Partida Rol por web

Drysiel sintió un escalofrío cuando sus sensibles oídos escucharon alguna clase de aullido subsónico que le trajo viejos recuerdos. A pesar de la sensación en su columna vertebral, la mujer reprimió una mueca de horror rememorada por sus antiguas vivencias en aquel lugar, y declaró:

-El agua no supondrá un desafío para mí. El poder de los elfos me protege, como a Alessëa. Si allí hay una llave, ayudaré a recuperarla.- indicó con una mirada de determinación a Cedric, desenvainando sus hojas para subrayar sus palabras.

Ahora todos se habían dado cuenta de que esto no era ningún juego, un solo despiste podría significar el fin de todos ellos, así que cuando al salir del estrecho túnel oyeron el triste ulular del viento no pudieron evitar que sus instintos de alarma se pusieran al rojo vivo. Tomaron todas las precauciones posibles y empezaron el lento ascenso. Cuando llegaron arriba y contemplaron la torre con el mar interior, no pudieron creerse que hubiera sido tan fácil

Una dulce y cantarina voz de elfo empezo a susurrarle al oido a Alessea. - Hay que ver en los lios que te metes, tus compañeros van a morir y en lugar de haberte quedado con tu prometido has venido con ellos, ahora nunca podrás disfrutar de su compañía, de sus caricias ni de su amor, ya que aunque consiguieras salir de aqui con vida, verías que el ha muerto, si, lo has oido bien. ¿No lo sabías verdad? Pero desde que te has ido han pasado muchas cosas. Como en el fondo soy un sentimental haré un trato con tigo, acaba con ese mago de tres al cuarto que va con vosotros y te devolvere a tu amado y dejaré que vuelvas a su lado. -Alessea miro a sus compañeros por si ellos también podían oir la voz, pero si la oían lo disimulaban muy bien

El puente terminaba en una oscura abertura situada en una enorme torre de acero. No habían símbolos o glifos que marcaran la entrada a este lugar. Un inconfundible olor salobre emanaba del oscuro portal.
Trás la puerta de la torre no había ningún puente o sujeción, solo un oscuro abismo en su interior. Un ruido como el de las olas al chocar contra la orilla, resonaba a ritmo tranquilo desde la oscuridad debajo de ellos. Un intenso olor a sal flotaba pesadamente en el aire, su origen no era claramente identificable. Justo a la derecha del portal podía verse una escalerilla de mano , hecha de hierro , clavada en el interior de la torre. la escalera picada y oxidada en algunas partes, descendia hacia la oscuridad

Recordando su anterior visita al lugar, Askritt ingresó a la torre y tomó un par de guijarros antes de revolotear sobre la oscuridad que ocultaba el mar interior. Guardando varios pedruscos en la bolsa que llevaba en su cintura, dejó uno en su mano y, casi sin darse cuenta, se concentró en los poderes que su condición de semicelestial le brindaba y consiguió que este refulgiera mucho más que una antorcha, iluminándolo a el y a su alrededor.

Con calma, dejó que su enormes alas lo impulsaran al interior de la torre, iluminando el borde del agua mientras con gestos seguros cambiaba el cristal de su armadura, preparándose para sumergirse en el liquido - Bueno, aquí estamos - comentó como al pasar, mientras se movía a unos cuantos pies de altura sobre el agua.

- Yo no pienso esconderme, prefiero ver lo que sucede a mi alrededor - se explicó - la pregunta es si descendemos todos juntos o nos separamos. Quizás, solo quizás, mientras algunos encontramos al dragón, y lo distraemos, otros puedan encontrar la llave... O quizás lo mejor es que estemos todos juntos... no sé cual es el mejor plan -

- Por cierto.. .alguien necesita una de estas piedras luminosas - preguntó mostrando la que llevaba en su mano - solo tiene que pedirlo, durará encendida un rato largo... más de una hora - aclaró

Marco se interno en la torre y se sentó en el suelo. a dos pasos de la entrada un poco aparatado
Si me dejais algo de tiempo podre solicitar a Mystra el conjuro que permite respirar bajo el agua.

-Esto es... inquietante. Un mar, un mar interior, en una torre gigantesca. Porque no me cabe duda, por ese olor que flota, que esa agua es salada... Y, el Oráculo habló de un Dragón Salino. Bien, sí, es posible que se encuentre aquí. Aunque, después de haber visto lo que las criaturas del lich son capaces de hacer, y los peligros que la falta de prudencia conllevan en este abominable lugar, yo optaría por la iniciativa que expones, sí. Intentar distraerle, aunque sólo pensar en ello se me hace difícil de imaginar, y otros buscar mientras la llave.

Alessëa oteó la superficie de las aguas con su vista de elfa. No se podía ver demasiado, pero veían más sus ojos que los de otros.

-Con el cristal de mi escudo puedo sumergirme sin problemas...

Allí estaba de nuevo, observando fíjamente la superficie de agua que debía esconder algo en su interior....lo sentía. Acerak no dejaría pasar la oportunidad de colocar allí algo que pudiera acabar con ellos o con cualquiera que llegase hasta allí, eso podría asegurarlo.
La vez anterior habían intentado llamar la atención, supuestamente del dragón, alterando la tranquilidad del agua, pero no surtió efecto alguno y no tuvieron tiempo de ir a buscarlo....ahora sería diferente, se enfrentarían al líquido elemento y era necesario que regresaran con vida.

Miró a sus compañeros, valorando las cualidades de todos ellos - Askritt tiene razón. Lo importante es conseguir la llave, no vencer al dragón, por lo que es importante mantenerlo entretenido mientras algunos la buscan.

Sus ojos se dirigieron hacia el mediano, el cual no podría hacer frente a un dragón, pero sí tenía las cualidades necesarias para hacerse con aquello que guardaba - Yal y Zizel se encargarán de buscar la llave, pero necesitarán alguien que les cubra por si se presentaran problemas. El resto se encargará de entretener al dragón, si lo encontramos, hasta que nos indiquen que la tienen. Tras eso.....saldremos todos de allí, nada de arriesgarse para matar a la criatura. Si nos sigue se encontrará fuera de su terreno y conseguiremos algo de ventaja ¿de acuerdo?

Cedric se encontró entonces con una difícil tarea. Debía elegir quién acompañaría a aquellos que debían encargarse de buscar la llave, pero eso podía ser tomado como una consideración de no encontrarle capacitado para enfrentarse al dragón....no, no quería que aquello pudiera pasar por la mente de ninguno. ¿Cómo elegirle haciéndole comprender que no era un menosprecio?
Antes o después iba a tener que tomar una decisión de aquel tipo, así que tomó aire y se volvió para colocarse frente a aquel que había elegido.

Malkar, necesito que te encargues de su protección. - le indicó - En principio no deberíais encontraros con ningún peligro, puesto que el dragón se encontrará ocupado con los demás, pero si así fuera, deberás hacer lo que sea necesario para protegerte a tí mismo y a los otros. Es preciso que consigais esa llave lo más pronto posible.

Yo...no no se...no quiero enfrentarme a un dragón, lo he hecho, y solo sobreviví porque me escondí en una angosta grieta...hace años ya.
Uff..
Ademas, algunos dragones saben hacer ilusiones! Ilusiones!!! Capaces de hacerte ver cosas extrañas..que no existen!
El mago parece muy alterado. Al ver como todos se ofrecen a ayudar, agrega.
Yo...podría ir oculto, convertido en un elfo marino, o un sahuagin, o kuo toa...algo asi. Y bien oculto quizás logre llegar a encontrar la llave!
Pero otros deben distraer al dr...dragón.

Al escuchar la propuesta de Cedric, el erudito asiente...
Si...haré lo que me pides, y trataremos de no enfrentarnos con ningun problema, solo...solo obtener esa llave.

Marco se acomodo.
Por favor no me interrumpáis, hasta que termine.
Cerro los ojos y sus labios empezaron a moverse ligeramente en un rezo no pronunciado.
Mystra mi señora, concédeme el poder para poder llevar a cabo parte de esta misión que me has encomendado...

Malkar, al tiempo que Marco susurra su conjuro, dibuja en el aire una runa con su daga derecha, al tiempo que la izquierda roza su propio cuello.
Alli, en donde el filo acaricia la oscura piel de la mascara, aparecen unas extrañas branquias.
El mago se quita entonces la capucha, y pueden ver que su piel, otrora blanca y palida, es ahora azul como el cielo en un dia de verano. Las orejas, se han aguzado, similares a la de un elfo, y en el cuello pueden verse las grietas de las magicas branquias que ha creado.
Guardando la capucha en un bolso de cintura, el adivino comenta.
Yo estoy listo...espero poder ir oculto de ese espantoso dragon...si es que existe brrrr...
Sus pies, se alzan en una azulada bruma, y el elfo marino se acerca rodeado de su nebuloso cuerpo a la entrada de la torre.