Al llegar a la granja, Rashaniel se encuentra a Groland inspeccionando el lugar con ambos brazos en jarras. Parece haber llegado unos momentos antes.
La granja es de aspecto sencillo, de madera, pero parece necesitada de varias reparaciones, algunas urgentes. Su tejado de doble agua necesita también que alguien le eche mano, así como a las cercas que tiene alrededor, que en su mayoría están descuidadas y casi sacadas del sitio. Los campos de labranza de Fendrin no tienen ninguna cosecha, signo de que éste año no han sido trabajados como debieran. Además, podéis apreciar el arado parado entre los surcos, oxidándose a la intemperie.
La granja en sí también es sencilla por dentro, apenas una habitación comunal departamentada por unas cuantas cortinas que se caen de puro viejas y sucias. La puerta está abierta y podéis acceder al interior sin problemas....no parece que Fendrin la cierre, ni siquiera cuando no está. El aire de dejadez es intenso.
Os encontráis a Fendrin en su interior, de pie junto a una cama deshecha que parece llevar así mucho tiempo, por las manchas que tienen las sábanas. En la cama hay una espada corta sin vaina, de aspecto viejo y desgastada, y Fendrin en ese momento se está ajustando un arco corto y un carcaj con unas flechas en su interior. Se gira al veros entrar...."¿Ya nos vamos?" os pregunta. Podéis detectar que aunque está algo ebrio aún, su tono de voz es firme e incluso ansioso.
Su cara y sus cabellos aparecen mojados, así como el pecho de su camisa....parece haberse lavado para despejarse justo antes de que vinierais.
Poring: 20 PX para los dos.
Último post para interpretar ANTES de la cena. :-)
Groland no respondió a Fendrin al momento: estaba demasiado absorto contemplando el increíble jardín de mugre y escombro que era aquella casa ruinosa. La peste era, al menos, soportable. "En peores zanjas hemos luchado..." Aquello era cierto, pero también literal: eran zanjas, zanjas de campos de batalla, llenas de cadáveres, lodo y residuos mágico... No una vivienda familiar. Ya había visto a Fendrin en la posada, hecho un colgajo apestoso, pero había pensado que se trataba de un momento de miseria personal puntual. Al ver aquella casa, entendió que era más bien un estilo de vida. "¿Cómo puede haber mantenido a una familia así? Cualquiera diría que se la arrebataron hace años..."
—No, amigo: mañana después del alba —contestó tras unos momentos de titubeo, indicándole con la mano que descansara.
Groland se alegraba de verle despejado, pero verle preparando las armas, como si aún pudiera salvar a su niño y a su esposa, le resultó muy doloroso. No dijo nada más: en realidad, el guerrero sólo había ido hasta allí para comprobar si la cabaña de Fendrin estaba tan cerca como le había dicho el viejo Tarnen. Y lo estaba. El cormyriense estaba confundido: desde el principio, había creído que el ataque de la mantícora había ocurrido cerca de la propia casa y al mismo tiempo muy lejos del pueblo, tal vez a horas de distancia. De pronto, una de las dos cosas no podía ser cierta. Decidió dejar a Rash el peso la conversación.
El joven mago asintió firmemente a las palabras de Groland. Sí, no era buena idea ir a cazar de noche a un depredador como la Mantícora, y además, Brand, Kerri y él mismo necesitaban descansar y preparar sus hechizos al día siguiente. Sin embargo, había algunas preguntas que debían responderse.
- Maese Fendrin - dijo, esquivando un montón de deshechos amontonados con un gesto de repugnancia - No le robaremos mucho tiempo, pues precisa de una buena noche de descanso y terminar de despejarse. Sin embargo, querríamos que nos enseñara el lugar donde la Mantícora atacó... ¿fue cerca de aquí? Quizás encontremos alguna pista que nos ayude a derrotar a esa bestia.
El hombre parece darse cuenta de las miradas que le dirigís a su casa y a sus pertenencias. Durante unos momentos parece avergonzado, pues agacha la cabeza, pero frunciendo el ceño, levanta la mirada y os contempla fíjamente, como deseando que lo desafiéis o algo así. Sólo asiente ante las palabras de Groland, para contestar después a Rashaniel....."No creo que encontremos nada....pues hace seis meses que me los arrebataron. Fue al norte de aquí, fuera del pueblo. Mi mujer, mi hijo y yo estábamos recogiendo leña, bayas, frutos silvestres....cuando fuímos sorprendidos por ése monstruo. Antes de que me diera cuenta....."
El hombre gira la cabeza y mira intensamente hacia un lado, apretando fuertemente las mandíbulas. Cuando parece haberse recuperado, os vuelve a hablar..."Si queréis salir mañana por la mañana temprano, por mí de acuerdo, aunque si por mí fuera, saldría ya mismo. Esa bestia tiene que pagarlo, ¡¡tiene que morir!!" cerró el puño derecho al decir ésto, crispado y enrojecido.
"Os iré a buscar a la posada."
Se sentó en la cama y sopesó la espada con una mano, dejándola a un lado mientras se quitaba el arco y el carcaj.
Tirada oculta
Motivo: Av. Intenciones
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+1)=20
Si no queréis nada más, os muevo de vuelta a la casa noble, donde os están esperando.
Poring: 20 PX a ambos.
Próximo turno: Viernes día 7.
Rashaniel escuchó atentamente las palabras del hombre y sintió cómo se encogía de pena y compasión al escuchar sus palabras. Era comprensible que la granja se encontrara en tal situación de abandono, considerando que Fendrin había pasado los últimos meses nadando en alcohol para intentar ahogar el recuerdo. ¿Borraría su pena tener en sus manos la cabeza de la bestia que había matado a su mujer y su hijo? Rashaniel había visto antes hombres que se dejaban llevar por la venganza, y cuando finalmente la obtenían, se sentían vacíos, pues ese sentimiento era lo que impulsaba su vida. Eran como carros sin un buey que tirara de ellos. No obstante, él no era nadie para juzgar.
Con una palmada en el hombro, el joven mago se despidió del granjero hasta el día siguiente.
“Seis meses...” Eso lo explicaba todo. Groland se dio cuenta de que no sólo se había hecho una idea errónea del lugar de la tragedia, sino también del momento: no había sido hacía unas pocas noches en alguna granja perdida de las colinas, sino hace medio año en las mismas afueras del pueblo. Ahora comprendía el estado de Fendrin y también veía de otra manera el comportamiento de Shandrill y de la guardia. Por lo demás, sus pensamientos fueron idénticos a los de Rash. Tras despedirse, Groland siguió a su compañero hacia el corazón del pueblo.