Partida Rol por web

Balakia había pasado todo el trayecto más reclinada que sentada en el asiento de la nodriza, le dolía el cuello porque de vez en cuando se frotaba un hombro o trataba de estirarlo y terminaba haciendo un gesto de molestia pero después de haber pasado la noche entera de guardia en la muralla sin poder descansar más que a ratos y mal (cuando el sueño le podía) no podía esperarse otra cosa. Estaba tan desgastada de hecho que habló muy poco durante el camino, menos cuando le ofrecían conversación que entonces no parecía importarle responder.

No obstante, al llegar y pisar por fin el suelo del Geofrente soltó un borrascoso suspiro.

—Si no fuese a crujirme toda la espalda en el proceso, besaría el suelo—se tapó la boca reprimiendo un bostezo mientras estiraba el otro brazo—bueno, por eso y porque está de las ruedas de ochocientos mil vehículos militares que andan hartos de rodar por el desierto sobre arena, polvo y cadáveres de demonio.

Se quitó los cubreguantes para colgarlos de nuevo en el cinturón ahora que no estaba "de servicio", en ese momento pareció recordar que tenía una de las manos vendadas y la miró un instante, luego empezó a desliar la venda.

—Bueno, querido dúo de fenómenos, una servidora se va adecentar un poco y a quitar el medio kilo de arena del desierto que seguramente debe llevar encima—terminó de quitar el vendaje y se miró la palma, palma que por lo vito debía estar curada ya que no tenía ninguna herida, sonrió de lado y fue a decir algo pero en ese momento estornudó de nuevo—Dios... ¡y a tomar algo contra esto antes de que se convierta en una pulmonía!

Puso los ojos en blanco mirando al techo y levantó ambas manos teatralmente como diciendo "Señor... " o algo así, luego despidió con una mano a Scott y se volvió para hacer lo propio con Adirael.

—Te veo más tarde, Genio—sonrió de medio lado aunque con algo de cansancio—ya sabes por dónde suelo andar.

A fin de cuentas eran "vecinos de escuela".

Se dio un toquecito en la sien con el índice y el corazón unidos en una especie de imitación de saludo militar pero de lo más desenfadado y empezó a andar tranquilamente para salir del hangar, si no le decían anda más, claro.

 Adirael también pensaba retirarse, de hecho se despidió de Balakia y de Scott con normalidad, entendiendo que estarían cansados, quizás más que el psíquico por dos razones; su esfuerzo y una noche agetreada en el frío exterior del desierto.

 Se giró lentamente dandoles las espalda, sin observar como se retiraran, y miró el hangar alzando levemente el mentón, tratando de abarcarlo todo con una larga mirada...

 ¿Cuál es el sentido?

 ¿Qué es lo que se nos escapa?

 Las manos de Adirael que no estaban en ese momento dentro de los bolsillos se estremecieron, y la derecha trató de aferrar el aire, como si alcanzase algo inalcanzable...

 - Creo que tu también necesitas un descanso...

 Y como si se hubiese deshinchado fue encogiendose de hombros, bajando el mentón y cerrando los ojos hasta que sus párpados quedaron a media asta, frio e inexpresivos, mirando al suelo que parecía inspirarle la misma magnificencia que todos aquellos aparatos mecánicos, aquellos descubrimientos efímeros que aportaban tanto...y a la vez no aportaban nada.

 Hablaba solo, y no le importaba lo que nadie pensara. Estaba cansado y sucio. Pero su cansanción no era solamente físico.

 Estaba cansado de esperar. De seguir las migas de pan. De vivir en aquel Hansel y Gretel.

 -  ¿Cuándo terminará todo?

 Y con ello nunca tuvo la intención de referirse a aquella guerra...había algo más esbozado en aquel tablero de ajedrez, había dos entidades jugando, y había un contexto que todos habían olvidado, quizás...incluso los templarios.

 Se retiraría sin más, cabizbajo y nuevamente con las manos en los bolsillos. Era agradable volver a casa, pero por algún motivo la rutina no le aportaría consuelo a su espíritu rebelde.

El dia de la misión llegó, haciendo parecer el tiempo pasado desde la ultima relativamente corto, sin embargo, con el tiempo, tanto Balakia como Adirael podrían haberse acostumbrado aquello lo suficiente como para, al menos, los nervios se transformaran en una ayuda a la concentración mas que un perjuicio para la misma. Aquella misión sería una de las primeras que en vez de comenzar al amanecer, lo haría con el crepúsculo, sería una misión nocturna por el sencillo motivo de cubrir el vuelo y el acercamiento de las naves Olympus a la plataforma, al fin y al cabo gracias a la tecnología, viajar de dia o de noche era indiferente para cuestiones de navegación.

Para Adirael sería una misión un poco especial, pues aquella mañana partió hacia sala de informes junto a su maestra en vez de dejarla atras como de costumbre. Eva portaba su traje especial blanco junto con algunos complementos a modo de protección, como botas de caña alta, guantes y la diadema doble de todo psiquico. En cuanto a armas, solo llevaba un cuchillo reglamentario enfundado en el cinturon.

Una vez en la sala de informes se reunirían todos los integrantes de la misión, que no eran pocos, todo el mundo se sentó y guardó silencio con la aparición del general Eric y Scott con aquel extravagante traje de combate que no dejaba ver ni un centimetro de piel, Scott se sentó junto a la sargento Nathalya en la primera fila y el informe comenzó.

-General- Atención. La plataforma de Wilfarma está situada a 30 km de la costa el viaje será de una hora aproximadamente. Esta plataforma cuenta con tecnología punta de investigación y seguridad, aunque lo mas probable es que el sistema de energía esté inoperativo. No sabemos exactamente como llegaron los demonios no alados hasta allí, pero tenemos viejas transmisiones de esta plataforma que informan de una infestación, no sabemos con certeza a que razas de demonios nos estamos enfrentando, debeis estar preparados para lo que sea.

Una vez en la plataforma os dividireis en grupos de dos y barrereis la zona, sala por sala, las prioridades son eliminar y asegurar, usareis una red de microcamaras autónomas que ireis colocando en las zonas adecuadas de cada segmento asegurado. Una vez asegurada la plataforma podremos enviar el resto del equipo tecnico para instalar las defensas y volver la base operativa.

Debe evitarse el daño a las intalaciones en al medida de lo posible. El departamento de investigación ha sugerido que se acceda cuanto antes a la base de datos aislada de los laboratorios para asegurar la información que pueden albergar sus servidores. Una vez controlada la zona se procederá a la restauración de la energía si fuera posible y se comenzará con la busqueda de estos datos, asi como de posibles almacenes de material.

Suerte a todos, ¡en marcha!.

No había mucho mas que decir, el resto tendría que vese sobre la marcha y para eso estaban los tres maestros que aprticipaban en aquella misión. Eva se levantó para ir al hangar como todos los demás para embarcar, pero esperaría por su alumno si fuese necesario. En el destino esperaba la nave Olympus, otra maravilla de la tecnología rescatada de RedFox, y si bien no iban equipadas con el Galaxy como las Banshees diseñadas por Scott en Elysium, tenían una autonomía mas que suficiente para ir y volver varias veces de su destino. Miradas desde cierta perspectiva, con los sistemas de gravedad cero que usaban para mantenerse en el aire (el mismo sistema que las sondas de combate pero a escala mucho mayor) en la parte superior, aquellas naves parecían abejas enormes metálicas.

Scott entró a la cabina del piloto, el resto en la amplia parte de atras, bastante mas amplia que la de las Banshees. Una vez todos en sus asientos, Nathalya dividió el equipo, asignando a Eva con ella y a Adirael y Balakia juntos, tambien repartió numerosas microcamaras que deberían colocar una vez dentro.

-Nathalya- ¿Alguna pregunta inteligente antes de partir?

-Scott-<<Si no sabeis nadar sugiero que os agarreis a algo que flote, este trasto fue fabricado en Canadá, no me extrañaría que nos dejase tirados en medio del "Charco".>>

-Nathalya- En marcha, Scott.

Respondió la sargento por el comunicador con la esperanza de que el ingeniero acabase con sus habituales comentarios. Algunos sonrieron, Eva permanecía en su habitual expresión neutral, aparentemente tranquila, pensativa.

Balakia aún permanecía de pie en un lugar del hangar, lo cierto es que era la primera misión que iba a llevar a cabo al abrigo de la noche en lugar de a plena luz del día (quitando la congelante y horrorosa guardia en la muralla de Red Fox, si es que a eso se le podía llamar "misión") y la idea no le parecía atractiva en absoluto.

"Anda que voy a llamar la atención a kilómetros... relámpagos en medio de la oscuridad. Ni el faro de Alejandría".

Níkai asomaba la cabeza curiosa sobre el hombro de la evocadora desde la seguridad que al parecer le inspiraba el interior de la mochila, lo cierto es que Balakia estaba un poco inquieta por llevar a la pequeña semisúcubo a una misión real pero el tema de la oscuridad y la explicación del General habían termiado por revelar que no había sido tan mala idea. Primero porque iban a necesitar luz y ella tenía sus gafas multivisión pero Níkai no necesitaba eso para ver, ella podía ver incluso a través de las paredes, allá donde hubiese un demonio, allá lo vería... y lo más importante; incluso podría decirle lo que era. La demonología valía su peso en oro cuando no sabían qué puñetas iban a encontrarse ahí adentro.

Por desgracia, aquella sensación de haber tenido una buena idea se huzo humo en cuanto vió a la Maestra Psíquica.

Ir con Adirael la alegraba, le gustaba ir con su amigo a las misiones en lugar de con el primer cazador chiflado o templario estirado que le pusieran por delante. Sabía que a Níkai no le hacían mucha gracia los psiquicos (y viceversa) aunque ese más o menos lo toleraba pero Eva... Eva era otra cosa.

Dos psíquicos, los dos únicos psíquicos de Elysium y uno la maestra en persona. Ella en sí no le suponía ningún problema, es más, le inspiraba hasta curiosidad pero no tenía ni idea de cómo le sentaría que una súcubo en miniatura anduviera todo el rato echándole miradas furtivas y desconfiadas asomada tras el hombro de su "dueña". Casi podía imaginársela bufando como un gatito ante la visión de un mastín ocho veces más grande que ella. Un gato con alas, pero un gato.

"Pues sí que empiezo bien causando buenas impresiones yo... " suspiró resignada. Era la primera misión en la que virtualmente iba a cooperar en grupo con ambas Maestras y ya estaba rezando porque no le dieran un puntapié antes de empezar "en fin, allá vamos... ".

Caminó hasta llegar a aquella monstruosa avispa voladora pensando en lo irónico que era que una griega entrase en "el Olimpo" y saludó aNathalya y a Eva  levantando la mano ligeramente con una sonrisa tenue y un "Buenas tardes", a Scott directamente le dedicó un pulgar cuando le vio trepar a la cabina.

—¡Kalí nychta, Genio!—exclamó palmeando amistosamente el hombro de Adirael mientras se sentaba en el asiento que le habían dejado libre a su lado y dando por hecho que entendería de sobra lo que acababa de decirle—parece que  alguien le gusta el equipo que formamos, ¿eh? al final vamos a tener que empezar a pensar un nombre, como "el dúo suicida" o algo así, que creo que "dinámico" ya está cogido.

Apostilló la frase con una pequeña risa entre dientes, claramente era una broma y la referencia iba por aquella táctica de "tú paralizas y yo electrocuto" que ella misma había terminado bautizando como "técnica suicida", irónicamente, claro porque hasta ahora les había funcionado bastante bien.

Cuando Scott hizo el chiste por megafonía, Balakia se cruzó de brazos y se arrellanó un poco en el sillón, mirando al techo (al altavoz, de hecho)

—Oh, vamos. Estoy segura de que "la magia del señor White" sería capaz de sacarnos hasta de algo así—parafraseó—apuesto a que podría convertir esto en un yate anfibio antes de que cayese al agua.

Preguntas no tenía ninguna, ni inteligentes ni absurdas... de momento al menos. Pero cuando les dieron las microcámaras miró a Adirael.

—Creo que sería mejor que las llevases tú, ¿no?—sugirió—porque como haya jarana (y seguro que la habrá) los circuitos van a acabar un poco... carbonizados si las llevo yo encima.

- ¿¡Qué!?

 Dijo sorprendido Adirael...ni siquiera se había enterado de que Balakia le había saludado, o si lo había hecho, le había quitado bastante importancia. Puede que estuviese pensando en la misión, o que la presencia de Eva le restase tiempo para pensar en cosas banales. Estaba terriblemente concentrado...aunque últimamente no salía mucho de aquel estado de reflexión continua.

 - ¿las camaras? - preguntó sin esperar respuesta, analizando el contexto de la charla.

 Miró a Balakia algo asustado, aunque estaba a caballo entre la comicidad y el miedo real, debía entenderse que era más algo parecido a una broma que desconfianza.

 - Si prometes que no me vas a electrocutar si las llevo.

 ...Vale. - Contestó finalizando con una débil sonrisilla y asintió.

 - Aunque las plataformas petrolíferas son muy vulnerables en ese aspecto, también por eso deberían de estar preparadas para aislar o derivar cualquier corriente eléctrica. Al menos siempre que sean externas.

Sólo...espero que no quede mucho combustible, o que tengas muy buena puntería.

 Asaltó a la evocadora, medio en broma medio en serio. A aquellas alturas debería de saber que el psíquico se adaptaba a ir con quien fuera, incluso si eso incluía a yehudit, como había demostrado en Nueva york.

 El psíquico comprobó un instante su pistola, bajando la mirada para analizarla con detenimiento.

 - Aunque en realidad en esto último, cualquiera de nosotros puede suponer un riesgo para todos.

 Me pregunto como llegarían los demonios sin alas allí...

 ¿Crees que existe la posibilidad de un hellgate en miniatura? Podría darnos una ventaja táctica muy superior a la que tenemos actualmente...

 claro que...adentrarse en sus caminos entre dimensiones puede llamar la atención de criaturas que sería mejor no conocer por el momento.

 Dejó de divagar de súbito y sonrió mientras guardaba la pistola en su funda con un movimiento que empezaba a ser natural.

 - Veamos que nos depara la suerte...

 dijo con contundencia, aunque aquello significaba una crítica mordaz a la mayoría de los presentes, una crítica que esperaba, pasase inadvertida.

Tomaría las cámaras y se aseguraría de comprender su mecanismo y donde debía ponerlas. Aunque eso requiriese un montón de preguntas a los más veteranos en misiones. En cada una de aquellas, la experiencia era tan decisiva como inútil. Siempre había situaciones nuevas...sintuaciones que no podían preveer...

 ¿O si era posible pero no habían dado con la forma..?

Balakia se quedó mirando a Adirael con las cejas enarcadas tras la reacción del psíquico, tras unos segundos se llevó la mano a la cabeza tocándose el pelo.

—¿A qué viene ese careto aterrorizado?—dijo—¿Me he olvidado de peinarme?

Por supuesto le estaba siguiendo la broma... más que nada porque de pronto se echó a reir.

—Sí, las cámaras—contestó finalmente con la sonrisa de lado de siempre mientras se cruzaba de brazos otra vez para apoyar la espalda en el sillón—y te lo prometo, pero sólo porque fijo que si me las cargo los tres Maestros me darán un puntapié sincronizado. Que conste.

La última afirmación iba medio en broma medio en serio, ella también sabía que ponerse a lanzar rayos o ponerse a utilizar campos magnéticos en una estructura hecha por completo de metal, rodeada de agua y que además aún pudiera tener combustible en su interior no era algo digno de ganar el galardón a la seguridad en según qué situaciones.

—Yo también lo espero... —suspiró con respecto al comentario sobre su puntería y el combustible—Eso, o que te hayas acordado de traer botas con suela de goma bien gorda.

En el momento en que Adirael aventuró sobre cómo demonios los demonios (valga la redundancia) habían llegado hasta allí sin alas, su rostro adquirió un aspecto más neutro.

—Pues no lo sé... siempre pueden haberse hecho una balsa al más puro estilo McGuiver, ¿no aprendieron a reprogramar IAS superinteligentes en Red Fox?—por un instante sonrió otra vez, no había podido evitar el comentario jocoso para quitar hierro al asunto, luego enseguida volvió a hablar en serio—o puede que simplemente se hayan teletransportado. Ya he visto a uno hacer eso... así que, a saber.

"Y la verdad, aún no sé si aquél bicho me inspiraba terror o calma".

—Es decir, puede, pero no tiene por qué haber sido una mini-hellgate—se encogió de hombros con sencillez—y sinceramente espero que, si lo fué, se haya cerrado bien cerrada, cuanto más lejos estén esas cosas de nosotros, mejor. Tienen la mala costumbre de "escupir"...

Escupir demonios de docena en docena.