Eres uno de los no-hambrientos y ganas con ellos.
Tienes muy mala leche, tanta que pobre del que intente acabar contigo.
Vamos, que como lincharte te linchen se van a cagar, te llevas a uno por delante fijo. ¿Y comerte? Vamos... pobre del que se atreva a hincarte el diente, ahí si que rodarán cabezas.
Durante partida, si mueres, da igual por qué medio, eliges a una víctima que se irá contigo a la tumba.
Si mueres varias veces... pues mira que bien... ¡más gente para la picadora!
Para evitar retrasos, me gustaría que me vayas diciendo a quién te cargarías en caso de que alguien te mate y a medida que vayas cambiando de objetivo me lo fueras diciendo.
De esta forma, si te matan de manera repentina no retrasamos la partida.
¿Te parece?
Perfecto. Pues de momento iría a por Eulalio, el único que me ha votado a mí.
Esta noche, en un momento dado, te despiertas con ganas de ir al baño.
Por un momento piensas en avisar a alguien, pero piensas que con el machete que tienes guardado tienes defensa más que suficiente, incluso, si a quien despertaras fuese uno de los malos, podían intentar atacarte, así que vas de por libre.
Al llegar al baño, de repente, alguien te golpea en la cabeza por la espalda con un objeto contundente nublándote la visión. El golpe es fuerte y casi te hace desplomarte, pero te recuperas, te giras rápidamente con el machete en la mano e intentas cortar a tu agresor, al que, por culpa de la visión borrosa, no eres capaz de distinguir quién es. Tu agresor te esquiva pero le propinas un buen empujón y sales corriendo del baño dispuesto a avisar a todos.
Justo al abrir la puerta del baño, te encuentras frente a frente con Eulalio. Presa del pánico le clavas el cuchillo hasta el fondo acabando con él, aunque por la mirada sorprendida que pone, no sabrías decir si has acertado con él y te estaba tendiendo una emboscada, o te has equivocado e iba en tu ayuda.
En ese momento, alguien te sujeta por la espalda poniéndote un pañuelo en la boca y nariz y te desplomas inconsciente.
¡Atención!
¡Una crisis existencial te asalta!
De repente, todo lo que solías ser da un giro de 360 grados.
Los avatares del destino y alguno de tus compañeros han querido que al comienzo del turno segundo pierdas tu actual rol.
El comienzo del nuevo día llega hasta ti con un nuevo rol que te posee.