Lord Casmir se acerca hasta ti, comenzando contigo una conversación intrascendente apartándote del grupo. Los dos os encontráis a solas en un rincón de la gran sala. Te mira fijamente a los ojos y después de unos instantes de silencio, dice:
-¿Sois una conocedora? ¿Estáis versada en las artes del otro mundo? ¿Seguís la senda de la mano izquierda?
Irina mira fijamente al hombre de largas barbas y túnica, su atención recae más que en su aspecto físico en sus palabras - Lord, permítame presentarme, mi nombre es Irina Sarbu y he de decirle que sus palabras me desconciertan... no sabría que contestarle, el simple hecho de decir si o no conlleva consecuencias, ¿qué diría usted a tales preguntas? - la chica no esperaba tal secuencia de preguntas después del silencio, esperó pacientemente la respuesta de ese hombre que parecía un viejo loco pero a la vez sabio.
El hombre te mira fijamente y juguetea con su barba, enrollándola como si de un pergamino se tratara.
-Pues diría la verdad pequeña, ¿o temes alguna cosa? -te dice en tono conciliador. A veces las apariencias engañan y quizá creas en lo equivocado o quizá no, ¿no te gustaría saber la verdad?
Como bien había pensado la chica, este hombre más que un loco era un anciano y por sus palabras parecía sabio - me gusta descubrir, investigar y la alquimia es el mundo que más me atrapa, me atrae hasta tal punto... - Irina se emocionó y se dio cuenta de que a lo mejor estaba hablando más de la cuenta - ¿qué es lo que usted, mi señor, puede enseñarme? - preguntó bajando la mirada avergonzada por su arranque de emoción.
Observas que una pequeña sonrisa se dibuja en los labios de Lord Casmir. Luego se acerca mas a ti y te susurra al oido.
-¿Conocéis la magia? ¿Sabéis de los poderes de la Taumaturgia?
Irina se tensa al ver al anciano tan cerca y sus palabras no la tranquilizan pero si que consiguen llamar su atención.
- Señor, no se que pudiera ser la Taumaturgia, pero si usted me lo enseñara le estaría muy agradecida - dijo con emoción en sus palabras.
Lord Casmir se aleja algo de ti, manteniendo la distancia habitual en una conversación. Después de unos instantes de silencio y mientras volvía a juguetear con su barba, dice:
-Las artes negras son perversas y corruptoras. Os lo demostraré. Cruzad la habitación y volveos a la izquierda. No temáis pequeña, no tengáis miedo.
Una leve sonrisa se dibuja de nuevo en sus labios.
La chica comenzó a dudar - Señor, ¿puedo hacerle una pregunta? - paró hasta que asintió con la cabeza - ¿Por qué tenemos que separarnos del grupo? - preguntó mirando hacia el grupo.
-Lo que voy a mostraros esta noche, es solo para vos. No será necesario compartirlo con el resto, ahora querida, cruzad la habitación y volveos a la izquierda. -te dice mientras hace un gesto con la mano, con intención que hagas lo que te ha dicho.
De repente, un sirviente del señor Giovanni se acerca hasta Lord Casmir y le dice:
-Señor, la cena está servida, cuando guste puede bajar a cenar.
-Gracias. -le contesta.
Lord Casmir te mira fijamente y con unas dulces palabras se dirige a ti.
-Acompáñame a la mesa, la noche acaba de empezar. -te dice.
Luego se gira en dirección a la mesa y toma asiento en una de las sillas vacias.
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