Partida Rol por web

 La sirvienta gemia a cada gesto que hacias, y mas al sentir como la desvirgabas, como su miembro palpitante y dura entraba en su interior.

- Si mi señor

Respondió a su pregunta con los ojos entrecerrados y el gemido de entre sus labios.

No fue dificil hacerla tuya, la verdad nunca te costaba demasiado hacer tuya a una mujer, no habia femina que se te resistiera, ya fuera por tu propia presencia o por el oscuro poder que poseias.

Pero un escalofrio recorrió tu espalda, nunca te habia pasado antes algo asi...Presentias algo.

- ¿Ocurre algo mi señor?

Preugnta la joven al sentir que habias parado en el acto.

 HAntei estaba por disfrutar con intensidad de aquella sirvienta, su interior era humedo y simplemente perfecto, como toda flor pura. PEro mientras el empezaba a moverse y sus manos, no dejaban de rozar su piel como sus curvas, el no tardo en sentir aquello recorrer su cuerpo que lo hizo detenerse.

Tengo a mi General esperando y sus deliciosos petalos deben ser disfrutados por horas.

Le susurraba al oido pegando mas aun su cuerpo al de ella, dejando que lo sintienra mas profundo que antes y asi, despacio separarse de ella para empezar a vestirse. Tenia un ma presentimiento y eso no era bueno, mejor es prepararse y terminar con sus asuntos antes de pensar en el placer.

Deseo que el fuego de su cuerpo se mantenga asi, termine con sus tareas y en esta noche... usted dormira en mis aposentos.

LE terminaba diciendo mientras se acomodaba las vestimentas que dificilmente disimulaban su exitacion, no cualquiera podia detenerse pero el sabia, que esa mujer estaria enloquesida por sentirlo de nuevo en la noche. Mas aun cuando el llegue tarde debido al castigo que aun debe impartir... solo era una lastima no poder ser daikotsu... pero solo era cuestion de tiempo.

 La joven se quedó con una cara extraña, mirandolo y pidiendo mas aun, mas, queria mas, aun mucho mas. Pero haria cada cosa que le dijera su señor. 

Cuando ella se hubo ido, las puerta del gran salon se abrieron, dando paso al general, ese amigo que poseia el antiguo emperador, pero que tu debias seguir en apariencia.

Su voz prominente y fuerte te daba las nuevas de aquel dia, las cuales Shoujo ya te habia redactado con detalle anteriormente, pero por formalidad y para que no se te descubriera aun, debias aguantar aquello.

 -Emperador - hace un gesto con la cabeza y se arrodilla, con el puño derecho en el corazón- ya tenemos noticias sobre el sino de los cortesanos. Los Grullas y el primogenito Cangrejo han arribado a las Tierras Fenix, no obstante, han sufrido de salteadores. Los Dragón han sido los primeros en llegar, seguidos de los Unicornio, los Mantis desembarcaron hace dos dias y los Escorpion se encuentran en el castillo Matsu, pero llegarán a última hora.

Dijo el general, mientras le mirabas y acomodabas un poco tus ropas.

 Hantei que se acomodaba con calma en su trono, veia entrar al General que no tardo en informarle algo que ya sabia, el tenia buenos subordinados y todos cumplian con su parte. Pero ante el estaba aquel hombre que el "conocia" de toda la vida.

Asi que los Grulla y el Cangrejo han sufrido un ataque pro salteadoreS? Que clase de lugar se esta convirtiendo Rokugan mi buen amigo?...

Comentaba mostrandose indignado por esa noticia y aunque era imposible evitar el ataque de rufianes, era realmente algo atroz que atacaran a los primogenitos de las casas de aquella forma, como si ya no les importaran su lugar en el escalon.

Espero que se pueda saber mas sobre los salteadores y asi, actuar en consecuencia para evitar que algo asi se repita... De todas formas espero que no suceda nada en nuestro camino, ya que es hora de que nosotros tambien pensemos en iniciar el viaje.

Terminaba diciendo mientras su mirada seguia fija en el General, un hombre fiel como el corazon de los miembros de su casa, alguien capaz de dirigir con eficacia sus fuerzas. Realmente su carrera militar era digna de el mismo, hacia bien tenerlo cerca.

 -Mi señor se convertirá en lo que vos deseais realmente......Daigotsu-sama

¿Que?¿Como?¿Sabia quien eras en realidad?¿Sabia tu procedencia tus planes y tus maquinaciones?¿Que hilo se te habia escapado?¿Que cabeza rodante habrá sido el imbecil de abrir la boca?

Pero viste como el general abria sus labios en una sonrisa, y suc eño se fruncia. Reconociste ese gesto.¿Pero de donde?¿Quien era?¿Que habia pasado con Raingaku?

-Ya no me reconoceis mi señor?Es cierto, estuve demasiado tiempo encerrado en lo mas oscuro de las Tierras sombrias, donde ni la luz lograba llegar para darme un atisbo de color en mi palida piel.Para ahora...cuando vos estais acomodado en vuestro trono, que bien os mereceis llegar yo en el cuerpo de un servidor del bien, y visitaros.

Cada vez mas te sonaba, un nombre venia a tu cabeza....Tetsu, tu mejor hombre, tu mejor ninja, tu mejor confidente y quizas amigo, aquel que el honor no habia sido perdido aunque la marca de la oscuridad permaneciese en su alma. Su lealtad era inigualable, ni siquiera por tu ahora nueva lider de los ninjas, aquella que lo sustituyó uando pensaste que estaba muerto.

Su cuerpo cambió al de un joven esbelto, fuerte y robusto, de ropajes oscuros y de rostro oculto, pero la maldad de sus ojos seguia siendo la misma por no decir aun mas profunda

-Tetsu se presenta ante vos, recompuesto y restablecido de sus multiples heridas para seguir con su labor, mi señor Daigotsu

 Hantei al principio empalidecia por primera vez mientras seguia sentado en su trono, el sentia que en su tablero de juego todo se venia abajo, habian piezas fuera de lugar y esa revelacion, no era nada placentera menos viniendo del general e incluso, pensaba con cuidado su siguiente movimiento ya que el, debia eliminar esa amenaza.

Pero luego todo dio otro giro inesperado y esta vez, era un giro a su favor que quitaba de su cabeza un problema bastante dificil de solucionar. Ese hombre era practicamente su mejor amigo, uno que creyo muerto pero ya no y eso, era mas que conveniente ya que ahora tenia al ejercito en sus manos.

Me acabas de asustar Tetsu y me alegra ahora saber que estas vivo, aunque quisiera saber como... Aun asi creo que haras un buen papel como General, quita de mis preocupaciones una pieza que no dejaba de controlarme...

Le hablaba con calma y hastano podia evitar sonreir levemente al saber que ahora, Rokugan estaba realmente en sus manos. Luego de la corte de invierno, el general mantendra distraido al ejercito de forma sutil y asi, no podran detener a su verdadero ejercito...

 Tetsu se inclina ante daigotsu y clava su rodilla en el suelo.

-es un honor volver a estar en este lugar mi señor, sirvidoros como antaño. ¿Que como sobreviví? De la manera mas animal posible en la vida, en un principio decidí alimentarme de la carne Oni que los cangrejo dejaban cercano a donde estaba escondido recobrandome de aquella incursion fallida donde se me dió por muerto, pero no era suficiente, algo dentro de mi deseaba mas y mas, por lo que me levanté aun condolido a destruir cuanto oni se me acercara, alimentandome de su carne. Sí lo sé, es asqueroso, pero la supervivencia es lo que hace mi señor, pero ahora estoy aqui, vivo, gracias a ella

Ella....una mujer, unasalvadora de su mejor hombre...¿Quien era?

-Mi señor, os presento a Chuda Yami, la cual curó mis heridas cuando me encontró convertido en una bestia.

-Aunque me hago llamar Doji Yami, Daigotsu-sama

Los Chuda era la otra familia corrupta que habitaba las Tierras Sombrias, los Daigotsu y los Chuda no solian llevarse demasiado bien, pero aquella dama....

-Daigotsu-sama...

Dijo solamente mirandote a los ojos, sin miedo, sin retirarlos como lo hacian los demas, ella osaba mirarte a los ojos, osaba ponerse a tu nivel...

El, que seguia con la forma de Hantei, escuchaba con atencion a las palabras de su mano verdadera mano derecha y que desde ese dia, estara atado a esa forma hasta que Rokugan se desmorone en sus manos. Pero la forma en que sobrevivio, demostraba que era un hombre lleno de determinacion y capaz de hacer todo lo necesario para cumplir su objetivo.

De todas formas, alli habia una mujer misteriosa, capaz de mantener le la mirada sin dudarlo como si creyera que estaba a su altura. Pero solamente el era la mano ejecutora de su Señor y solamente el, tenia la capacidad de hacer temblar el mundo y aun asi, ella seguia mirandolo de esa forma segura. Los Chuda competian contra ellos, querian ser los favoritos de su señor pero ellos eran los elegidos y no los Chda, sabia que no podia confiar en ella pero era demasiado bella...

Como puedo recompenzar su gesto? Merece una recompensa por ayudar a uno de los mios, sobretodo por las condiciones en que se debio encontrar.

Le hablaba a esa bella mujer mostrandose cortes y haciendo gala de la etiqueta que debia practicar a Diario como Hantei, pero lo que mas le llamo la atencion es que ella se hiciera pasar por una Doji mientras que el era un Hantei... era como una inquietante señal.

 Yami le mira con una sonrisa amplia y hermosa.

-Mi señor, Daigotsu-sama, no teneis porque recompensarme, solo con saber que seguis vivo, es suficiente para mi persona, pero os pido algo, que me importa poco si no lo concedeis, pero solo estareis prevenido de mi plan.Iré a la corte de invierno, prepararé el terreno para la llegada del Emperador a Tierras Fenix, mi musica a la vez que mi voz, embriagaran cada palabra que salgan de vuestros labios, cada gesto de vuestras manos y cada mirada de vuestros ojos no pasará desapercibida.

La verdad es que lo que te acaaba de decir era algo que teayudaria en bastante, pero ¿Como podia hacer algo asi?Conocias a los mejores shugenjas de Rokugan y no conocias ser igual a lo que ella se proponia. ¿Con simple musica....gobernar cada rincon del alma de cientos de samurais?

 Daigotsu escuchaba sus palabras y aunque sabia como debia seguir la cordialidad, ademas de que ella realmente se merecia una recompensa a pesar de su familia, ya que su mano derecha ahora controlaba al ejercito del Leon, aquel ultimo gran obstaculo en su plan. Pero mas sorprendido quedo por las ultimas palabras de esa mujer, lo que decia era algo que le brindaba mucho poder pero ella seguia siendo una Chuda, debia haber alguna trampa en ese ofrecimiento...

Realmente deseo recompensarla, ha ayudado a un hombre muy importante para mi, una ficha maestra en el tablero donde el juego esta por empezar y eso, es algo digno de recibir una gratificacion... algo que se merece recibir.

Le empezaba diciendo manteniendo la calma de su voz, cuidando cada una de sus palabras mientras no apartaba sus ojos de ella, era hermosa y misterios, una posible fruta prohibida que provocaba tentacion, cuando el era el amo de las tentaciones...

Por otro lado, no puedo abusar de su generosidad a pesar de lo que me ofrece es algo increible, ya hizo mucho por mi y no seria justo pedir mas.

Terminaba diciendo mientras que con un leve gesto de su mano, permitia a su General, que volvia a ser su mano derecha, se retirara ya que seguramente deberia necesitar descanso y tal vez, mas tarde envie a una de las sirvientas para que lo atienda personalmente.

 La Chuda niega ante el ofrecimiento del "emperador".

-Daigotsu-sama, solo con serviros estoy bien recompensada, solo cuidé de vuestro aliado, porque asi me acercaria a vos, para poder serviros con todo lo que pueda hacer. Pero como bien dije, solo necesito una cosa, y aun no he recibido respuesta al respecto.

¿Me dejareis ir y prepararos el terreno de vuestra llegada? Hay demasiados videntes en aquel lugar como para dejar algun cabo suelo y que os descubran...

Dijo finalmente la joven mirando a lo ojos de Daigotsu, osaba mirarte fijamente como igual...pero algo dentro de tí, no hacia que la retirase

 LA oferta era realmente tentadora y tenia razon que en ese lugar, mas de un vidente puede representar un problema de gran tamaño a sus planes, su objetivo era enemistarlos cortando los lazos que poseen y se forjaran, corromper a quienes le pueden servir y asi, con el final del invierno, Rokugan vera su final definitivo... Pero aun no podia aceptar, debia saber si ella realmente queria ayudarlo a pesar de la familia a la que pertenece, los eternos rivales de la suya.

Se pondria en riesgo y ya demasiado peligro se impuso al cuidar a mi hombre, razon por la cual deseo darle una merecida recompensa y demostrar que tan agradecido estoy con usted.

Volvia hablar mientras no podia dejar de sorprenderse, esa mujer le mantenia la mirada y parecia como si se creyera su igual, como si pudiera enfrentarlo o cortejarlo. Aquello era algo misterioso... Que la hacia lograr mantenerle su mirada? Algo que nadie podia a pesar que poseia aquella mascara, incluso eso provocaba mas atraccion en el... mucha mas.

 Yami camina un poco, con su suntuoso y serpentino cuerpo, parecia una cobra a punto de atacar, o un dulce cisne inofensivo en un lago. No podias esperar nada de ella, sabia sque podria ser mortal o apacible, pero debias conocerla mas para ello, debias sacarle mas informacion sobre ella para tenerl controlada, pero su conciencia parecia un castillo amurallado con 800 murallas de piedra Kaiu.

-Bien mi señor, aceptaré vuestra recompensa, pero como dije mp e mecesario, solo os pido n favor, un favor que os recompesa mas a vos que a mi.

Sus ojos azules destellearon con un ligero rojo, para luego volver a las apacibles aguas azuladas que siempre eran. Te miraba con una sonrisa perversa, pero parecia incluso una dama mansa y docil, facil de manejar, pero algo habia dentro de tí que te hacia acercarte mas y mas a ella.

Cuando te diste cuenta estabas de pie, frente a ella...y te diste cuenta de que lo que pensaste era ella moviendose, en realidad eras tu acercandote...

-Si he conseguido que vos vengais, conseguiré que un castillo entero os obedezca sin rechistar...solo quise mostraros de que soy capaz.

Daikotsu sabia mejor que nadie que nunca se debia confiar en las apariencias, que si lo hacia podria terminar pagandolo muy caro y en frente de el, estaba la mujer que pertenecia a los unicos "rivales" verdaderos de la Tierra de las Sombras. El dabia cuidarse y buscar saber mas de ella, tal vez hacerle creer que estaba en sus manos mientras prepara una trampa, sacarle toda la informacion antes de confiar...

Pero antes que pudiera decirle con que la recompensaria e incluso, antes de siquiera realizar algun gesto de satifaccion ante sus palabras, el descubria que no fue ella quien se acercaba de una forma atrayente, fue el quien acudio a ella y eso era una demostracion que poco le agrado. Era demasiado poder en alguien que no era el, ese poder debia ser controlado y sometido solo para su satifaccion... 

Creo que tendre que aceptar este "regalo" que me ofreces, pero me hisiste abandonar mi trono y no puedo evitar preguntarme... 

LE empezaba diciendo en un susurro mientras que con una mano y ya sin importarle romper con los esquemas, le tomaba el menton despacio para acercarla mas a el, fijando su mirada en ella sabiendo que no intentaria retirarla de la misma, como si creyera que estaba a su altura.

Puedes imaginar que recompenza te brindare?