Partida Rol por web

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Gheorghe procuró cambiar su gesto lo menos posible, mientras escuchaba las palabras de su hermano. No se le olvidaban las amargas cartas que se intercambiaron, ni los reproches respecto al coste de su formación como paladín, que ignoraban convenientemente el glorioso pasado de la familia y el deber de dar continuidad a ese legado. La administración de los bienes de Konrad sin duda podría haber sido mejor, por decirlo de forma suave, si no hubiera destinado el mismo dinero a saciar sus vicios y a atender las necesidades del feudo... Pero no sería correcto decirlo. 

-No me quejo. Cumplo con mi deber, mantengo la vigilancia desde el castillo Firrine, y entreno a varios aspirantes para que puedan continuar con la tarea el día que yo falte. Me alegro de que tomes las riendas de tu vida, espero que las estés asiendo con fuerza. 

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Se mantuvo en silencio, casi como si el muerto fuera él, mirando el interior de la tumba y pensando en lo que había ocurrido al caerse él. Negó con pesadumbre intentando borrar aquel suceso de su mente, ya que no encontraba palabras para clasificarlo. Se giró al notar una mano sobre su pernera, era Sascha, hacía mucho tiempo que no la veía y que no estaba cerca de ella y aquel día no había sido el mejor para el rencuentro.

Gruñó ante las palabras de Sascha como muestra de apoyo, pero no dijo nada. No quería decir nada, porque no encontraba palabras, en ningún idioma de los que conocía, para justificar su error. Caminó al lado de su compañera con la cabeza gacha y sin demasiadas ganas de hablar, quería evitar concentrar el mayor número de miradas en él. Ya había tenido bastante con su númerito.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

TARDE-NOCHE. ENTRANDO EN LAS TIERRAS DEL REPOSO.

- Tras hablar con el Padre Grimfurrow en el Templo de Pharasma, el grupo de viajeros encabezados por los dos hermanos nobles, se dirigen al cementerio a presentar sus respetos a su amigo difunto, el Profesor Lorrimor.

- Parece que no hay guardias en la verja de entrada, y la cancela no está cerrada.

- Antes de entrar, es costumbre hacer el gesto de la espiral con la mano en el pecho, en señal de respeto por los muertos.

- Debe de faltar ya menos de una hora para el ocaso.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

TARDE-NOCHE. ENTRANDO EN LAS TIERRAS DEL REPOSO.

Tras la reunión, se dirigieron hacia el cementerio... Desprotegido, y sin cerrar, por lo que podía observar. No es que le extrañara, y más en un pueblo tan pequeño, pero con el accidente de ayer, y los siniestros eventos que parecía se estaban desatando sobre aquel lugar, aquello no ayudó a tranquilizarle. Mucho menos cuando observó la altura del sol, frunciendo algo más el ceño, con un gesto de leve preocupación.

-Deberíamos darnos prisa... Preferiría estar en casa de Kendra cuando caiga la noche-dijo, antes de trazar el símbolo de la espiral sobre su pecho y encabezar la marcha. 

- No te preocupes,hermano. Con Gruñido está segura y, además, no creo que tardemos tanto, ¿verdad, Doctor?- Sólo había que asegurarse que el vándalo que había hecho las pintadas en el memorial no hubiera estado jugando también con la tumba donde el Profesor debía descansar por fin en paz.

El Doctor también hizo el gesto de la espiral antes de atravesar el umbral de la verja. Él no creía en la religión... quiero decir, sí, ves a los clérigos por ahí realizando proezas y milagros. Está claro que los Dioses existen, por lo menos algunos de ellos con sacerdotes lo suficientemente poderosos como para demostrarlo. Existen, con todo lo insignificante que te hace sentir semejante idea. En lo que no creía era en que esos dioses se significasen en una liturgia: votos, ritos, el signo de la espiral... Eran costumbres mortales, que no habían sido establecidos por ningún dios.

Aún así, Querio Vandel, como parapsicólogo que era, creía en el poder de los símbolos. Ningún dios te iba a proteger por hacer la señal de la espiral. Ningún dios te iba a escuchar. Pero una espiral tiene y siempre tendrá un valioso poder energético que nace en la propia fé de uno. En la fé de que ese signo tiene fuerza.

Una lástima que el valioso tiempo del Padre Grimfurrow no nos aclarase nada. Mañana deberíamos ir a hablar con la concejala Mirta Straelock. Es una persona afable, seguro que nos dará acceso a los archivos del ayuntamiento-comentó en respetuosa voz baja, teniendo en cuenta dónde estaban.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

TARDE, CERCANO EL OCASO. DEL TEMPLO DE PHARASMA A LAS TIERRAS DEL REPOSO.

El grupo llega sin incidente alguno hasta el lugar de descanso final del Profesor Lorrimor. A esta hora, el lugar parece completamente vacío, ni siquiera se vislumbran guardias. Sin duda los dos enterradores del pueblo estarán en sus casas, disponiéndose a cenar y a acostarse a dormir para pasar la noche.

La tumba del Profesor se encuentra en perfectas condiciones, igual que la dejaron ayer. Resulta obvio que nadie se ha acercado por aquí a profanar la sepultura.

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DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

TARDE, CERCANO EL OCASO. DEL TEMPLO DE PHARASMA A LAS TIERRAS DEL REPOSO.

Lo cierto es que Gheorghe no se esperaba tanta hostilidad por parte del sacerdote, aunque nada más verle le quedó claro que no iban a sacarle nada. Más aún, que el hombre esperaba que se fueran del pueblo ya. Y solo los dioses sabían como reaccionaría cuando se diera cuenta de que no planeaban irse en una temporada. Al menos, la tumba del profesor estaba entera, y eso era un alivio.

-Deberíamos irnos... Y pensar qué vamos a hacer a continuación. Me temo que es un hecho que la gente de Ravengro no nos quiere aquí. O nos esforzamos en cambiar eso, o nuestra estancia se va a hacer bastante complicada. 

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

TARDE, CERCANO EL OCASO. DEL TEMPLO DE PHARASMA A LAS TIERRAS DEL REPOSO.

No había nada llamativo allí, nada había cambiado y ellos comenzaban a dar palos de ciego sin tener demasiado claro la dirección que debían seguir. Velkan contempló el lugar en el que descansaban los restos de su amigo y bajó la mirada. Le debía apoyo y ayuda y para él estaba claro lo que debían hacer, por eso no dudó y se pronunció en alto de nuevo.

—Hay que ir al lugar en el que falleció el Profesor Lorrimor, algo debe ocurrir allí, no me creo que se quedara dormido y algo le cayera en la cabeza. Aquí no hacemos nada.

Tras eso dio un par de pasos y se alejó de la tumba, no quería permanecer allí más tiempo si no era necesario.

- El Doctor Vandel se percata de que el grupo está cerca de la falsa cripta que supuestamente contiene herramientas útiles contra los fantasmas. El lugar parece completamente desprovisto de vigilancia a esta hora.

¡Espera, Velkan!

A continuación bajó la voz. Ese simple gesto se vuelve más oscuro y lóbrego en un lugar como aquel.

Caminemos sin prisa. Cuando lleguemos a la altura de la falsa cripta os diré "parece que esta noche va a ser luna nueva". Entonces nos paramos y formamos un corrillo, como si estuviésemos hablando distendidamente. Quiero examinar la entrada de la falsa cripta para comprobar si necesitamos alguna llave o una palanca para abrirla.

Es cierto que no habían visto a nadie vigilando, pero eso puede significar tanto que no hay ojos indiscretos como que los hay y no se han dado cuenta. Además, la cautela siempre es un valor que el Doctor Vandel tenía en gran estima.

Caminó... caminó... un poquito más...

Parece que esta noche va a ser luna nueva... ¿qué cosas, verdad?-guiño, guiño.

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DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

TARDE, CERCANO EL OCASO. DEL TEMPLO DE PHARASMA A LAS TIERRAS DEL REPOSO.

La falsa cripta... El doctor la había identificado, pero no podían abrirla. No de aquel modo, y eso el paladín lo tenía más que claro.

-¡No podemos llevarnos lo que haya ahí, o abrir esa cripta!-dijo entre dientes-bastante tensas están las cosas ya, y todos sabemos a quién le echarán la culpa de los desperfectos en este lugar. Además, robar no es adecuado ni noble. 

Bueno, muchacho... No seas así-qué agonías-. Digo lo de la llave y la palanca para cuando tengamos el permiso oficial de la Iglesia de Farasma, por supuesto. No vamos a coger nada sin permiso, y no vamos a coger nada hoy. Imagínate por un momento que hay algún indicio de que la falsa cripta ya ha sido abierta... Nos causaría muchos problemas hablarle al Padre Grimfurrow de las reliquias olvidadas de Farasma y guiarle a una tumba que ya ha sido expoliada. Podría pensar que los ladrones fuimos nosotros...

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DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

TARDE, CERCANO EL OCASO. DEL TEMPLO DE PHARASMA A LAS TIERRAS DEL REPOSO.

La conversación (si es que se le puede llamar de aquella forma a las palabras escupidas por ese feo sacerdote) me dejan un sabor muy amargo en la boca, un sabor del que me cuesta desprenderme. No pocas fueron las ganas de gritarle en la cara de que era un sacerdote mediocre y tan estúpido como los hombres que nos atacaron pero más peligroso por tener una responsabilidad muy por encima de su capacidad, pero conseguí contenerme pues, aunque estoy seguro de que todos los presentes lo pensábamos, nadie quiere al cura aun más enojado y menos cooperador que ahora.

Al llegar a la tumba del Profesor Lorrimor, vemos que claramente nadie la ha tocado. Eso me tranquiliza un poco, pues significa que los paletos endogámicos de este pueblo de mierda algo de respeto aún conservan. Elevo una plegaria silenciosa a Sarenrae por el descanso del alma del viejo profesor.

Cuando vamos saliendo, el Doctor Vandel nos indica que estamos cerca de la cripta que podría tener artefactos útiles para la lucha contra los no-muertos. Teje un plan para que pueda comprobar la seguridad de aquel lugar, pero mi maestro le indica que eso no es lo que debemos hacer pues no es noble ni correcto.

Lo pienso un momento en silencio:

"Esos objetos no serán utilizados por los habitantes de este pueblo y podrían fortalecer la lucha contra el mal que tanto necesita Ustalav. Los pueblerinos no saben de su existencia y no les pertenecen, por lo que ni siquiera puede considerarse un robo. Y ya nos odian, no sería relevante que lo notasen."

Miro a Gheorghe y le hablo:

 - "Mi señor, dudo mucho que incluso el sacerdote sepa de su existencia y no le pertenecen. Pueden ser recursos valiosos para derrotar a los no-muertos y no es un robo. Creo que deberíamos recuperarlos y utilizarlos por el bien mayor. Dejarlos aquí olvidados mientras personas mueren por no poder luchar contra el enemigo, eso no sería correcto."

Estoy completamente de acuerdo de que personas más aptas deben portarlos y utilizarlos en nombre del bien y de los vivos. Encerrados y olvidados ahí no serán de utilidad a nadie y pueden marcar la diferencia en caso de que ocurra algún ataque, lo que no es del todo difícil considerando la parte del mundo donde estamos.

- Se puede tomar prestado y- El argumento de Janos le parecía el correcto. Quizá el profesor Lorrimor estuviera muerto por no haber conseguido recuperar esas reliquias que, después de ser convenientemente usadas por ellos, podrían donarse para un loable fin, incluso para el párroco que les había dado con la puerta en las narices. Se quedó mirando primero a su hermano Gheorghe y, después, pasó como si nada hacia los "salvajes" Velkan y Sascha.- no todos somos nobles...- Ahí dejó la frase caer en la conciencia de cada cual. Siguiendo las indicaciones de Querio se quedó mirando si la entrada de la cripta requería palanca o llave.

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DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

OCASO. TIERRAS DEL REPOSO, INMEDIACIONES DE LA FALSA CRIPTA.

Pese a las reticencias del Paladín Gheorghe, el grupo se va aproximando al lugar donde el Doctor Vandel ha deducido que se encuentra la cripta falsa dejada aquí por antiguos clérigos pharasmianos que querían dejar los medios para combatir a los no muertos si surgía la necesidad.

La poca gente que hay en el cementerio se va retirando a sus casas, ni siquiera se ve al Sheriff, a sus ayudantes, o a los enterradores.

La cripta está situada en la esquina nordeste de las Tierras del Reposo, cerca de la conjunción de los senderos conocidos como Siempre Durmientes y la Senda Negra.

La cripta en sí mismo es un mausoleo alzado de granito, cuyo tejado está decorado con dos gárgolas de sonrisa maliciosa.

Una simple puerta de piedra con una cerradura de aspecto herrumbroso se asienta en la fachada sur del mausoleo.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

OCASO. TIERRAS DEL REPOSO, INMEDIACIONES DE LA FALSA CRIPTA.

¿Y entonces para qué hemos venido hasta aquí?

Pienso para mí misma tras escuchar las palabras del Paladín. El joven hermano de Konrad a veces era irritante como una corona de ortigas. Por suerte el resto no parecen estar todos de acuerdo con él, y la intervención de Konrad es como una luz verde a hacer aquello que mi instinto me está mandando desde el momento en el que habíamos llegado allí, y me acerco a la puerta de la cripta.

Al principio el fastidio se lee claramente en mi gesto. La puerta es de piedra maciza y la cerradura tiene pinta de no ser fácil de forzar, menos aún oxidada, pero todo cambia cuando apoyo mi mano sobre la puerta para comprobar su solidez, y noto que cede.

- Señor, - llamo rápidamente la atención de Konrad aunque con intención de que todo el grupo me oiga, pero susurrando por si había más oídos de los que parece, - la puerta cede. Mira. Parece cerrada pero la cerradura por dentro ha sido corroída. Sello del Profesor, sin duda.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL TRABAJO (LUNA NUEVA), 4 DE ABADIO.

OCASO. TIERRAS DEL REPOSO, INMEDIACIONES DE LA FALSA CRIPTA.

Había observado a Sascha desde la distancia, mientras la salvaje se acercaba a la puerta. No tardó en percatarse en lo mismo que él, la cerradura no era tan difícil de penetrar como podía parecer a simple vista. Su boca se ensanchó dejando ver sus blancos dientes y mostrando una sonrisa poco habitual en el salvaje. Conocía aquel truco de viejo zorro, lo había visto usar en muchas ocasiones aunque no era el único que había visto.

—Es el sello del Profesor, una de sus muchas argucias cuando se le planteaba un problema. Me jugaría una mano y no la perdería. Echó ácido en la cerradura por el interior para inutilizarla pero no hacerlo evidente. Lo vi hacerlo en más de una ocasión. Ese parece el camino correcto o desde luego Lorrimor entró por ahí.

Completó con sus palabras las de Sascha y señaló la puerta con determinación. Tras esas palabras se acercó a la puerta para moverla e intentar pasar al otro lado, sin la cerradura no debería resultarle excesivamente complicado el traspasarla. No obstante intentó no realizar ningún gesto brusco pues no estaba seguro de que podría encontrar al otro lado.

Casi era una ofensa que Velkan y Sascha hubiesen hayado la solución antes que Querio. Casi. Porque era indudable para el ojo de un parapsicólogo experto, que la energía psíquica que el Profesor emitió, en un momento tan lleno de angustia y excitación como era abrir una tumba, había quedado en el ambiente, y había guiado a Velkan y a Sascha correctamente.

Puede que tengas reparos en entrar, joven Gheorghe... Pero esto es digno de investigación: sabemos que el Profesor Lorrimor llegó a abrir esta tumba, y creemos por lo contado por Kendra y por la ausencia de referencias en su propio diario que no llegó a llevarse nada. Entonces... ¿qué ocurrió allí abajo? ¿Siguen las reliquias allí? ¿O acaso la falsa cripta ya estaba vacía cuando el Profesor la abrió? Es probable que Lorrimor nos haya dejado algún tipo de mensaje en el interior. Me inclino a pensar eso.

Dejadme que encienda una luz...

Sascha y Velkan daban con la solución de la puerta. No estaba cerrada, alguien ya la había profanado antes, por lo que no lo tendrían que hacer ellos. Aún así, Konrad esperó la decisión de su hermano. En sus miradas parecía haber cierta complicidad que antes no hubiera, como si aquella noche que habían dormido juntos les hubiera servido, como hermanos que eran al fin y al cabo, para ponerse al día de sus cosas. 

- Si prefieres no entrar me espero aquí contigo. Podemos avisar a los demás si algo pasa, aunque quizá parezcamos más sospechosos aquí fuera.- Con aquellas palabras indicaba también a Sascha que tenía vía libre para entrar y que, si lo necesitaban, podría acudir en su ayuda, aunque dudaba que fuera necesario, ni aconsejable.