Una vez tomada la decisión, la primera que no os lleva noches enteras dicho sea de paso, os subís al carruaje conducido por Roderigo y este os guía hacia el castillo de Hardestadt. El viaje es tranquilo pero largo y cuando llegáis quedarán solamente unas 3 horas de oscuridad. No hay nadie en el exterior del edificio, al menos en la parte delantera que es la que veis, y todo parece en calma....
Tudor hace pie en el patio del castillo y escudriña el cielo con el ceño fruncido.
-Amanecerá pronto. -Dice, finalmente.- Será mejor que nos apresuremos a encontrar a Hardestadt.
Y sin más, se dirige a abrir la puerta del castillo.
-No me gustaría tener malas palabras con Hardestadt y que pudiera aprovechar para dejarnos contemplando el amanecer. Yo no soy bueno hablando, hablad vosotros -dice en hombre marcado en un tono que no admite réplica.
Ha descendido del carruaje y observado su (mal) estado con cierto aire de preocupación. Luego encara el castillo y frunce el ceño.
-Vamos, no hagamos esperar al señor del castillo.
bien, debemos hablar con cuidado... no sabemos que podemos esperar , recomendaria que uno hablara por todos, asi no habra contradicciones entre nosotros
Al fin os acercáis a la gran puerta del castillo y podeis ver un par de guardias apostados ante ella en posición vigilante.
Qué quereis? os pregunta uno de ellos bastante secamente