Continúas siendo uno de los hambrientos y ganas con ellos.
Tienes muy mala leche, tanta que pobre del que intente acabar contigo.
Vamos, que como lincharte te linchen se van a cagar, te llevas a uno por delante fijo. ¿Y comerte? Vamos... pobre del que se atreva a hincarte el diente, ahí si que rodarán cabezas.
Durante partida, si mueres, da igual por qué medio, eliges a una víctima que se irá contigo a la tumba.
Si mueres varias veces... pues mira que bien... ¡más gente para la picadora!
Este es tu nuevo rol a partir del turno 5.