Finrod permanece escuchando al mago fascinado por todos los nuevos datos que les ofrece y por adelantarse a algunos acontecimientos en el destino de el y de sus compañeros. Solo sale del ensimismamiento cuando Naldar le recuerda que debe llevar un mensaje a Berfôska lo antes posible.
¡Es verdad!, tenemos que llevar la carta a Berfôska y este exactamente en direccion contraria a la marcha del grupo de los pergaminos. Eso solo hara que retrasar mas aun nuestra mision. ¿Que debo hacer?.
El paladin tiene la sensacion de que Aristeo es capaz de jugar de alguna manera con el tiempo y el espacio, y de que conoce pequeños segmentos de aqui y de alla del flujo temporal. Como si tuviera visiones del destino incompletas, o como si tuviera prohibido desvelar mas conocimientos de los que ya desvela. Sabe que debe aprovechar este momento para preguntar al mago todo lo que pueda, aunque sus respuestas solo sean nuevos acertijos. Por su cabeza se le pasan varios nombres propios de los que el anciano mago pueda tener algun conocimiento.
Poderoso Aristeo, como bien ha dicho mi compañero, una de las razones principales por las que estamos aqui es para llevar una carta a Berfôska, ¿podria decirnos algo de la situacion de esta ciudad?. No quisiera avasallarle con mis preguntas, pero hay varios nombres de los que nos gustaria saber algo mas, como Daern o Nimrod, ¿podria decirnos algo de ellos?, ¿o del Rey de los elfos del bosque, quizas?.
No hace falta ser adivino para conocer el nombre de Daern, por el Oeste está en boca de todos y me extraña que aún no haya llegado aquí. Es un poderoso guerrero, una leyenda, pero otros tres viajan con él que si no comparten su celebridad, tampoco le van a la zaga en poder. Sólo es cuestión de tiempo que sepais de ellos pues buscan las mismas respuestas que vosotros aunque no sé qué destino está escrito que desempeñen en todo esto.
El anciano mago, aún con los rasgos invisibles bajo la penumbra de su capucha, desvía su mirada hacia el horizonte Oeste un momento antés de continuar.
Me temo que el nombre de Nimrod no ha llegado hasta mi, nunca lo había oido. El Rey Elfo del Bosque del Rey por lo que conozco está aun en Berfôska, a salvo, pues esa ciudad es de los pocos lugares de los que se puede decir tal cosa. Los caballeros de Berfôska son la única protección que tienen estas tierras, aunque como habeis podido ver, en muchas ocasiones sean incapaces de evitar los males.
Al gnomo los acertijos no le gustan, sobre todo porque no suele entenderlos...
Lo que sí ha entendido es que Berfoska está a salvo. Y puede que entregar la carta sea determinante. Por eso le pregunto a Finrod:
A quien va dirigida la carta? Crees que puede ser importante en esta guerra? Porque si es así, tanto entregar la carta como encontrar a ese grupo de viajeros serían prioritarios. Por lo que habría que dividirse en dos grupos. Si no, creo que lo prioritario será encontrar ese mapa. Respecto a Daern, no me queda claro si nos conviene cruzarnos con él o no... en cualquier caso no me preocuparía por eso.
Luego, a Aristeo le dice:
Que dirección sigues ahora querido mago? Si compartimos orientación, igual te apetece ir en compañía...
Lo que dice es mera formalidad. Kandalian sabe perfectamente que el anciano no viajará con ellos. Solo hay que decidir que dirección tomar y que misión tiene mayor prioridad.
Luego recordando y dirigiéndose a Orphen dice: Además, el Rey elfo está también en Berfoska... ¿Qué misión tienes para con él?
Finrod atiende a la pregunta que le lanza Kandalian y le contesta al instante.
Va dirigida a Hagen de Carcassone, uno de los seis lideres que gobiernan las ordenes de caballeros del gran reino de la ciudad, su contenido me es desconocido y solo puede ser leido por el destinatario por orden expresa de Vangerdahast. Lo unico que podria decirte es que me aviso de que era urgente y de que de ella podian depender muchas vidas. Y respecto a lo del Rey de los elfos del Bosque del Rey, es una promesa que tuve que hacer a los elfos para que nos dejaran pasar por el bosque y no atacaran al pobre Kazaard. El paladin entristece su gesto durante unos segundos recordando al semiorco. Pues parece que su Rey se retrasaba en su regreso tras una reunion diplomatica en Berfôska, y sus subditos estaban preocupados por su estado, tuve que jurarles que en el caso de que me encontrara con el monarca le ayudaria a mantenerse sano y salvo.
parece que se acumulan los trabajos, por una vez estaría bien terminar algunos antes de coger otros.
y si puede ser que saquemos algo de esto...
Teneis un duro camino por delante dice, con la mirada en Orphen y luego dirigiéndose a Kandalian
Desgraciadamente mi sendero me lleva muy lejos de aqui, tal vez en otra ocasión compartamos camino pequeño gnomo. Mientras tanto esto asegurará que nuestros destinos vuelvan a cruzarse.
Tras posar su mirada por última vez sobre ella, el anciano tiende la gema negra al gnomo.
Ahora, debo despedirme pues ya he retrasado demasiado mis obligaciones.
Una espada mortal, una mano benigna
una espada que la carga doblaba
Deseo que tengais suerte donde quiera que os lleven vuestros pasos y si mi plegaria puede ser escuchada o poseo algún poder que desconozco que mi bendición os protega en vuestro viaje.
Una espada mortal, una mano benigna
una espada que la carga doblaba
interesante....sin duda...
Esa gema es fascinante. Bella y oscura. ¿no crees que quedaría perfecta engastada en mi pomo?
yo pensaba mas en el sello.
para que conformarse con algo bonito cuando podemos conseguir algo poderoso, no crees?
Kandalian escucha las palabras de Aristeo y observa como le tiende la extraña gema oscura. Su raza le tira mucho en momentos como éste, por ello no puede evitar tomarla. Eso sí, mira a Orphen y al mago de hito en hito... El monje recuerda que una piedra poderosa fue motivo de división no hace mucho tiempo.
Recibe la bendición de Aristeo con fe. Un ser poderoso como este ha de tener alguna divinidad de su parte, y eso puede ser beneficioso.
O entregar la carta, o buscar al grupo portador del mapa... Parecen dos misiones a cual más vital en el devenir de acontecimientos. El gnomo no sabe cómo proceder.
Y bien? Norte o sur?
Es lo más insensato que se puede hacer, pero mucho me temo que dividir el grupo es la única manera de llevar a cabo ambas misiones en un espacio razonable de tiempo.
¿El sello? es un símbolo sagrado, no me gusta la idea de vincularme con un Dios. Haz con él como con los humanos, úsalo mientras te sea de utilidad y tíralo después.
La gema es perfecta, tan hermosa y valiosa... y por lo que dice el mago debe albergar un poder enorme para ser tan importante en el futuro. Podrías comprobarlo...
No es mala idea...pero como tu dices, primero la utilizaremos y despues la engarzamos...este mago puede viajar entre los planos, no es cuestión de darles motivos de desconfianza...por lo menos ahora no.
Sin duda....kandalian, sin duda.
Las palabras de Orphen son escuetas pero parecen dar la razón al gnomo. Dividir el grupo puede ser un auténtico suicidio... Pero, qué otra cosa podemos hacer?
Otra opción es dar prioridad a una de las dos misiones.
Sabio Aristeo, en su poder y magnanimidad ¿podría aconsejarnos sobre el camino a seguir?
Es una salida estúpida, pero tal vez el mago tengo alguna opinión trascendente que pueda guiarnos. La opinión de Naldar y Finrod es determinante también.
El monje sostiene la piedra negra de contacto con Aristeo en sus pequeñas manos, como si fuera un tesoro especial.
¿Por qué me la habrá dado a mi?
Naldar ha escuchado atentamente la opinión de sus compañeros para valorarla y después exponer su propio plan.
Mi prioridad, por supuesto, es encontrar al grupo de viajeros. Además cuanto más se tarde en seguir el rastro más confuso será. No estoy seguro que podamos llegar antes del cambio de luna a Asbrav, pero pasaremos cerca de Hlúzhvar así que podríamos enviar un mensajero a Asbrav desde allí. Incluso llegaría antes que nosotros a pie. Prefiero perder unas horas el rastro o incluso puede que no haga falta. Rastrear reduce drásticamente la velocidad de avance, así que algunos os podríais adelantar llegado el momento y enviar un mensajero desde allí o incluso avisar a los líderes de Hlúzhvar, así podrían movilizar sus tropas y ayudar a la ciudad de Asbrav. No sería dificil dejar marcas muy visibles para que me podáis volver a encontrar unas horas más tarde. Además no sería demasiado tiempo, así que no veo problema alguno.
Las palabras del elfo son concisas y logran detallar a la perfección el trayecto, él mismo cree que es lo que deben hacer, casi rechazando cualquier otro camino, incluso parece que lleve pensando días el plan a seguir.
Realmente yo no tengo ninguna obligación en entregar la carta ni en proteger al Rey Elfo. No quiero que me entendáis mal, pero prefiero conseguir llegar hasta esos pergaminos ya que de ellos dependen más vidas, incluso el futuro de regiones enteras. Estoy seguro de que estarán agradecidos de que dejásemos de lado las dos misiones que le encomendaron al paladín para un bien mayor. Tú no te preocupes Finrod, si luego te recriminan algo les dices que yo tomé la decisión, no ha sido culpa tuya.
Mientras habla, en su mente se va dibujando el trayecto que en teoría van a seguir, una imagen del mapa que porta se hace casi material delante de él. Contando las jornadas que podría tardar un mensajero, incluso las lunas que pueden invertir para llegar a Asbrav para ayudar en la defensa.
Tras su larga explicación, el explorador se gira hacia Aristeo y sonríe levemente.
Llegado el momento me gustaría intercambiar unas palabras, pero estoy seguro que eso puede esperar. Agradezco el esfuerzo, incluso la confiaza vertida. Cuente con mi arco y habilidades para tan ardua tarea. Sólo espero que esto sirva para que algún día pueda existir la paz para poder transitar los caminos de nuevo.
Me temo que poco puedo deciros, el mundo es peligroso, estareis más seguros viajando juntos. Mucho depende de ese mapa, desconozco la relevancia de esa carta pero aún no es tarde, vuestras decisiones crearán vuestro futuro.
Tal vez el viaje os permita llegar a tiempo a Asbrav para aseguraros que la matanza no se repite.
Hasta entonces sólo me queda esperar que los mortales podais con el peso que el destino ha cargado sobre vuestros hombros.
Su voz suena lejana, poderosa pero pacífica.
Un brillo una vez más destella bajo la capucha, su presencia os transmite confianza por última vez antes de desaparecer sin más, el aura azulada permanece unos instantes marcando la ausente silueta.
Cambio a Escena: El peso del Destino.