Toko Fukawa no sabía por cuanto tiempo había estado corriendo sin rumbo por el bosque, con su corazón en un puño, de hecho todo lo que podía escuchar era su propio corazón golpeando en sus tímpanos, ni los rasguños de las zarzas, ni las heridas de las ramas bajas en su rostro, ni siquiera sentía el dolor de sus tobillos cuando estos chocaban contra las raíces de los arboles que emergían de la tierra. Lo único que le importaba a ella era salir de aquel bosque brumoso que brutalmente se había birlado una vida más.
Ni siquiera vio el desnivel que tenía delante hasta que su pie no tocó más el suelo firme y la joven se despeñó por la pendiente a unos cuantos metros abajo en donde aterrizó en algo más blandito de lo que pudiera imaginar.
Ay... Suerte que mi Quirk me ayuda a no sentir el dolor...
Un quejido proveniente de aquel muchacho se deslizó de sus labios mientras empujaba a un lado a la muchacha que había caído encima de este. Tras un esfuerzo este finalmente lo logró, realmente el muchacho se encontraba herido, al parecer había tenido el mismo destino que Toko Fukawa, tan solo que este no había caído sobre algo blandito, sino sobre las rocas afiladas del fondo.
-No siento las piernas... -Comentó mirando a Toko Fukawa- Un loco me estuvo persiguiendo por el bosque desde que me adentré a el, creo que es el Fantasma de la Academia que nos persigue. ¡Tenemos que volver!. ¡Tienes que llevarme!.
El grito del muchacho hizo que este se percatara de vuelta en la situación en la que se encontraba, malherido, inmovilizado y claramente a merced del entorno, por lo que volvió a bajar la voz y se lo indicó a su compañera.
-Shhhhh...
Quizás decir "Soy un NPC crucial para la trama sería metagaming" por lo que Koguma Kyoki buscó algún otro argumento para que Toko Fukawa pudiera llevarlo de vuelta a la Academia con un motivo de peso más o menos convincente, si esta lo aceptaba o si por el contrario lo rechazaba era cosa suya.
-Si no me llevas no tendrás coartada. -Indicó el niño- Quizás piensen que después de huir del enmascarado te reuniste con él como era parte de vuestro plan desde el principio. En cambio si me llevas puedo decir que estuviste conmigo todo el rato y que durante esta noche no hiciste nada.
Por un momento Koguma Kyoki estaba tentado de decirle que sí, por el contrario simplemente alargó sus brazos hacia Toko Fukawa y la comenzó a escalar cual intrépida persona adinerada que viajó al Tibet para contratar a locales que lleven su equipaje para escalar una montaña llena de cadáveres congelados y cacas heladas.
-No. -Comentó Koguma agarrandose a la espalda de la chica- Vamos juntos.