Partida Rol por web

Mire por unos instantes la targeta y luego alze la mirada a Alysa y pose la mano sobre la tarjeta arrastrandola hacia mi  y asenti cojiendola

estoy preparado para lo que sea

Volvi a mirar a la tarjeta y la guarde en mi chaqueta 

Si tengo que luchar luchare y si tengo que morir...

Por un momento la imagen de Dagran aparecio en mi mente.

Morire por esta gente

Susurre en bajo para mi.

El lo hubiera querido asi...

Y ahora que e de hacer

Alysa pareció complacida con aquella decisión.

-Bienvenido a bordo entonces, no hablemos de morir tan pronto, eres joven, tienes que ser mas optimista.

Hizo un guiño, dando a entender que sólo estaba intentando animarle.

-Veras, aqui en Elysium nuestras fuerzas se dividen en tres grandes escuelas, Cabalistas, Templarios, y las fuerzas armadas. Cada una de estas escuelas tiene subdivisiones: Evocadores, invocadores y psiquicos dentro de los Cabalistas; maestros de espadas y guardianes dentro de los Templarios, y finalmente ingenieros y cazadores dentro de las Fuerzas Armadas.

Los templarios no se encuentran dentro de este edificio, si no en la catedral que se encuentra por la parte del lago. Los maestros de cada escuela son tambien miembros del consejo.

Actualemente hay seis maestros en activo: Nathalya Brightman en al escuela de cazadores, Scott White en ingenieros, Elena Sunfury en evocadores, Avner Terah en invocadores, Eva en psiquicos y por último Dianeira, que dirige la formación tanto de guardianes como de maestros de espadas. Pregunta por ellos si deseas algun tipo de consejo o asistencia, aunque seguramente les vayas viendo por aqui en cuanto empieces a hacer vida normal.

Alicia no ha detectado en ti ningun signo propio de la evocación, asi que deduzco que tu estilo de combate se especializa en el cuerpo a cuerpo, en ese caso creo que lo mejor es que ingreses en la escuela de templarios, ahí serás adiestrado en sus artes. Tu mentora será Dianeira, la última synphogear que queda. Debes ir a la catedral a presentarte ante ella. Respecto a tu vivienda, tienes un apartamento en el ala oeste de este edificio, donde se alojan la mayoría de templarios, la salida a los jardines y la catedral te queda bastante cerca.

En este edificio Alicia puede activar su holograma en cualquier sitio, asi que sólo tienes que llamarla y preguntarle cualquier cosa, ella te dirá donde esta exactamente tu habitación.

Alysa hizo una pausa para que Zael asimilara todo lo que le estaba diciendo.

-Con respecto a las misiones que se van a realizar rormalmente podrás elegir a que misiones acudir (Alicia te puede mantener al corriente), entre mas misiones realices con exito, mayor será tu paga. Sin embargo no olvides que en cualquier momento, el consejo puede preseleccionar a los integrantes de una misión especialmente importante, si se requieren tus servicios especificamente no podrás negarte, aunque obviamente la paga será mayor.

Con respecto a la pequeña Pino, quiero que vayas primero a ver a Scott, el maestro ingeniero por si quiere recuperar algo de la información de su interior o volver a reprogramarla. Le encontraras en la escuela de ingenieros, sólo tienes que seguir las señalizaciones o pedir ayuda a Alicia. Luego no te olvides de presentarte ante Dianeira, ella ya estará informada de que tiene un posible nuevo recluta, aunque te lo advierto, de todos los maestros, ella es la mas dura y exigente, tampoco es nada bromista asi que será mejor que no la enfades. Ve a la catedral en cuanto acabes en la escuela de ingenieros.

¿Alguna pregunta?

Se quedó esperando, era mucha la información que le había dado, si Zael tenía preguntas, ese era el momento.

Creo que todo a quedado suficientemente claro y transparente

me levante haciendo una ligera reverencia e señal de agradecimiento

gracias por su tiempo y ayuda, ahora si me disculpa me pondre en camino a ver al maestro ingeniero de inmediato

recogi mi espada y la volvi a encanchar a mi espalda y haciendo una reverencia de nuevo me dirigi a la puerta y abriendola me gire de nuevo

pase un buen dia

cerra la puerta tras de mi

bueno pino ¿vamos a que te miren un poco vale?

alicia, ¿me puedes guiar asta el maestro ingeniero?

La pequeña Pino sonrió a Zael y no dudó en ir todo el rato a su lado. Parecía feliz, aunque en el fondo no fuera mas que una simulación, era comprensible el porqué aquellos robots mascota eran tan comunes a finales del siglo 22, cuando los valores de la humanidad tocaban fondo.

Alicia por su parte apareció caminando al lado de Zael en cuanto este pronunció su nombre.

-Por supuesto, Zael, es por aqui.

Tan servicial como siempre, guió al mercenario a traves del bloque militar. Bajaron por los ascensores hasta el hall central y enseguida tomaron el camino que conducía al ala de las fuerzas armadas. Era el lugar mas concurrido, pues la mayoría de fuerzas de Eysium eran militares entrenados de distintos ejercitos y fuerzas especiales. Zael vió a muchos soldados armados de aqui para allá incluso grupos avanzando en formación por los pasillos.

Finalmente, los tres llegaron a la puerta de la escuela de ingenieros, de donde salían muchas de las maravillas armamentisticas usadas allí. Al abrirse las puertas, se encontraron con un enorme taller, cargadisimo de artilugios y "chatarra" de todo tipo. Sólo había una persona en ese momento en la sala principal. Un hombre joven que parecía inmerso en sus quehaceres.

-Alicia- El es el maestro Scott White.

Dicho aquello desapareció, y el hombre en cuestión levanto la vista para mirar a los recien llegados.

-Scott-¡Hey!, pero mira quien está aqui...

Dijo esbozando una sonrisa, reconociendo enseguida a Pino, la cual corrió a saludarle.

-Pino-¡Hola Scott! he venido tal y como te prometí, él me ha protegido.

Dijo la pequeña señalando a Zael. Luego Scott se centró en el mercenario.

-Scott- Vaya, asi que tu eres el ultimo superviviente, me alegra que aun encontremos gente con vida en ese infierno.

Se acercó a Zael y le ofreció la mano a modo de saludo.

-Scott- Yo soy Scott, Scott white, gracias por traer a Pino sana y salva, temía que si encontraba algun superviviente y trataba de guiarle hasta aqui le pasase algo a ella o al superviviente, se les termina cojiendo cariño aunque sean robots, ¿no crees?. Dime, ¿Alysa ya te ha puesto al corriente?.

Preguntó mas por dar tiempo a Zael a presentarse y hablar un poco que por asegurarse de algo que aprecía obvio.

encantado scott soy zael es un placer conocerte

le doy un apreton de manos firme y decidido

lo cierto es que ha sido ella la que me ha salvado no se que seria de mi sin ella

me volvi para verla

si se les coge cariño 

volvi a mirar a scott 

lo cierto es que es un trabajo explendido el que has hecho con ella y si ya estoy al corriente de todo....creo

bueno es hora de que te encarges de pino yo e de ir a hablar con Dianeira espero que todo vaya bien volvere por aqui cuando acabe

-Asi que te han asignado a la escuela templaria, jejeje, debes de haberle parecido bastante habil a la presidenta si te ha enviado con Dianeira, no es nada facil hoy en dia ser templario. Estaré aqui para lo que necesites.

Dijo a modo de despedida, no entretendría a Zael mas de la cuenta, sin embargo, había alguien que no estaba dispuesta a dejar marchar a su recien encontrado dueño.

-Pino- No, yo quiero ir con Zael, él cuida de mi.

Scott, algo soprendido se agachó para habalr con la pequeña androide.

-Scott- Pero Zael a partir de ahora irá a lugares peligrosos y luchará contra demonios, tu no puedes acompañarle, es peligroso.

-Pino- El sitio de Pino está con Zael aunque sea peligroso, quiero ir con él.

Al final el maestro ingeniero pareció resignarse, cuando aquellos robots mascota reconocían a su dueño estaban programados para ser totalmente leales.

-Scott- Está bien, Zael, deja que te proponga algo, puedo traspasar su memoria a un modelo portatil mucho mas pequeño y bastante util, mira, lo tengo aqui.

Nunca he provado a introducir la "personalidad" de un robot mascota en uno de estos modelos portatiles, mas pensados para ser meramente útiles.

Se lo mostró a Zael, era como una muñequita inerte.

-Hagamos un trato, y te regalo este modelo portatil con la memoria de Pino ya implantada y tu cuidas de ella y me mantienes al tanto de ventajas e inconvenientes. Puede que con el tiempo cada soldado lleve un asistente parecido con una simulación de Alicia para asistir en misiones.

Tiene muchas funciones, puedes conectarla a cualquier terminal y ella sola podrá hackearla u obtener cualquier otro dato informático, tambien es una fuente de datos interesante e incluso es capaz de pilotar cualquier vehiculo moderno. Tu sólo tendras que cuidar de ella como has hecho hasta ahora, incluso te resultará mas facil asi. ¿Que os parece a los dos?

Pino pareció estar deacuerdo enseguida.

-Pino- Si asi me puedo quedar con Zael, ¡estoy de acuerdo!.

Entonces Scott y Pino se quedaron esperando la decisión del mercenario.

Asiento sonriendo a Pino.

-Si asi estamos juntos me parece bien, yo la cuidare.

Me acerco a pino acariciandola el pelo.

-¿Cuanto tardaras en hacerlo?.

Mire a Scott para saber si me daria tiempo a ir a ver a Dianeira.

Scott se acarició la barbilla, quizá haciendose un poco el interesante, pero al final respondió con naturalidad.

-Tu ve a ver a Dianeira y cuando termines todos los trámites pasate por aqui, supongo que para entonces la transferencia estará lista.

Antes de que Zael se pusiese en marcha añadió a modo de despedida.

-Suerte con la synphogear temperamental, la necesitarás jajajaja...

Una vez fuera del taller, Zael sólo tenía que seguir las indicaciones de Alicia o los mismos carteles luminosos para salir de nuevo del edificio en forma de pirámide que constituía el bloque militar. Una vez fuera, se toparía con los hermosos jardines de Elysium y finalmente la enorme catedral templaria.

A las puertas había dos templarios haciendo guardia que obviamente detuvieron a Zael. Uno de ellos se adelantó.

-Identificación por favor, ¿que asuntos le traen a la catedral?.

No parecían hostiles, pero si diligentes.

hola, mi nombre es Zael

dije llevando mi mano al pecho

y e venido aqui para hablar con Dianeira, estoy interesado en unirme a la escuela de los templarios

dije con una voz firme y tranquila

-Entiendo.

Dijo el guardia templario de forma seca y escueta, no parecían gente de muchas palabras. Abrió los portones y acompañó a Zael por la enorme catedral, nada mas entrar estaba la capilla, iluminada por el gran roseton y hermosas vidrieras, incontables filas de bancos bien alineados frente al altar donde se podía ver el cáliz y multitud de adornos florales.

El templario guió a Zael por uno de los laterales, hasta llegar a una puerta que llevaba a un largo pasillo adornado con cuadros, todos con tematicas parecidas, desde famosos templarios hasta escenas de lucha...

El lugar tenía un suave olor a incienso e incitaba a admirar aquellas obras que aunque no destacasen por su antiguedad, si lo hacían por su significado.

Finalmente llegaron a una sala bastante grande donde había varios templarios totalmente equipados con sus aramduras entrenando desde el arte de la espada hasta el arma mas exótica, eran hombres y mujeres en plena forma, guerreros famosos por sus proezas físicas, que inspiraban confianza en la batalla con su sola presencia y su fe.

El templario que guiaba a Zael se detuvo y simplemente esperó hasta que una templaria que llevaba equipada una armadura quizá mas llamativa que las demas comenzó a caminar hacia ellos, su casco era elúnico que emitía una luz blanca al contrario que el resto que eran verdes o azules.

Aquella mujer medía 1,90m era bajo cualquier punto de vista, imponente, una figura perfecta, un cuerpo notablemente entrenado desde que aprendió a caminar. Finalmente se quitó el casco y a continuación, desvió la mirada un momento hasta que sus ojos se acostumbraron a la luz y finalmente clavó su mirada en Zael.

El guardia que había acompañado a Zael simplemente se retiró para volver a su puesto sin decir nada, fue la synphogear la que habló ahora.

-Tu debes de ser Zael. Yo soy Dianeira, maestra de la orden. Supongo que las duras condiciones de ahí arriba te han curtido lo suficiente como para estar a la altura de lo que se esperará de ti aquí. ¿Cual es tu experiencia de combate anterior a la guerra?...

De pronto cortó la interrogación al ver la empuñadura de la espada de Zael, su expresión se quedó muy seria, mirandola fijamente. Hasta que habló en un tono severo, cambiando por completo lo que parecía que iba a decir.

-Muestra tu espada...

Asenti al ver tanto su mirada como al escuchar su tono de voz el cual habia cambiado llegando a intimidad por la expresion que mostro y sin hacerla esperar mucho la desenfunde haciendo que la hoja de la espada silbara como hacia de costumbre al desenfundarla haciendo que el silvido se mezclara con el sonido de las espadas  de la habitacion.

Que es lo que sucede, si lo que quieres ver es si cuido mi espada te dire que si ya que es un objeto muy importante para mi

Tras eso mire a la hoja de la espada viendome reflejada en ella y en mi mente aparecio vagamente la imagen de Dagran en el momento en el que me entrego la espada pues esa fue la ultima vez que lo vi y asi mismo seria un recuerdo que quedaria grabado en mi mente por siempre.

Alce la mirada hacia Dianeira para descubrir que es lo que le intrigaba.

Cuando Zael desenvainó la espada, se hizo un silencio sepulcral en la sala, todos los templarios que entrenaban se pararon en seco y se quedaron mirando a Zael y a Dianeira, todos parecían haber reconocido aquella espada, por supuesto Dianeira tambien.

Sin embargo, en la mente de Zael algo extraño sucedió, él tambien reconoció de alguna forma la espada del tipo Katana que portaba Dianeira en su espalda, aunque no supiese explicar porque estaba seguro de que era una reliquia igual que la que él empuñaba.

-Esa espada es Gevurá, la severidad, una de las reliquias empuñada por Gabriel Lightsinger, uno de los diez synphogears mas poderosos que ha conocido este mundo. Asesinado por manos humanas antes de que los demonios pisaran esta tierra y robada.

Pronto los susurros y las miradas extrañas se esparcieron por toda la sala.

-No voy a culparte por el pasado, Zael, pero esa espada pertenece a la orden y sólo los templarios mas poderosos son capaces de manejar su poder. Entrégala, se te proporcionará una espada templaria de reemplazo junto a la armadura completa.

Extendió la mano, esperando que Zael la entregase... por las buenas.

mire la espada y rapidamente a dianeira retrocediendo unos pasos

ni hablar esta espada es para mi mucho mas que eso una simple arma.... en ella reside el alma de un ser querido no puedo entregarla para que otra persona la use

esta espada para mi es un amigo inseparable y es mi mayor tesoro

eleve la espada poniendola recta frente a mi y apoye la frente sobre la hoja

es lo que me une a el....

en mi mente aparecia dagran de nuevo en sus ultimos momentos de vida

lo siento pero no puedo

enfunde la espada serio sabiendo que esa actitud iva a desancadenar serios problemas pero por esa espada estaba dispuesto a dar la vida si fuese necesario

Dianeira retiró la mano, su expresión seguía seria y casi inmutable hasta que su diestra, agarró la empuñadura de su propia espada y la desenvainó en un movimiento rápido, sin embargo, aquella espada de tipo katana no emitió un sólo sonido, nisiquiera silvó por rapido que fuera el movimiento.

-Entonces debes demostrar ser digno de ella.

Todos los templarios al unísono formaron un amplio circulo alrededor de ambos y bloquearon las puertas de salida. Dianeira esperaría a que Zael desenvainase de nuevo, pero no esperaría por mucho mas tiempo.

EL mercenario se había metido en una situación aparentemente ineludible, sin embargo, un aliado inesperado le habló. Una voz se proyectó directamente en la cabeza de Zael y pronto pudo comprender que la fuente era la espada que portaba.

-Gevurá- Hey... niño... no es momento para tenerme guardada, esa synphogear empuña a Biná, su virtud es el silencio, no la oirás, no la verás, incluso si te corta no sentiras dolor hasta que empieces a desangrarte. No eres rival para esa mujer pero trata almenos de empuñarme con orgullo y hazle frente. En primer lugar no mires su espada, observa sus brazos y sus manos para saber la autentica trayectoria del golpe, no puedes fiarte de lo que veas u oigas. Trataré de ayudarte a evadir sus cortes, el resto es cosa tuya.

A pesar de lo chocante que pudiera ser que la propia espada hablara por algun tipo de telepatía, ahora Zael debía luchar por no salir demasiado mal parado de la imprudente decisión que había tomado.

*mire en todas las direcciones pudiendo comprobar que no tenia salida posible, la situacion se habia complicado mas de lo que esperaba, no entendi en principio el por que de la obsesion que tenia Dianeira por mi espada pero la decision de no entregarsela aun permanecia en mi cabeza.

Que..

mire por un segundo mi espada cuando la sacaba, seria posible que me estubiese hablando?, ¿acaso esa espada estaba viva?, las interminables preguntas que surguian de mi cabeza tendrian que esperar y si queria respuesta tendria que luchar.

azqueri una posicion de defensa mirando a dianeira muy fijamente, pues el combate mas duro que mi vida estaba apunto de empezar y por su mirada supe que no tendria ninguna pizca de compasion conmigo

estoy listo.

Aquella voz que había hablado a Zael parecía tener razón, de alguna forma era imposible seguir la espada de Dianeira con los ojos, nisiquiera silvaba al bladirla con velocidad, era extraño. Eso sumado a la increible rapidez y precisión de la synphogear se antojaba algo imposible esquivar un sólo golpe. Quizá Zael debíera centrarse en lograr golpearla con fuerza.

Por fortuna, Dianeira usó la parte sin filo de Biná para golpear por primera vez al mercenario, todo un detalle, daba la sensación de que si esa espada llegaba a la carne y los huesos de Zael los cortaría como si fuesen mantequilla, estaba afilada como una cuchilla de afeitar y era muy fina, mas fina que Gevurá.

Aunque el golpe fué sin corte, fue muy doloroso, Dianeira golpeó a Zael en un costado haciendo que la costilla afectada fuera a doler durante varios dias.

-Gevurá- Vamos niño... si no te defiendes te destrozará... deja que de dominen las ansias de destrucción, deja que fluya tu ira, sólo asi podrás hacerle frente...

Aquella voz parecía cada vez mas furiosa, mas cruel mientras el combate continuaba.