Más barata, pero menos limpia que la Cocatriz, ésta posada está regentada por Tarnen (Humano Anciano,65 años). La propia posada está en mal estado y consiste en un gran salón común con una chimenea simple, una gran cocina y un almacén en la parte trasera. La comida es sensiblemente peor que en la Cocatriz.
El salón común cuenta con cuatro cabinas a lo largo de una de las paredes, con cortinas que pueden correrse si se desea contar con más intimidad. Los cuatro perros de Tarnen suelen dormir aquí, en el salón común, y suelen incordiar a los parroquiano pidiendo sobras.
A un lado del salón común hay una simple escalera de madera que conduce al piso superior, donde hay ocho habitaciones individuales, todas con cerradura y cerradas con llave, cuya única copia se le entrega al huesped en cuestión. Actualmente, tres de las habitaciones estás ocupadas.
Lannet se aloja actualmente en éste lugar.
Precios de la posada:
1 Dragón por noche (estancia)
1 Lágrima por comida de baja calidad (1 cerveza o vino de baja calidad incluida).
3 Puntas por bebida aparte (calidad media-baja).
Entras en la posada, pides asiento y Tarnen te dice que te sientes.....te sirve aquello que pides y ves entrar tres paisanos, tres campesinos que durante 1 hora hablan y hablan de las virtudes y defectos de los llamados héroes de Fairhill.
Te enteras que los denominados héroes están alojados en la posada llamada "La Cocatriz Borracha", y que tanto el Magistrado (Arlen), como el Capitán de la Guardia (Baran), han prohibido a los vecinos del pueblo visitar la susodicha posada hasta el día siguiente, para no molestar a los que les han salvado de la horda de Orcos que habían ocupado el viejo castillo del mago...el castillo donde algunas noches se ha visto un vampiro....o al menos, eso dicen las historias.....
7) medianoche (la parte central de la noche):
Se hace noche cerrada. Las calles comienzan a estar desiertas, sólo se ven a los guardias y a algún bebedor tardío. Quien no haya cenado aún, tiene mucha hambre y sed. Ahora mismo el viento en las calles es fuerte y frío, soportable con protección (capa, ropas de invierno, etc...), así que no sería mala idea buscar un sitio donde guarecerse. Aunque hay luna, sin una luz propia o estando en un sitio públicamente iluminado, no es posible ver con detalle más allá de 30 pies.
La Elfa entro en la posada con lentitud, cruzo la estancia hasta llegar al lugar donde se encontraba el tabernero y le pidió algo que llevarse a la boca mientras le preguntaba sobre un lugar en el cual descansar a tomar su comida. La respuesta fue global para todo, despreocupación. Observando la posada la elfa se preguntaba por que trataba con esa dejadez a un cliente, no parecían sobrarle.
Agarro el plato de comida y la jarra y sin pararse a dar las gracias se fue a una de las mesas. Se quito la mochila y la dejo a su lado apoyada en la silla. En cuanto se llevo a la boca el primer trozo de aquello que llamaban "comida" en esa posada le dieron ganas de escupirlo y mejor no mencionar cuando intento bajarlo con la bebida. No es que la cerveza le gustase mucho, pero mezclada con agua no mejoraba. Tenía que empezar a acostumbrarse a comer peores cosas, no podía permitirse una gran comida. Pero aquello rayaba el limite de lo aceptable.
Daba la impresión de que la Elfa se estaba peleando con su cena y andaba distraída pero en realidad tenía el odio agudizado para escuchar lo que estaban comentando aquellos que se encontraban compartiendo posada con ella. Sonaba todo tan... prometedor.
Acabo de comerse todo lo que había en el plato y desistió de intentar tragarse el mejunje que le habían servido por bebida, agarro su mochila y fue a pagar. Dejo encima de la barra el dinero suficiente para cubrir el gasto de la cena, mas probablemente, y se fue.
Si intención ahora era dar con aquella otra posada e intentar curiosear un poco. Si no lo conseguía siempre iba a tener la excusa de buscar una comida mejor. Creíble era.
Abandonas la posada, y tras preguntar a uno de los guardias que te cruzas por la calle dónde está la otra posada, te diriges hacia allá sin muchos problemas. El aire frío de la noche zarandea tus ropajes mientras avanzas por las calles, ahora oscuras y vacías, cuando hace un rato estaban bastante más concurridas...
Te muevo a la otra posada...y cambiamos de hora.
Por cierto, en el primer post de éste hilo encontrarás los precios de la posada, para que te vayas restando de tu ficha lo que toque.
Entras en la posada, que no tiene demasiada gente aún en su interior. La mayoría de los que hay se fijan en tí, pero sin dirigirte una segunda mirada.
Hay un grupo especialmente ruidoso en una esquina, dentro de una de las cabinas que tiene la cortina totalmente descorrida, dejando ver claramente a sus ocupantes. Cuatro enanos, con la mesa llena de cervezas, hablan y ríen, especialmente uno de ellos, con una voz profunda y estentórea....."...y entonces, mientras el Troll atacaba al caballero humano, que gritaba con una niña, golpeé al Troll en una rodilla y le hice inclinarse, y acto seguido, con un poderoso golpe de mi hacha, ¡¡¡ le corté la cabeza !!!". Los otros tres, que le miran embelesados, aplauden y se golpean el pecho, alzando sus jarras y bebiendo a la salud de orador..."¡Qué gran guerrero eres Durgis!". A los pies del enano, apoyado en su silla, puedes ver un escudo redondo con una insignia en él, un hacha con el mango roto. También hay un hacha de guerra enana en la mesa, cerca de las manos del primer enano, mientras bebe, a la cual el enano señala de vez en cuando mientras habla.
Cuando te diriges al anciano que regenta la posada, un humano que responda por el nombre de Tarnen, de unos 65 años, te responde bastante seco y escueto..."¿Los que vinieron con Ariadne? Eran....dos humanos....y un semielfo...también iba un gnomo. De los dos humanos, el rubio era el que más hablaba, era un bardo o algo así....y parecía tener encandilada a la muchacha...mira...justo como esos tres enanos con el otro......del resto ya casi no me acuerdo...ya sabes...soy anciano..tengo la memoria mal....." y te hace una señal que universalmente se interpreta como "deje su oro aquí, gracias".
¡CORRECCIÓN! Después de dejar las cosas en la casa, y si me sobra tiempo, me voy a dar un paseo, pero entonces me fijo en "El Barril y la Jarra" y entro: quiero conseguir algo de info sobre los aventureros con los que se fue... ¿Arialle? ¿Ariadne? Todo esto si me da tiempo (que creo que sí). No me detendré mucho, descuida.
Pues aquí tienes la respuesta. Deberías hacer una tirada de "Reunir información" cuando intentes cosas así...para yo saber hasta donde puedo "leer"....XD
En tu próximo post, haz la tirada correspondiente y luego ya me dices qué haces, si te quedas, te vas...etc...
Poring: 20 PX
Próximo turno: Viernes 24
Lo primero en lo que se fijó el guerrero nada más entrar en la posada fue en un grupo de enanos que charlaban ruidosamente en una de las cabinas. Trató de ser discreto, pero no pudo evitar prestarles atención: obviamente, había visto enanos en sus viajes como mercenario, había combatido junto (y contra) bastantes miembros del Pueblo Robusto a lo largo de su vida e incluso había conocido a varios de ellos, pero un enano siempre era una cosa formidable de ver, qué no decir de cuatro. Su acento, además, era inconfundible.
Cuando por fin se centró, no le costó nada que el propietario le diera algo de información: el grupo de aventureros a los que había conocido Ariadne eran un bardo humano (rubio), otro humano, un mestizo y... ¡Un gnomo! Si un enano no era pan de cada día, un gnomo era algo extraordinariamente exótico. Groland apenas había visto gnomos dos o tres veces en su vida: dos veces en la corte del rey de Cormyr, cuando era pequeño, antes de que su familia cayera en desgracia y tuviera que irse al exilio, y otra más en el mercado de esclavos de Akanax.
Groland, que ya se había esperado la actitud del posadero (quién podía culparle) y había sacado de la bolsa algunas monedas, depositó un dragón sobre la mesa.
—A mi amigo escamoso le gustaría saber si la actitud de la chica parecía normal o algo... inducida —insinuó el cormyriense sin dejar de mirar de vez en cuando a los ruidosos enanos—. Y ya si, además, pudiera usted decirle a dónde pensaban dirigirse esos señores, puede que llame a algún amigo...
E hizo sonar las monedas de su mano.
Motivo: Reunir información
Tirada: 1d20
Resultado: 11(-1)=10
Deberías hacer una tirada de "Reunir información" cuando intentes cosas así
Muy cierto: eso agilizaría las cosas. Ahora que tiré (triste tirada), dime si adivino algo más. Si a raíz de lo que me digas se me ocurre algo más que preguntar, te lo digo. Si no, nos vamos.
(PORING anotado.)
La moneda desaparece en un visto y no visto de la mesa, tan rápido que no estás del todo seguro de haberla dejado....
El hombre, se inclina hacia tí y con tono confidencial te dice "¿De veras eres un aventurero? !Vaya! Algunos aldeanos han desaparecido al norte de aquí en los últimos tiempos. Algunos aventureros también se encaminaron en ésa dirección, ya me entendéis....nadie ha vuelto a verlos...decían que querían encaminarse hacia la ciudad tras atravesar las montañas... ¿sabéis? Una de ellos era la hija del herrero, Arialle...que parecía estar entusiasmada por acompañarles, yo diría que se arrimaba mucho a ése rubio...jejejeje....."
El hombre parece esperar la llegada de algún amigo...
Poring: 30 PX
Próximo turno: Martes 28 (espero)
Tú me dirás si te quedas o te mueves a otro sitio.
Como había insinuado, Groland dejó otra moneda (esta vez una lágrima de plata) sobre la barra, como recompensa para el locuaz tabernero. El guerrero ya empezaba a tener clara la historia: Arialle (o Ariadne, o como se llamara la chica) se había encoñado del bardo rubiales y había decidido ir con él en sus aventuras. Excepcional, pero no increíble.
—¿La ciudad? —preguntó extrañado ante la explicación de Tarnen—. ¿A qué ciudad querían llegar atravesando las montañas?
Por más que pensaba en una “ciudad” al norte de las montañas, en aquel momento sólo se le venía a la cabeza Nashkel, un pequeño pueblo amnita en el Camino de la Costa. Más al norte, siguiendo el Camino, estaba Candelero y, más al norte aún, la famosa Puerta de Baldur; pero esas dos ciudades estaban muy lejos. ¿Quién querría llegar a ellas atravesando las montañas a las bravas? Incluso ir por el Camino le parecía una pérdida de tiempo, teniendo barcos de Athkatla por un módico precio.
—Por cierto, ¿conoce a un campesino, un tal Fendrin que lleva unos días en el pueblo? —No esperó respuesta: hizo sonar de nuevo las monedas de su mano.— La ruta por la que ha estado desapareciendo gente no pasará cerca de sus tierras, ¿no?
PORING anotado.
Sigo tirando del hilo, pero podemos empezar la cena cuando quieras. (A esto no le debe de quedar mucho, podemos solaparlo un poco.) También puedes asumir que le doy hasta 2 pp a Tarnen para soltarle la lengua si se "atasca". Yo me voy quitando el dinero de mi ficha.
"Chico...tengo más cosas que hacer que estar poniendo la oreja todo el rato...." dijo el anciano mientras cogía la moneda..."supongo que cualquiera de las de más allá de las montañas....Candelero...Puerta de Baldur, ¿quién sabe? Jóvenes.....¡bah!"
El anciano refunfuñó ante tanta pregunta..."sí, sí lo conozco....pero no se digna a venir aquí...es el borracho ése que está todo el día en la taberna de la bastarda esa. Su propiedad es fácil de identificar....sal de mi posada y ves por el camino que va hacia el Noroeste....la última casa antes de salir del todo del pueblo, a la derecha. Está casi en ruinas...no tiene pérdida. Y no, no se nada de nadie que haya desaparecido en las tierras de ése hombre...pero si así fuera, sería demasiado cerca del pueblo. Ahora déjame ya joven, tengo cosas que hacer."
El abuelo se aparta de ti, mientra otros clientes reclaman su atención..."¡Abuelo! ¿Vienen ésas cervezas o qué? ¿Encima que están aguadas tenemos que esperar?" oyes como dice uno de los enanos...precisamente el tal Durgis.
Aclarado el tema de la ciudad y satisfecha su curiosidad sobre el lugar de las desapariciones, Groland aprovechó el momento de lío para dar las gracias, despedirse sin llamar la atención y salir del local. "No ha sido tan caro", se dijo feliz de respirar el limpio y fresco aire del atardecer. Aún quedaba algo de tiempo antes de la cena, así que decidió dar un paseo por el pueblo.
Ok, máster, sácame de aquí: tengo todo lo que necesitaba. Por mí, pasamos a la cena.