Partida Rol por web

Se encuentra atónito en el bosque de setas gigantes donde acaba de perder a su hermano y su maestro. Sahak recapacita sobre lo que ha ocurrido en los últimos minutos. "Ese demonio... ¿era un Daedra?". El conocimento de Sahak sobre la religión aldmeri es reducido, pero está completamente seguro de lo que ha visto. Un cuerpo femenino con tez de color ceniza y ojos rojos como el infierno. Una capa negra que cubría parte de su rostro. Su brazo derecho, portador de una espada dorada. Su brazo izquierdo, inhumano, demoníaco. La extremidad izquierda, que se iba transformando en reptiliana a medida que se alejaba del torso, terminaba recogida entre las otras formas viperinas que crecían desde la cintura del ser. Sahak no podía olvidar lo que sus ojos habían visto pero, ¿qué era esa criatura y cómo podía salvar a su hermano?

Decide volver a su tribu para hablar con su padre y contarle lo ocurrido. Shakush, consternado por lo que le cuenta su hijo y derrotado por la pérdida de su otro hijo, intenta convencer a Sahak de que no persiga a ese demonio. Los Daedra habían intentado adentrarse en la Ciénaga Negra antes, pero los Argonianos siempre pudieron hacerles frente gracias a la ayuda de los Hist. Pero Sahak tiene un objetivo claro en su mente. Debe rescatar a su hermano. Su padre, tras ver la determinación de su querido y ahora único hijo, decide ceder y concederle un antiguo artefacto que su tribu había usado hace siglos para combatir contra los demonios. Al fin y al cabo, si su hijo iba a emprender ese viaje, necesitaría toda la ayuda posible.

El artefacto es de un metal que Sahak nunca antes había visto. Se asemeja al cobre, pero es definitivamente mucho más pesado y resistente. Tras una detallada inspección, el argoniano puede ver ondulaciónes verdosas en el acabado, como si el metal cobrizo estuviese aleado con esmeralda. Sin embargo está completamente vacuo, mágicamente hablando. Shakush explica que es un artefacto tan antiguo que ningún argoniano hoy en día sabe qué hace ni cómo activarlo, pero quizá podría ayudarle algún archimago Falmer, raza conocida en toda Tamriel por su gran conocimiento arcano.

Así comienza el viaje de Sahak hacia la isla de Solstheim, donde los últimos Falmer son acorralados por los nórdicos. Debe encontrar ayuda antes de que los exterminen por completo.

En cuanto llegas a puerto, en Fuerte Frostmoth, una sensación extraña recorre tu cuerpo y, al tocar tu pecho para recomfortate, notas un bulto en tu ropaje que antes no estaba. Miras y te encuentras una nota: