Partida Rol por web

La mayoría había hablado, el cónclave había dictaminado su sentencia, el dragón rojo había sido declarado culpable de tal atroz crimen y con su vida debería pagar.
La magia de Cobre repto por una de las columnas reviviendo a la estatua de una amazona particularmente bella, otorgándole una cimitarra de uno de los materiales más duro que existían en la tierra, las escamas del dragón cúprico.
Sin esperar un segundo se abalanzo sobre rojo, que abandonó su forma humana demasiado tarde, pues el arma se clavo en su tórax dejando que la sangre brotara y manchara al animal. Para asegurarse la muerte del criminal la amazona tiro de la espada creando un surco horizontal que quebró varias costillas.
Otra amazona salto de su pedestal, embutida del poder de Latón, el rostro de esta escultura parecía que fuera a romper a llorar; en su mano una lanza.
La amazona acorto la distancia que lo separaba de su víctima en poco segundos e incrusto su arma con el vientre de rojo haciendo que un afluente de vitae surgiera de él. De un coletazo la mando volar, al caer se hizo añicos.
Otra mujer de mármol, cabellos oscuros y ojos color noche disparo una salva de flechas desde su posición, flechas que, por unos instantes, taparon el ocre cielo y clavaron al dragón al suelo por distintos puntos, las heridas que le estaba causando emitían un humillo de olor sulfuroso de cauterización.
Para terminar una amazona menuda de pelo corto se acerco lentamente al criminal, su arma: una pequeña daga. Con una velocidad inusitada salto a su espalda y la clavo en el cuello. Líneas de podredumbre salieron de aquella arma, se extendieron por la cabeza como la gangrena y la hicieron estallar en una lluvia de pus, corrupción, vísceras y sangre que mancharon a los presentes.

El supuesto criminal rojo se había ido y las amazonas volvían a sus lugares, tras aplicar justicia, volviendo a sumirse en su sueño pétreo

Ladeo mi cabeza y cierro los ojos ante la matanza de Rojo. Trago saliva y aguardo hasta que los gritos cesen, e incluso un minuto más en pleno silencio sepulcral.

Al final... Sangre inocente ha sido derramada...

Sentencio, de un modo severo y frío, distante en mi voz pese a mis gestos. Alzo la mirada hacia todos los demás.

Sin pruebas... Ha sido condenado un fuerte guerrero. No es algo que me hinche de orgullo.

Intento sonreír amable, pero no lo consigo, de modo que me giro y me alejo unos pasos de todos los presentes.

Miro impresionado la actuación de las Amazonas.

-Un dragón más cerca de que nos extingamos, espero que el que lo esté haciendo pare o nos iremos todos al otro lado en unos días.

Plateado se acerca al cuerpo ya sin vida del Dragón con colores provenientes del fuego y la ira. - Descansa en paz Dragón Rojo, espero que hayas sido efectivamente uno de los traidores osino tu muerte no habrá sido justificada.Dragón plateado se retira del lugar manifestando en su rostro un pesar por perder a otro de su especie. - Nosé porque lo mataron a él, pero confío en ustedes hermanos. Supongo que el era un traidor.

tras presenciar el sangriento espectáculo, a la vieja usanza, me levanto y hablo: ahora aparecen muchos lamentando la muerte, pero el consejo ha hablado y nos guste o no estas son las tradiciones, y ha sido declarado culpable de la más alta de las traiciones. por lo que no hay de que arrepentirse.

ahora debemos decidir si entre nosotros queda algún otro traidor, o si este asunto se puede dar por zanjado. pues lo que está claro es que de este conclave no saldrá nadie sin que se averigüe quien o quienes son los traidores. 

me siento lentamente mientras vuelvo a la calma. 

Las amazonas habían acabado con el Dragón Rojo... sus escamas rojas ahora brillaban cuál rubis por los destellos que su sangre producía al contacto con su sangre...

Me acerqué al cuerpo inerte del Dragón Rojo y dije mirando al resto:

Era un gran guerrero... o al menos eso presumía... y ahora ya no esta con nosotros... Estoy con Marino.... debemos de juzgar si seremos mejores por dar caza a nuestros congeneres... Digo mirando sobretodo aquellos que enfundaron con sus colores a las amazonas ... dandoles vida

Lamentablemente, esa es nuestra misión aquí. No discutir hasta la saciedad, si no presuponer quién son los traidores y matar... 

Morirán inocentes, sí. Como en todas las guerras. Somos criaturas de este mundo, es algo que está en todas las naturalezas...

Pero no deja de ser triste

Me da pena en verdad pero ahi que busca a todos los culpables

Dragón Plateado, cuanta hipocresía en tus palabras oigo, pues no fuiste tu uno de los que le señalo con el dedo y ahora afirmas no saber porque lo mataron... por favor por lo menos wyver y negro no lo niegan, pero tu...crees que los demás son ciegos, pues es lo que al parecer crees...
No me agradaba tu raza pero lo que es ahora.... no te considero un dragón de fiar ni leal, más bien pareces que pones una cara aquí de cara a nosotros, pero luego vas clavando puñaladas...
Yo señale a Selva pues pensé que era el que mas fácil lo tendría y el que mejor se movería por estos lares, y sobre todo por tierra...esa fue mi única lógica...pero no lo niego.. en cambio tu?... no me agradas....

Alzo mi mirada hacia todos los presentes, Laia y Marino en particular.

Yo... Intenté evitar el derramamiento de sangre. Imaginé que nadie le condenaría, Venerable. Matar, sin que nadie haya muerto, no es algo que... Como ya dije, me hinche de orgullo.

Inspiro profundamente y me pongo frente a Laia.

Sin embargo, el instinto de supervivencia es fuerte entre nosotros, y el miedo que nos inspira nuestro enemigo también. -dirijo mi mano hacia su hombro, colocando mi mano sobre el hombro pero sin tocarlo- Lamentándolo mucho, posiblemente nosotros también derramemos sangre inocente, aunque tratemos de evitarlo.

Pese a intentarlo, mi voz suena neutral. Mi mirada se dije hacia el suelo e inspiro profundamente, para girarme hacia Montaña.

Por otro lado... Aunque tu argumento es válido, creo que mi brillante hermano tan sólo se refería a que desconoce los motivos de los demás que también acusaron su muerte. Sin embargo, me gusta tu sinceridad.

Le sonrío amablemente, cerrando los ojos mientras lo hago, pronunciando unas últimas palabras.

Y coincido con Selva, hay que atrapar a los culpables.

Aparto la vista de la silueta del dragón rojo, incluso si fuera un traidor no soporto ver la imagen de un dragón muerto:

- Caminamos a ciegas, así no vamos a ninguna parte, si seguimos atacándonos unos a otros solo porque alguien nos mire mal... - suspiro entristecida- No, no me creo que los ancestros nos hayan mandado aquí para matarnos unos a otros o para acabar masacrados por los asesinos, tiene que haber alguna forma para averiguar quienes son. 

Plateado se impresiona ante la reacción de Montaña, anonadado le responde. - Estimado, creo que estas equivocandote, no señale a Rojo, mi voto fue por el Dragón Negro. Lo digo sinceramente y con el dolor de el alma de este dragón, debes saber que soy un Dragón pacífico y me dedico a ayudar a los más débiles y sumisos. Me confundes y me culpas de algo que no soy. Por otro lado valoro que digas las cosas como son y lo que piensas, pero creo que debes analizar más tus palabras y tus acusaciones.

Da la vuelta y se gira hacia Dragón Blanco. - Gracias hermano, pero debemos focalizarnos en encontrar los traidores, deben haber más.

¡Anda! Es verdad... -comento, divertido por mi nuevo fallo- Y yo que pensaba que Montaña tenía razón...

Cierro los ojos y me giro hacia Verde, me acerco a ella con una sonrisa amable en el rostro mientras asiento con la cabeza, de repente todo se estaba tornando más interesante.

Estoy de acuerdo contigo en prácticamente todo, pero... ¿Puedo saber por qué me elegiste a mí?

Pregunto, abriendo los ojos y mirando de un modo penetrante a los suyos, intentando averiguar la verdad.

-Los dragones negros tenemos mucha fama de malvados... - empiezo, en un gruñido - pero nunca acabaríamos con nuestra especie. Los dragones, todos los dragones, somos una raza superior a estos cuerpos insignificantes - digo señalando nuestras formas humanas, élficas, etc.

Pido disculpas por mis palabras, pues mi vista me jugo una mala pasada..... con toda sinceridad, he de decir que me equivoque al juzgarte....

Miro a montaña con amabilidad y digo. - Hermano Montaña, como dije antes, los Dragones Plateados somos los más sencibles de sus pares, aquellos que buscamos el bien, no tengo ningun resquemos contra ti, ni ninguno de los que nos rodean. No uso generalmente la fuerza, pero si encuentro al traidor seré el primero en castigarlo, tenlo por seguro. En cuanto a tu disculpa es aceptada, pero como consejo... En estos momentos no te disculpes de tus actos, debes ser seguro porque en este momento nos encontramos en una guerra, y esta es entre nosotros mismos por lo que el traidor puede ser cualquiera. Luego mira a Dragón Negro. - Hermano, puede que la fama que rodea a los Negros haya hecho que este servidor opte por ti, no sospecho de ti más que los demás tenlo por seguro.