Partida Rol por web

- Su compartimento, Sor Lorenza. Cualquier cosa que necesite, no dude en pedírmelo.

Te encuentras en la intimidad de un compartimento lujoso y amplio. Por la ventana ves el paisaje que ha comenzado a transitar inexorable al otro lado del cristal. Estáis en marcha, te espera un viaje largo.

-Muchas gracias joven. Está todo perfectísimo, ahora iré al vagón restaurante atomarme un zumito- suelto una pequeña carcajadilla de abuela.

Coloco mi equipaje como puedo, de hecho el revisor antes de irse me ayuda a colocarlo en algún lado que no me estorbe. El paisaje que se ve desde la ventana es embriagador, he tenido mucha suerte de tener un compartimento para mis sola aunque por otro lado el tener a alguien con quien conversar me encanta.

"Voy a ver si encuentro a alguien con quien hablar" pienso mientras me dirijo al vagón restaurante.

Cuando llego a mi compartimento, me inunda mucha paz, no estoy sola, nunca estoy sola. Ahora me acompaña nuestro señor Jesucristo y su compañía es la que más llena mi alma.

Me quito la sotana y me pongo el camisón lo más rápido posible por si se le ocurre a alguien visitarme en ese tramo de tiempo. No me gustaría que alguien viese mi cuerpazo desnudo jejejeje. Después y antes de acostarme, me arrodillo como puedo frente a la cama y empiezo con mis oraciones.

-Señor, pido por que no tenga incidentes extraños esta noche, pido por todas estas personas llenas de pecado que mañana amanezcan más puros y limpios de lo que se acuestan hoy. Por favor mi Dios, protéjame esta noche- y así un sin fin de peticiones a Dios.

Después de pedir mi seguridad decido acostarme, dormir es algo que nunca me fue difícil pero también lo tengo muy ligero y cualquier cosa que ocurra que pueda sobresaltarme, lo hará. Soy una persona mayor y dígamelo si me equivoco pero a todos nos pasa.

El sueño acuna a Sor Lorenza con facilidad y, entre el cansancio, las emociones del viaje y el traqueteo del tren, no tarda en quedarse dormida.