Partida Rol por web

Héroes y Profecías

Preludio: El juramento. Héroes Caídos.

Cargando editor
04/03/2009, 15:52
Amnyin

El ser de piel oscura toca al paladín con su mano izquierda mientras sujeta el bastón con firmeza pero nada pasa. Con una expresion de gran concentración vuelve a intentarlo y una débil luz azulada corona la madera y vuela hasta la mano que toca al compañero caído.

El paladín no responde ni se mueve lo más mínimo, Amnyin retira su mano temblorosa lentamente y dudando un instante la dirige de vuelta al cuerpo inerte, posándose en su cuello.

Entonces Amnyin habla:

Finrod parece una llamada pero no tiene respuesta

está...

Cargando editor
04/03/2009, 15:53
Director

...muerto.

El rostro teñido por la sangre del paladín no expresa nada salvo paz y serenidad, su mano muerta aún no ha soltado la espada. En torno a Asbrav reina un silencio que para quien pudiera ver la escena desde fuera parecería antinatural, sin embargo los compañeros solo pueden observar el cadáver. El cadáver de Finrod.

Sin haber hecho ruido ni atraer ninguna atención hasta ahora, un enorme caballo se acerca al cuerpo. Hasufel, la montura del fallecido. El enorme animal llega con paso lento hasta el cuerpo y su hocico empuja ligeramente el brazo de su hermano humano. Sin obtener respuesta el caballo repite el gesto con más fuerza, como tratando de hacer reaccionar al caído.

Amnyin se aleja unos pasos sin dejar de mirar la escena, Derek y Diana observan con silencio reverente. El dolor se refleja en el rostro de los demás, una sensación de perdida que aún no se hace real y el sentimiento de terrible irreversibilidad desconocido hasta entonces atenaza los corazones.

Alrededor la escena es caótica, la multitud de gnols, orcos y osgos conserva sus posiciones como si fuera un espectador más de la tragedia. La caída del último de sus jefes provoca en los malvados humanoides el mismo sobrecogimiento que la muerte de Finrod en los compañeros.

Pero a ellos además les trae miedo. Mucho miedo.

El movimiento convierte la oscuridad en un hervidero de sombras difusas, enemigos corren de un lugar a otro, en busca de órdenes, planes o simplemente huyendo del campo de batalla en el que nada ha salido como debia. Tampoco para ellos. Aunque la gran mayoría del siniestro ejército cerca aún Asbrav entre los aldeanos empieza a crecer un sentimiento que ya estaba perdido. Esperanza.