo antes de dormir es libre.
Sino declaren que hacen al iniciar el día siguiente.
Saludos,
Trató de beber junto a sus nuevos compañeros de aventura, esperando ser suficientes como para poder completarla y sobre todo, poder aguantar él los embites con el apoyo del clérigo, Aramin. Aquella nueva oportunidad de dar un giro a la reputación que hacía meses le acompañaba tenía que resultar exitosa, Gael deseaba que el pasado quedara enterrado y que sobre ese terreno creciera algo nuevo y mejor.
Se despidió de sus camaradas, cayendo en los brazos del sueño plácidamente, en tanto que las noches en el camino le hicieron valorar hasta el más humilde colchón siempre y cuando lo limpiaran y no tuviera que compartirlo con pulgas. Llegó ya preparado, luciendo la armadura, el escudo a la espalda pues no se atisbaba peligro alguno. Quería que el nuevo día fuera el prólogo de un nuevo libro, de una nueva historia hablando de un caballero que encontrase su lugar en el mundo.
- Buenos días, me ha tocado madrugón para prepararme el primero.
Iba comentando al tabernero y pidiendo ya algo que llevarse a la boca.
Panacea se había quedado hasta tarde platicando con la gente. Finalmente, era una druida que aprendía el camino del Círculo de la Luna, y esa gente se quedaba hasta tarde.
¿Qué hizo? Pues le gustaba oír historias de todo el mundo. En especial paraba aquella su puntiaguda oreja cuando la gente contaba sobre exploradores de tumbas, o sobre alguien siguiendo el rumor del Tor, futil o acertadamente, pues también en las historias en blanco había información, sobre lo que no había que hacer.
Al llegar la inevitable hora del sueño y haber menos comensales, platicó con el mediano para que le contara de los exploradores que llegaban, y sobre la geografía del lugar. "¿Sabe usted donde hay piedras de esta y esta forma?", le había preguntado, recordando las visiones que el árbol antiguo le había regalado.
Escuchó su respuesta e historias, verdaderas e inventadas, con gusto y curiosidad de gnoma, como siempre. Y, ya pasando la hora, preguntó dónde habría un árbol grande y frondoso cerca de la taberna; hacia él, bostezando, se fue a dormir, a sus ramas.
El sol la despertó, ¿desde abajo? ¡Ah!, estaba brillando sobre la armadura de un caballero.
Motivo: Investigación
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16
Motivo: Persuación
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+4)=9
Frido conversa contigo un buen rato esa noche, aunque no te cuenta nada sobre tumbas o cosas similares que el tenga certeza.
Lo que si te cuenta es que ha escuchado rumores sobre ataques de criaturas más al norte.
Y cuando te vas te termina diciendo:
Si quieres rocas grandes busca en los ríos!! Aunque si quieres más grandes, siempre puedes buscar al norte, en las montañas!!!
Se ríe, mientras empieza a cerrar la posada.
Te deja pensando.
Al despuntar el alba, bajo de mi habitación y me siento en el salón. Gael ya está allí. Le comento a Frido que me traiga un poco de beicon frito con patatas y un poco de vino especiado. Hay que desayunar bien si vamos a ir de viaje.
-"Amigo Frido, ¿de qué discutían esos dos clientes de anoche? Parecían amigos cuando entramos."
El mediano se levanta para darles desayuno, algo poco, unas hogazas de pan, unos trozos de carne del dia anterior, un poco de leche, y algunas verduras frescasy queso.
Su cara indica claramente que el mediano no es individuo de mañana, y su poca animosidad lo revela aun mas.
arh..si... ehh...buen dia..señor...Gael.
Luego ve como entra el hechicero y piensa varios segundos de mas, mientras le contesta:
erhhhh ... No tenemos vino especiado.. a lo sumo.. - lanza una bostezo largo sin ninguna preocupacion y sigue - un poco de ehhhh...cerveza.
Keikon? que es eso? Ahh asi debe ser como le ponen a la carne en su pais, cierto?Si, tenemos, está en la mesa.
Visiblemente contrariado con la pregunta nueva, se rasca la cabeza y los ojos:
No se, probablemente cosas de borrachos, la verdad no tengo mucha idea de su lenguaje a medias- sonrie un poco- si usted me entiende.
Se queda esperando un poco alguna otra pregunta del sacerdote, y ya que no dice nada, se retira a la barra a dormitar encima.
Me despierto claramente despues que el resto. Hacia falta dormir en una cama decente después de tanto viaje, y ademas tener que convivir con tanta gente a veces no era muy producente.
Me levanto aseo un poco, me vuelvo a equipas con la espada y las dagas y relleno los kit, guardo el resto mis pertenencias en mi bolso y me dispongo a bajar.
Cuando me aproximo al salon y antes que el resto me vea bajo los hombros y pongo cara de cansado y adolorido. Acto seguido me acerco a la mesa
- por favor un cafe pan y queso.
Luego de desayunar, salen de la posada, donde se encuentran con PanaceA, y marchan a la alcaldía.