Partida Rol por web

Valdemar te acorrala en un lugar apartado del resto del grupo, usando su propio cuerpo para bloquear tu vuelta a la fiesta y comienza a preguntarte:

¿Qué hace que salga el sol? ¿Qué opinas de Aristóteles?

Tudor mira a su compañero de mesa con estupefacción.

-Disculpad, mi señor, pero creo no ser el más indicado para responder a esas doctas -y completamente incoherentes, piensa para sí- preguntas. Quizás, si tuvierais la bondad de preguntar a tantos sabios hombres de la iglesia como nos acompañan aquí esta noche, su respuesta pudiera placeros más que los balbuceos de un ignorante como yo...

Hace una pausa, ante el silencio de su interlocutor, y toma aire, antes de responder con voz temblorosa, y temerosa, como si estuviera ante un tribunal.

-Creo, señor, que es la infinita bondad de nuestro Padre Eterno la que hace que los rayos del sol iluminen nuestros días... y, en cuanto al Filósofo, sólo sé lo que todo el mundo ha de saber: que aun pagano, supo anticipar las verdades de la Cristiandad...

Ahora ya os encontráis totalmente a solas a pesar de lo cual sigue entorpeciendote el paso con su cuerpo

Os estoy haciendo las preguntas a vos y vos sois el que debéis responderme, si quisiera conocer la opinión de esos patanes le preguntaría a ellos no creéis te dice con voz un tanto iracunda ¿Es mejor ser temido u odiado? ¿Qué es la vida?

-Señor, me asustais. -Dice Tudor en un tono quizá no tan respetuoso como debiera. Sabe que, dada su altura y corpulencia es bastante probable que pudiese apartar de un empujón al molesto invitado, pero no quiere hacerlo enfadar-. Sin duda debéis pensar que es mejor ser temido que amado; así pienso yo, pero siempre que no quede otro remedio para imponer el respeto... en cuanto a la vida, imagino que no esperaréis que sepa contestar a esa pregunta... sé lo que es MI vida, mas no la vida en general... y, creedme, mi vida no os gustaría nada, mi vida es oler la carne en llamas de tu padre día tras día y hora tras hora y saberte culpable de los gritos que su voz ya no puede elevar al cielo, ¡esa es mi maldita vida, señor! -Dice Tudor alzando la voz y perdiendo los papeles.

No me contestes lo que yo quiero oír sino lo que esas cosas son para ti, así que relájate....me irrita dice en tono seco y firme

¿es la luz más que la ausencia de oscuridad? prosigue con el interrogatorio

La firmeza de Valdemar hace mella en Tudor, que regresa a su estado de impasividad con cierto arrepentimiento.

-La luz es, sin duda, más que la ausencia de oscuridad. De otro modo, jamás podría volver a haber luz una vez que ha pasado la noche.

Al desviar la mirada de Leopold notas que la oscuridad se va cerniendo poco a poco sobre tí, sin detenerse nunca..ya están a la altura de tu cintura....

Mientras Vlademar prosigue inmutable su interrogatorio ¿Quién es tu sombra? ¿Cual es el porqué de la oscuridad?

Los ojos vacíos de Tudor se llenan de pavor ante la sombra ascendiente. Trata de dominarse y mirar de frente a Valdemar, pero siente que no reunirá valor para contestar si lo hace... y por algún extraño motivo sabe que es imperativo que conteste...

-Mi sombra soy yo, señor, sólo que del otro lado... Y la oscuridad crece donde no hay esperanza...

Asustado, ves como la oscuridad asciende cada vez más por tu cuerpo sin que ello consiga que Valdemar se inmute lo más mínomo, es más, dirías incluso que le agrada.

Valdemar te mira directamente a los ojos fijamente durante unos instantes, durante los cuales las sombras avanzan aún más rápidamente, antes de proseguir

¿Serás capaz de sobrevivir a la oscuridad? dice con tono malicioso antes de reir macabramente mientras las sombras terminan de engulllirte. Son las últimas palabras que escuchas antes de que el mundo que conoces desaparezca dejando en su lugar una negrura total y absoluta....sin fin.

Tras un tiempo que a tí te semeja una eternidad la oscuridad se retira y vuelves a estar en de nuevo en el gran salon de Giovanni.

Frente a tí hay un criado con expresión seria que se dirige a tí

Señor, la cena está servida. Reclaman el honor de su presencia.

me olvidaba, tira autocontrol dificultad 6