Nora guía a Henri hasta uno de los árboles que están dispersos por la orilla del Lago Negro. Hay algunos grupitos de los cursos que hoy no tienen clase por la tarde y quieren disfrutar de los últimos días de buen tiempo pues ya comienza a refrescar en los terrenos del castillo.
La chica se gira con las manos a la espalda y le mira.
-¿Ya tienes pareja para el baile?
A pesar de ser una chica, es bastante directa en lugar de retorcida como muchas féminas.
Henri caminaba junto a Nora mientras trataba de descubrir qué querría exactamente la pelirroja para abordarlo en mitad del comedor y llevarlo hasta el lago.
¿Qué?...Sí...Digo No....Digo...- Por la cabeza del chico habían pasado cientos de explicaciones desde que abandonó el castillo, pero esa era la única que no se le había ocurrido. Negó con la cabeza mientras le decía. No, la verdad es que no tengo pareja para el baile.
Luego una idea se fue formando en su cabeza, lentamente, como casi siempre. Se preguntaba para que quería Nora saber si tenía o no pareja. Al final una lucecita se encendió en su cabeza. ¿Y tú? ¿Tienes ya pareja para el baile?
Hasta ese momento no había pensado en el baile, ni en su posible pareja ni tan siquiera en asistir, su primo, la orden y los problemas de sus miembros, oscurecían todos sus pensamientos fuera del quidditch y la orden. Tal vez necesitara distraerse y olvidar, aunque fuese por unas horas, sus problemas. Y no sabía por qué, pero este año, la única persona con la que lo conseguía era la descarada pelirroja que tenía en frente suyo.
Sonríe ante la respuesta de Henri.
-Yo tampoco, así que ya tienes pareja para ir - le tiende la mano para formalizar el pacto o el trato o lo que sea eso.
Se sienta bajo la sombra del árbol y da unas palmaditas a su lado y luego se echa un poco hacia atrás apoyándose en los codos, como si estuviese tomando el sol en ese momento. Inclina la cabeza hacia él.
-No ha sido todo lo protocolario que se esperaría de una cosa así, ¿no? Tendría que haber sido algo así como... - pone cara interesante y habla con voz de hombre - "Oh, Nora, la más hermosa de las pelirrojas, ¿quieres venir al baile conmigo?" - y hace un gesto sexy, pero queda bastante cómico.
Eh... Bien...Claro.. Vale.- le contesta sorprendido mientras le estrecha la mano para cerrar aquella extraño trato. No esperaba que fuese así, en los otros bailes siempre fue él quien lo pedía, nervioso y algo asustado por la respuesta que recibiría. Henri esperaba que la pelirroja dijese que tampoco tenía pareja para el baile y pedirle que le acompañará, pero se había adelantado. Había que reconocer que no había sido nada convencional, pero si había una chica poco convencional esa era Nora.
Se sentó a su lado y la miro, no pudo evitar sonreír ante su comentario y su gesto. - Cierto- No era la más sexy del colegio, eso era seguro, pero era muy guapa y divertida.
No hay nadie en todo Howards con quién desee ir al baile antes que contigo Nora. Gracias por dejarme acompañarte. - luego continuó imitando el tono de voz de hombre que había usado ella- ¿debería repetirlo con este tono de voz para que la más hermosa y graciosa de las pelirrojas quede contenta?
-Por supuesto que sí - dice con voz de señorita estirada criada en alta sociedad.
Sonríe ante el comentario de Henri, aunque seguro que lo dice porque ahora lo tiene bien atado con el trato que acaban de sellar con un apretón de manos. Pero le alegra bastante que realmente quiera ir con ella al baile, aunque sea por cumplir o algo.
-¿Seguro? Me apuesto lo que quieras a que tienes un montón de chicas mejores que yo esperando a que les pidas ir al baile... al fin y al cabo, eres del equipo de quidditch... ¡Esos siempre pillan!
Sonríe.- El tono de señorita bien te pega tanto como el de malote.- Se recuesta en el árbol a su lado.
Pues cuando salí esta mañana no había ninguna haciendo cola en mi puerta - comenta como si no fuese evidente- tal vez se hayan puesto allí desde entonces. De todas formas, aunque la fila de candidatas llegase al gran comedor, tú tienes algo que ellas no tienen.
Nora tenía parte de razón, desde que estaba en el equipo había chicas que le hacían más caso que antes, el problema era que Henri se sentía muy incómodo siendo el centro de atención, en clase no levantaba la mano, en grupo nunca solía llevar la voz cantante y pese a tener cuerpo de deportista de élite la prenda de ropa que más le gustaba eran las túnicas del colegio. Así que, las chicas que se quedaban embobadas mirando al cazador del equipo de Hufflepuf le incomodaban más que le atraían.
Debe ser cierto que los jugadores de quidditch pillamos más.- le concede – Hay una pelirroja nueva en mi equipo y se comenta que ya tiene pareja para el baile.
-Que suertuda la tía. Si es pelirroja seguro que tiene a medio Hogwarts tras ella, el otro medio son las chicas que le tendrán unos celos de muerte por eso - dice con cara seria, como de entendida en el tema, aunque se nota a la legua que es totalmente de broma.
Se tumba sobre la hierba y cruza los brazos tras la cabeza a modo de almohada. Cierra los ojos un momento disfrutando del calorcito del sol y luego los abre para mirarle. Parece que han conseguido solventar el tema de la pareja de baile antes que muchos otros, y menos mal porque ha escuchado a muchas chicas que querían comenzar a lanzarse sobre los chicos cuanto antes.
-¿Y qué es lo que yo tengo que ellas no? ¿Voz de malote? - pone la voz de malote.
Eso entre otras muchas cosas pelirroja.- le contesta. La verdad es que una vez más, estar con Nora volvía a sacar al Henri de siempre, despreocupado y alegre. El Henri de antes de lo de su primo.
Como me dijo una chica muy lista una vez en la enfermería, "los puntos fuertes me los reservo... no creas que te lo contaré todo" señorita Evergreen.
Allí en la orilla del lago junto a Nora, con los últimos rayos del otoño calentándolos, el Hufflepuf era realmente feliz.
-Oh... venga - se levanta y gatea hasta él - ¿no me vas a decir ni una pista?
Sabiendo que seguramente no le diga ni una pista, se tumba de lado frente a él con una mano en la frente y una inclinación melodramática de la cabeza. Al más puro estilo de las películas y las series que se pueden ver en la televisión muggle. Y la verdad es que capta muy bien la esencia de la pose.
-¡Oh! ¡Desgraciada de mí! ¡No tengo ningún punto bueno! ¡Oh! ¡Soy la chica más desgraciada de la Tierra!
Henri nota un calorcito en su bolsillo mientras habla con Nora. La señal que marca una nueva reunión vuelve a estar ahí presente... quizá sea importante o quizá no, es posible que sea para practicar un poco más los hechizos que van aprendiendo de la mano del profesor Gordon.
Sin duda es un momento poco conveniente ahora que Henri está distraído gracias a Nora y que ha conseguido olvidar un poco la realidad en la que viven.
Puedes decidir ignorarlo si quieres XD
Volvió a sonreir ante la actuación de la pelirroja.- Vale, lo has conseguido, de diré alguna.
Se queda unos segundo pensando.
Melodramática, descarada, picajosa, metomentodo, - Henri enumeraba despacio, contando con los dedos, dejando pasar un segundo entre palabra y palabra que decía mientras poco a poco se acercaba a Nora- con el suficiente número de hermanos para partir todas las costillas del primer chico que se te arrime, apasionada por la tecnología muggle, simpática, alegre, guapa, deportista, atractiva y muy... muy... muy divertida.
El calor en su bolsillo que desprende la moneda que le convoca a la reunión de la orden hace que recuerde a su primo y lo mal que lo debe estar pasando en esos momentos mientras él se divierte a orillas del lago. Sin quererlo, su gesto cambia, entristeciendose al momento.
-Sí, sí, continúa - dice mientras hace un gesto con la mano para que prosiga mientras Henri enumera todos esos puntos buenos que tiene.
Pero le mira preocupada cuando su gesto cambia. No sabe si continuar con la broma porque parece que es algo que de verdad es importante, así que se sienta a su lado, cruza las piernas y deja las manos sobre su regazo. Le mira de reojo... sin saber que decir.
-Iba a decir que seguro que ese gesto es que has encontrado algo malo en mí, pero seguramente es algo importante que ha sucedido... si quieres a alguien para contarlo, estoy aquí. Quizá no parezca muy sería, pero bueno...
El chico intenta sonreir pero no puede. - No ha sucedido ahora, solo que a veces me acuerdo- dice mientras piensa que debería tratar de ser más enigmático y dejar de ser tan trasparente.
Muchos ya lo sabían y no era nada malo. Ellos, los miembros del régimen, eran únicos que deberían sentirse mal por sus actos.
¿Sabes lo que les pasa a los niños hijos de muggles con poderes mágicos? - Seguro que sí que lo sabía, todo el mundo lo sabía. Pero era mucho más fácil y mejor para tu propia salud mirar hacia otro lado mientras les dejabas hacer.
Pues mi primo es uno de ellos. Y quitando lo de guapa y lo de los cinco hermanos tiene las mismas cualidades que tú...Así que no he podido evitar recordarlo- lo cual, aunque no dejaba de ser cierto, no era el auténtico motivo.
Asiente a la pregunta que le hace mientras inclina un poco la cabeza y se entristece al escuchar que el primero de Henri se ha ido, que se lo han llevado... de una forma impulsiva, bastante para ser más exactos, le rodea con los brazos para darle su apoyo con ese abrazo. No puede imaginar lo duro que está siendo para el chico el saber que unos extraños se han llevado a alguien de su familia... a ella le pasaría lo mismo si se llevasen a uno de sus hermanos.
-Lo siento, Henri... no lo sabía.
Se siente un poco culpable por hacer tonterías cuando él está sufriendo.
El fuerte abrazo le pilla totalmente desprevenido, tanto que durante un segundo parece que el ímpetu del abrazo de la pelirroja lo lanzará al suelo. Una vez repuesto de la sorpresa inicial le devuelve el abrazo sabedor de que debajo de las capas chica dura y despreocupada la guardiana esconde también una buena buena persona.- Gracias.
No te preocupes Nora. No tenías porque saberlo.- el abrazo a terminado, pero Henri no ha soltado a Nora, sentados frente a frente le coge de las manos mientras le mira directamente la sus ojos.- No se lo he contado a mucha gente. Bastante tengo con ser un mestizo criado por muggles como para que encima mi primo sea un ladrón de magia.
Henri ve la tristeza en sus ojos- Ahora que sabes lo que me pasa necesito que hagas una cosa por mi.
Asiente ante la extraña petición de Henri. ¿Un favor? ¿Qué será?
-Claro... lo que quieras - dice estrechando sus manos para darle su apoyo.
Puede que sea una chica traviesa, bromista y despreocupada, pero eso no quiere decir que no pueda ser sensible con esos temas. Muchas personas sufren por ese tipo de cosas y aunque en su familia no se ha dado el caso porque todos son magos, seguro que se sentiría tan mal como él si le hubiese pasado.
-¿Qué quieres pedirme?
Bueno, en realidad son dos cosas.- dice después de que Nora haya aceptado.- La primera es que, por favor no se lo cuentes a nadie, prefiero que la gente siga comportándose conmigo como siempre.
La segunda...- Cree que esta segunda será imposible de cumplir y se arrepiente nuevamente de haberle contado a la pelirroja lo que le pasaba, porque piensa que ahora le tratará de forma diferente.- La segunda es que eres la única persona de todo el colegio que consigue hacerme sonreír, y me gustaría mucho que siguieses haciéndolo. No tienes que hacer nada especial, sólo seguir siendo tú.
¿Cree que podrá hacerlo señorita Evergreen?- le pregunta poniendo el mismo tono de voz distendido y en broma que usa siempre para decir las palabras señorita Evergreen.
Asiente a ambas peticiones que puede cumplir sin problemas. Si Henri necesita a alguien con quien sonreír o reír ella puede hacerlo sin despeinarse.
-¿Por quién me toma, señor Hudson? No hay nada que yo no pueda hacer - dice con suficiencia, con el mismo que siempre usa para hablar así.
Sonríe con malicia a Henri a pesar de saber que está pasando un mal rato con lo de su primo. Quizá deberían plantearse hacer alguna travesura para animarle un poco.
-¿Qué le parece al señorito si hacemos una travesura? Podríamos mezclar pastillas vomitivas con el zumo de calabaza de la cena...
Vuelve a sonreír con sinceridad por primera vez desde que notó el calor en la pierna y se acordó de su primo.
Me parece que usted si que sabe como animar a un hombre- Se levanta de un salto y con galantería le ofrece su brazo para ayudarle a que lo haga Nora.
Sabe que no debería perderse una reunión de la orden para mezclar pastillas vomitivas con la cena, pero también sabe que necesita desconectar o la maldita lista con el nombre de su primo acabará por volverle loco.
Mi reserva de pastillas vomitivas está bajo mínimos, aunque tengo varias galletas canario.
Toma su brazo para ponerse en pie y se estira como una señorita de altos vuelos y camina de su brazo hacia el castillo con mirada altiva.
-Querido, déjame a mi el tema de las pastillas - hace como que se quita una de esas lentes que se usan para la ópera -. Las galletas canario también serían una buena idea.
La idea de hacer una travesura le anima mucho pues no ha realizado ninguna desde que ha comenzado el curso y todo parece ser de lo más aburrido... poner pastillas vomitivas en el zumo de calabaza de la cena puede ser una buena forma de meterse en líos.
-Espero que no nos pillen... como están las cosas seguro que nos meten en trabajos forzados limpiando zarzas del Bosque Prohibido... aunque podría explotarte... mientras tu trabajas, yo miro.
El castillo a esas horas parece bastante tranquilo, con algún alumno que se pasea sin nada que hacer, pero por lo general todos están fuera del edificio.
Pasamos al castillo si quieres XD