Partida Rol por web

-Wow, sí que sabes como calmar a alguien...- Murmuré ante lo primer que dijo, pero cuando empezó a hablar logré relajarme un poco, asintiendo varias veces con la cabeza. -No vi mucho de ella... Tenía cabello blanco y recogido, la piel de color rosada y obviamente cuernos... Era más joven que yo, por cierto.- Fue lo único que podía decir, aunque hice una pausa, pensando por unos segundos más hasta volver a hablar. -Y unos brillantes ojos amarillos, es lo que recuerdo.-

La verdad ilumina, pero mirar al sol directamente puede quemar tus ojos.

Respondió con cierta compasión en su voz.

Es parte de mi credo.

Terminó por encogerse de hombros a modo de ¿disculpa?

¿Cómo eran los cuernos?

Preguntó, como si hubiesen muchos modos diferentes de desarrollar una cornamenta, más siendo que no era ni siquiera una herramienta práctica en el caso de los tieflings. Fuese cual fuese la respuesta del muchacho, la chica de ojos dorados terminará por negar y decir que no le suena pero que preguntará a sus compañeros.

Asentí con la cabeza y luego pasé a describir los cuernos de la Tiefling, incluso tratando de recordar otro detalle aunque más nada vino. Cuando terminó por decir que no le sonaba y que le preguntaría a los demás volví a asentir con la cabeza. -Claro, muchas gracias por todo entonces... Si de verdad llegan a saber algo por favor avísenme, yo supongo que tengo que... Meditar un poco lo que pasó.- Y así sin nada más que decir caminamos más rápido hasta alcanzar al grupo.