Balakia sonrió de medio lado con picardía.
—O también puede que te esté tomando el pelo...
Era difícil saber cuándo lo decía de broma y cuando no cada vez que adoptaba aquella expresión, pero a fin de cuentas, formaba parte de su carácter.
—Pero sí —suspiró—supongo que hubo un tiempo en que me fascinaban los templarios, tal vez tanto como para proponerme el convertirme en una. Pero... por lo visto estaba destinada a otras cosas.
Miraba la espada mientras hablaba, acariciando ligeramente el pomo que brillaba y no tenía arañazo alguno, estaba definitivamente bien cuidado.
—Antes dijiste que nada sucede por casualidad, ¿verdad? es curioso... —añadió sentándose de nuevo en el borde de la fuente con lentitud—cuando encontramos en RedFox aquello sobre el Proyecto Mnemosyne, sobre Avalon... a mi tampoco me pareció una casualidad.
Apoyó de nuevo las manos sobre la superficie de piedra en la que estaba sentada y observó a Adirael.
—Cuando alguien ingresa como templario en una escuela, a parte de los entrenamientos físicos, le hacen leer muchas cosas... una de ellas era un libro, "La Leyenda de Avalon", está escrito en prosa y es precioso—dijo—así a priori te sonará absurdo pero he vivido en primera persona parte de las páginas de ese libro. ¿Lo has leído?
Entornó ligeramente los ojos esperando una respuesta, aunque al margen de lo que obtuviese añadiría.
Avalon, the legendary land
The isle of apple-trees and mist
Avalon is the land of elves
Where the hero comes today.
Recitó aquello de memoria, sin dudar en una sola palabra, como si fuese algo tan sabido como la tabla de multiplicar del 1.
Under the rule of the new king
flourishes and grows beautiful this country
The secret fate of the king lies
yet in the hands of God...
Suspiró y desvió la vista al suelo.
—¿Sabes que esa letra... es la que estaba cantando la mujer del vídeo que vimos con Eva?—murmuró—estaba en otro idioma pero simplemente la econocí, no sé por qué—negó con la cabeza—si lo piensas, la última parte hasta suena como cuando esto aun era un planeta habitable, no un mundo en ruinas invadido por hordas de demonios. ¿Qué pensarías si te digo que he vivido incluso parte de esa historia?
Su mano izquierda había vuelto a quedarse quieta sobre la empuñadura, era una especie de gesto reflejo del que ni ella misma parecía darse cuenta.
The cruel treason of confidential men
The cowardly treason of beloved men
And the terrible fight, that deadly fight
Oh, how many brave warriors fell
Go, fight and perish by honourable death
Parecía desde luego una especie de relato de la propia vida real, un relato sobre una lucha terrible y mortal en la que miles de guerreros habían muerto defendiendo su tierra, Avalon.
Balakia dio unos golpecitos sobre la vaina de la espada como haciendo hincapié en que tenía algo que ver con la siguiente estrofa.
In that last battle the hero will fall
And soon will come hosts of ghosts
The evening darkness will cover everything
The black night will descend
Avalon, the legendary land
The hero set out there
De nuevo el símil era palpable sobre "la oscuridad que había descendido y lo habia cubierto todo".
—El héroe murió... —suspiró volviendo a mirar la vaina esta vez con cierto deje de tristeza en los ojos— ...por salvar a su "rey".
Levantó la mano del arma y se dio a si misma unos golpecitos en el externón.
—Se supone que los héroes siempre se salen con la suya, y sin emabrgo, el futuro de ese rey, lo deja en el aire... de momento, aquí está.
Ciertamente era todo muy extraño, aquel simple poema narraba tres cosas a la vez y todas tenían que ve... Balakia sonrió de lado aunque no era uan sonrisa alegre, sino más bien resignada.
—Y para rematar... ¿sabes que termina dedicándole unas palabras a Mnemosyne?" Avalon is the land of elves, Avalon is the heavenly isle of shadows Enchanted isle, The ship set out to an unknown voyage... "
¿Coincidencias?
En efecto, Adirael sólo tenía que recordar lo escrito en la nota del capitán Lloyd sobre que "la última nave había partido ya hacia Avalon" Mnemosyne viajaba ya "a tierra de héroes". Balakia volvió aponerse de pie, ahora no parecía cómoda en ninguna postura ya que simplemente cambió el peso del cuerpo de pierna y perdió la mirada en un punto indefinido entre unos arbustos que había frente a ella.
—Se llamaba Alex—dijo de pronto. Aquella voz que siempre tenía un deje pícaro o desenfadado sonaba ahora tan seria que casi no parecía la suya— ...Alexandra. Era como mi hermana.
El último añadido debía ir para no confundir eldiminutivo con un nombre... masculino.
—Fue justo unos días antes... de que me encontrara el FourHope. Un Señor del Abismo nos perseguía, estaba... tronando, había una tormenta impresionante—aquella parte sí que parecía costarle puesto que a veces se le atascaba la voz, de hecho, se podía ver en ocasiones cómo tensaba el músculo de la mandíbula al apretar los dientes—una guardiana templaria y una... chica, normal y corriente, corriendo ambas de aquella cosa de seis metros que escupía fuego y lo destrozaba todo a su paso. Nos lanzó un coche encima, derrumbaba casas a coletazos, yo estaba muerta de miedo.
Hubo un momento en que nos acorraló... nos metimos en un edificio pero nos vio, destrozó la fachada de un golpe, creí que se había acabado, que iba a morir... pero Alex se puso en medio, como un escudo, brillando con ese... —levantó ligeramente las dos manos como si intentara explicar algo que no era capaz— ...ese aura... que tienen los templarios. El golpe iba para mí, pero se lo llevó ella, la lanzó de un segundo piso al suelo...
En aquel momento tuvo que pararse porque se le estranguló la voz. Si bien estaba claro que el orgullo de la evocadora no tenía límite, ni un asola lágrima afloraba a su sojos aunque estab aclaro ue el motivo no era otro qu epura y dura cabezonería mezclada con un esfuerzo de voluntad supremo.
—Estaba tan... furiosa... —los dientes le rechinaron como si en efecto estuviera recordando aquello claro como el agua—deseaba con toda mi alma ver a aquel monstruo muerto y sin embargo yo no podía hacer nada, no sé bien cómo pasó... pero el caso, es que en cuanto me convencí de que quería aquello a toda costa, sin importar lo que yo pudiera hacer o no, sólo tuve que subrayarlo con un gesto, ese gesto hizo que un rayo cayera del cielo y lo fulminó en el sitio.
Dejó caer las manos y hundió un poco los hombros.
—Esa fue la primera vez que rompí mi Realidad Personal, ese día desperté el don... pero demasiado tarde—se atrevió a levantar la vista pero no a mirar a Adirael, ahora tenía bien cogida la vaina de la espada—lo último que Alex me dijo fue que esto representaba sus ideales, sus sueños... y que yo siguiera adelante con ellos—suspiró—Como ves... cada uno tenemos una razón para seguir adelante, y la mía es una promesa, aunque sea un poco irónico, soy la "evocadora" más "templaria" del geofrente...
Entonces repentinamente giró la cabeza y miró al psíquico, ahora más que tristeza había cierto ribete iracundo en sus ojos qu eAdirael ya había visto en alguna ocasión.
—De ese día recuerdo dos cosas con toda claridad: una son los truenos, y otra... esa risa. Esa risa ODIOSA que reconocería en cualquier parte y que no paró de perseguirnos junto al Señor del Abismo... porque no salió de la nada, fue otro demonio quien lo invocó.
En aquel momento quedó explicada cualquier duda con respecto a la reacción de Balakia cada vez que veía a ese demonio.
—Fue Balban.
Pero Avalon en nuestra historia es más que una isla....y significa mucho más que eso.
Otra prueba más.
El semblante de Adirael estaba tenso, sentía el padecimiento de Balakia en su corazón, golpeandole con fuerza. Malditos templarios....
Apretó los dientes un instante y consternado ladeó la cabeza para observarla cabizbajo. Le ofrecía el hombro sin decir nada por si necesitaba el contacto humano...aunque sólo fuese un impulso en su mente. Puede que nisiquiera estuvieran en un lado u en otro...quizás sólo estuvieran en un lugar intermedio entre lo que es ficticio (que no falso) y lo que es real.
- Balban es un cabrón hijo de puta y pagará por ello.
Aunque...no tenga ni idea de como hacerlo.
Recordaré esto...llegado el momento tendrás el golpe de gracia. - Adirael debía ser sabio...y ser sabio conllevaba no incitar a Balakia a una guerra personal contra ese demonio. Sin embargo era la única forma de que viese que la entendía. No quería decirle que abandonase la creencia en una posibilidad de arrinconarlo y acabar con él...hacerle pagar. ¿O es qué enfocaría la rabia de su pasado de otra forma? Quizás si...quizás la utilizase para proteger a sus seres queridos y no permitir que aquello volviese a ocurrir.
Explicaba muchas cosas.
- Gracias por compartir tu historia conmigo. - Habló con tono conciliador y sereno - Eres una buena amiga.
No te culpes. Ahora lo estás haciendo bien. Confiamos en ti...Eran muchas de las frases que podían decirse a una persona. Sin necesidad de que es apersona sea débil...pero no le pegaban a Balakia.
Simplemente estaría ahí, junto a ella, en la medida que me necesitase.
Balakia tardó unos segundos en responder a Adirael, simplemente lo miró fijamente al parecer controlando alguna lucha interna y personal ya que siempre que salía a la palestra el nombre "Balban", ella perdía los estribos.
Algo debió decir el psíquico que ayudó a destensar el ambiente puesto que terminó suspirando y relajando los hombros, que se le habían quedado tensos casi pegados al cuello.
—Me arrebató lo único que me quedaba en el mundo... en un segundo, por supuesto que pagrá por ello—sonrió entonces de lado con unatisbo del desenfado de siempre mezclado con aquella resignación—"aunque no sé cómo voy a hacerlo" ... esa frase también es mía, Genio.
Miró un segundo arriba y se encogió de hombros.
—Y aquí estoy yo, pidiéndole a la Maestra Templaria una lápia que recuerde a un templario que ni conozco, ojalá pudiera hacer lo mismo con... —suspiró y negó con la cabeza— ...bueno, supogo que no puedo hacer e-eso... pedirle algo tan personal cuando hay miles de personas "anónimas" que también muriero en la guerra...
Si bien, pese a estar diciendo eso, algo indicaba que en el fondo era algo que desearía con toda su alma.
—En fin, detesto no poder seguir amargándotecon mis problemas... —dijo dándole otra palmada en el hombro y tratando de sonreír un poco, al parecer para quitarle hierro al asunto pese a que era obvio que le resultaba difícil—pero vamos a llegar tarde la catedral. Ya nos a-animaremos luego con algo más divertido, como ese concierto... o lo otro que te dije.
Sonreir ante la adversidad incluso cuando no se tiene ganas, incluso cuando en realidad se está triste, aquél método de superación, Balakia lo había aprendido de Alexandra.
Fuera del edificio central ya había anochecido, en los jardines había la iluminación justa como para no perderse o tropezar. Al mirar hacia arriba, se podían apreciar las luces que inicaban el recorrido de los tanvías montacargas que subian y bajaban por los bordes de la faraonica cupula.
Adirael, en su solitario paseo solo encontraría silencio, hasta llegar a la parte de los jardines cercana al lago, donde se escuchaba el murmullo constante del agua en la orilla. Un pequeño camino empedrado recorría esa parte, ahora con una iluminación escasa o nula y a pesar de ello, se veía bastante bien gracias a la luz del bloque central reflejada en la cupula, parecida a la luz nocturna de la luna, pero ni mucho menos tan bella o mística.
Los pasos del psiquico le llevaron hasta un pequeño templete desde el cual se podía admirar el lago, y justo allí, de pie, con el cuerpo y la cabeza apoyados en una de sus columnas, había una figura femenina. Desde la distancia y la oscuridad, hubiese sido imposible reconocer al identidad de aquella mujer, sin embargo su metro noventa de altura y atletico cuerpo, dejaba pocas opciones. En caso de que en realidad fuese Dianeira, esa sería la primera vez que Adirael la vería sin su armadura, con ropa oscura y normal.
Adirael podría optar por acercarse a aquella solitaria figura que miraba en silencio al lago, o seguir su camino.
¿Existía una necesidad real por la que la capacidad motora del cuerpo de Adirael le llevase a caminar hacia el templete ante la compañía de aquella sombra de lo que quizás, algún día, había sido una gran mujer o..lo sería?¿Existía esa necesidad que le llevase a hablar cuando no tenía muy seguro si tenía algo que decir?
Era una de las cosas más básicas que le diferenciaba de su maestra Eva. Un estorbo en ocasiones, todo un mundo de posibilidades positivas en otras.
Apoyé la espalda en otra de las columnas del templete, y encaré al lago sin temor alguno. Yo lo miré, y pareciera que él me estaba devolviendo la mirada, pues era precioso. Era importante, muy importante para la raza humana conservar aquel lugar por el momento. En parte era lo que les hacía humanos. Aquella relación.
La misma, si me apuras, que existía entre dos supuestos seres humanos que se encuentran bajo la luna, y a pesar de estar juntos, se encuentran completamente solos.
- Aequam memento rebus in arduis servare mentem.
Finalmente al psíquico le pudo la necesidad de llenar el silencio con palabras, esperaba que no del todo vacias.
- Os expreso mi más sentido pésame.
Sólo tendría que pedirle que se fuera...de otro modo esperaba que aquella curiosa forma de decirle que estaba allí para lo que necesitara se hubiese entendido con la suficiente claridad.
Colocó las manos sobre la columna, a la altura de sus fémures, sin perder el contacto de su espalda con ella, casi como si tratase de aferrarse a algo en aquel mundo tan caótico y cambiante.
«Recuerda conservar la mente serena en los momentos difíciles»
Dianeira, en un principio tan solo bajó la mirada, dejando de admirar por un segundo al lago y sus serpenteantes reflejos. Adirael parecía haberla sacado de sus pensamientos en los que parecía realmente sumida.
Era muy diferente ver a aquella mujer sin su armadura, sin la cual rara vez se dejaba ver mas allá de la catedral, representaba una figura inquebrantable, valerosa, un setimiento de fortaleza por el que facilmente los soldados se dejaban guiar, no sería la primera vez que en algun momento Adirael escuchaba aquello de "Dianeira se encarga, no habrá problemas" o "está con Dianeira, no le pasará nada"... Sin embargo en ese momento, Adirael vería mejor que nunca que solo era una mujer normal, y bastante joven, probablemente escasos años mayor que Balakia. Podía ver que bajo aquel casco que emitía luz blanca había un rostro tan humano como el de cualquiera.
Finalmente, Dianeira giró la cabeza y miró a Adirael.
-No es nuestro pesar lo que los caidos deseaban como su legado.
Luego volvió a mirar hacia la oscuridad del lago.
-No es muy frecuente verte por aqui a estas horas.
Lo que conllevaba que Dianeira sabía que Adirael frecuentaba ese lugar, igual que lo hacía Eva.
Tira Per + Alerta dif 9 (vista)
Nadie deseaba nada de lo que ha acontecido hasta hoy...
Pero no lo dijo por respeto. No era cuestión de tener siempre la última palabra. Ocurría en ocasiones que los más inteligentes o los más ineptos deseaban tener siempre la oportunidad de finalizar con una reflexión. Ya se había dicho suficiente, y decir algo más sería tratar de echar sal en la herida.
Dedicó una delicada mirada a Dianeria, deleitandose en silencio y con discrección en su humanidad. Era más de agradecer.
Se confirmaba algo más, los guardias en la catedral no eran una simple tradición absurda, tenían una misión que llevaban a cabo. No se trataba de rutinaria disciplina.
- No, así es.
Estoy acostumbrado a ver el ocaso de nuestros días. - hablo con el mismo tono en el que lo haría un profeta de otros tiempos, aunque no lo buscó hacer de aquel modo. - Y pienso en ver el amanecer, aunque sé que aún no me aportaría nada...
Simplemente, esta noche, pensé que sería bueno aceptar las tinieblas de la nocturnidad y ser un poco más consciente del pequeño bucle en el que nos encontramos.
Bajó el mentón suspirando quedamente y cerró los ojos.
Es más fácil centrarse en los fragmentos que en el todo.
- ¿Debo suponer que también vienes con frecuencia? - propuso dando a entender que si sabía que él no solía frecuentar el lugar a aquellas horas es porque ella si lo hacía.
Tirada: 10d10
Motivo: Usar ojo con lago
Dificultad: 9+
Resultados: 1, 1, 1, 1, 3, 10, 4, 9, 1, 1
Exitos: 2
*Adirael no puede usar eso con lago" (Monkey island homenaje)
Manteniendo la mirada en la lejanía, en una serenidad notable, la templaria prolongó el silencio antes de responder.
-Vengo mas veces de las que desearía, solo estoy terminando de despedir a los que se han ido...
No hacía falta ser ningun genio para deducir a quien se refería, aunque pensandolo bien, puede que no fuese tan evidente, en cualquier caso lo importante no era la persona, sino el motivo de su estancia allí.
Tras otro silencio, y en un alarde de mejoría de una persona, generalmente torpe para tratar con las personas, o simplemente poco sociable, añadió.
-Consciente de que no serán el ultimos...
Dianeira miró entonces de nuevo a Adirael, probablemente estremeciendose con su juventud aunque su rostro no lo reflejara, el peso con el que tendría que cargar el joven que estaba a su lado era inimaginable y no parecía consciente de ello. Mejor asi...
La maestra templaria no se dejaba ver mucho fuera de la catedral, pero siempre estaba muy bien informada, sabía de sobra que Adirael era la unica persona que Eva había aceptado sin reservas a su lado y aceptaba ese echo haciendose, probablemente, muchas menos preguntas que cualquiera gracias a una ferviente fe que hasta el momento, en la escueta conversación, apenas había exteriorizado.
Dios... record!!! XDD
- En realidad...
lo importante no es cuantos seamos. - Dijo tratando de no resultar cínico o carente de sentimientos. Tampoco era una persona que siempre aceptase que era mejor un pequeño mal que un bien condicionado.
- sino que no dejemos que los que caigan lo hagan en vano. ¿No? - Preguntó con cierta inocencia en el tono, tratando de ser respetuoso en un momento como aquel.
- En eso algunas personas haceis un gran trabajo. - aunque no era un halago dirigido a consolarla o ensalzarla, sólo una observación neutral de su sincera opinión. Más de lo que se podía pedir en la mayoría de la gente que hablaba con muchos más rodeos y normalmente con intereses respaldando sus palabras.
El interés de Adirael por Dianeria era un fin en sí mismo, no la deseaba como un medio para lograr cualquier otra cosa.
- Si haces el favor, despidete de ellos por mi. Si crees que es adecuado.
Estaré dando una vuelta en el jardín, no me gustaría interrumpir este momento.
Pero quiero que sepas que disfrutaría enormemente de tu compañía si te animas a que compartamos eso y quizás una conversación.
Creo que...deberiamos hablar.
Después de todo, nos importan prácticamente las mismas cosas...
Adirael se separó de la columna, suponiendo que quizás Dianeria había colocado alguna vela o algún motivo singular para que se hundiese lentamente en el lago. Sino, simplemente se lo imaginó echando un último vistazo al abismo oscuro. El lago parecía un portal de tinieblas que en su quietud esperaba para consumirlo todo...
Se despediría momentaneamente con un asentimiento respetuoso, con la esperanza de que Dianeria le alcanzase cuando diese por finalizado aquel homenaje a los caídos, o aquel tiempo para pensar en ellos. Si deseaba estar sola, o simplemente no quería compartir charla banal con el psíquico, lo entendería perfectamente. Él tampoco estaba del todo con ánimo, aunque no pudo desaprovechar aquella oportunidad de crear un vínculo con una persona tan excelsa.
Dianeira no contestó, aparentemente no tenía nada que decir o que responder, pero no sería descabellado barajar la posibilidad de que se hubiese visto tremendamente soprendida por la la proposición del psiquico, o mas bien por su iniciativa, Dianeira era una mujer muy respetada pero no era la persona mas adecuada para una alegre y banal conversación.
Dejó que Adirael se marchase, volviendo a centrarse en el lago, reflexiba, quizá estubiese pensando en una razón logica para aquella conversación que le habían propuesto, pero en realidad la pregunta correcta era ¿y por que no tenerla?. Al fin y al cabo Adirael estaba directamente relacionado con Eva, y aquella era una oportunidad de analizarle de una forma directa, de analizar a aquel que tanto se había acercado a un sujeto que en las sombras, suscitaba un especial interes y seguimiento por parte de los templarios.
No pasó nisiquiera un minuto, cuando Adirael escuchó los pasos de Dianeira acercandose a un ritmo tranquilo por su espalda, hasta que la maestra se colocó a su altura en un silencio, quizá poco adecuado para el momento.
Adirael tendría que tornar la vista ligeramente hacia arriba para verla el rostro, desde luego su altura era algo fuera de lo corriente, en un hombre como Auguste quizá no destacara tanto, pero el esbelto cuerpo femenino de Dianeira y sus largas piernas hacían que ese echo llamase especialmente la atención. En cualquier caso presentaba una naturalidad inesperada a pesar de lo peculiar del encuentro, sus manos permanecían en los bolsillos de su fina y corta chaqueta oscura, mientras miraba a su alrededor.
-De que se trata...
Preguntó, escueta, pero sin el tono interrogativo caracteristico, a la vez que adaptaba su su zancada al paso de Adirael, manteniendo una distancia que no daba mucha sensación de "cercanía" pero estaba a su lado despues de todo.
Caminar a su ritmo le haría ver las cosas desde una perspectiva más pausa, eso era algo con lo que Adirael también contaba inconscientemente. Se trataba de bajar el nivel de frustración, el pararse a ver lo que hay alrededor. De eso Dianeria no necesitaba clases particulares, pues dado que visitaba el jardín con asiduidad era casi seguro que comprendía lo bueno que resultaba para el espíritu creer que se respira un aire más puro y limpio. ¿O quizás sólo pensase en la realidad? ¿En que respiraba un artificio?
Podía esperar de ella que fuese muy inteligente, tanto, quizás, como seria.
Adirael no se hizo de rogar.
- Mi interés por hablar bien podría tratarse de la búsqueda de una respuesta, de un permiso, o de otro fin.
Y...visto fríamente, puede que así sea después de todo, aunque mi intención trate de ser inocente.
Considero que es importante que sepamos más el uno del otro dado que, me temo, nos preocupan más cosas en común de las que admitiriamos en un principio.
Adirael se encogió ligeramente de hombros. No era dificil para él, pero no era el más indicado para tratar con aquella mujer. Nisiquiera quería que le escuchase más allá de su propia intencionalidad. Quizás sólo necesitase hablar.
- No he tenido la oportunidad de disculparme por mis desaciertos.
Tampoco de ofrecerme a cualquier asunto que pueda requerir, sino de mí. - pues no se consideraba a sí mismo alguien importante, sino una pieza más - al menos de un psíquico.
Yo...
lo que trato de decir es que no hay muchas oportunidades en las que uno pueda acercarse tratando de iniciar un vínculo amistoso con una persona que infunde tanto respeto.
No tengo miedo a ser juzgado por mis actos, ni que mis actos hablen de mi, mejor de lo que las palabras puedan. Uno no se hace virtuoso sino ejerciendo la virtud, y es un camino largo y dificil. Aún cuando se tenga voluntad de hacerlo hasta el final.
Has llegado a importarme por encima de lo que me importa un camarada. - era fácil suponer porqué. - y me gustaría que fueses consciente de que puedes hablar cara a cara de cualquier cosa que te moleste de mi, o creas que deba hacer para actúar según el recto camino.
De igual modo, te ofrezco mi presencia y entrega tanto si es necesaria como si no, en cualquier momento.
Cuando uno es más que una armadura perfecta, que un arma imparable que no se puede mellar. - Hablaba de que no creía que Dianeria fuese era armadura con casco que iba siempre por ahí, sino que había una humana justo debajo. Y humano, en muchas ocasiones era sinónimo de debilidad y de poder de superación.
- Y, aunque seguramente lo digan mucho, gracias por tu contibución y tus sacrificios.
Dianeira escuchó en silencio la exposición del psiquico, la cual no parecía ser propia de un joven de su edad. En cualquier caso la maestra no se apresuró a responder, era consciente una vez mas de las grandes diferencias a la hora de ver el mundo y la situación en la que estaban, eso unido a su ya de sobra conocida brusquedad a la hora de comunicarse, hizo que pensase sus palabras detenidamente antes de hablar.
-Un templario es guardian, no juez, y todo humano que se considere apto para ser esto ultimo no estará sino reafirmando su ignorancia.
Lo que quería decir que si había dado la impresion de haber juzgado a Adirael por sus errores, no había sido asi, otra cosa muy distinta serían sus impresiones, vagas especulaciones.
-Si buscas alguien con quien disculparte, esa debe ser la persona a la que tu error ha echo daño, o la que ha tenido que pagar injustamente por el mismo, asi que almenos en lo que a ese aspecto concierne, estas en el lugar equivocado, en cualquier caso, la verdadera disculpa la darán tus actos, no tus palabras, estas ultimas pueden indicar intención, los actos, la verdad.
La determinación de sus palabras era la misma que cuando empuñaba su espada, no dudaba, no había inseguridad, equivocada o no, creía en lo que decía. Acto seguido, de nuevo hizo una pausa, reflexionando sus siguientes palabras. Luego se sinceró.
-Creo que tienes una idea erronea de mi persona, el papel que yo y todo templario ha elegido por propia voluntad, es el de proteger a la humanidad, el de ayudarte a leventarte cuando te caigas, de velar y correjir los errores que estamos destinados a cometer por naturaleza, pero en ningun caso es nuestro papel el de decidir por ti, juzgarte, o decirte que camino debes tomar...
Aunque a veces se refiriese a Adirael otras a "nosotros" y otras a "la humanidad" en realidad la maestra hablaba siempre de lo mismo. En otras palabras, Dianeira no le criticaría abiertamente, ni trataría de influir en su forma de pensar.
-... y es por eso que el apego solo será un obstaculo llegado el momento, tanto para ti, como para mi.
¿Estaba rechazando la idea de amistad? ¿estaban los templarios dispuestos a sacrificar incluso algo asi?. En realidad no, solo estaba reafirmando sus palabras, reafirmando que la decisión, era enteramente de Adirael, ella solo le estaba poniendo al corriente de que habría consecuencias en el futuro dependientes de esa decisión. Hablaba desde al experiencia.
-Aunque, sinceramente, no creo que lo que has dicho fuera el verdadero, o almenos el unico motivo por él que querías hablar. Y tambien he de decir, que no veo el motivo por el cual yo debiera ser mas importante que cualquiera de los que te rodean...
¿O quizá Adirael supiese mas de lo que Dianeira pensaba?
- No se trata de condicionar el camino. - explicó parsimónico, no revelando que quizás estaba cansado de aquella superioridad moral de la que hacían gala, quizás sin quererlo y con la mejor de las intenciones, los templarios. Querían evitar de tal modo lo que predicaban que se encontraban de bruces con que la realidad era esa. Por eso había tanta gente equivocada.
Puede que Adirael se hubiese expresado sin partir de los axiomas necesarios y suficientes para que Dianeria lograse entender a donde pretendía llegar, pero sabía, con total certeza, que no estaba equivocado.
- Sino de enseñarle a aquellos que no son capaces de ver como podrían, por sí mismos, ver aquello que es tan claro para otros.
Podría parecer, con aquellas palabras, que Adirael les alentaba a que fuesen precisamente los templarios los que les mostrasen su fe al mundo, y no sólo eso, sino que más que como ejemplos, lo que habían estado siendo hasta ahora, se convirtiesen en verdaderos maestros. Si se refería a aquello o a otra cosa, quedó relegado pronto a un segundo plano a medida que continuó con la explicación.
- Algunos sólo ven en vosotros valentía o en el peor de los casos...temeridad.
Ser valiente en combate no demuestra nada. La valentía por si sola no demuestra nada. Un templario debe estar preparado para dejar a un lado el miedo, los remordimientos y la incertidumbre, y luchar, correr, rendirse o morir.
Los templarios no son jueces, pero pueden actuar de mediadores. Lo hicieron en el pasado.
Es el papel adecuado para ellos, funciona deacuerdo a la fe, y la reflexión sobre los actos conduce a su vez a una mayor comprensión de esa fe.
El tiempo y la historia, parecen haber colocado a la orden en un plano secundario, haciendo que las tensiones retroalimenten un estado de hermetismo como poco preocupante. - preocupante, se entendería, para aquellos que tratan de ver el conjunto y no sólo piensan en templarios, psíquicos, evocadores o...lo que quiera que haya. Incluso los demonios forman parte de ese todo del que apenas sabemos nada.
- No creo, que hacer más fuerte un vínculo entre nosotros sea un inconveniente mientras podamos superarlo llegado el momento. No es lo que se espera de nosotros, pero si es lo que merecen que hagamos aquellos que nos importan.
No sé si es un patrón dentro de los templarios, o sólo es tu opinión. No obstante, y a riesgo de equivocarme...creo que el amor es lo más poderoso que tenemos de nuestra parte en esta lucha, y en el propio desarrollo de la especie humana. Sería poco inteligente desdeñarlo, aunque sepamos lo doloroso que es.
Adirael se llevó la mano al pecho y buscó su reloj, lo sacó con cierta destreza y lo abrió delante de Dianeria, mostrandole la inscripción. no le extrañaría nada que le fuera terriblemente familiar.
- Como personas, no como templaria y psiquico, te ofrezco de buen grado mi amistad y el interés porque nos dejemos ayudar los unos a los otros, aunque para ello dejemos de lado nuestra moralidad, sea cual sea nuestra ética, y realicemos juicios de valor que creamos, puedan ayudar a seguir el camino correcto de aquellos que nos importan. Precisamente porque no pretendemos ser jueces ni verdugos, pero si nos preocupemos profundamente por aquello que amamos.
Como psíquico, y vos, maestra, como templaria. - en ese punto se podía sentir la dicotomía entre formalidad e informalidad evidentemente marcada - me gustaría ofrecerle avanzar hacia un nuevo futuro con el esfuerzo mutuo.
Haciendo de sus soldados mejores soldados. Y también, mejores maestros.
Pues soy de la opinión...de que sería una lástima que las escuelas se separasen más aún de la disciplina que se emplea en la catedral. Somos uno.
Y cada uno tiene su función en este cuerpo. A una mente de poco le sirven sus pensamientos y creencias si no tiene extremidades para realizarlos en actos. A un brazo de nada le sirve su destreza para blandir una espada si no dispone de cuerpo para imprimirle fuerza a sus golpes.
Debemos empezar a comportarnos como un organismo diverso, complejo, pero unificado.
Y sólo entonces, seremos propiamente humanos...y los demonios tendrán algo que temer.
Esperaba no haberla aburrido con su discurso. No pretendía ser un sermón similar a la misma superioridad moral que él detestaba. Sólo deseaba que captase unas cuantas de sus ideas y las reflexionase con tiempo. No podía sino esperar que le dedicase más de unos minutos a ellos, o, en su defecto, que contraatacase a la defensiva, protegiendo los intereses, aislados, de los templarios...en el mejor de los casos, la realidad de un geofrente que poco se asemejaba a la palabra "unión y coordinación" aunque en apariencia, pudiese dar aquella sensación.
Dianeira escuchó sin interrupción alguna la intervención al completo de Adirael, casi deleitandose con aquel joven y su idealismo que venía a ser un soplo de aire puro en un ambiente cargado por el tragico final de la guerra que la mayoría había vivido en el escenario mas cruel de todos, el Vaticano.
Ahora le consideraba impetuoso, reivindicativo, ambicioso, justo lo contrario de lo que era Eva, hasta el punto de aprecer la otra cara de la moneda, ¿pudiera ser esa la razón por la que había sido elegido? ¿era esa la respuesta?, demasiado pronto, quizá, para saberlo.
-Que signifique un obstaculo, no quiere decir ni mucho menos, que haya que desdeñarlo, es mas, me alegra comprobar que compartes ese principio con nuestra orden. Como bien has dicho un templario debe estar preparado para algo mas que pera sobreponerse al miedo en una batalla.
De echo para mucho mas, pero comprendía que Adirael no estuviese al tanto de la verdadera educación que recibían los que deseaban ser un templario hecho y derecho.
-Sin embargo, donde tu ves tensiones o hermetismo, yo veo respeto y libertad para elegir, las puertas de la catedral jamas han estado cerradas para aquellos que reclamen ayuda, consejo o guía mientras se respeten unas normas éticas minimas, y si en algun momento alguna de estas cosas te ha sido negada a ti o a otro, ha sido mi error y por tanto mi responsabilidad como maestra, pero no ha llegado nunca a mis oidos tal negativa ante una petición razonable y honesta.
Las diferencias entre los individuos en cualquier aspecto deben ser asumidas, aceptadas y respetadas, nunca negadas, algo muy frecuente en el antiguo mensaje de una iglesia cristiana a la que esta orden siempre se vió intimamente ligada.
La templaria era muy consciente de que la comuncación y el entendimiento entre ambos era complicada, eran personas completamente distintas aunque por fortuna coincidiesen en algun punto ya expuesto. Y aun a riesgo de que su mensaje no fuera comprendido en su totalidad, prosiguió.
-El castigo por nuestros pecados trajo consigo muerte y destrucción, pero tambien trajo consigo un leve rayo de esperanza llamado unión. Almenos durante unos pocos años, menos que dedos de una mano, la humanidad luchó unida bajo una bandera, ditintas nacionalidades, credos, poderes, maneras de pensar, todos lucharon codo con codo bajo el modelo que ahora se trata de reproducir en Elysium. ¿Que no es el mejor? no, probablemente no lo sea, pero es el unico que respeta la libertad y el individualismo dentro de un grupo.
Doy por echo que almenos parte de lo que dices se refiere a la organización de las escuelas, en la notable diferenciación entre las tres mas generales e incluso entre especificas dentro de una misma general. Pero eso es algo que el ser humano demanda de forma casi inconsciente, nosotros lo llamamos fe, fe en lo que cada uno decida tenerla, la rama de la ciencia decidió llamarlo Realidad Personal.
Aquella teoría parecía estar cada vez mas presente en muchos ambitos.
-Para ambos puntos de vista existen diferencias claras entre un concepto y otro, pero no podemos negar que para ambos se trata de la fuente de poder mas notable de la que disponemos, la unica que nos otorga la posibilidad de hacer frente a un poder invasor muy superior.
Puede que aquello pareciese fuera de lugar, pero en realidad estaba muy bien metido dentro de contexto.
-A lo que quiero llegar es que un templario nunca luchará como un evocador, porque "sabe" que ese no es su camino, tiene fe en las disciplinas templarias, no en un poder que a priori manejan nuestros destructores. El resto debe respetar esta forma de ver las cosas, y de igual modo nosotros debemos respetar las de los demas, aunque no nos gusten o las consideremos aberrantes, desfasadas o peligrosas.
En parte pudiera ser el discurso de Eva, pero desde otro enfoque y otras palabras.
-No negaré que la especialización aumenta la debilidad, por lo tanto la colaboración con aquellos que luchan de manera distinta es a veces imprescindible para la supervivencia. Y por supuesto tampoco negaré mi colaboración si tienes la voluntad sincera de cambiar esta realidad, si piensas que tú puedes hacerlo de una forma distinta, si piensas que puedes ir mas allá de aquello en lo que crees.
¿Idealismo utópico de una mente joven e inmadura? puede que si, o puede que no, si estaba dispuesto a continuar tendría la oportunidad de demostrar lo contrario y probablemente de marcar un antes y un despues en el poder de las escasas fuerzas de la humanidad, y Dianeira estaba dispuesta a ayudarle en aquella empresa si ese era su deseo.
La alta mujer miró de nuevo unos segundos hacia el reloj, reflexionando acerca de lo extrañamente especiales que habían sido los dos ultimos visitantes de aquellos lares y que habían solicitado audiencia. Los objetos que portaban parecían una señal totalmente premeditada.
No iba a achacarle a dianeria que utulizase las palabras "ética" y "moral" indistintamente, porque que lo hiciera le daba a Adirael cierta ventaja a la hora de entender cada una de las frases. A los templarios se les enseñaban muchas cosas desde el principio, eran unos afortunados, pero en ocasiones una filosofía barata...sale cara.
Adirael sonrió muy levemente para sus adentros ya que su semblante seguía bastante serio, acorde con la persona con la que hablaba y con la situación que viviían en aquellos días.
- Entiendo y respeto vuestra visión, sólo deseaba daros otra perspectiva. Es evidente que tendreis esa visión desde el interior, y es algo que se debe proteger, porque es importante y os hace tan capaces como sois. No obstante, vuestra opinión está seriamente comprometida, igual que la está la mía, a pesar de que hasta hace poco era nuevo en este lugar.
Ninguna de las visiones es absoluta, ni debe pretender serlo. Sólo es empática, y simpática. - Bromeó con los términos para quitarle algo de hierro al asunto. Chistes de niños con serios problemas en sus relaciones sociales.
Aunque Adirael ya no era ningún niño...
- No se trata de las escuelas.
Lamento haberme expresado de forma tan desacertada.
Las escuelas están correctamente dispuestas para proteger las creencias y las necesidades de la gente. Es un sistema que potencia las aptitudes generales y especificas de cada uno de los miembros. No sería adecuado retroceder uniendolas y dando el mismo entrenamiento a todos.
Se trata del sistema copernicano y su crítica.
Hay que ganar precisión sin perder simplicidad. Es complicado, pero tanto él como Kepler lo consiguieron. Nosotros, hemos hecho lo mismo.
no quería darselas de listito, asique atajó con la conclusión - Sólo recomiendo, como ciudadano, que los templarios deberían tener una mayor fuerza en la representación de esas escuelas, así como una mayor presencia fuera de la catedral. Más visible. De forma que lo que me cuentas, sea visto por todos.
No resulta tan evidente para algunos como tu...y como yo. - Le confesó en la intimidad, tratando de que le entendiese...era dificil llegar a la conclusiónd e que alguien que no era templario quisiese que la imagen de éstos mejorase en Elysium, y no sólo eso, tomase parte, en mayor medida, en todas las decisiones, no juzgando, sino dando consejo desde su fe.
era un doble filo, y sólo estaba tratando con uno de ellos...el otro era, como no, el nucleo militar del consejo, con el que, aún le llevaría un tiempo tratar.
- Las creencias son un producto de nuestra conciencia. No hablo de las creencias religiosas, sino de la creencia de que tu eres valiente, o callada. O la creencia de que yo soy listo o tonto. Yo puedo creer que soy un tipo terriblemente inteligente. No obstante, eso no me hace tal.
Son los actos los que determinan que se pueda producir esta circunstancia. Y ni siquiera los actos me aseguran que yo llegue a ser inteligente.
No obstante, hay en nuestra mente, lo que muchos toman por Realidad Personal. Evidencias que no son tan evidentes si se pasan por una crítica kantiana.
Es decir, hay límites que se imponen por medio de nuestra mente, pero que no son reales. Vivimos en una prisión. Como si nuestro cuerpo fuese la jaula de nuestra alma.
Desconozco la opinión de mi maestra sobre esto, pero os ofrezco mi ayuda para entrenar a tus hermanas y hermanos contra las mismas artes mentales que utilizan algunos demonios. Con el fin de que averiguen por sí mismos como salir de sus ilusiones, enfrenten sus miedos y se hagan más fuerte con su sudor y no necesariamente con su sangre o su muerte.
Es, a su vez, un entrenamiento para mi mismo.
Los demás cambios, si los hubiera, deben esperar a que todos estén preparados.
Y los seres humanos sólo cambian cuando no tienen otra alternativa.
aunque aquello último era un juicio de valor y por tanto sujeto a crítica.
Finalmente, en medio de aquella oscura noche, la comisura de los labios dibujó en el rostro de la maestra algo que se acercaba a una sonrisa, leve, discreta, un reflejo de sus pensamientos.
-La verdad es que no esperaba semejante recomendación por tu parte, tampoco el poco frecuente interes que has demostrado por la orden.
En nuestro caso el acercamiento premeditado al resto de Elysium es un tema bastante fragil, y creo que eres lo suficientemente inteligente como para saber por qué...
A menudo el acercamiento de una persona autodeclarada creyente y conocida por una serie de creencias, es hostil para muchas personas, que ven vulnerada su forma de pensar aun cuando esa no es ni mucho menos la pretensión, incluso en casos extremos como un intento de influenciar de manera ilicita o de toma de poder, lo que provocaría una autentica catastrofe.
-Lo mas que puedo hacer es comuncarme con el resto de maestros y tratar este tema, tendré presente tu recomendación. En cuanto a tu oferta, creo que podría ser util llegado el momento, desgraciadamente la lucha contra Balban no solo se basa en la fuerza, no es un enemigo facil de tratar.
A pesar de lo dicho de alguna forma seguía inspirando una confianza casi tranquilizadora al respecto.
-Creo que lo mejor sería que tu y Eva vinieseis a la catedral y ahí debatir medidas y todo lo que nos podais ofrecer.
Sería estupido pensar que ella y el resto de templarios no tenían ya ciertas medidas o cursos de acción ante las amenazas y engaños mentales, pero Dianeira, lejos de dejar que el orgullo le hiciese rechazar un beneficio comun, era consciente de que en ese campo los psiquicos tenían mucho que ofrecer, y Adirael, aunque era un psiquico de nivel 2, su especialidad era la mente, y no sería extraño que llegado el momento, hubiese cosas que solo él pudiese descubrir, a pesar de que su maestra fuese uno de los psiquicos de mas poder reconocidos, simplemente ella se especializaba en un campo mucho mas ligado al mundo físico como la telequinética.
Por otra parte, Dianeira tenía una confianza en la colaboración de Eva en aquel asunto casi mística, no se planteaba el rechazo de esa idea por parte de Eva, ¿sería por Adirael? ¿por ella? ¿por la confianza que tenía en los templarios?, quizá un poco de todo, Adirael tambien podría tener una idea, había convivido lo suficiente con su peculiar maestra como para saber que la catedral era un lugar mucho mas agradecido para ella.
Con la catedral ya no muy lejos, Dianeira detuvo repentinamente sus pasos para mirar al psiquico.
-¿Me dejarías ver de nuevo ese reloj?
No solo se mostró interesada en el mismo, sino tambien por la expresión de Adirael ante aquella petición.
- Claro.
Espetó con una sonrisa y le tendió el reloj sin ningún reparo. Salvo porque antes de hacerlo lo abrió, y observó sus manillas...
No existen las coincidencias.
Ni siquiera si tu fueras Balban.
- ¿Alguna impresión?
Le dijo, despertado su interés ante la curiosidad de la templaria.
Dianerira tomó con delicadeza el reloj y una vez abierto, lo observó con detenimiento, sus agujas estaban inmoviles en las doce en punto, pero la templaria se quedó mirando al reloj como si estas marcasen o se comportasen de manera mucho mas inusual. Luego lo cerró y miró la incripción de detras, pasando su pulgar por encima de la palabra.
Durante unos instantes permaneció en silencio y aparentemente concentrada en aquel artefacto. Acto seguido, comenzó a hablar sin mas.
-Hace tres años, hubo un hombre, aquel que ostentaba el cargo mas alto de la orden, y en cuyas espaldas cayo el peso de la responsabilidad de dirigir la defensa de la ultima ciudad humana, el ultimo bastión... la fortaleza del Vaticano.
Ese hombre era un gran templario, uno de los mas grandes que ha conocido la historia, y con la sola ayuda de su espada, su escudo y sus hermanos, luchó contra los mayores cuando estos hicieron su aparición. En el corazón de al fortaleza cayó tratando de detenerlos, y aun con su cuerpo destrozado, sacó fuerzas para mantenerse en este mundo el tiempo suficiente como para aquellos que habían sido enviados en su ayuda llegaran.
Dianeira era una persona fuerte, pero estaba claro que en el fondo le resultaba duro hablar de aquello.
-Solo le quedaba un suspiro, unas ultimas palabras que no dedicó a su familia, al arrepentimeinto o al lamento, ni siquiera a Dios... "...proteger a Eva..." esas fueron sus ultimas palabras, su ultima orden. Ese hombre dedicó su vida a la humanidad y lo sacrificó todo por ella, y dudo que en ese ultimo instante su determinación cambiase.
Dicho aquello miró a Adirael fijamente para llegar a la conclusión.
-De igual modo creo que alguien te entregó un ultimo mensaje con un fin no menos importante, este reloj es tu guía, un mensaje con un fin que solo entenderás cuando llegue el momento de que debas hacerlo, alguien grabó esa ultima voluntad en él, y te lo entregó a ti...
Todo un visionario...
Lo cerró y se lo devolvió al psiquico. ¿Como podía saber todo aquello la maestra? seguramente no era el primer artefacto de esa indole que pasaba por sus manos, aunque seguramente no era consciente de su peculiar poder.
-No soy ninguna profeta ni nada parecido, pero es evidente que no serás indiferente para el curso de los dias que estan por venir, alguien creía eso mas que nada en este mundo. Y solo espero que llegues a hayar la respuesta, sea cual sea, pues nada bueno sucederá de lo contrario.
Y con aquellas, para nada tranquilizadoras palabras de la maestra, finalizó una información que estaba bastante lejos de los tecnicismos y la logica de personas como Eva o el doctor Kesner, pero una vez mas aquella determinación instaba a pensar que no andaba desencaminada aun cuando hablase cual prefeta bíblico.
- Estoy casi seguro de que esta es la llave que nos sacará de aquí.
¿De dónde?
¿De la guerra? ¿De esconderse en Elysium? ¿De la desesperación?
Posiblemente sólo Adirael pudiese responder..."De MAGGIE" pero no aburrió a Dianeria con semejantes hipótesis.
- Todos los individuos que conforman la colectividad denominada Elysium son clave para la resolución del problema al que nos enfrentamos.
Pero me temo que a excepción de Eva, muy pocos podamos tener el privilegio de tener un papel crucial en el desarrollo práctico de esa solución. Si bien es cierto, ese...halo especial, eso que nos hace diferentes, no tiene sentido si estamos a solas.
Parte del mensaje de este reloj está instrínseco en las enseñanzas de esta comunidad. Lo que será más dificil para todos, es...no olvidarlo.
Adirael se encogió de hombros con una sonrisa melancólica.
- Es una responsabilidad mayor de la que desearía para nadie...pero muchos creemos que alguien al que conocemos y respetamos o admiramos de alguna forma, tiene o tendrá una mayor repercursión en el mundo.
Eso es lo que tu inspiras, Dianeria.
Y me alegra comprobar que actúas bajo tu guía tan eficientemente.
Tomó el reloj de vuelta, lo cerró y lo guardó en su lugar, bien protegido.
- Se hace tarde, y ya os he entretenido bastante, maestra. Disculpadme.
Me retiraré. Mañana será un largo día, y me gustaría hablar con la maestra sobre lo que está en nuestras manos para ayudar a los demás.
Ha sido un placer.
Se inclinaría servicial y educadamente. Cuando era sólo un niño su madre siempre había pensado que estaba muy bien educado, y todos los vecinos coincidían en que era un buen chico. Aquellos actos le recordaban a ella...
Era duro.
En ningun momento Dianeira abandonó esa actitud analitica pero a la vez respetuosa para con el psiquico. Ella había conseguido parte de lo que quería: saber mas sobre Adirael, saber mas sobre aquel que convivia con aquella joven que le habían ordenado proteger.
No quedaría del todo claro si la maestra había quedado conforme o no con el encuentro, al fin y al cabo no era en absoluto expresiva, siempre la envolvía un halo de seriedad y disciplina destacable, aunque lo cierto era que aquella noche no se había hecho notar practicamente nada.
Un joven interesante...
-Buenas noches.
Se despidió sin mayor rodeo mientras le seguía con la mirada en su marcha. Y asi finalizó aquel encuentro.
De vuelta a la escuela de psiquicos, como era de esperar, Eva se hebía ido a dormir hacía ya largo rato, y alcanzaría a ver su palido rostro envuelto en su colorido lecho, ahora casi en total oscuridad.
El dia había sido largo, cuerpo y mente demandaban descanso.
Ganas 8+2=10 Px y 3+1=4 ph
Recuperas 1 de FV 6--->7