Consciente de con quien hablaba, no considere ningún doble sentido a sus palabras, confiaba plenamente en que Yecum fuera fiel a su palabra y tratase la vida de los humanos tan bien como nosotros las trataríamos en el futuro, un trato era un trato, luego le dedique una leve mirada a Andrastía que permanecía en silencio, no podía obviar el hecho de que fuera de una forma u otra una pariente de Lilith.
Con aquello en mente y tras la charla me incline levemente para tomar la Tarjeta de acceso y guardarla en mi gabardina, luego observe tranquilo a Yecum, pensando en lo hablado, por supuesto quería que Lilith viviera conmigo no obstante, le tomaría la palabra y pasaría la noche en la suit.
- No lo olvidare - mencione respondiendo a las palabras de Yecum, Luego les dedique a ambas un sutil gesto, me incline levemente en forma de respeto y me despedí de ellas - Ya nos veremos - espete con una sonrisa cómplice, mucho había pasado pero este podía el comienzo de una relación fructífera para el futuro.
Dicho aquello, salí de la habitación dejando atrás lo que sería probablemente una sesión de coqueteos, flirteos y tocamientos seguidos de actos...eróticos por parte de las dos anfitrionas.
Al salir de allí no demoré demasiado tiempo en buscar un ascensor para subir a planta veinticinco, estaba nervioso y aún así emocionado, jamás pensé poder verla tan pronto y no obstante allí estaba apunto de reencontrarme con Lilith.
Aún recordaba cada detalle de nuestra vida en el pasado, de como nos habíamos conocido, como nos habíamos relacionado y eventualmente como había caído enamorado de ella, estaba realmente emocionado de poder verla de nuevo y era mas que probable que ella, ya hubiera sentido mi presencia.
No iba a hacerla esperar mas.
Los pisos superiores eran mucho mas tranquilos, tan solo una leve musica de piano para acompañar por los pasillos. Había un olor agradable ligeramente dulce y una cuidada moqueta en por el suelo.
Jason casi podía ver a tiempo real aquella misma travesía en sus recuerdos, en un mundo devastado, con una humanidad casi extinta y un planeta destruido por las legiones. Donde apenas unos poco valientes se aventuraron en el refugio de un poderoso demonio que se hacía llamar Yecum. Donde rescataron a la mismisima enviada de Jubileus.
Donde comenzaron a cambiar el destino del universo.
Al pasar la targeta por el lector, la puerta se abrió y dejó ver una istancia enorme y con apenas luz, tan solo la proporcionaban pequeños leds de ambientación y una pequeña lamapra de noche. En un extremo una lujosa cama matrimonial con su mesita de noche y una discreta nevera con bebida. Al otro extremo había un jacuzzi preparado para ser utilizado y toallas.
Pero lo mas hermoso fue la vista de frente: el balcon de la istancia que se extendía tras un ventanal enteramente hecho de crital desde el que se veía gran parte de Nueva York de noche, unas vistas dificilmente olvidables y una belleza eterea.
Pero nada de eso sería lo que acapararía la atención de Jason, sino la propia Lilith con un aspecto que recordaba muy bien.
Llevaba puesto el traje con el que Jason la conoció, aunque era obvio que ya no lo necesitaba, había otras razones detrás de aquello. Un rapido escaneado de Nova descubrió que el traje era similar en aspecto, pero ni mucho menos tenía las mismas funciones, los materiales no eran de la Tierra y su proposito parecía sobretodo estético, con la intención de emular el antiguo. Un diseño especialmente conveniente para pasar desapercibida en la sociedad humana actual.
Lilith se puso en pie, pero no se acercó a Jason, permaneció en aquella posición, casi obnubilada.
-Espero que no te hayan sermoneado demasiado. Tienen una forma muy "particular" de mostrar afecto. Verdadero afecto.
Y por una vez no estaba hablando de la parte lasciva de la forma de relacionarse de las súcubos, estaba hablando del vinculo que las unía como familia.
Lilith seguía siendo, tal vez, igual de torme para expresarse cuando la invadía la emoción. Era consciente de que tal vez eso no era lo que Jason quería escuchar en aquel momento, pero se la notava muy nerviosa.
-En cuanto al traje... le pedí a Yehudith que me hiciera uno para poder vivir entre humanos. A pesar de todos los malos recuerdos tras este diseño, lo prefiero a cualquier otro...
Se frotó tímidamente una mano con la otra con cierta inseguridad ante la aprobación o el rechazo de Jason.
-... porque asi es como me conociste... la primera vez que nos vimos.
Luego tartamudeó ligeramente.
-P-pero...se quita... mucho mas fácil que el anterior.
Algo que le correspondía a Raven hacer si quería volver a ver su rostro y su cuerpo.
Tal vez, en ese momento, en el fondo de su corazón, Jason notó como había llegado a una meta, como finalmente su viaje le había llevado al reencuantro con quien amaba, la recompensa que deparaba su esfuerzo para él y solo para él.
¿El final? no, un nuevo comienzo, una nueva historia.
Este será el último post, por supuesto puedes responder para cerrar, pero ahora si:
-FIN-
Era bueno escuchar las palabras de Ragnarok y saber que los dragones junto a los que había luchado, habían vuelto a donde debían estar, al lugar en el que les correspondía vivir. Quizá lo que no me esperaba era que Sahloknir ahora formara parte de las legiones, pero era un dragón de oscuridad, su destino era combatir aunque aquello le llevara a la muerte.
-Parece que tienes una difícil tarea por delante.- Procrear para hacer que los dragones volvieran a ser numerosos llevaría tiempo, pero conseguir eliminar las guerras entre las castas y conseguir que los dragones pudieran adoptar forma humana requeriría paciencia. Ragnarok había demostrado que incluso una raza creada para la ira y la destrucción podía controlarse, pero había tardado demasiado tiempo en darse cuenta de ello. Aunque cuando eras un ser inmortal, un concepto como el tiempo no significaba mucho. -Lo cierto es que aunque pasara poco tiempo con Krahjotdaan, en comparación a los otros dragones, me alegra saber que puedo ir a visitarla. La devo mucho y con el tiempo seguro que yo también la echare de menos.- Y seguramente a los demás también. Había vivido muchas cosas junto a ellos, y eran recuerdos que atesoraría hasta mi muerte.
-Si es necesario os llamare.- A los dragones me refería. -Además, sera interesante ver a tus hijos con apariencia humana.-
Cuando Ragnarok se levanto para marcharse, me puse en pie para despedirla y me quede mirando la mano que me ofrecía para estrecharla, algo que nunca antes había hecho y que me choco al principio. Cuando me sobrepuse a la sorpresa estreche la mano que me ofrecía. -Te deseo mucha suerte con la tarea que tienes por delante y espero que las cosas salgan como deseas.- Y después pronuncie unas palabras que nunca había pronunciado y que creía que nunca pronunciaría a pesar de que las había escuchado varias veces. -Kadmon Aemaet, Ragnarok.-
Por fin la espera había acabado, por fin tocaba la calma, la paz, el descanso que siempre habíamos querido.
Tras un rato caminando por los pasillos, por fin había llegado a la habitación que me habían prometido, que me había ganado, al entrar, los detalles, la música, los objetos, todo parecía tan efímero, ni los mismísimos recuerdos de un mundo devastado o una aventura que se antojaba imposible fueron capaces de arrebatarme aquel momento de paz al verla.
Mi sorpresa fue repentina, pero mi aceptación fue inmediata, mis ojos recorrieron lentamente la figura de Lilith mientras la observaba con una mirada complacida...satisfecha.
Verla tan nerviosa era halagador, era seguro que ella se encontraba en las mismas circunstancias en las que me encontraba, pero esta vez, no esperaría una respuesta, no esperaría una acción, la observe tranquilo con una sonrisa en el rostro, tratando de aligerar su carga, su nerviosismo.
- Lo necesario - respondí tranquilo mientras caminaba lentamente atravez de la habitación hacía ella - pero es lo normal, después de todo...ellas van a ser mi familia también...- unas palabras que incitaban un peso aún mayor que solo lo dicho pero no importaba, relajar el ambiente era lo mas natural, lo mas...lógico.
Me quite la gabardina y la deje caer al suelo, dejando ver solamente el pulcro traje que llevaba debajo.
Mientras continuaba andando, la observe tranquilo, no parecía poder decir mucho mas, era normal, la conocía.
- El traje no me disgusta - exprese sonriéndole mientras estaba casi a un par de metros de ella - siempre fuistes muy dulce y sentimental...ese lado tuyo - musite ahora justo frente a ella - siempre me gusto...- con aquellas tenues palabras, eleve con calma las manos alrededor de su cuello y subiendo hacía su mentón poco a poco.
Ya había visto como funcionaba aquel casco, si era una réplica a el original...ya sabía como quitarlo, lo que no me demoraría mas un unos instantes, dejando por fin el poder verle los ojos una vez mas y sin poder pensarlo dos veces, le di un largo beso, sin contenerme, sin esperar, con todo el amor que sentía por ella.
Luego de unos instantes, me separe levemente de ella y apoye mi frente junto a la suya mientras la observaba. Estaba feliz y nadie podría quitarme eso, a lo que unas tenues pero profundas palabras salieron desde lo mas profundo de mi ser...
- Te prometí...volver a verte...esa era nuestra promesa...-
Jamás podría explicar lo que sentía en el fondo de mi ser pero, aquella felicidad, aquella emoción, aquel...amor.
Nunca había buscado algo como esto y aún así no podía estar mas agradecido de haberla podido conocer aquel día, porque desde ese día en adelante, recordaría que ella fue la que me ayudo a sobrevivir el abismo...y volver, con aquello, solo comenzaría una nueva historia con unas simples pero poderosas palabras...
Te Amo...
Unos días despues de la reunión en la casa de Geralt, Adirael supo que Inma había sido excomulgada y despojada de todos sus derechos para con el estado del Vaticano, por supuesto tambien de su espada. Cualquiera pensaría que las cosas habían ido terriblemente mal con su iniciativa. Pero no era sino todo lo contrario, nunca habrían permitido su marcha si no pensaran que la amenaza de la invasión había desaparecido. Todo el teatro de la excomulgación probablemente no tuviera otra finalidad que protegerla a ella y a la imagen de la orden neotemplaria.
Con el paso del tiempo la Orden iría disminuyendo su presencia fuera del Veticano, las academias templarias cerrarían y su poder militar se vería drásticamente mermado. La figura de los synphogears desapareció, asi como sus espadas reliquia, pronto se convertirían en leyendas, luego en mitos de los que solo se podría leer en archivos. El Vaticano seguiría promoviendo su palabra a través de templos y enseñanza religiosa mas allá de su estado, no mediante neotemplarios armados, estos quedaron como guardianes de la ciudad fortaleza junto a la antigua guardia suiza y las Sororitas como cuerpo de élite.
Inma se fue a vivir entonces a Nueva York como era de esperar, compró una pequeña casa a las afueras, con jardín y un corral para animales de granja. Estaba claro que no se iría lejos de Sélene. Alexandra y Athena iban a visitarla de vez en cuando, siempre mantuvieron una relación cercana. Adirael tambien sería bienvenido y sería allí donde Adirael pudo coincidir con las tres synphogears y ver de nuevo a Alexandra.
En cuanto a Maggie, de nuevo bajo la identidad de Alysa Shirokami, fundó una agencia privada de investigación "Elysium". No tardaron en aparecer noticias de como las fuerzas de seguridad comenzaban a destapar casos de corrupción o a resolver casos inconclusos gracias a información anónima. Almenos para Adirael era fácil relacionar a Maggie con aquellos acontecimientos. Tambien reconocía aquella estrategia, Maggie estaba despertando molestando un avispero, poco a poco, solo manejando información comenzó a revolucionar Nueva York.
Un año despues, Sélene acabo todos los estudios que le quedaban pendientes y se unió a la agencia de investigación Elysium con la aprobación de su familia. Geralt dejó la seguridad privada y tambien paso a formar parte del grupo que trabajaba con Maggie.
Por parte de Raven, informó que Lilith había regresado y que viviría con él a partir de ese momento, sería su total responsabilidad, asi como el grupo de sucubos lideradas por Yecum que habían comprado el local "Las puertas del cielo", por supuesto desde el anonimato, dentro de la sociedad humana solo era un club de prostitutas de mucho caché y a la vez un santuario para Lilith y enlace con los acontecimientos fuera de la Tierra. Tambien estaba claro que Yecum estaba colaborando proporcionando información, siempre a cambio de algo.
Adirael tambien pudo viajar para aberiguar el paradero de la plaga y de Kaloth, habían viajado por el espacio para establecerse en un sistema de planetas muy lejos de cualquier otra civilización, allí seguramente Kaloth seguiría haciendo aquello para lo que fue concebido, perfeccionar la vida y mejorar a su especie para sobrevivir en cualquier entorno y poder seguir expandiendose. La plaga mantuvo su compromiso con el caos, aportando efectivos para su guerra, pero esta vez respetando las reglas.
En cuanto a la Orden de Kadom, Irera, como aprendiz y única superviviente de la Orden de Kadmon, reconstruiría la orden de nuevo con ayuda de Jubileus y de Athatriel, el padre de Levistus. Por desgracia el resto de Judicatores no fueron resucitados, Levistus y Justitia murieron el la lucha por la Tierra contra el rey demonio.
Gradus siguió operando con normalidad, Adirael llegó incluso a trabajar junto a Hope, pero tiempo oscuros se avecinaban, los avances genéticos, la automecanización y diversos avances de biotecnología, traerían progreso pero tambien un mar de problemas, mas de los que los psiquicos de Gradus podían manejar. Se avencinaba una tormenta, al principio silenciosa, pero que anunció su inicio cuando llegó a las manos de Adirael un informe ultrasecreto del FBI donde, básicamente, informaban del descubrimiento de un complejo subterraneo desconocido con tecnología muy avanzada o incluso extraterrestre.
Era tal y como había narrado Ashley en su sueño, lo curioso era que la misma Ashley como parte del FBI, formaba parte de la investigación de aquellas ruinas. Seguramente Maggie ya estuviera planeando una intervención, al fin y al cabo aquel descubrimiento era la Gólgota que ella había contruido y la tecnología allí almacenada podía causar muchos problemas, el primer cuerpo de Auriga y Atlas habían sido sellados allí, en las profundidades.
Pero ese solo era uno de los frentes, la creación de supersoldados con tecnología punta e inteligencias artificiales cada vez estaba en boca de mas gente, una nueva revolución tecnológica estaba pos suceder, el mundo virtual se expandiría hasta el misticismo, creando sus propios dioses y cultos a entidades de la red, casos de mucha gente quedando en estado vegetal tras la conexión, perdiendo su conciencia en un mundo virtual en expansión exponencial que pronto conocería sus heroes y sus villanos, sus dioses y sus demonios.
Donde los guardianes tendrían que alzarse de nuevo pero esta vez contra una amenaza muy diferente.
En cuanto a Maria y Claire, la primera se las arregló para entrar en contacto con Vexille a pesar de que esta no recordase nada, no tardaron en volver a ser amigas y tal vez con el tiempo, algo mas. Claire por su parte acabó la carrera de arqueología en la universidad y acabó trabajando para la misma universidad. Ambas mantenían contacto con Maggie y sabían de la existencia de club "Las puertas del cielo" donde de vez en cuando se reunían y de paso visitaban a las que eran ahora las "invitadas extraterrestres" en una relación que por fin era igualitaria para ambas partes, las súcubos ya no eran depredadoras, sino invitadas y trabajadoras legales dentro de la sociedad (manteniendo cierto nivel de mascarada), probablemente Maggie no lo hubiera permitido de otra forma, tampoco Raven.
Adirael, ya fuese desde Gradus o fuera de la organización tendría elección, podría permanecer y ayudar a lidiar con la tormenta que se avecinaba o viajar lejos a las estrellas que durante tanto tiempo le llamaron, podía desentenderse de su mundo y visitar una infinidad de mundos y civilizaciones mas.
Pero eso, ya es otra historia.
Aqui terminamos, solo aclarame una cosa, ¿Quieres que Adirael tenga descendencia?.