Oh, lo siento a todos, fui yo quien intercambió las heridas de Tsuyuri Sunako y Nyu Deilnefle. Simplemente creí conveniente que la experta de lo sobrenatural estuviera lo mejor posible aunque eso significara dejar hecha mierda a la experta en repostería.
Quizás mi sinceridad os parezca sorprendente, incluso negativa, pero la verdad es que me lo sudáis todos y cada uno, solamente se que este té está de muerte... Dicho eso cojo otra taza y la bebo con efusividad.
Con cada minuto que pasaba no dejaban de suceder cosas que solo daban más confusión al grupo entero, así como sospechas de unos a otros por meras suposiciones y coincidencias... Si el plan del fantasma era hacer que el grupo se señalase a si mismo con lanzas, lo había logrado bastante rápido.
-Hmph... -un tanto disgustado, acabaría tomando una de las servilletas y el bolígrafo para hacer mi voto. -. No tengo nada definitivo para desconfiar de nadie, y por eso preferiría no tener que votar por nadie, pero dada la situación creo que me veo obligado a ayudar a que algunos tengan menos estrés encima... Alicia, eres una persona maravillosa y única, pero si mi voto puede ayudar a que el resto pueda concentrarse un poco más en lo importante aportaré ese grano de arena. Por eso no quiero ocultarlo y que sepas que si algo pasa, en parte será culpa mía -confesé con notable sinceridad. Realmente nadie de la clase me caía mal, y aunque el comportamiento "especial" de Alicia bien podría resultarle raro a algunos a mi me parecía tan interesante como todo lo que hacía único al resto.
Con mis intenciones reveladas, y tras asegurarme de no haber escrito mal el apellido de mi compañera, iría a colocar mi servilleta con su nombre en la papelera de votos.
Después de un rato escuchando a todos, con sus desvaríos y acusaciones. Suelto un suspiro mordaz.
Joder, vamos a morir todos. Entre las acusaciones sin fundamento, las idioteces varias y al me lo sopla todo con sus tés. Es un milagro que no estemos todos enterrados. No tenemos, ni puta idea de que debemos hacer. Si nos quedamos nos matan, aunque nos dejan un rato vivos para disfrutar, si corres mueres y en el mejor de los casos; solo te dan una paliza de muerte.
Mi estado de ánimo, es el mínimo. Me siento en una esquina de la sala, en el suelo y me acurruco.
Señorita Hatajirushi, debo contradecirle. Me siento gravemente afectado por los acontecimientos y la amenaza que se cierne sobre nosotros.
El té reconforta y prepararlo me relaja. Me ayuda a pensar como he expuesto, y por eso les he brindado mi teoría que, hasta el momento, es todo cuanto puedo ofrecer. Quizás a algunos les ha convencido y a otros no. La señorita Sunako, por ejemplo, ha expuesto que quizás la elección de la víctima respondía a una estratagema de despiste. Una especie de doble negación. Es otra posibilidad. Yo sigo pensando que si algo me dicen los hechos es la inocencia de la susodicha, pero también hay quien, como el señorito Gakuho, ya ha manifestado su voto contra ella desoyendo todos mis consejos. Tanto el de no votarla como el de no hacerlo público para no permitir que los asesinos se sumen a una corriente de votos.
Al final, pese al té, los que he citado hemos estado bastante inmersos en traer luz a este asunto con una u otra opinión.
Lancé un hondo suspiro cuando Toko se me acercó. Al parecer su acoso estaba empezando a alcanzar nuevos niveles.
No gracias, me siento bien, pero creo que Katsuo no se sentía bien. Podrías echarle un vistazo - dije a modo de venganza por el comentario de mi amigo el día anterior. Y sin decir nada más me di la vuelta y me acerqué a Bosco.
Me vendrá bien una taza de té gracias.
Mientras lo hacía emití mi voto y, seguido, evalué las diferentes alternativas y consideré que la mejor acción era la de ir a buscar a los desaparecidos siempre en grupos.
- Me uniré al grupo para buscar a los desaparecidos, Katsuo. Fukawa, - eché la mirada atrás hacia la acosadora.
Tu también vienes, te quiero tener vigilada.
No te hagas ilusiones, sólo te llevo conmigo para tenerte vigilada.
Todos dieron sus opiniones, algunas más locuaces que otras, algunos hubieron votado mientras que otros prefirieron no mancharse las manos, pero el único que parecía estar muerto cual tumba, -aunque ahí en pie sin decir ni mu- era Yuuta Takashi, puesto que había decidido no hacer absolutamente nada, al menos no a ojos de los presentes.
1º Aviso por no Postear.
De los que parecían reticentes a emitir votos estaban Katsuo, Arthur Ryuuji, Daito Caneda y Yuuta Takahashi, todos -salvo este último- hicieron algún tipo de ápice con darse a conocer o al menos a entender sus puntos de vista respecto de todo esto y, aún así, no emitieron votos.
Quizás por un sentimiento de justicia, quizás por un sentimiento de amor, quizás por un sentimiento de orgullo propio o quizás por un sentimiento de resquemor a perder, sea lo que fuera que en esos momentos Bosco sentía al ver el resultado de las votaciones lo movió a actuar mientras el grupo lentamente comenzaba a rodear a Alicia Supercalifragilisticoexpialidoso.
Por favor, guarden la calma.
Esta compañera que tenéis ante vosotros es inocente.
Tenéis que confiar en mi pues he apostado por ella.
Quizás no era el discurso más contundente que Bosco tuviera en su recámara, pero tampoco es que tuviera demasiado tiempo para tratar de convencer a sus compañeros de clase, pues algo lo detuvo a la par que este soltaba un leve:.
Oh-.
El motivo del simple "Oh-" que salió de la boca (o lo que fuera que tuviera) de Bosco fue algo que todo el mundo vio pero nadie se atrevió o pudo hacer nada para evitarlo.
Aprovechando que Bosco le había dado la espalda a Alicia Supercalifragilisticoexpialidoso esta sacó las tijeras, misma arma que habían usado en contra de Isaac Soft y se las clavó en la parte posterior del cuello.
¡ME IMPORTÁIS TODOS UNA MIERDA!
Se reafirmó Alicia Supercalifragilisticoexpialidoso.
Con el apuñalamiento de Bosco por la espalda este cayó de cara hacia el resto de la multitud que se quedó detenida ante el evento. - Acabas de perder tu sitio en mi harem futuro. - Le advirtió al muchacho mientras esta se ponía a cuatro patas encima del cuerpo sangrante del joven que lentamente perdía sus facultades para escuchar. - ¡Bosco!. Eras un hacedor de té increíble y tenías educación y destreza. Pero tu falta de estilo, gracia, inteligencia, carisma, fuerza y poder... ¡Era demasiado!. ¿¡Por que te pones delante!?. ¿¡Es que querías tanto morir!?.
Mientras Alicia Supercalifragilisticoexpialidoso seguía gritando al cuerpo de Bosco, este muchacho dejó de poder escucharla a medida que la sangre iba brotando de los orificios de hueso que tenía por orejas. Al parecer el daño interno de aquellas tijeras había sido bastante grande. Y claro, a medida que Alicia más hablaba con el cuerpo recién apuñalado, el resto de los alumnos comenzaron a rodearla aprovechando ahora que esta se encontraba a merced de todos al estar a cuatro patas encima del cuerpo de su compañero, y desarmada. Y casi a la vez los alumnos se abalanzaron sobre ella.
Una vez los más valientes se hubieron colocado encima de esta y la apartaron del ya cadáver de Bosco, todos pudieron ver lo que sería la última aportación de la muchacha.
-Mi cabeza se está... está... está volviendo loca...
Con estas palabras acompañada de una enorme salivación por parte de la joven puesto que su lengua no paraba de moverse en el interior y exterior de su boca, la muchacha se detuvo al completo, ni siquiera respiraba.
Estaba muerta.