Buenos días, infectados. Estáis despertando a un nuevo mundo. Nada de lo que hasta ahora creíais saber sigue siendo válido.
Para empezar, abandonar vuestros prejuicios sobre hambrientos y no-hambrientos. Lo único que importa ahora es la familia infectada.
Pero, ¿en que consiste estar infectado?. Sencillamente consiste en que sois portadores de la plaga, y en que tenéis capacidad telepática entre vosotros en plan mente-colmena (es decir, en que podéis hablar aquí todos juntitos en cualquier momento de partida).
Entre vosotros os reconocéis a simple vista, y a partir de ahora podéis usar este hilo para comunicaros.
Cada fase nocturna el último infectado puede contagiar a otro personaje. Sólo el último infectado puede transmitir la plaga, así que en última instancia, se hará su voluntad, pero también podéis conspirar para atraer a vuestro bando a quien todos queráis.
Los infiltrados que hayáis muerto, podréis seguir usando vuestro poder telepático (podréis seguir escribiendo aquí, pero no podéis contagiar a nadie, es decir, si queréis propagaros, debéis mantener con vida al último infectado.
Además, existen otros peligros que amenazan con vuestra desaparición. Tenéis enemigos ahi fuera. Tened cuidado con a quién infectais. ¡Avisados quedáis!
Los infiltrados dejáis de ganar con los bandos hambriento o no-hambriento, a pesar de vuestra condición inicial. Sólo ganaréis actuando en equipo.
Ganáis la partida si al finalizar esta sois mayoría infectada entre los personajes con vida (a no ser que un rol específico indique específicamente que su victoria individual anule la vuestra).
Recordar que la partida finaliza cuando no quedan hambrientos con vida o cuando el número de hambrientos es superior al de no-hambrientos.