- No- aseguró Alex negando con la cabeza y componiendo una mueca simpática-, ni me interesa demasiado hacerlo, la verdad. Se habla tanto del baile que, para serte sincero, ya lo he aborrecido. Y llevo aquí horas.
Y era cierto. Tanta historia se traían encima con el baile de navidad, que se le quitaban hasta las ganas de pedírselo a nadie, e incluso de aceptar a alguna petición. Era demasiado... repetitivo, monotemático. Y sí, no se podía hablar de mucho más, pero qué demonios, casi era mejor hablar de la asignatura de cuidado de criaturas mágicas. Al menos ese tema era variado.
Cuando terminó de cortar, había un intercambio de palabras volando de acá para allá que se le antojaban a fuego cruzado. Levantó la vista a Clare. La típica señorita cabeza hueca que necesitaba llamar la atención de alguna forma.
-Probablemente le seas de mucha utilidad al director con tu rendimiento académico y tu visible grado de inteligencia, es comprensible que confíe en ti -dijo, sin ningun tono en particular pero era visiblemente una observación que poco tenía de elogio. Comentarios como esos siempre hacían que entrara en tensión con el resto de la gente de su casa, en especial las féminas y sus pequeñas competencias de popularidad inservible. Sin embargo jamás daba muestras de callarse esas cosas.
Probó algunos bocados.
El subdirector atendió a las palabras del guardabosques de la escuela, a las que respondió con brevedad y una críptica sonrisa. Acto seguido recorrió con la mirada a los lumnos que poblaban el comedor.
Una vez dió comienzo la cena comió un poco de la comida materializada frente a ellos y mojó sus labios con una copa de vino. Sin embargo estos estuvieron más ocupados conversando con el resto de profesores que cenando, especialmente con las profesoras de encantamientos y adivinación, quienes lo flanqueaban.
Me dí la vuelta y empecé a comer, creo que... soy el único al que la comida de Hogwarts no le hace ni fu ni fa... comí bastante poco y metí la mano en mi bolsillo. Tenía una varita de regaliz que me había sobrado en el viaje en el expreso... Todos en mi mesa charlaban y yo no hablaba con nadie (ni con Irazzi, pues para la charla y las formalidades me coloqué bien en mi asiento).
Alcé la cabeza y busqué a Ginna, a ver como le iba, pero no fui capaz de verla. "Espero que esté con algún amigo, me sabría un poco mal que estuviera sola... aunque yo..."
La verdad es que estaba bastante preocupado por mis amigos... tal vez mañana iría a preguntar al jefe de casas de cada uno para ver si sabía algo...
-No hay de que. Aunque creo que me voy a guardar lo del chocolate como si fuera un secreto. No es un dato que quiera que sepa todo el mundo.-Le guiño un ojo y la sonrío mientras guardo mi cuaderno de acosador. Ciertamente lo era, pero la utilidad no quitaba las connotaciones que pudiera tener estar tan pendiente de la vida de otros.
Materializada la comida, antes de servirme cualquier cosa, le ofrezco a Scarlet antes. Parece cansada, "Supongo que no comerá mucho". Durante la cena, hablo con ella de las expectativas para éste año, los horarios, y las asignaturas. No tomo postre, puesto que he comprado la caja de grageas más grande disponible. A estas alturas estará en mi cuarto. Me ofrezco a acompañarla hasta la sala común. Me despido de ella sin grandes gestos, bastante habíamos llamado la atención en el comedor y además no quería presionarla, bastante con lo de el baile. Subo a mi cuarto y me tiro en la litera, cojo un puñado de grageas mientras hago recuento de lo ocurrido en este largo día. Poco después me echo a dormir.
Abrevio para terminar la escena, que ya no se me ocurre como seguir sin que suene forzado. creo que he sido lo suficientemente general como para que puedas postear libremente sin que te pise las acciones. de todas formas lo puedo editar.
Madelian comió despacio, con la mirada puesta en la comida que había en su plato, sin dejarse tentar por los manjares que la rodeaban. Apenas la desvió un poco para mirar a los nuevos jóvenes de Ravenclaw.
En toda la cena no dejó de masticar, pero posiblemente haya sido de las que menos comió. Masticaba lentamente, como si se entretuviese con eso para pasar el tiempo. La precepta de la casa no le caía demasiado bien, pero nunca había estado tan ansiosa por verla. Quería que se diera por terminada la cena y los llevaran a todos a las habitaciones.
Cuando Duni se giró simplemente me dispuse a comer, callada.
No tenía ganas de conversaciones con nadie de mi mesa, puesto a que siempre había ido con ellos y nunca habíamos entablado una conversación "extensa". Me limité a escuchar lo que estaban diciendo, sin observarles ni nada, pasando desapercibida. ¿Baile de navidad? Había escuchado... ¿baile de navidad? ¡Estupendo! Una noche sola viendo como los demás se lo pasan bien... Aunque, igual... ¿Duni querría venir conmigo? No, tan rápido como me había venido la idea, se me había ido de la cabeza.
"Bah, es un simple baile. A mi ni siquiera me gusta bailar"
Seguí comiendo y escuchando la conversación.
Como de costumbre Henri prestó poca atención al discurso, por supuesto hizo como que atendía, pero le resultaba imposible escuchar a la gente decir cosas tan aburridas y concentrarse en escucharles. Estuvo pensando sobre sus cosas hasta que justo cuando el discurso terminó escucho las palabras de Ashton. Y como si respondieran a sus deseos los alimentos aparecieron. A Henri le pareció una coincidencia divertida y miró a la comida con alegría mientras le decía a Ashton: Creo que te han escuchado. Y acto seguido Henri empezó a comer de su plato, ya que él también tenía bastante hambre. Si bien a Henri le encantaba charlar con sus amigos, durante la comida era menos propenso a hablar, aunque no tenía problemas con escuchar. Pero como decían siempre sus tíos: oveja que bala, bocado que pierde. Y con esto en mente Henri siguió atacando su comida.
Scarlet cenó poco, sin embargo, al ver materializarse un gran bizcocho de chocolate no pudo evitar servirse un buen pedazo y engullirlo. Incluso se sirvió otro trozo algo más grande, pero se lo comió mas lentamente, mientras se convencía de que bastaba de chocolate, mañana solo se comería una rana de chocolate.
Pensar en mañana le dolía...era el primer cumpleaños de su padre que no podía pasar con él...pensó en la bufanda que había hecho y que estaba guardada en su baúl. Suspiró y se terminó el último pedazo de bizcocho que quedaba en su plato.
Mañana me centraré en las clases y solo en las clases...Será lo mejor...
Poco después Spencer la acompañó a la sala común y ambos fueron a sus respectivos dormitorios.
Digo lo mismo que Spencer, si hay que modificar algo, lo modifico sin problemas ^^
Poco a poco, la comida se va acabando y llegan los postres. Las luces que iluminan el Gran Comedor también se van difuminando por a poco para ir indicando que el momento de recogerse ya se acerca. Tras varios minutos después, el subdirector se levanta para dar por concluida la cena de bienvenida al nuevo curso y les recuerda que en navidad habrá un baile...
Tras eso, la comida desaparece y los alumnos se levantan de sus sitios. Los prefectos de cada casa, llaman a los nuevos alumnos para enseñarles el camino hacia su Sala Común.
Estaba esperando a ver si entraba el profe, pero no entra... -.-
No he podido preparar las escenas de las casas, mañana os las preparo... de mientras, podéis ir escribiendo por aquí si queréis hablar con los demás.
Después de cenar y, al llegar la hora de ir a nuestra sala común, me dirijo a los nuevos en mi casa:
- A ver, los recién llegados, seguidme...
Luego me dispuse a guiarlos, como era mi deber de perfecto...
Logan comienza a comer rapidamente, mas bien como siempre, tenia mucha hambre desde que dejo su casa para ir a Hogwarts, luego mira a Alex y sus amigos, algo iba a pasar ese año, sino pasaba por sus amigos, lo haria el, luego de que pudiera comer todo lo que queria, empieza a comer postres.
- Alex que crees que seran este año los profesores, viejos seniles que esperan vernos crecer para ser un mortifago?..
Después de que pasara la comida, más o menos entretenida, entre sus compañeros de nuevo, suspira y se levanta para dirigirse a la Sala Común, que les permitiría estar tranquilos y prepararse para el día siguiente. Seguro que empezarían a toda velocidad desde el primer momento, y necesitarían descansar bien. El viaje había sido agotador, y empezaba a notarse.
- Y bueno - les pregunta a sus compañeros, a los que se pega de camino a la Sala - ¿como han las vacaciones? Yo no he parado en todos estos días, es bueno estar aquí otra vez
Sonríe levemente, esperando respuesta de sus compañeros y que nada hubiera cambiado entre ellos.
Alex se encogió de hombros.
- Seguramente- respondió con sencillez, sonriéndole a su amigo-, pero algunos tendrán cosas mejores que hacer.
Era una forma demasiado simple de decirlo, pero tampoco quería extenderse mucho más. Era un tema problemático, y no le gustaba soltar más información de la cuenta en público. Obviamente habría mortífagos entre el profesorado, y no pocos. También debía de haberlos entre los alumnos, por desgracia, como el caso de la familia Malfoy. Pero sea como fuere, dudaba que la totalidad del profesorado fuese leal al Señor Tenebroso de buena gana. Alguno se salvaría.
Comemos todos en silencio, con bastante avidez. Con lo de estar en silencio muchos habrían pensado en que habría tensión o algo similar en el ambiente. No sería raro que la hubiera, después de todo lo que nos había pasado en el verano, y luego en el tren, pero la verdad es que todo parecía muy lejano ahora. Todo el ruido a nuestro alrededor, las caras de los nuevos ilusionados, la buena comida... todo era demasiado alegre para que nada pudiera fastidiarlo.
Como un poco de todos los platos a mi alrededor. Cuando todo desaparece, pese a no tener hambre me cojo un trozo de tarta de postre, y lo como despacio mientras espero a que las mesas se limpien y sea la hora de ir a la sala común.
- Han sido... la verdad es que no se me ocurre ningún buen adjetivo para describirlas. - al menos ninguno alegre. - Pero sí tienes razón, es bueno estar de nuevo aquí. No sabéis como os he echado de menos este verano.
Vamos arriba, quizás podemos hablar un rato antes de ir a dormir.
-¡Si, vamos!-Dijo Henri a todos sus compañeros de casa bastante animado, como solía estarlo después de comer.-Tengo ganas de la sala común después de tanto tiempo. Y seguro que podemos hablar un rato.-Terminó diciendo lo último un poco más bajo, dirigido especialmente a mis compañeros de curso. Después me levanto uno de los primeros de mi mesa e insto a mis amigos a levantarse y seguirme.