- Seguro que la plaga es un añadido a un ataque frontal, o el único ataque, en cualquier caso, es sencillo que el geofrente caiga o al menos nos deje tan debilitados que no podamos insistir con nuestros intentos de participar en esta guerra de una forma más activa.
No es que se despreocupase, pero daba igual, no podían ganar aquella batalla, a su modo de ver, podían resistirse, pero vendrían más, en mayor número, y Elysium, como el bastión que era, moriría. Tal vez así se salvase parte de la humanidad, pero Adirael no concebía la posibilidad de que eso fuese lo que él debía hacer.
- En cualquier caso, no puedo asegurarlo.
Evidentemente, trataré de hacerlo, de que sea el verdadero, el acto definitivo, pero no puedo asegurarlo. Por eso lo dejo a vuestra decisión. Es vuestra responsabilidad decidir dónde preferis estar, a mi modo de entenderlo, no podría obligaros, ni influenciaros para que me acompañeis.
Debeis meditar dónde creeis que sois más útiles, o que estrategia os parece más acertada.
Igual que no puedo asegurar que la defensa del geofrente sea, en parte, un éxito si nos quedásemos todos aquí, no puedo aseguraros que enfrentemos al Balban real.
Es un riesgo que estoy dispuesto a correr.
Podían fallar muchas cosas. Adirael no era un Dios, no era omnisciente, podía equivocarse, podía llevarles a una trampa.
- Sólo puedo asegurarte que hago lo posible por no morir en vano, y por supuesto, lo que creo que es lo correcto para no tener que librar más batallas contra Balban. Podemos tener más conflictos con él, quizás podamos resistir sus huestes, pero siempre he preferido ganar todas las batallas librando sólo una de ellas. - Si daban con el Balban real, en efecto, Adirael ganaría todas las futuras batallas, pues, no llegarían a producirse.
-¿Adirael sin asegurar algo al 100 por 100? Esto es nuevo.- Sonreí, sabía que Adirael no podría asegurarme aquello de forma efectiva y no había intentado mentirme como otras veces.
La seriedad volvió a mi rostro antes de hablar. -Si la plaga ataca, el geofrente no aguantara, eso es algo de lo que estoy casi seguro, no a menos que cortemos la cabeza que mueve los hilos. Si no encontramos al verdadero Balban no habrá forma de salir victoriosos de esta batalla.- No solo estaban los demonios a los que ya conocíamos, también estaban los experimentos de Balban, los cruces entre demonios y humanos, Andromeda...
-De todas formas, ya e dicho que es lo que tengo que hacer, como descendiente del linaje de Geralt y portador del colgante debo acabar con los "dragones" que amenazan a la humanidad.- Quizás no era el mas indicado para hablar de matar dragones pudiendo invocarles, pero eran las palabras de la leyenda que Eva me recordó y que yo le había contado a Selene antes de ser Dragonborn.
El plan de Adirael se ajustaba bastante a lo que esperaba de alguien de su talla. Aunque no llevaba allí tanto como ninguno de ellos coincidía en sus planteamientos. De nada serviría rechazar a la plaga una y otra vez si Balban puede seguir enviando sus legiones indefinidamente. Tarde o temprano la humanidad caería y, por lo que parecían prever sería mas temprano que tarde.
- Puedes contar con mi apoyo - le dije a Adirael convencida, si había que decidir, yo elegía el futuro. Prefería una misión suicida y escasa de esperanza antes que esperar a ver llegar a los súbditos de Balban y ver sucumbir una humanidad a la que apenas si podía reconocer. - coincido con la idea de que lo más sencillo sería cortar el problema de raíz, de otra manera solo se dividiría en más complicaciones y a la larga en la destrucción cuando la humanidad hubiera alcanzado su límite. De este modo, si fracasamos se verán envueltos en esas mismas condiciones, sin embargo, si tenemos éxito - me permití en ese momento esbozar una media sonrisa de incredulidad - tal vez podríamos optar por otro futuro.
Sonaba bien, bien hasta el punto de que tal vez no hubiese otra opción ¿o tal vez si?.
-Como bien dices mi sitio está aqui, con el resto de la orden y cumpliendo una misión que aun no ha terminado.
Podría estar refiriendose a la misión de todo neotemplario, que era proteger a la humanidad de cualquier "agente externo", pero en esta ocasión se estaba refieriendo a la misión dada por el mismo Alexander Brightsoul: proteger a Selene, y por tanto, proteger a Eva. Aunque no fuese por las mismas razones, Eva debía seguir siendo protegida, no es que la maestra psiquica fuese alguien indefenso, pero los poderes que podían amenazarla eran avasalladores para cualquiera de aquella sala, incluida Inma.
En cualquier caso, se quedaba porque Adirael asi lo prefería, habría tirado sus votos a la basura di Adirael asi se lo pedía.
-Alysa ha podido anticipar que la plaga estaba escabando mucho antes de que cualquiera de nosotros lo supiesemos o tuviesemos pruebas de ello...
Si era MAGGIE tenía ojos practicamente en todas partes, literalmente.
-... y a estas alturas apuesto a que va varios pasos por delante de dicho ataque, no debemos precipitarnos con la estrategia de defensa sin antes tratarlo con ella.
En cuanto al plan de ataque, me fio de tu criterio, Adirael, la verdadera pregunta llegados a este punto es si realmente un grupo relativamente pequeño puede acabar con el Balban original.
Si sus copias, desde distancias cosmologicamente hablando inmensas, tenían semejante poder, ¿de que iba a ser capaz un deathmaster de tercera generación en persona? ¿el mismo que acabo con sus dos generaciones anteriores y esclavizo a dos de las razas mas poderosas del caos (dragones y sucubos)?. Aquello empequeñecía incluso el poder de los cuatro generales del caos en la tierra.
-No me malinterpretes, es un buen plan, pero no creo que debas lanzarte al suicidio sin algo de preparación primero o sin algun as en la manga. Por mi parte lo mas que puedo hacer es enviar contigo a Athena, tal vez solo ella y yo estemos a la altura de semejante reto en la orden templaria...
El resto de portadores de espadas únicas, no estaban preparados aun, ¿lo estaban los alli presentes que tan rapido habían accedido a acompañarle?.
-Incluso aunque tuvieses exito trayendo devuelta a ese "angel" del que ha hablado Irera, ¿podríamos confiar en su ayuda? ¿hay alguna garantía de ello?.
Inma no le estaba diciendo a Adirael que debía hecharse atras con semejante plan, solo advertía de lo que ese plan les iba a hacer encarar, toda preparación sería poca.
- Inma habla con sabiduría, y con mucha razón. - secundó.
- Me conocéis bien. - refirió sobre los ases en la manga, pero no profundizó sobre el asunto. Cuanto menos se supiera de las sorpresas, mejor. A fin de cuentas un as en la manga era eso, un secreto, una forma de darle la vuelta a una situación desfavorable cuando todo parece perdido. Claro que, merecían cierta explicación: - Balban se ha ganado mucho enemigos, la plaga también.
Puede que estemos solos. - y no concluyó aquel juicio, podía que no tan solos como pensaban. - Importan poco los motivos si nos une una causa común.
Aunque nunca deberíamos perder de vista lo deseable para todos. Las miras que exigen nuestras decisiones últimamente, van más allá de obedecer - se refería a las órdenes de Alyssa o de otros - aunque a veces nos sea imposible huir de algunos mandatos. - ¿quién le había mandado a Adirael comenzar aquella contienda justo ahora? Tal vez la ley moral dentro de sí.
- Se trata del mundo que queremos dejar a los que nos precederán.
A veces, de si podemos dejarles un mundo.
Las formas en las que un agente del equilibrio puede ayudarnos escapan a mi capacidad de predicción. Aún así, los ayude o no directamente en contra de Balban, será un aliado importante y creo que es fundamental que le demos tiempo antes de fracasar o triunfar en nuestra misión.
No me gustaría que Athena viniese con nosotros por una orden, quien considere que su sitio está hombro con hombro junto a mi, entonces será bienvenido. Entendería que alguno entienda que su sitio está aquí, como os he dicho. Yo mismo, en otras ocasiones, sentía que mi deber era quedarme. Pero me parece bien si se lo propones.
Estaba bien. Aquello era suficiente.
- Cuanto más tiempo le demos a Justitia, mejor. Deberíamos ponernos en marcha.
Llegará el momento en que podamos profundizar sobre nuestro ataque al corazón de la bestia, sospecho que será pronto, basta, por el momento, con saber quien está dispuesto a dar un paso al frente cuando llegue la hora, y quien lo dará atrás con el escudo en alto para proteger la retaguardia. Como engranajes de un mismo mecanismo, tal vez, arriesgando todo, podamos ganar lo suficiente como para liberarnos del yugo del miedo y el poder que busca nuestro sometimiento o nuestra destrucción.
Miré a Lyra, que con su apoyo me había brindado esperanza. a Raven, cuya presencia me aportaba calma, a Geralt, que me recordaba que nunca era tarde para hacer lo correcto, al resto, convencido de que jamás había sido un momento tan bueno para la humanidad.
- Tal vez, mientras se reúne el consejo y se hacen los preparativos podamos hablar con Irera, reunir lo que necesitemos y tener todos los preparativos en activo para que autoricen nuestra partida.
Estamos cerca del final de un camino que muchos pensaban que no llegaría a ninguna parte.
Más cerca de Elysium que nunca.
Aquella referencia era un tanto pretenciosa y no tenían porque captarla, Elysium estaba muy lejos de allí, no en el espacio, sino en otras fórmulas. Adirael lo sentía, más que nunca, dentro de sí, inspirándole un cometido que nunca antes había sentido tan intensamente.
Esperar y escuchar era lo único que me interesaba, tal y como se desarrollaban los acontecimientos solo pude cruzar los brazos y asentir, no era necesario reafirmar más de lo necesario que apoyaba los planes de Adirael, siempre y cuando la humanidad se librara del miedo y del terror que la avasallaba.
- Un plan de ataque efectivo, si tuviera más datos de lo que sucedió en mi mente no hace mucho puede que podamos averiguar más de la Plaga y de cómo confrontar a balban, incluso de donde pueda estar - afirme crédulo a esto último - no me gustaría ir dando palos de ciego con todo lo que tenemos que hacer - y lo que habían hecho ya durante mucho tiempo.
- No tengo problema alguno que la "sesión" que hagamos me afecte si podemos solventar uno o dos problemas, tampoco creo que pueda quedarme en la ciudad cuando ocurra el ataque, dada mi vulnerabilidad psíquica, así que si hace falta información y se puede sustraer de mí, no tendré inconveniente en ello y si - dije mirando de reojo a Adirael - hace falta una buena estrategia, creo que se me pueden ocurrir una o dos ideas que ir repartiendo a diestro y siniestro a todo lo que se nos cruce en nuestro camino - puntualice esbozando una leve sonrisa recordando antiguos enfrentamientos junto a Geralt.
Me levante de la silla para estirar las piernas, no me agradaba tener que estar necesariamente sentado demasiado tiempo, me gire dando así la espalda a la mesa observando nuevamente el lugar, no dejaba de maravillarme, mientras esperaba algún tipo de respuesta o movimiento, yo ya estaba preparado, ya tenía una determinación incrustada en mi ser y no dejaría que se extinguiera, como el espíritu indómito de Elena, Aún me apoyaba en sus ideales y los de mi actual capitán re forjando así los míos una y otra vez, siguiendo así los ideales de lo que creía correcto.
- Así que cuando os decidáis, yo ya tengo las ideas claras y defender a la humanidad es mi prioridad y si matando a balban lo solucionamos, estaré listo para cuando se me reclame - dije girando levemente el torso y observando a los allí presentes tanto con valor como respeto a sus propias decisiones, Adirael había trazado un camino que ya estaba dispuesto a seguir, ahora ¿A dónde nos llevaría?; Estaba claro que la política nunca fue lo mío pero como soldado podía hacer mucho más con planes y balas que con palabras, Geralt y Adirael lo sabían, me conocían y tal vez Lyra lo empezara a comprender poco a poco.
Eva terminó su té, casi parecía haberlo calculado para ese momento, acto seguido se levantó y aguardó a que el resto hiciese lo mismo, almenos los que quedaban sentados.
-Bien, esta decidido pues, primero vayamos al despacho de Alysa y expongamos lo acordado. Si despues de eso el consejo está disponible para una reunión extraodinaria, asistiremos a dicha reunión, me temo que primero hay que abordar esa cuestión antes de proceder con el resto.
Si todo iba como se había planeado, le iban a pedir a Alysa que revelase el hecho de que había estado mintiendo todo este tiempo y que una inteligencia artificial sin practicamente límites estaba en lo mas alto del estatus político de la ultima ciudad humana. Si aquello no salía bien, practicamente ningun otro plan podría llevarse a cabo o almenos no de la misma forma.
Eva se pudo en marcha y siguiendo al grupo en último lugar, Inma, estaba seria, tal vez escéptica de que todo fuera a salir bien porque, para que se iba a engañar, las cosas rara vez salen como uno se espera, ella lo sabía por experiencia, por una dura experiencia.
Tras tomas el ascensor, el grupo pronto llegó a la cima de al pirámide y al pasillo que llevaba al depacho de la presidenta, parecía que fue ayer la ultima vez que algunos de los presentes recorrían ese pasillo, llenos de dudas e ignorando echos que ni imaginaban.
Al final del pasillo estaba la puerta y en la parte superior seguía aquella inscripción, igual que el primer dia: "Nosce te ipsum".
Eva llamó a la puerta y la voz de Alysa sonó para darles paso. En el interior, poco había cambiado a pesar de los incidentes que se habían sucedido allí en los últimos meses, el lugar era amplio, había dos sillas delante del escritorio de Alysa y varios sillones distribuidos por la sala, en uno de ellos estaba Oihanne, su guardaespaldas, como de costumbre, parecía estar leyendo un informe en una pantalla holográfica.
-Alysa- Bienvenidos, hace tiempo que no tengo una visita tan numerosa aqui en mi despacho.
Eva ocuparía una de las sillas delante del escritorio de Alysa, el resto podrían sentarse donde desearan. Inma se quedó de pie viendo una de las estanterías en las que había varias fotografías interactivas hechas durante la guerra, algunas de ellas impresionantes, en alguna se podía ver a la misma Alysa mucho mas joven, siendo casi una adolescente.
-Eva- Gracias por recibirnos presidenta, lamento lo precipitado de esta reunión, tambien quiero disculparme por adelantado por que la solicitud que he venido a presentar, tambien implica una urgente reunión del consejo.
-Alysa- No es necesario que seas tan formal Eva, no creo que nadie de los aqui presentes les importe demasiado las apariencias o el protocolo, ¿verdad?.
Eva no podía negar eso, no del todo.
-Eva- Creemos que es el momento, en primer lugar de decirle la verdad al resto de personas que viven en Elysium, la verdad acerca de ust... de ti. Asique lo prundente es comenzar por el consejo, una vez lo sepan podremos tomar una decisión conjunta.
-Alysa- ¿He de suponer que no serviría de nada tratar de convenceros de que no estan preparados, verdad? de que no merece la pena asumir dicho riesgo.
Era una pregunta mas bien para todos, pero sobretodo para Adirael y Eva, Alysa sabía bien quen había orquestado aquella visita.
-Alysa- ¿Vosotros creeis que lo estan?.
Dijo sin animo de insinuar nada, mas bien con una esperanza en sus ojos que pocas veces mostraba. Tal vez la que mas ganas tenía de que la humanidad la aceptara tal y como era, era ella misma.
Parecía que todo había quedado decidido en poco rato, cada uno había tomado su decisión, solo nos quedaba prepararnos para todo lo que estaba por suceder.
Recogí mis armas y salí con los demás hacia el despacho de Alysa. Una vez allí decidí permanecer en pie, apoyado contra la pared, ya llevaba mucho tiempo sentado.
No dije nada, no pronuncie ninguna palabra, solo mire a Oihanne de reojo al entrar -¿lo sabría ella?- antes de mirar fijamente a la presidenta, sin ningún tipo de expresión el rostro, solo observando. No diría nada si no era necesario, conversar no era mi fuerte, eso era algo que se le daba mejor a Adirael.
- No todos. - Espetó, dando un paso al frente. - Pero nosotros lo estamos.
Se detuvo frente al despacho, se cruzó de brazos, alzando ligeramente el mentón. La pregunta de alyssa no mermaba su determinación ni minaba su decisión de llevar aquello más allá.
- No todos lo comprenderán, pero podrán aceptar quienes son.
Y está más que claro que la gran mayoría sabe cuál es su papel aquí. Al menos, has dejado que busquen su rol con libertad, si no lo han encontrado aún, lo encontrarán.
No se trata de lo que esperemos de ellos.
Sino de lo que ellos mismos esperen de sí mismos.
Podeís acusarme de ingenuo, pero ahora es una cuestión de confianza. Y yo confío en ellos. En vosotros.
Miró a su alrededor, buscando sus expresiones, sus rostros amigos, cercanos. Sus gestos cotidianos, su extrañeza o su apoyo, la familiaridad de aquellas caras, incluída la de Oihanne.
- Creo que hoy, más que nunca, queremos ser dueños de nuestro destino.
Allí estaban, en busca de la libertad, queriendo romper sus cadenas con cualquiera que atase sus destinos, estableciendo un nuevo orden que no tenía que ver directamente con una organización política del geofrente, sino con su humanidad. Estaban preparados para ser humanos, para hacer lo que debían hacer, para conocerse en situaciones que aterrarían a cualquiera, porque esa era la esencia de su especie, y no tenía sentido sin el libre albedrio concedido por el Errante. Como no ocurriera en las leyendas sobre los Arlequines, no sería la prohibición de Dios a la participación, a la guía, sería el propio pueblo el que no encumbrase a los seres divinos, quienes los elevasen más allá de las estrellas. Serían ellos mismos los que pondrían los límites.
- Y creo que todos nosotros coincidimos en que queremos eso contando contigo. Como una más de nuestra familia.
Pero nuestro deseo, estoy convencido que compartido por todos, puede no ser el tuyo.
Bajo mi punto de vista, tomamos una decisión que podría distanciarnos. - planteó, hablando principalmente con la presidenta - la decisión está tomada.
Es ahora cuando tendremos que reflexionar sobre cual es tu lugar. - si se encontraba bien allí, como algo más que un teatro, o estaba dispuesta a tomar su propio camino, un camino diferente, incluso contrario.
- Sólo quiero que tengas presente que nuestra decisión no implica que te rechacemos. Por mi parte sólo pretendo llegar a la Verdad. A lo más hondo de cuanto tenemos. Para eso no necesito datos o tremendos conocimientos, sólo busco la honestidad, la evidencia, la claridad de esa Verdad. He encontrado la mía, y te ayudaré a encontrar la tuya o a seguir la Verdad de tí misma codo con codo, pero sin engaños, sin ardides, como seres diferentes, pero con propósitos y respetos comunes.
Aquella decisión podía llegar a implicar que Alyssa les abandonase. Adirael estaba dispuesto a seguir sin tutela. Sin tutores que le dijesen que hacer o cuando hacerlo.
- La libertad conlleva el riesgo de fracasar, pero no renuncio a ella.
Miré a mis compañeros y les animé con un gesto de la mano. Me gustaría ver como ellos mismos daban sus motivos para no mantener el engaño, para animar a Alyssa a ser una más, integrada como lo que era y no como una representación diminuta de su verdadero ser, ver como demostraban con sus palabras que estaban dispuestos a pensar por sí mismos y no necesitaban a nadie para que pensase por ellos, aunque como especie necesitasen toda la ayuda del mundo, estaban preparados para ser libres, para aceptar lo que llegase, para hacer lo correcto, para ser humanos.
- A la mierda con el camino fácil.
Ir nuevamente a la oficina de Alysa no se me hacía extraño era ya algo habitual algo a lo que estaba acostumbrado y eso me hacía pensar, pensar en el pasado, pensar en el futuro, nada más entrara a la pirámide me despoje de las gafas que traía conmigo guardándolas así en el bolsillo del pantalón, dejando que luz tras luz de cada corredor iluminara mi mirada, mis ojos, ya fuera por las habitaciones o por el ascensor tenía aquella mirada, serena, impasible, dispuesta a comprender y aceptar.
Al llegar a la sala Eva y Adirael fueron los primeros en tomar palabra, aquella sala, no me había puesto a pensar, antes de entrar a ella por primera vez, aquella frase grabada, no había comprendido su significado, no del todo; Solo había comprendido lo que estaba escrito, no lo que realmente podía significar.
Después de escuchar a Adirael, sus palabras me dieron una razón para hablar, no por emoción o por simple devoción a sus palabras, ya había sido tiempo que aquel tipo de sentimiento se había desvanecido y solo quedaba lo que era mi verdad, lo que realmente apoyaba y creía, mirando al suelo observando la sala esta vez solo las punteras de los zapatos y la de los demás pude darme cuenta de una cosa, algo muy simple, extendí las manos frente a mí y las observe detenidamente, estaban agrietadas, lastimadas y callosas, el uso del rifle incluso por debajo del traje había mellado mis manos y allí me di cuenta de algo simple, algo de lo que ciegamente no me había dado cuenta, oculto a simple vista.
Con las manos aun extendidas y observando al frente mire a Alysa, mire a Eva y a Adirael, gire la mirada para observar a Geralt y Lyra, oteé al sillón observando a Oihanne y me di cuenta de algo simple, algo que debía compartir, mi opinión de los acontecimientos que aunque simples eran complejos bajo otras perspectivas, nuevamente dirigí la mirada a Alysa y di un paso al frente, la observaba, no como antes, no como la humanidad la había creado, era un sentimiento que me costaba expresar pero aun así mis labios se separaron para pronunciar las primeras palabras y dejar que mi mente disparase ante el momento que se presentaba, La resolución de un simple "humano".
- Conócete a ti mismo, no es solo una frase inspiradora, también es retorico ¿No es así? - pregunte casi afirmándolo - No me habría dado cuenta de lo que significaba en realidad, de lo que en verdad significa, no es solo para usted - observe nuevamente a cada uno en la sala - Es para cada uno de nosotros - dije extendiendo ambos brazos aceptando lo que éramos, pero que éramos humanos, maquinas, clones, psíquicos, cazadores, guerreros...
- Creo que nunca estuvimos preparados, nunca fuimos capaces de prepararnos lo suficiente - dije continuando así aclarando la explicación - no nacimos preparados, no tenemos ese don, da igual la circunstancia nunca creemos que estamos del todo preparados y cuando creemos que lo estamos, algo se escapa a aquellos planes que meticulosamente creemos perfectos...No - mire pensativo, curioso y sereno a la presidenta que allí se encontraba y a cada compañero que estaba en la instancia - Sin embargo, somos capaces de adaptarnos, de crecer, de desarrollarnos y cambiar; de Aprender en nuevas posibilidades y creer en ellas sin el menor atisbo de duda, en el pasado - dije mientras observaba la palma de mi mano - hubiera pensado que cualquiera que no fuera humano, no podía tener humanidad pero; ahora pienso ¿qué es la humanidad?, no es una simple forma de conglomeración de sentimientos humanos...no...es más un sentimiento que compartimos los unos por los otros, la capacidad de tratarnos como queremos que nos traten, de aprender de lo que nos rodea y comprender lo que es diferente a nosotros y tratarlo con el mismo respeto y amor que nos tratamos a nosotros mismos - baje la mirada observando así nuevamente las punteras de los zapatos.
Unos zapatos desgastados, negros con marcas grises de uso, sonreí mientras los observaba, parecía casi estúpido pero era más simbólico - Todos hemos sufrido, hemos amado, hemos llorado y penado, pero no todos son sentimientos buenos o malos, es más un camino que nos llevó por ello y lo que nos convierte en lo que somos ahora, un camino que gustosos aceptamos y arriesgamos todo nuestro mundo para hacer uno mejor para otros - luego observe las manos llenas de grietas, heridas y cayos, junte ambas palmas cerrando así las manos apretando con fuerza y recordar, todo lo que había hecho con ellas - Todos hemos pasado días duros y noches largas pero con un fin; un fin que nosotros forjamos, que decidimos con nuestras propias manos arriesgándolo todo para por los que nos rodean e importan, incluso ahora si el deseo es egoísta, el querer vivir, el deseo de permanecer con vida puede alentar a otros a el ejemplo - separe las manos extendiéndolas de par en par - Aceptando lo que somos, nunca nos preparamos solo, lo hicimos posible por nosotros mismos - una sonrisa se escapó de aquel sermón y un sentimiento albergo mi cuerpo y alma, era algo que pocas veces hacía sentido, creía que por fin lo había comprendido - Desde luego no soy el mismo que hace ya un tiempo y dudo que alguno de nosotros lo sea pero de una cosa estoy seguro - mire con los ojos bien abiertos a la presidenta y aquella sonrisa de seguridad y confianza.
- Si en el pasado creía que tener humanidad era algo único de los humanos, ahora y por todo lo que he pasado y aprendido puedo decir, sin miedo a equivocarme, que todos sin ningún tipo de distinción de raza o género, podemos albergar en nuestro corazón humanidad, porque no es algo que solo este en nosotros, sino que está en cada uno de los que conocemos y queremos, por quienes nos preocupamos y sentimos su dolor como propio dispuestos a ayudarles, sin titubear, sin dudar ni mostrar flaqueza, porque ahora que me conozco más a mí mismo y a los que me rodean puedo decir que, no estoy preparado para aceptar lo que podrían llegar a ser - dije contando por un segundo la frase humedeciendo así mis labios y llevando una mano al corazón.
- Pero desde luego creo que sin estar preparados, podemos avanzar podemos crecer y desarrollarnos, porque al final, todos tenemos algo humano que queremos y protegemos, todos tenemos nuestra humanidad dentro de nosotros y podemos avanzar con ella, crecer con ella y aceptar con gusto y dicha lo que podría llegar a convertirse; no puedo decir que todos tengan el mismo sentimiento pero, esa es mi verdad, Esa es mi Resolución, Yo te aceptare y te querré como una más porque en mi opinión eres tan humana como yo y jamás faltare a mi palabra ni a mis creencias, Tu que siempre nos cuidaste, permítenos cuidarte y apoyarte codo con codo, no estoy preparado para el futuro pero, estaré listo para lo que nos depara, con tu verdadero Tu, Con la verdadera Alysa -
Al terminar de decir eso no pude evitar tener en el rostro una sonrisa de alegría, pura felicidad, no había sido bueno con las palabras desde nunca, pero, cuando trataba de expresarme, no omitía lo que sentía o expresaba, era mi verdadera y única opinión, no necesitaba decir más, solo ser yo mismo y Alysa ahora podía tener la oportunidad de serlo también, con el apoyo de todos nosotros.
Aquella era la primera vez que entraba en el despacho de Alysa, por desgracia, el motivo de la visita era lo bastante grave como para no detenerme a examinar en detalle la estancia. Me coloqué apartada del centro de la habitación pero lo bastante cerca como para aportar mi granito de unidad a todo aquello.
No era raro, como ya se había discutido que Alysa creyera que como raza no estábamos preparados para asumir la verdad de su naturaleza. Miré a mi alrededor y comprobé con inmensa alegría que, al menos el grupo que allí estábamos ya parecíamos haberla aceptado.
Habría podido incluso sumarme a la argumentación si Adirael y Raven no hubieran hecho alarde de toda su convicción y dialéctica para tratar con ella. Solo cabía ver si realmente Alysa podía considerar esas declaraciones como testimonio válido y sólido de nuestra intención de cambiar nuestro rumbo.
Oscilé mi peso sobre el otro pie mientras esperaba impaciente la respuesta de la presidenta. En caso de ser afirmativa y coincidir con nosotros, la reacción de Elysium me dejaría ver, más nitidamente y en persona, ese cambio que se operó en la especie y que yo aún no había tenido el placer de verificar.
Alysa permaneció en silencio durante unos segundos, segundos en los cuales Oihanne miraba a la presidenta mas preocupada que nunca, no podía protegerla de aquello. Alysa respondió con una mirada tranquila y reflexiva.
Maggie pensó en ese momento, que tal vez había que ir un paso mas allá, puede que algunas de las respuestas que se le escapaban acerca de ella misma tuvieran su respuesta en aquel acto de fe, por ridículo que pudiese sonar enfocado de una manera lógica. Tal vez era hora no solo de entender el concepto de humanidad, sino tomar parte en dicho concepto, incluso aunque no fuese humana. Una pequeña muestra, un pequeña participación que en su simpleza, podía llevar al desastre... o a la liberación.
Incluso para un ser como Maggie, existían un sinfin de preguntas sin respuesta, puede que supiese mas acerca del ser humano que todos los presentes juntos, pero de ser asi, ¿por qué era incapaz de ver aquello que los demas veían tan claro? ¿qué pieza era la que faltaba?.
Puede que fuera el momento ir mas allá de la lógica, mas allá del conocimiento y comer de la misma manzana que los seres humanos, aunque solo fuese un pequeño mordisco, una pequeña muestra, un pequeño rayo de esperanza que podía iluminar la oscuridad en la que siempre había estado oculta su existencia.
¿Alysa conocía las consecuencias de hacer lo que le pedían? si, sabía lo que iba a pasar, no era clarividente, pero la información que acumulaba y su capacidad para unirla y sintetizarla podía dar la sensación de algo parecido. Todo eran probabilidades en sus predicciones y allí estaban los humanos representando ese 0,01% que transformaba lo imposible en posible, la esperanza de que lo inesperado suceda, de que los humanos se sobrepondrían a instintos impresos en su ADN para aceptarla.
¿Los allí presentes la habían aceptado? asi lo afirmaban, Oihanne incluso lo había demostrado. Pero ¿la aceptarían el resto sabíendo el alcance total de sus capacidades, sabiendo lo que había hecho en su camino hasta allí?. Y lo que es mas importante, el resto de miles de personas, de todas las culturas supervivientes, ignorantes y sabios, ¿iban a aceptar a un ser como Maggie? si no lo hacían, ¿que podían hacer los allí presentes?.
Había un grupo de personas extraodinarias allí diciendo que tal vez... fuera el momento de darles una oportunidad.
Alysa, tras aquellos interminables segundos de pensamientos, no se dirigió a los presentes, abrió un canal de comunicación con todos los miembros del consejo.
-Alysa-A todos los miembros del consejo, se convoca una sesión extraodinaria en quince minutos en la sala de juntas, es necesario que todos acudan en persona.
Alysa no solía hacer aquello sin un buen motivo, ninguno de los miembros del consejo pondría pegas porque entenderían al instante que lo que fuese que pasase, era importante. Y acudirían, estaba hecho.
Alysa rodeó la mesa y se acercó a Eva, esta a su vez por respeto y algo de confusión se levantó y le miró expectante, esperando tal vez algun reproche, pero no era asi. Alysa se acachó ligeramente, pasó sus manos por la cintura de la psiquica y la abrazó con fuerza y cariño.
Eva se sonrojó, no sabía como reaccionar ante aquello y menos delante de tanta gente.
-Alysa- Eres mi preciada hermana, se lo que pretendes, se lo que pretendeis... y os lo agradezco, asi que por esta vez, dejaré que seais vosotros los que guiais.
Pero a pesar de parecer un momento feliz, aquel abrazo tenía un inevitable sabor a despedida, Eva no dijo nada, pero incluso en un rotro tan inexpresivo como el suyo, los mas empaticos distinguirían la preocupación.
Tras aquel gesto de una emotividad a la que casi nadie de aquella sala estaba costumbrado por parte de la presidenta, Alysa se dispondría a preparar la reunión que estaba por suceder. De seguro había otras cuestiones importantes que tratar y todos los presentes podían sobreentender que serían tratadas en cuanto aquella iniciativa se resolviese... de una manera o de otra.
-Me gustaría que todos los que habeis venido esteis presentes en esa reunión, incluida tu Oihanne.
Porque se iba a escribir la historia de Elysium, ese dia mas que ningun otro.
-Oihanne- Si, presidenta.
Dijo con voz tímida pero disciplinada a la vez. Inma aceptaría la invitación, aunque antes iría a comunicarselo a Athena, al fin y al cabo Athena era la encargada de acudir a las reuniones del consejo, aunque el papel de lider siguiera siendo de Inma.
Si alguien mas quiere intervenir, que lo haga, la conversacion no se ha acabado necesariamente. Sino, continuaremos en la sala de juntas.
- Vamos a acabar con tu paciencia a base de preguntas. - le adelantó, porque todos tendrían las suyas, todos querrían saber positivamente que les deparaba el futuro, cual era la situación de los humanos, que podían hacer, que debían hacer, si les guiaría, si debían guiarse por ella, y un sinfín de cuestiones. Adirael, irónicamente, no expuso ninguna de las muchas que sin duda tendría, porque no buscaba una respuesta en Alyssa, él, y los demás, ya las estaban buscando en otras partes, muchas veces, en sí mismos.
- Te aconsejaría un rato cerca de los que te son más cercanos. - esos eran Oihanne y Eva. - Nos veremos en la sala de juntas.
dije mientras me giraba para encarar la puerta, estaba dispuesto a salir de allí sin más, sabiendo que habían hecho lo correcto, aunque eso pusiera en riesgo la supervivencia de la humanidad. Porque hope ya se lo había demostrado, porque llevaba tiempo pensandolo, si fracasaban, si todos desaparecían, sería la muestra de que no lo habían conseguido. Sin embargo, seguían allí. ¿Gracias a Alyssa? Mientras compartiese sus valores...así era.
Ya de espaldas al resto, liderando la salida, los miró por encima de su hombro derecho, sin condescendencia, con fría serenidad.
Las palabras irían dirigidas a la presidenta.
- En el submarino.
Estuviste a punto de convertirte en ese César. - reproche amable o advertencia que recordaba fielmente la primera conversación que tuvieron el uno con el otro.
- Si te sirve de algo - anticipando lo que tal vez podría ocurrirle por parte del resto de habitantes humanos - creo que no ha llegado el día de una nueva coronación o de una abdicación, más bien, de un bautismo.
Te golpearán.
Es posible que llegue a doler.
Pero al menos podrás saber que puedes contar con algunos amigos y aliados. - que representaban una voluntad, una elección, dificil, sacrificada, madura.
- Bienvenida, Alyssa.
Miré al umbral y me encaminé hacia la salida, levantando ligeramente la diestra como despedida momentanea. La próxima vez todo sería un poco diferente, aunque el sentimiento, no habría cambiado.
Continuamos en el Acto 13: Humanidad