Partida Rol por web

El sol volvía a salir,pal principio tímido,tras unos minutos fulgurante. Los pocos integrante del cónclave comenzaban a despertar.
Escucháis unos gritos,muy débiles,casi agónicos y acudís hacia la fuente del sonido. Es la alfe, avatar del dragón de la naturaleza: Arilia.
Casi lloraba y estaba tumbada en el suelo abrazada por unas llamas rojizas que lamian su cuerpo sin dañarla. su dolor era otro.
Por la armadura comenzaron a reptar pequeñas vetas de color jade que,a modo de telaraña,la cercaron y cerraron. Aquella protección echa de magia de vida comenzó a desgajarse poco a poco,con cada latido,dejando ver lo que tenia debajo.
Debajo de la piel resplandeciendo en el verde mas puro latía el responsable de la destrucción de la armadura. A simple vista solo era un resplandor rítmico,al acercaos para asistir a Verde,una especie de hoja replegada. La simbiosis de los dos seres era tal que el Dragón estaba vivo gracias a la mismísima energía natural que la circundaba.

Las lagrimas que estaban acumuladas cayeron al adoptar una posición opistotonica,las llamas rojas comenzaban a lamer su corazón que este si sufría y se retorcía queriendo impeler una vida de la que ya no disponía.
Una ultima mirada,suplicante, y una explosión de luz fue lo ultimo que tuvisteis de Verde. el árbol que nació de su anterior corazón comenzó a secarse volviéndose de piedra...como todo este lugar.
La muerte nunca deja escapar a una victima.

Cuando os reunís a debatir,nerviosos porque aun la cúpula no se deshizo,veis como dorado tiene marcas de una batalla,arañazos,cortes y mordiscos por todo el cuerpo.

-¿Qué ha pasado? - pregunto - ¿te han atacado?

-Está claro que sí, asi que solo quedan tres opciones: Opción 1, ambos sois asesinos; Opción 2, Negro es el asesino; Opción 3, Bicéfalo es el asesino. Es evidente que Bicéfalo dirá que el asesino es Negro y Negro hará lo contrario. Así pues me toca a mi decidir quién es el verdadero traidor. Por favor explicadme con mayor detalle vuestros poderes pues ahí encontraré la verdad.

-Como he dicho soy un dragón de pantanos, acostumbrado a las ciénagas, llenas de criaturas moribundas. Mentí en una cosa, no solo tengo un poder, tengo un poder y una habilidad, mi poder era el de expulsar ácido por la boca, provocando la muerte de uno de mis enemigos, en este caso Cobre, del que sospechaba enormemente. Mi habilidad era resucitar a un dragón, ya que aprendiendo de los moribundos de mi tierra he podido aprender algo de medicina. El resucitado era al azar, ya que era algo muy relacionado con la magia, y al final fue el pequeño Adonai, que siempre defendí.

Un día mas despertaban y ahora solo faltaba Verde, como ella misma auguraba, pero Dorado y Negro seguían discutiendo. Eso significaba que aun pensaban en codiciosos traidores. Y porque no pensarlo, después de todo aun no podían salir de aquellas ruinas.

-Hemos de suponer que Dorado a sido atacado por sus marcas.

-Así pues debemos elegir un culpable.

-Como ya dijimos en su momento nuestro poder el poder votar ambas cabezas por separado.

-Y la muestra de ello es en las pasadas votaciones contra Bronce.

-Donde solo hay 4 nombres pero 5 votos. Comprobarlo.

-Sin duda el culpable es Negro, por que sino a ocultado un poder similar al que nos mata por la noche, hasta ahora.

-Yo solo he podido matar una noche, mi boca necesita cosas podridas y muertas para producir más ácido, aquí no he podido comer nada...

-No os preocupeis, ya se quién es el culpable. Vosotros solo teneis que votaron entre vosotros y yo votaré al que se que es culpable, pues sus palabras lo han delatado y conocimientos que tengo que no he expuesto ante vosotros me han dado la razón. En la próxima votación habrá acabado todo. Solo decir que el que sabe que es inocente no se preocupes lo apoyaré, ahora solo queda callar y matar al último culpable.

-¿Callar y matar?

-Dices que dejemos en tus manos todo.

-¿Es decir que ya no participemos mas en este cónclave y esperamos tu veredicto?

-Nosotros conocemos nuestra inocencia, y queremos saber si compartes esa opinión.