Partida Rol por web

Una vez que Tsuyuri Sunako abrió la puerta para irse a la sala contigua una enorme llamarada la cubrió por completo, causando una terrible explosión en la sala en la que aquellos alumnos se encontraban; por unos cuantos segundos, todos permanecieron en el suelo por la fuerza de la explosión repentina.

Poco a poco se fueron levantando para encontrarse con que la escuela estaba cubierta en llamas, y el cuerpo de la muchacha se encontraba parcialmente carbonizado ante ellos.

Lo que más sorprendió a los presentes fue la presencia de una persona más frente al cuerpo carbonizado de la compañera; no era otro que Aki Takeda Sato, cubierto en heridas llameantes que lentamente se iban curando a la par que dejaba un rastro de cenizas a su paso.

-Morir apesta, muchos abrazos y nada de carne humana.

Tras hacer este comentario, el muchacho simplemente se recolocó sus gafas y paseó hacia el centro de la sala. Esa iba a ser el penúltimo peligro que la Academia iba a enfrentar.

Me quedé de piedra al ver a Aki tras la fuerte explosión. 

- ¿En serio? - dije maldiciendo contra toda nuestra mala suerte. Los hados realmente nos querían muertos.

¿Sabes qué? A la mierda esto. Todo. El instituto. Sus alumnos. El fantasma. A la mierda todo.

Karakuri empezó a volar en alguna dirección. Iba a alejarse de ese sitio lo más rápido posible.

Puede y solo puede que la primera persona en mirar mal a Sunako fuera yo así que puede también que no me importara mucho verla explotar en llamas al salir por la puerta pero sin duda sobre lo que no hay dudas es que cuando Aki volvió a aparecer en el sitio con esa frase de gilipollas lo primero que sintió por mi parte fue un puñetazo en toda la cara de inmediato, sin siquiera mediar palabra o intercambiar miradas... Nada, solo un puñetazo instantáneo.

- Podrías aprender a morir pedazo basura humana ¿que tal si haces una barbacoa de ti mismo y vuelves al puto fuego?

Mire totalmente paralizado como entre el fuego aparecía Aki, totalmente paralizado voltee a mirar a Katsuo temblando abriendo mis ojos para que viera mis ojos color purpura riendo tímidamente -Katsuo, ¿Podrías hacerme un pequeño favor?, Suicidate contra Aki- Llevaria la mano con Mr.Clown hacia mi espalda usando la otra para ponerla frente a mi a modo de suplica guiñando un ojo -De verdad quiero verlo muerto.

Veo como todos se dan una agradable sorpresa, como un niño viendo sus regalos el navidad, solo que esto no era navidad y esto no va tener un final feliz. V

La carne cocida, sabe mejor.

Veo a Toko, ya sabiendo quien era, hablo tranquilamente. 

Toko-Kun, eres una persona muy inteligente y una maldita zorra a igual como yo.

chicas con cortadas de tijeras, parece un caso de un asesino serial y tu entras muy bien como una enferma mental, matarte sería justicia

 Pero

¡Eres una elegida por mi mano para salir con vida junto a tu querido príncipe!

Señalo a Karakuri

¡¡MATA AL ASQUEROSO HÉROE!!

KOGUMA, AYUDARME Y ALIARTE A MI, ASÍ  VIVIRAS, MATA A ARHTUR

Con las melosas palabras de Arthur Ryuuji, Katsuo saltó al ataque contra Aki Takeda Sato. Lo que no tuvo en cuenta es que el muchacho estuviera armado con un cuchillo.

Tras unos cuantos ataques fallados por parte del muchacho, este finalmente logró tener la ventaja por sus ataques incesantes, y a juzgar por el aspecto de Katsuo, ese no iba a aguantar mucho así.

En cierto momento, el muchacho trastabilló y cayó al suelo, dejando que Aki Takeda Sato cayera sobre él, absorbiéndolo en su cuerpo.

Una vez que esto hubo terminado, Aki Takeda Sato se levantó, con un poder nuevo más en su haber; quizás no fuera el mejor de todos, pero le iba a valer... más aún cuando un batazo casi le dio en la cabeza.

De un salto, el muchacho le hizo un placaje a Mitsuo Shimizu, girando el cuchillo entre sus manos, este se dispuso a finiquitar el trabajo de una vez por todas. Apenas quedaba gente con vida, y él se iba a asegurar que el único que quedara era él.

¡MORID FANTASMAS!

A punto de matar a Mitsuo Shimizu, un gran golpe se escuchó en la estancia y de la frente del muchacho comenzó a brotar un reguero de sangre. Tratando de levantarse este finalmente cayó, muerto, a un lado.

-Nadie toca a mi Príncipe.

Al parecer la que le había dado el golpe de gracia no era otra que Toko Fukawa, dejando a un lado el bate de beisbol que Mitsuo Shimizu había usado para tratar de matar al monstruoso compañero.

-Nadie... -Repitió mientras dejaba en el suelo una urraca levemente desplumada que apestaba a lejía.

Con los asesinatos que hubieron en el lugar, empezando por Katsuo por parte de Aki Takeda Sato y Arthur Ryuuji, seguido de la de Karakuri por parte de Toko Fukawa, y finalmente del propio Aki Takeda Sato por parte de Mitsuo Shimizu y Toko Fukawa; la situación parecía relajarse...

-Chicos... tengo una pregunta... -Dijo timidamente el muchacho que salía de debajo de los escombros de la anterior explosión- ¿Si todos estamos aquí; quién es el tipo de la máscara de gas que nos está viendo por la ventana?.

La pregunta era genuina, puesto que el muchacho se encontraba señalando directamente a una persona cubierta con una capa protectora, mirándolos fijamente.