El piloto sonrió complacido y socarrón. Había conseguido que la fantasma diera el primer paso, que soltara algo más que un "moveos y contarme todo lo que sepáis".
—Así está mucho mejor —dijo antes de emprender la marcha tras Sarah Kerringan—. El que algo quiere algo le cuesta. Ahora ya estamos en igualdad de condiciones.
Marron iba hablando mientas se movía tras Kerrigan observando a través de las gafas el contoneo del prieto trasero que se adivinaba tras el uniforme de cuero.
—Colaboraré. Seguramente necesiten un buen piloto para sacarles de este sitio y, bueno, yo soy el mejor.